Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Tras la
sesión de los senadores con la directora de la CIA, Gina Haspel, estos han sido
contundentes: el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman, también
conocido por sus siglas de MBS, es el responsable directo del asesinato de
Jamal Khashoggi. Es un durísimo golpe a la presidencia dado directamente por importantes senadores republicanos.
Las
declaraciones tras la sesión informativa a puerta cerrada no dejan lugar para
ambigüedades, medias tintas o tibiezas. El material mostrado no deja dudas. Bin
Salman es culpable. De nada le sirven las risitas y choques de manos con
Vladimir Putin en el G20 argentino de hace unos días. De nada le sirve la fe
inquebrantable de Abdel Fattah al-Sisi, el presidente egipcio, que ha
comprometido al país con sus abrazos y ha pintado de verde las pirámides con
luces. Para los políticos norteamericanos todo está claro.
Desde
Washington, la corresponsal de El País recoge las reacciones, presentes en toda
la prensa norteamericana por sus fuertes efectos sobre la política exterior:
La sesión informativa que la directora de la
CIA dio a puerta cerrada a un grupo de senadores, sin embargo, ha resultado
concluyente para el presidente del Comité de Relaciones Exteriores, el
republicano Corker. “Si el príncipe heredero fuese ante un jurado, estaría
condenado en 30 minutos. La pregunta es qué hacemos con este asunto”, dijo a
los periodistas tras salir de la reunión con Gina Haspel. Lindsey Graham, por
su parte, se refirió a la existencia de pruebas inculpatorias sólidas, lo que
en la jerga de las investigaciones se llama una “pistola humeante”. “Hay una
sierra humeante”, se despachó el legislador republicano. Las investigaciones
sobre el caso señalan que Khashoggi fue descuartizado después del asesinato
para facilitar la evacuación o desaparición del cadáver. Los restos del
periodista no se han encontrado.
La CIA, según publicó la prensa
estadounidense, ha determinado que 15 agentes saudíes volaron a Estambul en un
avión del Gobierno y mataron al periodista. También apuntan a la involucración
de Salmán por una llamada que Khalid bin Salmán, hermano del heredero y
embajador saudí en Washington, hizo a Khashoggi instándole a ir a Estambul para
llevar a cabo sus gestiones, garantizándole su seguridad.*
El
énfasis informativo de todos los medios está puesto en las reacciones de los
senadores republicanos, pues son ellos los que deben dar la cara y presionar sobre
la política exterior de Trump, el presidente al que sostienen.
Como
bien señala el senador republicano por Tennessee, Bob Corker, "la pregunta
es qué hacemos con este asunto". Es una buena pregunta que se puede hacer
extensiva a todos los países que tienen relaciones con Arabia Saudí, incluido
el nuestro.
Volvamos
hacia las primeras casillas de este juego, cuando se hacía responsable a Donald
Trump del aumento de la osadía saudí al declarar en su primera visita, aquella
en la que bailó la danza de la espada con poca gracia. El presidente
norteamericano, obsesionado con Barack Obama, dijo que no había ido allí a dar
lecciones de moral y que cada uno se las apañara como Dios les diera a
entender. Y estos son los resultados.
Así lo
hicieron ver pronto aquellos que notaron que la osadía aumentaba, que la
violencia de los saudíes hacia sus opositores dentro y fuera crecía más allá de
lo aconsejable por la diplomacia. Los saudíes se sentían eufóricos por tener un
socio poderoso que no les ponía pegas, que les dejaba las manos libres para
deshacerse de todos.
Las
asociaciones de derechos humanos fueron muy claras. Y llegó el caso de Jamal
Khashoggi del que cada dato que se sabe hunde más a la monarquía saudí y a su
heredero, que se convirtió pronto en el objetivo.
Al
principio —ya lo señalamos— todo parecía una rabieta de Recep Tayyip Erdogan,
enfadado con que se hubiera utilizado su país para cometer el infame asesinato.
Pero la venganza de Erdogan, humillado por la política agresiva de Trump, que le
hundió la moneda en un arrebato, estaba en marcha. No tenía que inventarse
nada; solo dar salida a lo que se sabía y mandar los datos sobre los hechos a
los gobiernos clave para complicar la vida a los dos enemigos que le acosaban,
Estados Unidos y Arabia Saudí.
Los
saudís amenazan con formar un lobby petrolífero con Rusia, que siempre busca
sacar tajada del río revuelto de Oriente Medio. Como ya ha hecho en otras
ocasiones, Vladimir Putin hace gala de su condición de amigo inquebrantable.
