jueves, 30 de junio de 2022

¡No me lo explico!

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

El lenguaje intenta dar cuenta de algo sin llegar a expresarlo directamente. "Es recomendable que...", "sería mejor...", "por seguridad...", todo un repertorio eufemístico para evitar hablar de lo que alguno se ha atrevido a titular: la séptima ola. Sinceramente, he perdido la cuenta de las olas, pero en algunos países las cifras que se usan están por debajo de las nuestras. Lo que sí parece claro es que tenemos un nuevo oleaje.

El problema es que tras la anterior se decretó una especie de silencio parcelado sobre la realidad, una especie de "lo que no se dice no existe", algo que llevó a pensar que solo los mayores de sesenta años tenían algo que ver con el coronavirus (¿coronavirus, qué coronavirus?), que una especie de valla impedía su acceso a los privilegiados jóvenes, inmunes a recibir al bicho e incapaces de transmitirlo. Sin embargo, el problema, al ignorarlo, no ha hecho sino crecer, expandirse. Y está por llegar oficialmente el verano, esa estación social por excelencia, el mundo del viaje y la reunión, de la búsqueda del jolgorio y la cervecita.

"¡No sé cómo ha sido!" escucho a una proporción elevada de mis alumnos en nuestras tutorías online. Se refieren a los contagios, por supuesto. Una tos persistente, varios días de fiebre, ingreso hospitalario en algunos casos por vía de urgencias, algún reingreso pasados unos días. Especialmente en el caso de los jóvenes, que es la franja más atacada, la sorpresa se manifiesta en sus caras. "No lo entiendo", expresan sinceramente.

Afrontar la pandemia como una cuestión de "ingresos" y no de "contagios" es un error que vamos a pagar cuando nos llegue una mutación, una variante que sí sea grave. No cortar la circulación es permitir que de la cantidad salga la peligrosidad, por decirlo así. Cuanto más circule el virus, más probabilidad de nuevas variantes y, por ello, más probabilidades de que algunas sean más peligrosas.

Hace un par de días, en Antena 3 nos decían: 

La séptima ola del coronavirus sigue entre la población. Las comunidades autónomas han notificado a Sanidad 52.218 nuevos casos de Covid-19. El pasado viernes se notificaron 68.186 nuevos casos. Son más de 12,7 millones de contagios en España desde el inicio de la pandemia.

La incidencia en mayores de 60 años se sitúa en 841,27 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días frente a los 755 del pasado viernes. La incidencia acumulada a siete días se sitúa en los 468,37 casos por cada 100.000 habitantes.

La Comunidad de Madrid y La Rioja son las comunidades autónomas que registran una mayor incidencia acumulada, de 1.450 y 1.371, respectivamente. Le siguen Extremadura con 1.129 y Canarias con 1.131 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días.

El Ministerio de Sanidad registra también un 7,79% de las camas ocupadas en hospitales por casos de Covid-19 y un 4,93% de casos en la UCI.* 


Los datos de Madrid y La Rioja son más que preocupantes, sin que —al parecer— preocupen a nadie. En algún medio se habla incluso de este momento como de "pospandemia", lo que no deja de ser sorprendente, por un lado, e ilustrativo, por otro.

Mientras sean los políticos los que traduzcan la realidad a "semáforos", mientras se consideren los datos de contagio, muertes, etc. como arma arrojadiza, cuando cada comunidad, con su correspondiente gobierno del color que sea, será difícil frenar los hechos, aunque se frenen los datos. El mayor interés es evitar que estos salten a las primeras páginas, mientras que se trata de enviarlos lo más lejos posible de los grandes titulares. ¿Cómo se puede hablar de "pospandemia"?

Esta forma de tratar los hechos contribuye al aumento de los contagios porque camufla la realidad, por no decir que la falsifica. Ya algunos expertos, pocos, son requeridos para que nos digan qué hacer. Ellos, con distintos tonos, nos dicen que lo de siempre: lugares abiertos, distancia e higiene. Mascarillas allí donde no sea posible mantener distancias ni ventilación. Se nos habla de que los que no tengan la tercera dosis, que se la pongan, cuando ya estamos —incluso la ministra Darias— pendientes de cuándo será la cuarta en el otoño.

La información se da por separado para tratar de evitar que conectemos los números que nos ofrezcan la figura final de una pandemia que no se ha ido y que no se irá de esta forma. Una vez comprobado que las reinfecciones son posibles, que hay personas que se han contagiado varias veces; que los asintomáticos contagian tanto como las personas con síntomas, etc. la estrategia de considerar que el peligro no está en el virus, sino en la capacidad hospitalaria, las posibilidades de acabar con él se reducen a cero porque se sigue transmitiendo.

"No lo entiendo", me decían hace unos días, "me he hecho tres test que han dado negativos, pero he perdido el sentido del olfato y del gusto". Como es persona sensata decidió fiarse de la naturaleza antes que del test, por lo que va con la mascarilla a todas partes. Sabe que puede contagiar. No sabe dónde lo ha cogido, pero sí es consciente de dónde lo puede soltar.

