Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
ministra egipcia de Solidaridad Social, Ghada Waly ha señalado en su
intervención ante el Foro Internacional de Mujeres, celebrado en Estocolmo, los
logros del régimen actual cifrándolos en el aumento (fijo) de 89 asientos en el
parlamento, garantizar un 25% de mujeres candidatas en los ayuntamientos, el
incremento de las penas por el acoso sexual y la mutilación genital y la
adopción de medidas económicas para el empoderamiento de las mujeres. Todo esto
lo ha puesto como resultado de la Constitución de 2014, señalando que esta ha
supuesto para la mujer "unprecedented rights"*.
Omite
que esas 89 mujeres sentadas en el parlamento han tenido un protagonismo mínimo
y si han destacado ha sido por tener que discutir con diputados que pedían
exámenes de virginidad para entrar en las universidades o que se dejaran
mutilar por el bien de los hombres egipcios. Cuando a una parlamentaria se le
ocurre alguna idea igualitaria, las fuerzas del profundo tradicionalismo
patriarcal egipcio se vuelven contra ella. Un caso que ya vimos aquí hace unos meses:
A member of parliament in Egypt has demanded
that the country change the law to make the penalties for adultery the same for
both men and women, but she has faced stiff opposition from politicians and
religious professors.
Currently, the sentence for a wife found to
have committed adultery in Egypt is two years in prison. A husband caught
cheating only receives a six month sentence, and is only liable for punishment
if he commits adultery in the family home.
Additionally, if a husband catches his wife in
the act of cheating, he can kill both her and her lover and receive only a 24
hour detention.
The bill, recently proposed by Margaret Azer,
the Christian leader of the Support Egypt coalition, has provoked outrage in
Cairo’s political circles and been rejected on numerous grounds.
Amena Nosair, a member of the parliamentary
Legislation Committee and a religion professor at Al-Azhar University, called
for the bill to be voted down on the grounds that women should receive more
severe punishments for adultery considering the potential knock-on effects such
as obscuring the paternity of children, Al-Monitor reported.
Independent member of parliament and member of
the Egyptian Human Rights Committee Ilhami Agina - who has previously made
headlines for ‘jokes’ about female genital mutilation and suggesting virginity
tests for female university students - said he believes the penalty for women
should be increased “to preserve timidity.”
“The woman is the main reason behind adultery,
not the man,” he added.**
Pero esto, claro, estas cosas la señora ministra no las ha
contado en Estocolmo. ¿Para qué?, ¡no hacía falta! La señora ministra —es su
obligación como tal— debe contribuir a una imagen que cubra todas las otras
imágenes que surgen en el día a día. No se va a los foros internacionales a debatir problemas sino a cantar
excelencias del régimen. Y no se puede poner muchos sobre la mesa.
En una cosa tiene la ministra Waly mucha razón:
“Culture is stronger than legislation, and the
culture doesn’t change except with education and economic, social and political
empowerment for girls,” Waly said at the forum, attended by 735 prominent
female figures from 40 different countries.*
El problema está entonces no en las leyes sino en la
voluntad de transformar el país desde ellas. Hacer leyes es fácil. Las Constituciones pueden ser
perfectas obras de ciencia-ficción jurídica si el planeta que describen no
tiene nada que ver con la realidad de la vida alrededor. Y mucho me temo que el
mundo de la señora Waly sea ilusorio y, lo que es peor, tiende a esfumarse de
la realidad desde los propios datos egipcios. Son estos:
Egypt ranks 132 out of 144 countries in gender
equality, making it among the 20 bottom countries globally, according to the
Global Gender Gap report 2016 published by the World Economic Forum.
