martes, 18 de junio de 2019

Morsi

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Mientras los medios mundiales abren sus primeras páginas o programas con la muerte de Mohamed Morsi, el expresidente egipcio, durante uno de sus múltiples juicios, el diario estatal Ahram Online mantiene su ya tradicional fotografía del presidente al-Sisi con algún mandatario en casa o visitando países. Esta vez la fotografía nos lo muestra en Belarús pasando revista a las tropas que le rinden honores a su llegada. En la columna descendente de noticias, la de Morsi es la quinta fotografía. Debe competir con varias noticias de fútbol, con varios ministros, incluso con la tercera, la del fiscal general dando cuenta de su muerte.
La noticia de su muerte es muy escueta. Se limita a unas pocas líneas:

Egypt's ex-president Mohamed Morsi, who was ousted in 2013 following a popular uprising, died on Monday in Cairo after suffering a heart attack during a trial session in an espionage case, according to Egyptian state TV.
Morsi, who was 67, was pronounced dead shortly after fainting during the session, which he attended as a defendant.
Before his demise, the presiding judge allowed Morsi to speak upon his request.  
According to informed judicial sources, Morsi was treated in accordance with the law while in detention, and was being examined by doctors on a regular basis.
Morsi's body has been transferred to an unnamed hospital.*


Es difícil encontrar una nota más distante e indiferente. La noticia se ofrece citando a otro medio, la TV estatal egipcia, un indicativo ostentoso de la falta de interés que la noticia les merece. Al menos esas son las apariencias. Todo ha sido correcto, pero Morsi cometió la impertinencia de morirse.
El alicaído Egypt Independent es todavía más escueto en una nota con encabezamiento de Reuters:

Former Egyptian president Mohamed Mursi has died in court, state television reported on Monday.
It said Mursi had fainted after a court session and died afterward.
Mursi, a top figure in the Muslim Brotherhood, was toppled by the military in 2013 after mass protests against this rule. He had been serving a seven-year sentence for falsifying his candidacy application for the 2012 presidential race.**


"Se desmayó y se murió después" es un ejercicio de simplificación, casi una causalidad forzada. ¡A quién se le ocurre! Todo muy lógico.
Pese a la indiferencia, el régimen sabe que es un mal momento, un renovarse de las tensiones internacionales y un volver a escuchar reproches. Por eso se finge la indiferencia o el desprecio ante la muerte del ex presidente derrocado por el "no coup", lo que el presidente —su ex ministro de defensa— y el régimen consideran una "rectificación" de la Revolución de 2011. Los malos pasos dados desde entonces, dice la narrativa oficial, llevaron a que el Ejército, siguiendo los llamados del pueblo, tomara las riendas.
Desde fuera, a Morsi se le sigue aplicando el "primer presidente elegido democráticamente", una coletilla demasiado simple para una realidad como la egipcia, compleja y engañosa, ficción y burbuja, en donde el poder siempre llega con una versión de la realidad debajo del brazo. La elección democrática es solo una parte dentro de un sistema que no lo ha sido nunca. Digamos que los Hermanos poseían la única estructura organizativa con capacidad de moverse como alternativa al estado, controlado por el régimen de Hosni Mubarak, que se deshizo de él para poder continuar ante la alternativa de una imprevisible situación de enfrentamiento.
Recuerdo las enormes dudas de amigos egipcios sobre a quién votar, sobre la incongruencia de hacer una revolución contra un gobierno y después tener que votar a sus herederos como alternativa a los islamistas. Muchos votaron a Morsi porque no querían votar a un candidato que planteó su elección como una confirmación histórica del régimen anterior. ¿Es posible un error mayor? Pero Egipto es el país de lo enormes errores de estrategia que después se pagan entre todos.


¿Cómo es posible si no entender que militares e islamistas juraran que no tenían ningún interés en el poder? Esa fue la estrategia de los islamistas mientras se iban deshaciendo de los candidatos "civiles" y del mariscal Abdel Fattah al-Sisi tras el "no-coup", luego se le apareció en sueños el difunto presidente Sadat y le explicó cuál era su deber. Las opciones reales en Egipto, desgraciadamente, pasan siempre por el autoritarismo. Es lo que hay ahora y lo que hubo tras la llegada de Morsi al poder.
Este blog nació con la denostada Primavera Árabe, por la que Egipto en especial recibió apoyos y simpatías de todo el mundo. Todo eso se dilapidó por la preferencia de muchos por la seguridad que les daba mantenerse dentro de un régimen que se volvía hacia el pasado reivindicándose, que hacía de la violencia una herramienta de mantenimiento del poder ante la mirada hacia otro lado de muchos de los que habían sido críticos. Quedó una minoría que paga su independencia ingresada en prisión y soportando que se les considere agentes extranjeros, traidores o peor, personas que buscan la destrucción de Egipto o del Islam. Otros muchos que apoyaron la caída de Morsi se han distanciado ante la deriva del régimen, constantemente denunciado desde todas las instancias internacionales.
La CNN da un retrato breve pero denso de la figura de Morsi:

A strict Islamist who was educated in southern California, Morsy was voted into power in June 2012 following the 2011 Arab Spring uprising that toppled Hosni Mubarak's longstanding rule.
A senior member of the Muslim Brotherhood, Morsy had campaigned on appealing to the broadest possible audience.
But, during his year in power, critics say he became an authoritarian leader who forced through a conservative agenda.
In 2013, Morsy and the political wing of the Muslim Brotherhood movement were ousted in a coup, with the Muslim Brotherhood banned by the government after the military seized power and declared it a terrorist organization.
Roughly 1,000 Egyptians -- many of them Morsy supporters -- were killed during protests against the military government.***



Creo que es correcto. En efecto, Morsi se presentó como una persona abierta a todos, que gobernaría para sacar a Egipto hacia un sistema de convivencia y libertades. Pronto se vio que no era más que una estrategia. Si los lectores se tomaran la molestia de hacerlo, tienen aquí un diario detallado de lo que fue el año Morsi, de cómo lo que había prometido se incumplió.
La mayoría que consiguieron los islamistas, secundados por los salafistas (que luego les traicionaron  sumándose al "no coup" con astucia), les dio una seguridad impensada. Habrá que recordar que no fueron sus enemigos los que les criticaron. Fue la propia Angela Merkel, en nombre de la Unión Europea, la que le tuvo que decir a Morsi en su visita al continente que debía gobernar con todos y no marginar a cristianos y mujeres, como hizo desde su llegada. El difunto Morsi dio la respuesta como buen dirigente egipcio: nadie le dice a un egipcio lo que debe hacer, nada hay que aprender. Se lo hemos escuchado a todos.
Morsi engañó a todos hasta que llegó al poder. Hasta sus carteles contenían dobles mensajes, unos para los islamistas otros de apertura para los que no lo eran. La llegada al poder fue una revuelta que iba de las universidades a la Ópera de El Cairo, de los policías dejándose barba para manifestarse como islamistas a las propuestas económicas para favorecer créditos ventajosos para los segundos matrimonios. Pronto los incidentes se multiplicaron a pie de calle. Un día llegaba la noticia de un diputado que había hecho interrumpir la proyección en un vuelo de Egypt Air porque la consideraba escandalosa a policías que eran sacados a golpe de escoba de una peluquería por entrar a recriminar a las mujeres que estaban allí.


Pronto surgió un movimiento popular, Tamarod, que se planteó reunir firmas con una serie de propuestas frente al gobierno de Morsi. La idea era obtener más cartas que votos había obtenido Morsi al cumplirse el año de su elección. Aquí la historia empieza ya a oscurecerse. ¿Hasta qué punto los servicios secretos, campo de al-Sisi, tuvieron participación en el movimiento Tamarod? Hay fuentes que los vinculan.
De ahí a las grandes manifestaciones pidiendo la renuncia de Morsi y la convocatoria de nuevas elecciones. No se aspiraba a más, pero la vía del golpe de estado se veía en el horizonte. Ante el cariz que tomaba, el ministro de Defensa, hoy presidente, y el del Interior (un eterno del puesto), dieron un ultimátum al presidente: renuncia al cargo o intervención. Morsi no lo aceptó y dejó expedito el camino al "no-coup", que se realizó con el acuerdo fotográfico que iba de los políticos liberales a los salafistas y reunía a las autoridades religiosas de Al-Azhar y la iglesia copta. Todos estaban contra Morsi, aislando a los Hermanos Musulmanes.
La narrativa oficial dice que los mil muertos a los que se refería la CNN tuvieron el consentimiento del pueblo egipcio, casi el mandato, como le ha gustado decir al presidente al-Sisi (la última vez en el Foro de la Juventud). La versión del régimen es que el pueblo fue el que se deshizo de los islamistas y que la sangre fue una forma de hacer ver la seriedad del compromiso. Lo que pedían las cartas de Tamarod era dimisión y convocatoria de elecciones. Lo que se les dio fue una matanza y un gobierno militar hasta que se deshizo de los rivales políticos no islamistas reduciéndolos a comparsas.
La promesa de al-Sisi de que los militares solo crearían las condiciones para el ejercicio de las libertades se resolvió colgando unos cuantos días a la semana el uniforme (no en las inauguraciones solemnes, como la del tramo del Canal de Suez). Finalmente, como señalamos, Egipto vive en un régimen controlado por los militares, con un crecimiento del poder en distintas áreas y una justificación de autoritarismo en nombre de la defensa frente al terrorismo que sirve para mantener la represión, con una modificación de la constitución para ajustarla a la presidencia actual, que se perpetuará en el poder, como se ha denunciado desde todas las instancias e instituciones internacionales. Hoy Egipto es deudor de Arabia Saudí hasta llegar a defender el asesinato de Jamal Khashoggi en uno de los más vergonzosos ejemplos de sumisión. No hubo bastante con entregarles las islas de Tiran y Sanafir en contra de la voluntad popular; había que aceptar con normalidad el crimen de estado. En esto el gobierno egipcio fue congruente, pues lo había practicado con el estudiante italiano de doctorado Giulio Regeni, secuestrado, torturado, asesinado y abandonado en una cuneta ante la presión italiana.
Es difícil cometer más errores políticos en tan poco tiempo, como cometió Mohamed Morsi. La situación política actual es en gran parte responsabilidad de lo que hizo. Podemos especular que podría haber sucedido de otra forma, pero sucedió como sucedió. Lo que sucedió tras su derrocamiento es un ejercicio cínico para justificar el encarcelamiento. Para muchos, las acusaciones son fantasiosas en muchos casos. Se trata en gran medida de justificar lo hecho mostrando conspiraciones y traiciones contra Egipto, algo que el Ejército tiene en exclusiva. Pero lo injustificable es el trato humano dado. Las denuncias de mal trato, de aislamiento o de falta de asistencia médica adecuada son serias y deben ser investigadas porque es responsabilidad del que encarcela. El sistema de venganza que está tras el sentido de la justicia egipcio no vale en el plano internacional. Los presos tienen derechos. Las cárceles egipcias no son un modelo precisamente y las denuncias por muertes en sus celdas y en las de las comisarías son bastante frecuentes.
La BBC se pregunta ¿qué sucedió en la corte? y es esta su respuesta:

Morsi collapsed moments after addressing the court in Cairo at a hearing related to charges of espionage emanating from suspected contacts with the Palestinian Islamist group Hamas, which had close ties to the Muslim Brotherhood.
He spoke for five minutes from a soundproof glass cage which officials said was designed to prevent him disrupting proceedings. The cause of death was not immediately confirmed but Egypt's public prosecutor said an initial report showed no signs of recent injuries on the body.
Last month, his family said authorities had repeatedly denied access to him and that they knew little about his health conditions, a situation that "violate[d] constitutions applied all over the world".
In March last year, his youngest son, Abdullah, said officials were "doing this on purpose, since they want to see him dead 'from natural causes' as soon as possible"****



A causa de todas estas denuncias y advertencias, el gobierno de Egipto se encuentra hoy bajo sospecha de la muerte, ya sea por acción u omisión. El cuidado y atención de los presos es una obligación del carcelero. La muerte de Morsi, desde el punto de vista informativo, no es la de otros detenidos. Tiene relevancia informativa y política. De nuevo, el gobierno egipcio se ve en entredicho. La estrategia de no dar importancia al caso y dejarlo en escuetas notas que dan por zanjado el asunto solo vale (y relativamente) en el espacio controlado. Fuera de él, hay más ruido del deseado. Pero la política egipcia se basa en dejar pasar en tiempo. Todo se calma, pero poco se soluciona.
Morsi no fue un político inteligente, entendiendo por inteligencia poder llegar a satisfacer las necesidades del pueblo egipcio en su conjunto y haber transformado el país llevándolo hacia una democracia, pero eso interesaba a muy pocos. Fue sectario en cuanto que tuvo el poder o lo que él consideraba ingenuamente el "poder". Tenía su agenda oculta, como es costumbre.  Con su precipitación e intransigencia aceleró el regreso de los militares, prestos a cualquier deterioro para reaparecer, como así sucedió. La única ventaja es que hizo ver las orejas al lobo en Túnez, moderando el discurso islamista y abriéndose a la sociedad. Cada uno es ejemplar como puede.
La figura de Morsi representa una enorme ironía histórica. Accedió a la candidatura porque los jueces egipcios iban desechando candidatos con tecnicismos; el juicio al que se enfrentaba era por haber falsificado, nos dicen, sus credenciales. Elegido democráticamente, con sus errores autoritarios, puso en bandeja la llegada de los militares, que esperaban agazapados.
Ayer murió en una de esas jaulas en las que se encierra a los procesados, enfrentado al enésimo juicio. Ha sido el último.



* "Mohamed Morsi dies during trial session" Ahram Online 17/06/2019 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/336334/Egypt/Politics-/Mohamed-Morsi-dies-during-trial-session.aspx
** "Egypt’s former president Mursi dies: state television" Egypt Independent 17/06/2019 https://www.egyptindependent.com/egypts-former-president-mursi-dies-state-television/


Egypt Today

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