Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En el parlamento egipcio andan bastante revueltos con el
informe presentado en Londres hace unos días por Foreign Affairs Committee, de
la Casa de los Comunes británica, con el título "‘Political Islam’, and
the Muslim Brotherhood Review"*. Como es característico, el Comité ha
reunido información, se ha entrevistado con personas, ha escuchado a expertos,
etc. antes de sacar a la luz el informe final en el que da cuenta de sus
pesquisas, describe el proceso y saca algunas conclusiones y recomendaciones
cuyos destinatarios son las autoridades y el parlamento mismo.
En Egipto, como era previsible, no ha gustado nada el
resultado del informe. Digo "previsible" porque hace mucho que la
visión de Egipto no se corresponde con las interpretaciones del resto del mundo
en una gran cantidad de puntos. Pero la culpa de esto la tiene el propio
gobierno y parlamento egipcio cuando dicen o hacen cosas que muchos otros no
consideran correctas. Entonces reivindican el derecho a hacer lo que quieran,
que para eso son egipcios. Pues eso tiene consecuencias finales en las
discrepancias sobre el sentido de las cosas y de las palabras dichas.
En los últimos años se produce un trasiego constante de
parlamentarios egipcios intentando explicar al mundo que las cosas no son lo
que parecen o que lo que dicen debe ser interpretado de otra forma diferente a
como se interpretan habitualmente. Así ocurrió con Italia, con el caso de
Giulio Regeni. Los italianos siguieron pensando lo mismo. Esta vez ha tocado ir
a Londres a explicarles a los parlamentarios británicos cómo deben interpretar
los acontecimientos. Ahram Online nos informa:
An Egyptian delegation including 12 MPs
affiliated with parliament's foreign affairs committee will visit London Sunday
to exchange views with British politicians and MPs on political Islam, the
Muslim Brotherhood and relations between Egypt and England.
Dahlia Youssef, head of the Egyptian-British
Parliamentary Friendship Association, said in a statement Saturday that the
five-day visit to London will begin on Sunday and end Thursday.
“This visit comes upon an invitation from the
British House of Commons, whose two delegations visited Cairo and Sharm
El-Sheikh over the last three months,” said Youssef.
Youssef also indicated that “the UK House of
Commons' release of a report which defends political Islam and the Muslim
Brotherhood on 7 November also makes the Egyptian parliamentary delegation's
visit to London highly necessary and urgent.”
The Egyptian parliament's foreign affairs
committee issued a 10-page report on 19 November in response to the UK
parliament's “defence of political Islam.”
Informed sources said Egypt's report entitled
“A response to the UK House of Commons Foreign Affairs Committee's report in
defence of political Islam and the Muslim Brotherhood” was translated into
several European languages.
“We intend to submit this report which rings
alarm bells about the danger of the spread of political Islam movements like
the Muslim Brotherhood across Western Europe to the European Parliament, the
Inter-parliamentary Union, the UK House of Commons, the German Bundestag, and
the French National Assembly,” said Youssef.
Youssef said “it is important that European
politicians and MPs take a different perspective from a country which has
suffered so much from political Islam and its affiliated groups – particularly
the Muslim Brotherhood.”**
Evidentemente, la cuestión del "islam político" es
compleja y variada en función de los escenarios en los que se presenta. El
ascenso internacional del "islam político" se produce tras los
atentados del 11 de septiembre en los que se empieza a distinguir el mundo
islámico en una parte "fundamentalista" violenta y en otra "no
violenta". El laicismo estaba representado, por un lado y de una forma
extraña, por los regímenes autoritarios cuyos dictadores habían tenido un
enfrentamiento con los fundamentalistas (por usar un término general que abarca
muchas diferencias) a los que había reprimido fuertemente; por otro lado,
existían otros laicos, con principios democráticos occidentalistas (liberales,
socialistas, etc.) que también eran reprimidos por los dictadores de los
países.