However, it has progressed from the 136th out
of 142 countries in the Global Gender Gap report 2015, particularly on the
political threshold.*
Esta es la información que recoge la propia Ahram Online
para arropar lo dicho por la ministra Waly. Egipto sigue entre los 20 peores
países del mundo para la mujer, en el 132 de 144. Los "derechos sin
precedentes" no parecen haber cambiado mucho las cosas. Las leyes se
promulgan, pero no se aplican. Los ejemplos puestos por la ministra tienen sus
contrarios en la realidad ante una falta de aplicación rampante.
En estos últimos días, la prensa egipcia se ha hecho eco de
diversos informes. El día 18,
Egyptian Streets titulaba "600,000 Egyptian Women Get Married Before Age
of Consent: Study". La noticia nos contaba lo siguiente:
A study conducted by the International
Population Council, the National Council for Population and Development and
Assiut University on rates of early marriage in upper Egypt has revealed that
about 600,000 women have been married before reaching 18 years old in
2015-2016.
The study titled “Towards policies and programs
based on scientific evidence to demolish early marriage in Egypt”, states that
the average age of marriage in Egypt is 20 for females and 26 for males. Yet,
the problem of early marriage is still exaggerating in rural areas in Upper
Egypt, according to the privately-owned Al-Masry Al-Youm. Egyptian law bans
marriage under 18.
The study has further revealed that one-quarter
of married women aged 25 to 29 in Egypt have married under 18, and this
percentage rises to 33.3 percent in rural areas. However, 3.7 of girls
currently under 18 are already married and 5.2 percent are engaged. These
percentages represent about 250,000 girls.
The study added that there are several dangers
caused by early marriages, both health and societal dangers. Early marriage
deprives girls of their right to education and work, also increases the
possibility of domestic violence and leads to poverty. Also, girls who get
married at an early age often have miscarriage and stillbirth.
In 2015, Minister of Population Hala Youssef
announced that 15 percent of all marriages in Egypt are child marriages.***
El matrimonio infantil es la mejor forma de perpetuar la
falta de derechos y la sumisión de la mujer en todos los ámbitos. Los hermanos
musulmanes buscaron la forma de favorecerlo durante el año que estuvieron en el
poder, lo que resulta muy interesante desde el punto de vista cultural a la vez
que político.
El gobierno intenta hacer leyes desde un parlamento
variopinto y muy poco valorado por parte del pueblo egipcio. Es la institución
menos valorada, de hecho. Esto ocurrió así desde el mismo momento su definición.
¿Para qué queremos "parlamento" si ya tenemos a al-Sisi?, se
preguntaban algunos optimistas. Sin embargo, las apariencias son importantes si
se quieres ser alguien en el panorama internacional y que los demás hagan
negocios contigo. Se hizo un parlamento débil debilitando los partidos y
creando una fuerza de apoyo al presidente que garantizaba —muy a la egipcia—
los dos modelos: apoyo al presidente y requisito democrático. Es en ese
parlamento, cuya primera función fue la aprobación exprés de todas las leyes
que el gobierno había puesto en marcha.
Mientras el gobierno hace "leyes", los islamistas
que ocupan la sociedad en sus puntos claves siguen practicando lo que mejor
saben: la presión social. Es lo que se ha llamado la "islamización desde
abajo". La idea de Morsi era formar una tenaza, produciendo leyes acordes
con la "cultura", es decir, imponer una forma de vida que se reforzaba
mediante la sanción legal. En un interesante reportaje publicado en diciembre
de 2012 —titulado "Understanding Mohamed Morsi"— aparecido primero en
Newsweek y posteriormente en The New Republic, Joshua Hammer recogía
la trayectoria del que fuera presidente de Egipto durante un año y de cuál era
su estrategia:
[...] Morsi raised suspicions that his
overtures to political pluralism—the appointment of a few token women and
Coptic Christians to high-level cabinet positions—were just a smokescreen for
his real agenda, the consolidation of power to build an Islamic state.