Con él no van esas tonterías de la opinión pública. Es la demostración de que
un país se puede identificar con el bien o con las mayores perrerías si se le
sabe explicar las cosas de la manera adecuada. Putin, el rey del cinismo, choca
las manos sangrientas de Bin Salman y no se inmuta. Es más, lo disfruta con una
sonrisa de oreja a oreja en plena reunión del G20.
La
pregunta sigue en el aire. ¿Qué se hace ante esto? Está claro que la política
del avestruz no lleva a ningún lado porque pronto empezará a pasar factura a
los que miran para otro lado. No todos han tenido el valor de Canadá, de
anteponer los principios a los negocios.
Los que
más o los que menos tienen negocios con los saudís, expertos en el arte de la
inversión comprometedora, en los negocios que unen para compensar los hechos
que separan.
En la CNN también recogen esa pregunta:
"Somebody should be punished," said
Senate Appropriations Chairman Richard Shelby, a Republican from Alabama.
"Now, the question is how do you separate the Saudi crown prince and his
group from the nation itself? That might be the real policy question."**
La
pregunta es, sobre todo, para Donald Trump y se formula de otra manera: ¿Qué le
vamos a dejar hacer? Es la pregunta que todo republicano medianamente
consciente de lo que es la política y de lo que es la política exterior se
hace. El hecho de que la CIA se enfrente a la Casa Blanca en su valoración de
los hechos y dé por descontado la orden de Bin Salman y su supervisión del
asesinato es ya determinante. El reto se ha consumado cuando han salido de la
reunión convencidos de que el heredero del trono saudí es quien ordenó el asesinato.
The
Washington Post señala: «“If the Crown Prince went in front of a jury,
he would be convicted in 30 minutes,” said Sen. Bob Corker (R-Tenn.), the
chairman of the Committee on Foreign Relations.»***
Es poner en tiempo y situación al que tendrá que hacer
muchas giras y no logrará salvar su imagen ni la del Reino. El achacoso
presidente argelino Abdelaziz Bouteflika ya ha suspendido el encuentro con
Mohamed Bin Salman por una gripe muy mala que hay en aquellos lugares. Tras
explicar los achaques anteriores del presidente de 81 años, News 24 añade:
Like a previous stop in Tunis, the crown
prince's visit has drawn criticism from political and academic circles in
Algeria over the Saudi-led war in Yemen and Washington Post columnist
Khashoggi's grisly murder in the Saudi consulate in Istanbul.
It was jointly denounced by 17 intellectuals,
journalists, Muslim scholars and other figures in the North African country, in
a statement obtained by AFP.
They said the "whole world is certain that
he ordered a terrible crime against the journalist Jamal Khashoggi".
Khashoggi's killing has put mounting pressure
on Riyadh and Prince Mohammed, who Turkish officials - and reportedly the CIA -
have concluded was behind the critic's death.****
Problemas de agenda, gripes, manifiestos en contra,
manifestaciones callejeras... Las próximas giras de Mohamed Bin Salman, el
apestado, serán mucho más cortas y en poco tiempo se limitarán a Egipto —donde
todo comenzó, donde todo se perdona—, el único país que se ha volcado con el
príncipe heredero y ha declarado al país —no bastaba con regalarles dos islas—
como la segunda patria del príncipe, para lo que necesite.
Mientras el pueblo egipcio gritaba "¡Todos somos Khaled
Saeed!", el joven torturado por la policía que dio comienzo a la "Primavera
Árabe" egipcia", hoy el régimen grita orgulloso "¡Todos somos
Mohamed Bin Salman!". Así degeneran las cosas.
Pero ahora, más allá de los problemas que traerá a Egipto, están los que le traerá a Donald Trump, con sus senadores convencidos de que el buen amigo saudí es alguien al que cualquier jurado, según dicen, condenaría en 30 minutos con las pruebas existentes sobre la mesa.
* "Senadores republicanos acusan al heredero saudí por
la muerte de Khashoggi tras reunirse con la CIA" El País 4/12/2018
https://elpais.com/internacional/2018/12/04/estados_unidos/1543947973_902409.html
**
"Saudi crown prince 'ordered, monitored' killing of Khashoggi, Corker
says" CNN 4/12/2018
https://edition.cnn.com/2018/12/04/politics/haspel-briefing-khashoggi/index.html
***
"Senators accuse Saudi crown prince of complicity in Khashoggi
murder" The Washington Post 4/12/2018
https://www.washingtonpost.com/world/national-security/cia-director-briefs-senators-on-saudi-role-in-khashoggi-killing/2018/12/04/e6d6498c-f7d5-11e8-8d64-4e79db33382f_story.html?utm_term=.4f2fdbdfae90
****
"Saudi crown prince visits Algiers without meeting president" News24
4/12/2018
https://www.news24.com/Africa/News/saudi-crown-prince-visits-algiers-without-meeting-president-20181203
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