Los dictadores se enfrentaban tanto a los demócratas que
criticaban la falta de libertades como con los fundamentalistas que les
acusaban de no ser islámicos en su gobierno. Esta diferencia es esencial para
poder entender lo que se produce tras la caída de los dictadores en los países
que se ven envueltos en la Primavera árabe, que inicialmente es un petición de
libertades de los jóvenes, que se encuentran con unos países corruptos y sin
esperanza, y que son desbordados por los islamistas posteriormente.
Los grupos demócratas, a su vez, se encuentran con dos
grandes carencias: organizaciones débiles, carentes de orden y contactos, y con
enfrentamientos entre ellos. Los mismos dictadores los han azuzado mediante
políticas maquiavélicas fomentado su desunión, desprestigiando socialmente a
sus líderes y acusándolos de ser agentes de Occidente que, tras las descolonizaciones,
no tiene buena prensa, un poder importante en manos de los aparatos estatales.
El fenómeno del islam político que forma también la
oposición, en cambio, está organizado, está financiado y tienen respaldo desde
determinados países del mundo árabe que exportan sus versiones interesadas del
islam. Los que quedan aislados, pues, son los demócratas, los que quieren un
modelo de sociedad abierta en la que la religión tenga un papel distinto al que
preconizan los islamistas y fundamentalistas radicales.
No se le escapará a nadie que los grupos políticos islámicos
no tienen nada que ver con los partidos políticos occidentales. Mientras estos
últimos compiten desde ideologías distintas para conseguir el gobierno y suelen
tener una constitución donde se recogen los principios aceptados por todos, los
grupos islámicos compiten por la interpretación coránica, asumiendo cada uno
las posiciones de mayor "pureza", es decir, de una mejor
interpretación islámica. Esta "interpretación" es la que busca la
mejor adecuación al mensaje inamovible, inalterable, revelado, del Corán.
El problema se plantea en la consideración
"piadosa" de la política, cuyo gobernante solo obtendrá respaldo de
los buenos musulmanes si no se aparta del texto coránico. La divergencia entre
los más raciales y los más moderados no se plantea en términos que excedan la
aplicación coránica, sino en cómo hacerla realidad. Los salafistas gritaban
preguntándose "¿Para qué queremos "constitución" si tenemos el
Corán?" cuando arrasaron junto a los Hermanos Musulmanes. Hicieron
entonces, desde su mayoría parlamentaria absoluta, una constitución islamista
que suscitó el rechazo interno e incluso el internacional al reprocharles que el
texto que estaban haciendo recortaba derechos de las minorías religiosas y de
las mujeres, entre otros.
El argumento del islam político es que ellos son el "freno"
al islam radical. Ese es el principio por el que han crecido y obtuvieron apoyos externos de aquellos que pensaban que
estando en el poder y ante la debilidad de las fuerzas democráticas laicas,
bastaba con diseñar unos sistemas inicialmente democráticos que ellos
respetarían e iniciarían las reformas económicas necesarias, pensando que el
fundamentalismo crecía de la pobreza y la corrupción de los regímenes
autoritarios. Pero el fundamentalismo no nace desde abajo, sino desde unas élites que manipulan y dirigen para
conseguir el poder. Ha sido el abandono en que el pueblo ha estado sumido el
que ha permitido el desarrollo del islamismo; son ellos los que han canalizado
la frustración ante el fracaso de los regímenes que empezaron las
descolonizaciones siendo socialistas, como el nasserismo, para acabar siendo
dictaduras en las que unos pocos hacen negocios gracias a las políticas de sobornos
y clientelismo.
Del informe británico que tanto ha inquietado a los
parlamentarios egipcios, surgen muchas dudas hacia el futuro. A los egipcios
les preocupa mucho que no se considere "organización terrorista" a
los Hermanos Musulmanes y que se escuchen sus lamentos por haber sido
desplazados del poder al que habían sido llevados "democráticamente".
Para ellos la coletilla "democráticamente" es esencial porque siguen
reivindicando la legitimidad de Morsi y aíslan de esa manera al presidente al-Sisi,
que queda convertido en dictador.
