Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Las palabras e imágenes del presidente Recp Tayyip Erdogan que nos ofrecían las televisiones juntando a
todos sus enemigos en una sola línea de actuación, señalando que actúan
coordinados y que tienen el mismo objetivo, habrá sorprendido a muchos por lo
irreal y absurdo.
En la mente de Erdogan, creyéndolo o solo utilizándolo como arma
política, todos sus enemigos se unen en uno solo por más que la lógica y los
hechos digan lo contrario. El "enemigo total" es una construcción en
la que se mete a todos los enemigos, aunque estos no tengan nada que ver unos con otros.
Erdogan
ha señalado que el Estado Islámico, los gulenistas y los kurdos forman parte de
una misma trama, con lo que se constituye en ese "enemigo total"
sobre el que descargar sus discursos, cuya función es transmitir esa sensación
de acoso que justifiquen sus acciones. Poco importa que los kurdos sean los que
luchan contra el Estado Islámico antes de que Turquía moviera un dedo o de que
los gulenistas no hayan dado muestras de atacar a nadie en ninguna parte del
mundo.
Hasta el momento, solo tenemos la palabra de Erdogan de que son los
gulenistas los que han organizado el golpe de Estado y que todos esas decenas
de miles de personas que está deteniendo, desde ejecutivos de empresa (como nos
informan hoy) hasta los maestros de escuela tengan nada que ver con el golpe.
No ha aportado ni una sola prueba. Solo sus discursos amenazantes. La palabra
de Erdogan, para el que le valga.
En el
caso de los gulenistas, se produce el típico movimiento circular: digo que son
culpables de algo sin prueba alguna, luego los proscribo y finalmente los
detengo porque pertenecen a una organización terrorista y digo que me limito a
cumplir la ley y que Turquía es una democracia en la que se cumplen las leyes.
Ridículo pero eficaz. No es el único que practica esta técnica de decretar y
luego detener.
La
política parece haberse contagiado de las películas de superhéroes y mutantes y
necesitar de "súpervillanos". Algo de espectáculo sí tiene, de blockbuster político. Son los grandes enemigos los
que permiten convertirse a un tipo autoritario como Erdogan, que ha pisoteado
la libertad de expresión encarcelando periodistas y cerrando medios desde mucho
antes del intento de golpe, en defensor
de la democracia.
Erdogan,
además, ha convertido a Occidente —la Unión Europea y Estados Unidos— en los
sicarios de Fethullah Gülen, en cómplices de sus maldades, según afirma todos
los días. No sé cuánto tardará en estallar alguna autoridad europea de nuevo
diciéndole a Erdogan que ya está bien, que se está pasando y que debería cerrar
la boca de una vez y dejarse de insultos y amenazas.
Erdogan
es el típico dirigente islamista: arrogante y pedigüeño, lastimero y lleno de
dobleces. Recibe todo lo que le dan, pero no por ello deja de quejarse.
Representa la integridad universal frente los demás que siempre tiene doblez,
que intentan engañarles y abusar de su natural bondad como piadoso musulmán. Con sus discursos vergonzosos, Erdogan va
sembrando la semilla del antieuropeísmo a la vez que sigue jugando con el
chantaje infame de los refugiados:
Recep Tayyip Erdogan utiliza la crisis de los
refugiados para arremeter contra Europa por sus críticas a la purga que el
presidente turco está realizando en el país tras el fallido golpe de Estado.
Tras afirmar que si este hubiera ocurrido en
algún miembro de la UE este hubiera reaccionado con mucha más dureza, el
mandatario ha dejado caer:
- “Europa tiembla de miedo por la emigración
resultado de la crisis humanitaria en Siria. Nuestra nación ha acogido a unos 3
millones de estos refugiados y ellos no pueden acoger a 3.000, 5.000 o 10.000
personas. El balance de los países europeos es muy triste. Casi han suspendido
los derechos humanos”.*
¡Esto
lo dice la persona que está haciendo purgas de decenas de miles de personas! El
discurso es infame en muchos sentidos.
