Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Las
manzanas podridas hacen pudrirse a las que tienen cerca. Se contagian unas a
otras y acaban pudriendo el cesto. Con el cesto podrido, cualquier manzana
acabará pudriéndose. Es cuestión de tiempo.
Egipto
no solo no se ha desprendido de las manzanas podridas tras sus diferentes
procesos y cambios, sino que ha tratado de mantener los importante, el cesto,
lo suficientemente podrido como para seguir beneficiando a sus propietarios, es
decir, a los que se benefician de la corrupción.
Como
anunciábamos ayer, el caso del joven taxista muerto de un tiro en la cabeza
tras la discusión con un agente de policía que se negó a pagarle el transporte
que había realizado para él ha tenido ya las dos fases preceptivas: en la
primera se desmiente todo y se considera un "error" o se dice —como ya
se ha hecho— que el policía de gatillo fácil se vio acosado por las personas y
abrió fuego. Lo hizo directamente a la cabeza del taxista y todas las versiones
dicen que no "falló" en su disparo. La bala fue donde quería quien la
disparó. La segunda fase preceptiva es el anuncio de reformas o medidas, el
discurso solemne del presidente o los ministros, según la gravedad del caso, anunciando
que el caso no se repetirá.
En el
mundo de la política mediada en que vivimos, la estrategia de mercadotecnia es
esencial. Hay disciplinas que se ocupan ya de cómo resolver este tipo de
"crisis" y se ponen en marcha inmediatamente. Su función es calmar
los ánimos y esperar que algún acontecimiento intrascendente desvíe la atención
de la opinión pública. El principio sobre el que se trabaja es el de la memoria
de pez de las audiencias y el de la prestidigitación informativa: llamar la
atención sobre la mano izquierda para que no se vea lo que hace la derecha.
En
estas circunstancias, Ahram Online
señala:
Egypt's President Abdel-Fattah El-Sisi has
ordered that “legislative amendments” be presented to parliament, in response
to the killing of a taxi driver by a policeman in Cairo on Thursday.
The president said that “irresponsible acts by
some members of the police force” should be dealt with on an individual basis
and those responsible held to account, according to a statement issued on
Friday by presidential spokesman Alaa Youssef.
The statement did not give further details
about what legal changes were being proposed but said that amendment or new
legislation may be necessary to ensure the regulation of the security services'
performance in Egyptian streets and to guarantee that those who "violate
citizen rights unjustly be punished".
The president added in the statement that
“Egypt and its people appreciate the sacrifices and efforts of honourable
policemen who work to achieve security and stability,” and that such policemen
contribute to the country's development and reject “individual violations
against citizens.”
According to the statement El-Sisi has called
for the legislative amendments to be presented to parliament for discussion
within the next 15 days.
El-Sisi's decision came following an
“impromptu” meeting with Interior Minister Magdy Abdel-Ghaffar following his
arrival in the Red Sea resort of Sharm El-Sheikh for an African business
summit.
At the meeting, the president was provided with
the latest domestic security developments after the latest events, according to
the statement. *
La primera pregunta que surge, lo hace ya desde las primeras
líneas: ¿qué "enmiendas legales" se presentan cuando una persona mata
a otra y da la "casualidad" que una es policía? ¿Hay alguna ley que señale alguna diferencia?
Cuando El-Sisi llegó al poder, lo primero que hizo fue ir a
hacerse una foto al hospital donde se encontraba una mujer que había sido
brutalmente atacada. También hizo promesas. Ahora su ministro de Justicia se ha
encargado de asegurar a los padres que cuando los ricos del Golfo vengan a
comprarles las niñas, tengan al menos 50.000 libras de garantía si se las
devuelven pasados unos meses, como suele ocurrir (por eso los llaman
"matrimonios de verano"). Pero da igual, la gente soltó unas lágrimas
y besó su foto cuando vio que se presentaba en el hospital y se acercaba a la
mujer.
Cuando Shaimaa al-Sabbagh murió a manos de un policía, el
presidente la llamó "su hija" y contuvo los ánimos. El policía fue
condenado y antes de un año se revocó la sentencia de 15 años de condena. Ha
salido a la calle hace unos días. Primero los discursos, luego nada.