El caso del actual régimen egipcio es parecido al de los Hermanos
Musulmanes: se proclaman "demócratas" pero no actúan como tales. Si
Morsi hubiera gobernado para todos, hubiera hecho una constitución plural y
democrática, no habría acabado como acabó. Igualmente, si el presidente Abdel Fattah
al-Sisi hubiese seguido realmente la "hoja de ruta" hacia la
democracia tampoco habría sobre el gobierno egipcio las críticas que hay
actualmente. El gran problema es que intentan llevar adelante las democracias
personas que creen realmente en ella, por lo que difícilmente habrá algún día
una situación que permita a los egipcios una convivencia real.
Morsi, que fue elegido democráticamente, fabricó con su
mayoría absoluta con los salafistas (70% del parlamento) una constitución que
dejaba fuera a todo el mundo e imponía un régimen que hacía parecer liberal a
los treinta años de gobierno de Mubarak con la Ley de Excepción en la mano. Por
el contrario, el régimen salido del golpe elaboró unas enmiendas a la
constitución islamista que la convertían en una constitución para todos y
bastante aceptable. El problema ahora es que se incumple sistemáticamente con
otra ley, la "antiprotestas", y con interpretaciones ultraconservadoras
con las que se encarcelan a miles de personas (se han tenido que crear más
cárceles). Los efectos de una mala constitución y de una constitución que se
incumple pueden llegar a ser muy similares si acabas en la cárcel por lo mismo.
Solo así se puede explicar el sentido de un titular como el
de Mada Masr: "Members of
Parliament go against constitution to preserve ‘public decency’". Señalan en el artículo:
“If the penalty of incarceration in cases of
indecency contradicts the constitution, then the constitution is flawed.” This
is how member of Parliament Abul Maaty Mostafa justifies his vote against
amending the penalties for indecency in Egypt’s Penal Code during a session on
Monday.
The majority of the parliamentary committee for
constitutional and legislative affairs voted in line with Mostafa, maintaining
the provisions which outline imprisonment as a potential punishment in
publishing cases involving indecency, despite the fact this contradicts parts
of the constitution.
Article 71 of the 2014 Constitution stipulates:
“No custodial sentences may be imposed for crimes committed in publishing or
publicity. As for crimes relating to inciting violence, discrimination between
citizens or the defamation of individuals, penalties shall be determined by the
law.”
Similarly Article 67 outlines: “It is not
permitted to raise or file lawsuits to stop or confiscate literary,
intellectual or artistic work, or against their creators, except through the
public prosecution. No custodial sentences may be imposed for crimes committed
by the public display of literary, intellectual or artistic work.” Both
articles emphasize that the law shall determine the penalties for crimes
pertaining to the incitement of violence, discrimination between citizens or
the defamation of individuals.
Monday also saw Mostafa stoke controversy when
he described the literary works of Egyptian Nobel laureate Naguib Mahfouz as
being “indecent.” He added that if he were still alive today, Mahfouz should be
imprisoned.
He stands by his comments, stating during a
follow-up interview: “I think that Naguib Mahfouz is a great author, but an
indecent one.”***
El despropósito es absoluto. Y algo peor: revela una
mentalidad totalitaria repartida por las distintas facciones políticas del
espectro. Los mismos que criticaban a los Hermanos Musulmanes y no podían
tolerar sus intromisiones, ahora realizan las mismas prácticas de ataques y
censuras. Es triste y sorprendente, pero es así. La elección del premio Nobel
de Literatura egipcio, Naguib Mahfuz, que fue víctima de atentados islamistas
es reveladora. No tiene sitio ni entre unos ni entre otros. Demasiado libre para muchos que disfrutan del ejercicio de la sumisión a lo que les dicen unos y otros. El odio contra Mahfuz no cesa y si pudieran (no es que no lo hayan intentado) quemarían libros y películas hasta hacerle desaparecer de la memoria colectiva. Afortunadamente para otros muchos es una enseña de la libertad posible.
Esto nos demuestra el aislamiento de los liberales, laicos,
demócratas, etc. en un universo en el que el ultraconservadurismo sigue
avanzando disfrazado de decencia y piedad, de orden social frente a la
tendencia al caos que se presume si se modifica algo. Es, como decíamos antes,
parte de la competición por ver quién está más cerca de Dios y de una visión
"elegida" del pueblo egipcio, dotada de una moral sagrada que revela
su inmensa piedad, su unicidad frente
a otros.