El
enemigo total es el requisito para poder atraer a la gente y forma parte de la
estrategia del miedo. En Estados Unidos lo representa Donald Trump. Su
estrategia igualmente trata de conectar a todos sus enemigos, los de dentro y
los de fuera, metiéndolo en un mismo paquete. No es otra cosa la que ha hecho
al decir que Barack Obama y Hillary Clinton son los "fundadores" del
estado Islámico. Mediante estos juegos de ambigüedades, Trump construye sus
archienemigos, su enemigo total: unos y otros buscan la destrucción de Estados
Unidos y la "forma de vida americana".
Trump
no puede pasar de los discursos e insinuaciones dentro de ellos, pero ya ha criminalizado, por ejemplo, a los musulmanes
por el simple hecho de serlo o a los hispanos, diciendo que ellos llevan la
violencia, la droga y las violaciones a los Estados Unidos. Por eso su discurso
ahora es la seguridad desde el nacionalismo: hay que defender a los Estados
Unidos de sus enemigos y prácticamente todos pasan a serlo. Cualquier aliado es
objeto de ataques aunque sean absolutamente irracionales, como los ataques de
Trump a Angela Merkel por acoger refugiados, lo que ha llevado al
desbordamiento de la delincuencia. Por supuesto, donde dice "Angela",
la gente debe entender "Hillary", cuyas
políticas permisivas para inmigración llevarán a la destrucción de los Estados
Unidos, como ya han llevado a la de Alemania, en opinión de Trump, siempre
bien informado. Y la gente mueve tranquilamente la cabeza asintiendo. Todo está
muy claro.
El
enemigo total es una máquina absorbente, una especie de agujero negro que se
traga todo: las discrepancias, diferencias, críticas, etc. Es el "todo en
uno" al que la simplificación de la política, por un lado, y el
autoritarismo nos llevan si no se tiene cuidado.
La
política tiene que ser un campo de matices, de saber distinguir para evitar
caer en terribles e injustos errores o en la más descarada demagogia. Es triste
como la simplificación se apodera del discurso político.
Los
países con democracias asentadas deben entender estos peligros y sus políticos
saber cuáles son los límites de las discrepancias resaltando también lo que
todos deben defender, las libertades constitucionales. En ocasiones, estos
políticos autoritarios y excluyentes empiezan a tener admiradores o copistas de
sus estrategias y estilos discursivos. La política es cada vez más a cara de perro, por lo que hay que
tener cuidado de a quién se estigmatiza. Si mina la democracia misma si no se
cuidan las formas, esenciales por lo que tienen de respeto.
El
enemigo total representa el extremo del estigma. Se toma un núcleo—el gulenismo,
antiguo amigo y compañero— y se le van sumando todo lo que haga falta: el
Estado Islámico, los golpistas, Europa, Estados Unidos... hasta llegar a la
conspiración universal. La fijación de Erdogan es realmente enfermiza, digna de
ser estudiada desde la psiquiatría. El caso de Trump tiene sus peculiaridades
psicológicas; ha sido definido por profesionales como "sociópata". Algunas
personas que han trabajado con él han coincidido en el diagnóstico.
Ya sea
por enfermedad, por estrategia o por ambas cosas, el deterioro que este tipo de
prácticas tiene para la vida social es terrible. Trump ha dividido a la
sociedad norteamericana hasta extremos nunca vistos, irreconciliables. Erdogan
no solo la ha dividido, sino que la está encerrando y juzgando tras su
contragolpe de Estado.
Erdogan
ha situado la democracia —ya lo hizo
antes del golpe— bajo mínimos y solo está empezando. Basta con leer los
titulares de los artículos de los dos meses anteriores al golpe para comprobar
que la situación buscada por Erdogan era de enfrentamiento con Occidente por su
"deriva autoritaria", como se suele denominar. Había sido advertido
por todos los países sobre los cierres de medios y detenciones de personas de
la oposición. No había entonces golpe de estado, solo un Erdogan convertido el
verdad única e incuestionable. El cambio de su propio primer ministro lo
confirma: nadie puede discrepar con él.
Erdogan
busca un punto de no retorno en su
islamización nacionalista del país, en el que será cada vez más difícil pensar
de otra manera so pena de ser acusado de "gulenista" y encarcelado.