El asesinato del taxista tiene muchos agravantes y
circunstancias que lo convierten en complicado. La primera circunstancia es que
la gente se fue directamente a gritar contra el presidente y el gobierno. La
popularidad ha caído porque el gobierno de El-Sisi no ha conseguido nada y la
situación empeora. La gente no solo la percibe desde la "inestabilidad de
la revolución", sino desde la "represión de Mubarak". El
concepto de "seguridad" que el gobierno tiene es absurdo porque se
basa en la declaración de "terrorista" de todo aquel liberal,
socialista, islamista, ateo u homosexual (parece un listado borgeano) que le
lleve la contraria. Es el grado cero de la política, la negación del diálogo,
la estigmatización de la democracia. Si el gobierno egipcio se reconociera como
una dictadura, sería sencillo. Pero a nadie le gusta ya ser considerado como un dictador y hasta
Gadafi quería ser amado por su pueblo. Es el efecto perverso de la
mercadotecnia política, la creencia en que todo se puede cubrir con discursos.
Pero no se puede y hay que recurrir a la fuerza para que la "verdad
oficial" describa el paraíso mientras se vive en el infierno.
Las circunstancias tampoco son favorables. El tiempo pasa y
las medidas tomadas no sirven apenas de nada. La libra sigue cada vez más débil
y amenazada firmemente de devaluación, el paro crece y también la inflación, la
balanza comercial descompensada. Ni el nuevo tramo del canal ni las promesas de
una nueva capital o del aumento del papel de Egipto en la región hacen mucho
más por la mejora real. Gestos y palabras; mucha propaganda y pocos hechos.
La situación de los Derechos Humanos empeora cada día porque
en vez de solucionar problemas se trata de reprimir a los que lo denuncian. Es
el papel de la "ley antiprotestas" o de los que se promete como una
nueva ley para los medios de comunicación. Es lo que se ha hecho cerrando
páginas de Facebook, editoriales, centros culturales, censurando libros y
películas, encarcelando reformistas religiosos, etc. Es un largo historial
siniestro, de profunda negrura política y social.
En este contexto, es posible encontrar en Egypt Independent la noticia que hemos
visto en Ahram Online sobre la "toma de medidas" del presidente, pero
con este final:
Sisi's popularity
diminishes
As army chief, Sisi toppled Islamist Mohamed
Morsi — Egypt's first freely elected president — in 2013 after mass protests
against his rule.
The toughest crackdown on dissent in Egypt's
modern history followed. Security forces killed hundreds of Morsi supporters at
a protest camp in one day. Thousands of other Islamists were jailed. Later,
liberal activists were rounded up.
Sisi was elected president, promising stability
after years of political turmoil caused by the 2011 revolt. But he no longer
enjoys his once cult-like following.
Egyptians are frustrated over issues that
successive leaders have failed to tackle: the alleged police abuses,
unemployment, dilapidated infrastructure and corruption.
In recent weeks, imported commodities like
cooking oil have been scarce as a dollar shortage makes it harder for state
importers to secure regular supplies.
Affordable food is an explosive issue in Egypt,
where millions live a paycheck from hunger, and economic discontent helped
unseat two presidents in five years.**
Esta sucinta descripción del reinado de El-Sisi no era
pensable hace no demasiado tiempo. No porque fuera más o menos cierta entonces
que ahora, sino porque está llena de marcas de ese cambio valorativo negativo
que se percibe en la sociedad egipcia. Aunque la información es de Reuters, lo
que se recoge es la desnudez esquemática de los hechos y la concentración del
valor en un párrafo escueto: "Egyptians are frustrated..."
El texto establece una relación entre popularidad del
presidente y sostenimiento del estado. Si se vendió a El-Sisi como a un
salvador profético de la patria frente a los enemigos exteriores e interiores,
la mano fuerte guiada por la divinidad —muchos pueblos esperan su mesías—, la
frustración solo puede ligarse al que ha fracasado. Las teorías de las
conspiraciones no son más que cortinas de humo, autoengaños inducidos, para
ocultar el fracaso de una sociedad que es incapaz de construirse en paz y
democracia, que avanza con la bandera de la intransigencia desde sus grandes líneas:
la militar y la religiosa. Egipto no ha querido sumarse a la posibilidad de una
sociedad moderna, liberal, y ha preferido la vía del caudillaje y la mano fuerte que elimina a los que no
comparten las ideas.
Esta versión combativa del poder es nefasta para una
sociedad. De ahí surge ese pensamiento de que los líderes deben ser quienes
acaban con los enemigos, personales o históricos. No es casual que los
presidentes egipcios salgan del Ejército y que se les presente como héroes,
tampoco que caigan en desgracia después de perder batallas, como ocurrió con
Nasser.
El heroísmo en la batalla es el signo del compromiso con la "patria" y su grandioso destino anunciado.