La constitución que los egipcios se dieron tras modificarla
eliminando los elementos más islamistas que habían establecido los Hermanos y
salafistas, era una constitución para poner orden social, no para imponer
disciplina, lo que explica que se la ignore, pisotee y se desprecie, como
señala el arrogante diputado que ya piensa en imponer el paraíso en la mejor
tradición salafista. "Si la constitución va contra la decencia está
equivocada", dice el iluminado. Por supuesto, la constitución la hacen
seres humanos mientras que las normas de la decencia viene insufladas en el
alma de cada egipcio honesto, comme il
faut. Los piadosos ciudadanos que corren a los juzgados a contar cómo se sienten sin respiración, faltos de aire, cardíacos, etc. por leer una página de una revista o ver unos segundos de vídeo son personajes dignos de Moliere, que persiguen a los que quieren expresar sus ideas o epidermis. La denuncia es una proclama de su piedad al mundo entero.
En esa simple frase se muestra en toda su trágica claridad
la inestabilidad, los conflictos, enfrentamientos, represiones, etc. que se
padece durante décadas: "yo soy (el
depositario de) la verdad". Los demás deben ser eliminados o encerrados como herejes,
blasfemos, traidores, etc. En realidad, el régimen de al-Sisi solo ha cambiado
de orden predicadora. Como los islamistas, el régimen mantiene un doble lenguaje que se
traduce en palabras reformistas y acciones integristas. Incluso la unificación
de los sermones de los viernes, que se presenta como una acción contra los
fundamentalistas, es una acción autroritaria; no es más que obligar a la gente a
escuchar lo que el gobierno quiere que escuche. Se dice que se trata de evitar
la unión de la religión y la política y luego se hacen los sermones desde el
ministerio. Se dicen unas cosas y se hacen las contrarias, eso es lo que une a
islamistas y el régimen actual. Y eso es revelador, pero muy triste porque deja
posibilidades a un futuro que puede ser creado por personas que se han
acostumbrado a hacer lo contrario de lo que dice o, si se prefiere, a decir
cualquier cosa con tal de poder hacer lo que quieren, que se ajustaría más a la
realidad del problema.
De todas las cuestiones que se plantean en el informe, las
críticas a los islamistas y al gobierno actual (que también se incluyen), la
que me ha llamado la atención (no por la novedad) sino por lo que significa
puesta en un informe es la que se recoge en el apartado titulado "Transparency
of messaging: Arabic and English". En ella se dice:
15. In terms of their messaging, we have seen
evidence that some political Islamist groups vary their message to different
audiences and, in particular, that they vary content depending on whether the
message is in English or Arabic. This is hardly a trait confined to political
Islamists alone. But, in some communications, particularly from the Muslim
Brotherhood, the English and Arabic messages have proved contradictory.
(Paragraph 60)
16. In future, the FCO should take account of
this in its dealings with, and analysis of, the Muslim Brotherhood’s
communications in different languages in order to assess the sincerity of their
public statements. (Paragraph 60)
17. Some statements by the Muslim Brotherhood
to us in English gave the impression of reluctance to offer a straight answer
to questions, or of playing defensive rhetorical games with fundamental rights.
(Paragraph 62)
18. The FCO is correct to judge these groups on
the basis of both their words and their actions. The FCO must be provided with
sufficient resources to maintain the capabilities—particularly in linguistics
training and translation—that are necessary to identify when the messaging of
political-Islamist groups diverges between different languages. (Paragraph 62)*
No sé
si alguno de los que esto leen recuerda un caso similar en el informe de un
comité parlamentario. A Orwell le hubiera encantado. Las preguntas que surgen son
si se trata de problemas de traducción o sencillamente forman parte del juego
político mentir sistemáticamente sobre las intenciones declaración tras
declaración.
