Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Terminábamos
el artículo de ayer introduciendo un nuevo factor del miedo en Egipto, el
ateísmo. Una parte de la sociedad egipcia vibra ante esta terrible palabra en
el país que inventó (dicen) el monoteísmo. Más exactamente, lo inventó el
faraón, molesto por tener tal diversidad de dioses y no tener ganas de tanta
charla.
Una vez llegados los problemas a ciertos niveles, los egipcios suelen hacer
manifiesta su insatisfacción y deciden dar grandes soluciones. Así ocurre, por
ejemplo, con el divorcio rampante, con cifras que no se pueden tolerar, de más del 60%.
Es esta
intolerancia la que mueve a encontrar planes que le den la vuelta al asunto. Lo que pueda ocurrir obliga a poner en marcha soluciones drásticas.
La
palabra "ateo", junto a otras perversas cosas que vienen de Occidente,
como el "feminismo", la "homosexualidad" o "Sergio
Ramos", se convierte de repente en un problema nacional. Si la política
tiene a los Hermanos como enemigos tras cualquier acontecimiento negativo, la
Universidad de Al-Azhar tiene los suyos: los ateos, 866, oficialmente. El dato
lo supimos hace ya tiempo y preocupó por ser el más grande de los países musulmanes del entorno.
Como
señalábamos ayer, el diario estatal, Ahram Online, publicó un artículo dando cuenta
de la terrible situación y de las propuestas que han salido de Al-Azhar camino
del parlamento, la institución que representa a los egipcios:
Osama El-Abd, head of parliament's religious
endowments and affairs committee, told Ahram Online that the committee is
highly appreciative of a new anti-atheism initiative launched by Al-Azhar.
El-Abd said the Bayan ("Statement")
initiative, annouced on 22 March, comes in response to growing reports that the
number of atheists in Egypt is increasing.
"We strongly support this initiative
because Al-Azhar is the institution most capable of standing up to atheist
thoughts and irreligious beliefs," said El-Abd, adding that "while we
- parliament and official religious institutions - are keen to move together to
fight extremist and radical Islam ideologies, we are also keen that we join
hands to contain atheist thinking."
He said that the initiative also comes after
Al-Azhar's clerics said they had become worried about the spread of the
phenomenon of atheist beliefs on social media.
"As this has become a phenomenon, it was
important that the institution responsible in this respect moves quickly to
ring alarm bells and takes an organised reaction," said Al-Abd.
Momtaz El-Dessouqi, an MP from the upper
Egyptian governorate of Assiut and a member of parliament's constitutional and
legislative affairs committee, also told Ahram Online that "there are
reports that Egypt now ranks first among Arab countries in terms of the number
of atheists."
"A report by the International ‘Global’
Institute said Egypt includes 866 atheists, but I think that the number is far
much more than this," said El-Dessouqi, adding that "it is a shame
that the country with the most prestigious religious institutions – the Sunni
Islamic Al-Azhar and the Coptic Orthodox Church – has such a large number of
atheists."
Omar Hamroush, deputy chairman of the religious
affairs committee, said Al-Azhar's investigation of social media showed that
the number of atheists in Egypt has reached 2 million (or 3 percent of the
total population).*
Lo cierto es que el tema del ateísmo reaparece
periódicamente. Cómo se pasa de la sorprendente y ciertamente esotérica cifra
de 866 a la de dos (o tres) millones de egipcios. Las cifras son alarmantes
porque se empieza no creyendo en Dios y se termina no creyendo en el
presidente.
La culpa, claro, la tiene Internet, medio que hay que
vigilar muy de cerca para evitar que los males del ateísmo occidental se
asiente en las sagradas tierras de Egipto, donde todo empezó.
La vergüenza que dice sentir porque "the country with
the most prestigious religious institutions" tenga tantos ateos es uno de
los argumentos más sinceros respecto a esto del ateísmo que se han dado en
Egipto, lo que motiva el grito de alarma nacional y la exigencia de reacciones
para frenar el caos que se avecina, la nueva plaga.
La fusión entre el poder político y el religioso es
necesaria en Egipto, por lo que es importante que haya un enemigo común que
justifique ante el pueblo la represión. Está admitido que el régimen de al-Sisi
mezcla poder militar y se acerca a la fuente de la legislación religiosa,
Al-Azhar y las instituciones que alberga, con especial interés en la emisión de
fatwas, un mecanismo poderoso tanto
más eficaz cuanto más intensa sea la creencia. Es una doble forma de
legislación.