Fuera de la patria quedan todos los que piensan distinto. De ahí que se retire la
nacionalidad a los que se considera como agentes extranjeros, traidores,
terroristas al servicio de otros países... Eso vale para los Hermanos
Musulmanes (se llega a decir que su fundador, Hassan El-Banna era un sionista que quería destruir Egipto) y
hasta para Wael Ghoneim, el joven ejecutivo de Google que lanzó la página
"Todos somos Khaled Said", que movilizó contra el régimen de
Mubarak). Es difícil encontrar un país tan proclive al autoengaño, a creerse
una y otra vez las mismas formas de opresión que se le venden como salvación.
Es difícil encontrar una sociedad que maltrate más a las personas que luchan para
conseguir las libertades de todos, una modernidad que se escapa entre los dedos
de unas manos crispadas una y otra vez. Lo mejor está muerto, fuera o entre rejas.
Se puede ser ignorante ante la corrupción, que se produce en todas partes, pero en poco sitios se hace pagar tan cara la generosidad de las personas, la independencia política, la lucidez, la creatividad como en Egipto, en donde se pasa fácilmente de héroes y mártires a traidores.
La muerte del joven taxista a manos de la Policía en un
incidente callejero coincide con fatalidad con el crimen de Giulio Regeni. Dos
jóvenes, uno egipcio y otro italiano; un trabajador y un estudiante de
doctorado, dos vidas muy diferentes unidas por un mismo destino, el que les ha
llevado a la muerte.
Por el crimen de Regeni —del que el gobierno egipcio ya no
sabe qué inventarse tras desestimar el resto del mundo que fuera un
"espía"— se han preocupado unos pocos. Los demás se han tragado la
trola que les ha gustado más: atropello, crimen gay, asesinato de los
sindicalistas, espía... Son los degustadores de las versiones oficiales.
La versión oficial del crimen del segundo, del joven
taxista, en cambio ha tenido menos adeptos y desde el principio se han mostrado
falsas: el "accidente" —siempre hay que empezar por el accidente e ir
ascendiendo—, la defensa frente al ataque del grupo...
Señalan en Mada Masr
las dos versiones, la del ministro (el mismo al que El-Sisi ha pedido medidas y
dice que los casos de tortura son excepciones) y la de los testigos. La versión del ministerio es esta:
According to the ministry statement, the
policeman fired a round from his pistol in order to control the crowd, but he
hit the victim in the head.
The statement added that the angry relatives
and friends of the victim beat the policeman heavily, leaving him with severe
injuries, including fractures and internal bleeding. The injured policeman was
taken to hospital ahead of investigations into the incident.
The Interior Ministry said that the family of
the slain driver has been invited to follow-up on the progress of the
investigation.***
La versión de los testigos es bastante diferente:
One man interviewed at the scene, Mohamed
Samir, told Mada Masr that he witnessed the incident, which he says started as
an argument between the policeman, his companion and Sayed over the fee for
moving items in his car. The account matched with those of other eyewitnesses
who spoke to journalist Ahmed Khair Eddin.
During the scuffle, the policeman, who was in
civilian clothing, explained that he was a police officer, according to Samir.
“He took out his weapon and loaded it. We
intervened to restrain him and tried to break up the fight, but he was able to
break loose and immediately shot him in the head,” Samir recounted.
Workers at the Ahmed Maher Hospital where Sayed
was taken told Khair Eddin that the young man was shot in the head and the
bullet exited the other side.***
Se le abren al gobierno de El-Sisi los dos frentes, el internacional
y el nacional. Allí donde el caso de Regeni no
llegaba, sí llega —en cambio— el del joven taxista, Mohamed Sayed, conocido
como "Darbaka". La protesta se amplía y la frustración se profundiza.
Los casos se refuerzan y deterioran la imagen del presidente. La muerte de un
joven taxista a manos de un policía recuerda demasiado los casos de Túnez y del
propio Egipto, en Alejandría con Khaled Said. El régimen puede hablar de "accidente",
pero no puede decir lo mismo de los que han entrado golpeando o deteniendo en
los hospitales.
Por más que El-Sisi desvíe la atención hacia los
ministerios, en un sistema como el que se ha montado de culto de la
personalidad carismática, la gente solo ve al presidente. Todo lo que ocurre es
porque él no lo impide. Se ha vendido
que con el gobierno sobra el Parlamento y que con el Presidente sobra el
gobierno. Los ministros solo son tenidos en cuenta en función de la
presidencia. Si funcionan bien es porque el presidente lo eligió bien y lo
supervisa. Si no funciona, todo se resiente. El presidente es el "patriarca"
y su autoridad es única. Los demás son delegados.
En este clima, Al-Ahram
Weekly publica un artículo titulado "Challenging Times Ahead",
firmado por Gamal Essal El-Din. En él se constata la preocupación existente por
la incapacidad del gobierno para afrontar la crisis económica y la posibilidad
de que se cancelen los subsidios y se devalúe la libra. Eso dejaría a millones en
una situación muy peligrosa y al gobierno enfrentado a su fracaso.