Recordemos
que el propio comité del parlamento británico ha recibido a dirigentes de los
Hermanos Musulmanes para estudiar qué son
realmente. ¿Son fiables? A los islamistas (como algunos otros) solo se les
puede juzgar por sus objetivos reales no por las declaraciones de cómo van a
llegar. Morsi captó millones de votos porque muchos creyeron de buena fe que un
candidato militar era volver a la dictadura y que había que dar un margen de
confianza a los que siempre habían sido oposición y se manifestaban dispuestos
a trabajar por todo Egipto. Cuando se vieron con los votos en las urnas, la
cosa cambió radicalmente y empezaron los incidentes sectarios, las censuras,
los acosos a las personas, etc. La comunidad internacional se lo dijo, le
advirtió que no se podía gobernar de esa manera. No sirvió de nada porque
cuando un islamista llega al poder y se siente seguro (justificadamente o no)
empieza a actuar para cumplir sus objetivos. El ejemplo más claro, fuera de
Egipto, lo tenemos en Recep Tayyip Erdogan y en lo ingenuamente llaman su
"deriva autoritaria". Erdogan era y es el principal apoyo de Mohamed
Morsi y los Hermanos a los tiene recogidos en Turquía.
La
constitución egipcia no está "equivocada". Sencillamente los que
quieren seguir controlando la vida de los egipcios utilizan la fuerza de la
religión para justificar que eliminan a los que quieren tener vidas más libres,
sin vigilancia constante, poder pensar por ellos mismos y no tener que dar
explicaciones sobre todo lo que hacen a una "comunidad" que se
considera depositaria de verdades universales y eternas.
Sin
voluntad de convivencia, sin poder sentarse a debatir un futuro en paz para los
egipcios, difícilmente se conseguirá nada que no sea llenar cárceles y comisarías,
tener violencia en las calles, hacer desaparecer personas.
De muy
poco servirán los viajes a explicar lo malos que son los otros si no se predica
con el ejemplo. Que los islamistas mientan está mal; que se ataquen las
libertades que la propia constitución egipcia proclama también. Todos proclaman
ser absolutamente mejores que los
otros, pero solo lo son en términos relativos.
Ante esta ausencia de sinceridad, los apoyos exteriores son siempre cautelosos
e interesados.
El 27
de agosto de 2013, en pleno conflicto en las calles, la BBC titulaba "Egypt's
Muslim Brotherhood under fire over tailored language" y señalaba lo mismo
que ahora recoge el informa del Comité del parlamento británico:
A duality in the language used by the Muslim
Brotherhood in English and Arabic has emerged as the crisis between the
Egyptian government and Muslim Brotherhood continues.
Egyptian media commentators have been
increasingly critical of the Muslim Brotherhood's use of double-speak - using a
particular language and themes when addressing English-language audiences that
starkly contrast with the message they have delivered in Arabic to their
supporters.
Peace v 'million
martyrs'
When addressing international audiences, the
key themes in the Muslim Brotherhood discourse have consistently been that of
liberty, democracy and legitimacy. A narrative of victimhood is invoked against
the might of the Egyptian army and police. In contrast, the language used by
the group's leaders when addressing its supporters in Arabic is laden with
emotional Islamist rhetoric, including references to martyrdom and violence.****
Se podrían multiplicar los ejemplos. No sé cuantas veces
tienen que ocurrir las cosas para que se comprendan medianamente. Quizá muchas
y el olvido haga que la misma piedra se nos ponga en el camino una y otra vez.
La cuestión está en saber si ese doblez en el lenguaje es exclusivo de los
islamistas o es simplemente la táctica retórica que utilizan todos para
conseguir lo que quieren. Por lo que vamos viendo es muy difícil que alguien se escape de esta práctica.
*
"‘Political Islam’, and the Muslim Brotherhood Review" House of
Commons
Foreign
Affairs Committee - Sixth Report of Session 2016–17. Ordered by the House of
Commons to be printed 1 November 2016
http://www.publications.parliament.uk/pa/cm201617/cmselect/cmfaff/118/118.pdf
**
"Egypt parliamentary delegation to visit London Sunday to warn against
'political Islam'" Ahram Online 26/11/2016
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/250807/Egypt/Politics-/Egypt-parliamentary-delegation-to-visit-London-Sun.aspx
*** "Members of Parliament go against
constitution to preserve ‘public decency’" Mada Masr 30/11/2016
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