[...] Hazy language about women’s rights has
raised the fear that the Islamists will now have the leeway to lower the
marriage age from 18, decriminalize female genital mutilation, and impose
discriminatory property inheritance and divorce laws.****
La pregunta que surge ante este tipo de incongruencias es de qué sirve la constitución de 2014 si
los islamistas están llevando a cabo la de 2012, de forma encubierta, con su
programa de ataque a los coptos, reducción de los derechos de las mujeres mediante
el matrimonio infantil, etc. Y lo que no hacen los islamistas oficiales, lo
hacen los tradicionalistas retrógrados que se sientan en el parlamente, cuyo
diseño no es trabajar para la igualdad de derechos las mujeres sino servir de
máquina legislativa para el presidente. Preocupado por la
"seguridad", al-Sisi está perdiendo la batalla de la profundidad, la
del tradicionalismo que devora a la sociedad egipcia. Eso se traduce
políticamente en acercamiento a la ideología ultraconservadora de los
islamistas en su conjunto. Hacer leyes no basta.
La prensa egipcia se ha hecho eco en estos días —nosotros ya
lo hicimos— del estudio sobre las mujeres de Egipto, Líbano, Marruecos y Palestina.
Ha llamado la atención el claro retroceso en sus aspiraciones en la vida. Egyptian Streets titulaba "Majority of Arab Men Think Women’s Right Place is Home,
Don’t believe in Equality: Study", resaltando el carácter masculino
patriarcal. Se resumía allí lo dicho en el estudio:
Women were not so different, they also didn’t
show progressive attitudes towards their social and economic rights. However,
young women were more to defend their rights and equality compared to older
women.
In Egypt, findings of the study show that the
patriarchy is alive and well, in both public and private life. Both men and
women, on the whole, hold inequitable attitudes about the rights and
responsibilities of women compared with those of men.*****
Queda la esperanza de que esas mujeres cambien algo. O
sencillamente se vayan a otros lugares donde puedan ser más libres, donde
puedan vivir sin la presión constante sobre sus vidas.
Los matrimonios por debajo de la edad permitida son una
forma de evitarse el problema familiar en el futuro. Dejar a la mujer decidir
sobre su vida es perder poder, correr el riesgo de que se vuelva incontrolable y
eso conlleve un daño al nombre familiar. La familia no dejará de presionar
hasta conseguir su finalidad, la conversión en moneda de cambio de la joven
para establecer lazos con otra familia de su rango o superior.
La ministra puede decir que la Constitución de 2014 es muy
superior en libertades al engendro partidista que los Hermanos y Salafistas
quisieron dar a Egipto. Tiene razón. Pero lo que tiene que fijarse no es en
eso, sino en qué hacen unos gremios esencialmente patriarcales como son los
jueces egipcios o los clérigos. Tiene que atajar la cuestión de los
matrimonios, que los clérigos y jueces admiten porque es la forma de tener a
las mujeres bajo control.
El retroceso cultural es abrumador respecto a otros tiempos.
Esto ha sido debido a muchos factores, pero lo importante ahora es que quien se
está beneficiando son los islamistas pues coincide con sus objetivos de tener
doblegada a la mujer. El programa islamista parte del retroceso de los derechos
de la mujer, de su supeditación al varón. Es eso que la ministra llama de forma
eufemística "la cultura". Podría llamarse también la
"sociedad" en la que toma cuerpo, por lo que la función de la
política es transformarla. Tenemos leyes que sirven de poco y una sociedad que
retrocede, como muestran los estudios sobre lo que afecta a la mujer.
Una vez más es la consecuencia de la pérdida de los únicos
que pueden ayudar a salvar esta distancia y que al régimen, en cambio, no le
gustan y encierra porque critican la pérdida de fe en los derechos humanos. El
régimen de al-Sisi, al denostar públicamente los derechos humanos, al decir que
son cosas de "Occidente", olvida que entre ellos están los de la
igualdad de las mujeres. Cuando son invocados, saben que serán considerados
negativamente.