Amin Masoud, an independent MP who represents
north Cairo’s poor district of Shorabiya, told the Weekly, “Any new devaluation
in the official rate of the Egyptian pound could spark wide-scale street
protests.”
Said Masoud, “We cannot afford to forget the results
of the devaluation in the pound and reduction of subsidies introduced in 1977.
The result — widespread protests and food rioting. This is not something that
parliament will allow to be repeated.”
“The problem with Prime Minister Sherif Ismail
is that he is not a politician,” said MP Emad Gad, an Al-Ahram political
analyst. “He is a technocrat who works to carry out orders he has received.
This is the last thing Egypt needs at this important time.”
Gad continued, “There are rumours of an
impending cabinet reshuffle, mainly involving ministers with economic
portfolios. What I hope is that Ismail himself is also replaced, and that his
successor will be a politician who knows how to win the hearts and minds of
ordinary citizens and MPs.”
Gad also warned, “If Ismail’s statement fails
to command a vote of confidence then it will be up to the House of
Representatives to propose an alternative government. Should it fail to agree
on a new government within one month then parliament itself will be considered
dissolved.”****
Si el parlamento se disuelve, algo que ocurre con frecuencia
en Egipto, como hemos señalado en otras ocasiones, la situación es
imprevisible. ¿Qué salida queda si han destruido los partidos debilitándolos
con el sistema electoral? Solo queda lo que hacen: cerrar ONG, no dejar entrar
a gente que vaya a contarles cosas diferentes, hacer desaparecer al que
disiente...
Los políticos egipcios saben que la retirada de subsidios en
estos momentos a los productos básicos puede sublevar a la mitad de un pueblo
que ha vivido en condiciones miserables, con unas diferencias sociales inmensas
hasta el momento. Ya se les sacó el dinero para la construcción del Canal a
mayor gloria del ego del gobierno y presidente. Ahora se pretende sacar dinero
de los egipcios de fuera, de los expatriados. Se está organizando un censo exterior
controlado por un ministerio ex profeso. Se busca así acallar las voces fuera y mostrar
que están todos controlados desde las embajadas o desde dentro de las propias
asociaciones.
No hay que decir siquiera que si aumentan las protestas,
aumentará la represión y la necesidad de echarle
más conspiración a la situación política. Igualmente aumentará la presión
sobre los medios de comunicación cuando arrecien las críticas. Los gobernadores
nombrados recientemente, en su mayoría militares, podrán ejercer el trabajo que
mejor hacen. Es en este clima en el que se producen estos dos crímenes.
Cuando se producen problemas la respuesta es siempre la
misma: el presidente le da instrucciones al ministro, se dirige al parlamento,
a las víctimas... Y poco más. Ellos están allí para hacer lo que diga el
presidente y el presidente solo les dice que hay que solucionar los problemas,
que los policías no deben matar a los taxistas, que los italianos no deben
desaparecer, que las mujeres no deben ser atacadas... Y poco más. El presidente
es un militar y sus batallas son otras, las de la seguridad. Pero tampoco esas
las gana.
El problema egipcio, por volver al principio, no es que haya
manzanas podridas en el cesto. Es el cesto mismo el que está podrido, sin
limpiar, infectando a toda manzana que se deposite allí.
Los habitantes de Beheira, en el Delta, se quejan de que las tierras que ellos esperaban que se destinaran al desarrollo de la zona para beneficio de sus habitantes, finalmente han sido destinadas a una prisión y para los oficiales de la Policía.
Todo se complica. El cesto crece pero no se limpia.
Todo se complica. El cesto crece pero no se limpia.
*
"Egypt's Sisi calls for legislative changes to tackle 'irresponsible acts
from some police members'" Ahram Online 19/02/2016
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/188012/Egypt/Politics-/Egypts-Sisi-calls-for-legislative-changes-to-tackl.aspx
**
"Sisi tells interior minister to crack down on police abuses" Egypt
Independent 20/02/2016
http://www.egyptindependent.com//news/sisi-tells-interior-minister-crack-down-police-abuses
***
"UPDATE: Policeman beaten, hospitalized after shooting driver dead in Darb
al-Ahmar" Mada Masr 19/02/2016
http://www.madamasr.com/news/update-policeman-beaten-hospitalized-after-shooting-driver-dead-darb-al-ahmar
****
"Challenging times ahead" Al-Ahram Weekly nº 1283 18/02/2016
http://weekly.ahram.org.eg/News/15565/17/Challenging-times-ahead.aspx
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