Ya los kurdos, incluso los que no tienen nada que ver con la lucha del PKK, han
sido apartados de la vida política, no invitándolos a los actos realizados. Se
trata así de evitar que el resto de la oposición sienta la tentación de
alianzas que le puedan destronar. El siguiente paso será plantear la reforma
constitucional a la que antes los turcos dijeron que no como necesaria para la
salvación de Turquía frente al "enemigo total", lo que significará la
perpetuación de Erdogan en el poder, que es lo que quería. Por ello, lo más
probable es que las siguientes purgas comiencen en su propio partido en cuanto
que alguien se atreva a oponerse a sus designios.
El
papel de la crítica a Trump en los medios está siendo muy importante y
creciente. Los argumentos que usa le son desmontados, una mentira tras otra. Los
miembros del partido republicano ya no tienen miedo de criticar públicamente a Trump
o de explicar porqué no le van a votar. Una vez que las encuestas muestran cómo
se va desplomando y que su estrategia es seguir en esa misma línea, se trata de
salvar la cara del partido republicano, al que puede llevar a su desaparición
por décadas y que necesitará, en el mejor de los casos, una renovación y lavado
de cara profundos tras el paso de Trump.
En
Turquía, en cambio, los medios de comunicación son cerrados y los periodistas
encarcelados. Ya se producía esto antes del golpe, pero ahora forman parte del
"enemigo total". Erdogan puede decir lo que dice porque no hay
crítica, solo propaganda. Sus palabras son una "verdad incuestionable",
ya que hacerlo es incurrir en traición. Turquía es él y él es Turquía;
criticarle es alta traición.
Lo que
surja después de este proceso, que a Erdogan le interesa extender todo lo que
pueda usando el "enemigo total" para justificar sus medidas
antidemocráticas y autoritarias. Que Fethullah Gülen se encuentre en los
Estados Unidos es perfecto para él, pues le permite seguir con sus discursos
antioccidentales y además, no tener que enfrentarse al problema de tener que
juzgarle. Erdogan usa la petición y la amenaza de la pena de muerte como un
discurso para llevar al límite las críticas de la Unión Europea. Así es él el
que fija los límites mientras sigue encarcelando gente sin juicio y sin prueba
alguna, solo las "listas negras" previas que su uso del aparato del
estado le ha permitido para la vigilancia de los opositores.
Mientras Gülen
siga en Estados Unidos podrá quejarse,
su segundo estado favorito tras el enfado. Podrá así dar lecciones de
democracia al mundo y hacer que sus seguidores se sientan como defensores de
Turquía y la democracia.
El
"enemigo total" admite muchas variantes. En un sistema democrático no
es tolerable. Su extensión hacia el exterior crea climas peligrosos, sobre todo
si se juega con ellos. Se puede ir de las manos y producir efectos no deseados,
en especial cuando un Erdogan mezcla al Estado Islámico con Europa o los
Estados Unidos mediante conexiones sutiles pero eficaces para abrir brechas y crear malentendidos.
Trump usa las mismas tácticas vinculando los conflictos exteriores con la presidencia actual. Su
llamada a que Rusia jaqueara los correos de Clinton y los hiciera públicos es
una muestra clara de la pérdida del norte político o de su estado mental. El descubrimiento de los lazos comerciales de su jefe de campaña con la Rusia de Putin a través del pro ruso Yanukóvich, expresidente ucraniano, han hecho ver que a lo mejor su petición era en serio realmente.
Desde
el poder, Erdogan ha ido hundiendo la democracia turca hasta llegar al estado
actual. Trump lo intenta y sus insinuaciones de que habrá fraude
electoral si pierde las elecciones es absolutamente inaceptable a más de dos meses de las elecciones
Hay que
tener mucho cuidado con los que se presentan como "salvadores totales" porque necesitan "enemigos totales" a su altura. Vienen ya con el súpervillano debajo del brazo.
*
"Erdogan vuelve a arremeter contra la UE por sus críticas a la represión
en Turquía" Euronews 16/08/2016
http://es.euronews.com/2016/08/16/erdogan-vuelve-a-arremeter-contra-la-ue-por-sus-criticas-a-la-represion-en
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.