No puede haber democracia sin partir de la igualdad de
género. Lo que están haciendo ante la incapacidad de frenarlo es ahondar en los
elementos que sirven para controlar a las mujeres, desactivando así las
posibilidades de reacción. Las mujeres egipcias están pagando su participación
en Tahrir, en donde fueron el principal objetivo de unos y otros. Los militares
las vejaron con sus pruebas de virginidad, las patearon sin piedad como a la
"mujer del sujetador azul"; los islamistas se encargaron de que
tuvieran miedo a salir a la calle acosándolas. Hubo los que trataron de
proteger su derecho de manifestación y crearon barreras a su alrededor. Todo se
olvida rápidamente.
Si la ministra quiere que la distancia entre la ley y la
cultura se reduzca en favor de la primera, debe hacer algo más que mantener la
imagen. La modernización egipcia pasa por sus mujeres, lo más valioso que tiene
para cambiar la sociedad. No basta con meter 89 mujeres en el parlamento. Se
oye a muy pocas. Una de las más activas es Sarah Saleh, la más joven diputada,
una beduina que salió elegida con 26 años en las elecciones de 2015. Su
entrevista entonces, en Al-Monitor, llena de ideas que no sabemos si ha podido
llevar a cabo, se cerraba así:
Al-Monitor:
What are the demands of Bedouin women in your governorate?
Saleh:
Women in general, and Bedouin women in particular, contributed
significantly to the success of the elections and effectively participated in
these elections. It is necessary to solve their problems and see to their
demands to encourage them to actively participate in all elections in Egypt.
The initial demands of the Bedouin women are to have job opportunities and to
be trained to fit the labor market in the governorate. Awareness campaigns must
be organized to combat the phenomena of early marriage and female genital
mutilation, and health care must be provided to Bedouin women and their
children.******
Hay muchas mujeres en Egipto con ganas y preparación para
trabajar, con sentido de sus derechos, los de todas las mujeres. Debería haber
muchas más en puestos decisivos, con ganas y deseo de sacar a Egipto adelante. Lo
harían mejor que muchos "notables" que hacen lo que siempre han hecho
en Egipto, hacer brillar el ego masculino con poca eficacia para el conjunto. Del
parlamento actual se expulsa a los que discrepan, no a los que defienden
aberraciones contra las mujeres. Lo primero que hicieron los parlamentarios fue recibir a las diputadas diciendo que debían vestir con "modestia"; fue el primer signo de lo que se podía esperar del parlamento.
Si la "cultura" es el obstáculo, ministra Waly, combatan
esa "cultura". Recuerden que Egipto ha dado muchas mujeres luchadoras
y que han sido siempre silenciadas por los hombres cuando han chocado con la
barrera patriarcal. No es otro el obstáculo.
*"'2014
constitution gave Egyptian women unprecedented rights,' social solidarity
minister tells int'l forum" Ahram Online 20/05/2017
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/269145/Egypt/Politics-/-constitution-gave-Egyptian-women-unprecedented-ri.aspx
**
"Egyptian MP faces backlash for trying to make the punishment for adultery
gender neutral" The Independent 11/10/2016
http://www.independent.co.uk/news/world/middle-east/egypt-mp-margaret-azer-adultery-law-sharia-gender-equal-men-women-a7356076.html
***
"600,000 Egyptian Women Get Married Before Age of Consent: Study"
Egyptian Streets 18/05/2017
https://egyptianstreets.com/2017/05/18/600000-egyptian-women-married-before-age-of-consent-study/
****
"Understanding Mohamed Morsi" New Republic 7/12/2012
https://newrepublic.com/article/110866/understanding-mohammad-morsi
*****
"Majority of Arab Men Think Women’s Right Place is Home, Don’t believe in
Equality: Study" Egyptian Streets 3/05/2017
https://egyptianstreets.com/2017/05/03/majority-of-arab-men-think-womens-right-place-is-home-dont-believe-in-equality-study/
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