El empezar a hablar de millones de ateos —anti religiosos,
anti régimen, anti Egipto— es muy útil tras la elevada abstención de las
enmiendas constitucionales. Es más bien una estrategia hacia los jóvenes, que
son los que mayoritariamente se apartan del régimen y de las instituciones.
Pese a que al-Sisi se ha manifestado varias veces muy
irritado por la falta de modernización del discurso religioso por las negativas
de las autoridades religiosas de Al-Azhar, lo cierto es que necesita ciudadanos
piadosos y obedientes. Ante esta necesidad, la presión religiosa se acelera. Y
no solo ella. La presión social es una parte fundamental porque de lo que se
trata es de aumentar el control familiar por temor a verse señalados.
Esto ha sido así desde 2011, en los que ya se buscaba el
control familiar de los jóvenes que protestaban en la calles contra el régimen
de Mubarak. El nuevo régimen quiere restablecer el sistema de obediencia que
queda manifiesto dentro del modelo islámico frente al de independencia, que se
caracteriza más como "occidental". Lo mismo ocurre con los coptos,
empeñados en el control de las familias porque estas, a su vez, son controladas
desde las instituciones religiosas. La religión ofrece el modelo de obediencia
y sumisión al poder. Es otro nuevo episodio de lo que quedó claro en 2011, el conflicto
generacional en unos países que se niegan a evolucionar hacia modelos sociales
más abiertos y tolerantes con las diferencias.
El régimen de al-Sisi ha apostado claramente y desde el
principio por el modelo de "un buen egipcio es un buen musulmán".
Esta centralidad de la religión es reforzada por el parlamento, cuyos diputados
mayoritarios se aprovechan del mismo principio para sus elecciones.
El foco del ateísmo rebelde, claro está es la juventud:
Hamroush said Al-Azhar's Bayan initiative is
mainly focused on fighting atheists and atheist beliefs and ideologies on the
internet.
"The initiative aims to build contacts
with young people who espouse atheist beliefs on the interest, build a dialogue
with them, and respond to their anti-religious ideas," said Hamroush.
Hamroush indicates that "most of the
atheists raise sceptical questions on issues related to Islamic sharia and
fundamental beliefs and the responsibility of the Bayan unit is to respond to
these questions and refute any claims on Islamic sharia and the religion of
Islam in general."
Al-Azhar's International Centre for Online
Fatwas has said that since it launched the Bayan initiative it has received
many atheist young people and held a fruitful dialogue with them.
"We can’t say that they are atheist youth,
but they have sceptical questions about their religion (Islam), while some of
them made contacts via the internet with some irreligious currents in the
West," said the centre, adding that "it will continue holding such
dialogue with many others, providing them with important books on moderate
Islam and other religions."*
De nuevo, como señalamos, es Occidente el foco del ateísmo,
junto a otros males contra Dios. Se trata de estigmatizar socialmente,
convertir en peligros públicos, a aquellos que no aceptan el sistema. Lejos de
ser una sociedad abierta, el régimen egipcio se hace cada vez más cerrado. No
se trata solo de una labor de vigilancia del terrorismo; se trata de imponer un
modelo único y de perseguir toda discrepancia. Es —lo hemos dicho muchas veces—
el pensamiento que sale de la cabeza de un militar, es la unificación del
cuartel, la uniformidad frente a la gestión de la diversidad y de la
convivencia. El gen autoritario ha sido cultivado por selección.
Esto solo lleva a crear otros nuevos conflictos por lo que
tiene tanto hacia el exterior (va contra los derechos humanos) como hacia el
interior, pues inicia procesos y persecuciones. Al-Sisi está fabricando un
régimen cada vez más intransigente en todos los órdenes de la vida. De esta
forma está fabricando un nuevo radicalismo que se percibe a sí mismo como
benevolente, paternalista, pero que no deja de ser autoritario e intransigente.
Lo peor es precisamente que se ve a sí mismo como un bien, como una alternativa
al caos, cuando es él mismo el que lo está produciendo. Crear una sociedad
vigilantista e intransigente es jugar con fuego.
Es ahora a Al-Azhar a quien le interesa extender su
influencia a través de la necesidad abierta por los millones de peligrosos
ateos que inundan Egipto. Se me quedó
grabada hace tiempo una expresión del ministro de Dotaciones Religiosas, cuando
dijo que "los egipcios eran religiosos por naturaleza". Explica la
consideración del "ateo" como un "no egipcio", como cierta
enfermedad que hay que curar o extirpar, llegado el caso.
*
"Egypt MPs back Al-Azhar's new initiative to fight spread of atheism"
Ahram Online 27/04/2019
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/330727/Egypt/Politics-/Egypt-MPs-back-AlAzhars-new-initiative-to-fight-sp.aspx
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