Los que se contagiaron antes piensan que todo es pasado. Tengo una amiga que presenta una intensa vida social en las redes. La próxima vez que me diga que "no se explica cómo se contagió", le diré "mira tus fotos y recuerdos en Facebook y lo entenderás". No es un caso único. La gente olvida pronto lo que no le gusta y se deja tentar por lo que le gusta. Luego, todo es mala suerte.

En Datos de RTVE.es se nos da el siguiente resumen de la situación:

  • La presión asistencial en los hospitales por pacientes con COVID-19 sigue aumentando. La ocupación ha crecido casi un punto en la última semana y este viernes roza el 5%, umbral que marca el cambio de nivel de circulación controlada a riesgo bajo, según los umbrales de Sanidad. El riesgo ya es bajo en seis comunidades autónomas -Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, País Vasco y La Rioja-, mientras que Cataluña y Melilla están en riesgo medio, al superar el 10%.  
  • La incidencia acumulada en los mayores de 60 años sube 86 puntos respecto al último informe y 188 en una semana. Ahora es de 841 casos por cada 100.000 habitantes y continúa en riesgo medio, según el semáforo de Sanidad. Por regiones, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid y La rioja superan los 1.000 casos. De entre la población con más de 60 años, los mayores de 80 años son los que presentan una incidencia más alta, por encima de los 1.000 casos.
  • En la última semana, se han contabilizado 120.404 contagios y 302 muertes.  Desde que comenzó la pandemia se han comunicado más de 12,7 millones de casos y 107.906 decesos.
  • La campaña de vacunación avanza lentamente. 25 millones de personas, el 53,5% de la población española, tienen ya la dosis de refuerzo, según el último informe publicado por Sanidad.**


En cuanto a lo que hemos señalado sobre los riesgos de la circulación, da igual que sea leve o no, se señala: «Otro de los indicadores que pueden hacer saltar las alarmas en esta nueva fase de la pandemia es la detección de nuevas variantes que sean más peligrosas o contagiosas. Tanto el Ministerio de Sanidad como el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) monitorizan la presencia de variantes a través de la secuenciación de muestras aleatorias.»**

Hay muchos intereses, sobre todo económicos y políticos, en ignorar los efectos reales del coronavirus. Tras el fracaso práctico de la idea, aplaudida por Boris Johnson, de la "inmunidad de rebaño", lo único que nos salva de desastres mayores es que somos uno de los países con mejores cifras de vacunación. En esto la población ha sido coherente, aunque se haya vacunado para poder irse después de marcha, como confesaban algunos jóvenes entrevistados. También han funcionado los maltratados servicios sanitarios que hacen lo que pueden con los que son y con lo que tienen. El consejero madrileño de Sanidad comentaba ayer ante las cámara y como respuesta a las demandas del sector, que "no había falta de personal", una respuesta que puede ser considerada casi "esclavista", pues se basa en los sacrificios de personas que están al límite desde hace mucho tiempo. Pero esa es la mentalidad de los responsables de la comunidad madrileña.

Muchos no se han dado cuenta que esto no es algo individual ni del azar; que es global y fruto de las políticas que tratan de evitar que pensemos en las consecuencias. No se trata de limitar la vida, sino de tomar la precauciones mínimas que vemos que no se toman, que, por el contrario, se presiona para que se olviden porque perjudican a los negocios del turismo, el ocio y la hostelería, motores del empleo y la economía. Este es nuestro problema, como hemos señalado muchas veces, nuestra economía se basa en el movimiento y en la concentración. Entre la seguridad y la economía se apostó por concentrarlo todo en la vacuna —lo que nos ha salvado de desastres mayores— pero nos condena a unas olas tras otras pues las vacunas, como se dice con la boca pequeña no evita que nos contagiemos sino que las consecuencias sean más graves. Y esto funcionará mientras no llegue una variante contra la que las vacunas tengan poco efecto.

Hay que reducir los contagios, que son el centro de todo lo demás. No mirando solo cómo de ocupadas están las unidades hospitalarias para entonces tomar medidas. Se ha decidido normalizar la enfermedad antes que normalizar las medidas contra ella. Los juegos de palabras ("gripalización", "nueva normalidad", "inmunidad de rebaño", etc.) esconden la realidad más que ayudarnos a comprenderla.

Son muchas las personas que celebran que tras el verano todo vuelva a la "normalidad". Es el síntoma más peligroso del estado en que vivimos, ya que implica la ignorancia de la situación real, es "séptima ola" de la que hablan unos y otros temen hacerlo. Lo que es peligroso es usar términos como "pospandemia", ya que lanzan a la gente a la calle. La presión mediática para sacarnos a todos a las calles, a consumir y a "recuperar" el tiempo perdido son movimientos publicitarios para recuperar sectores. Pero el riesgo de sembrar estos mensajes es alto. Ya sea de forma directa o de forma subliminal, lo cierto es que se incita a olvidarnos de todo. Las consecuencias son previsibles. De nuevo son los jóvenes —más vida social— los más afectados y lo que se coja en verano se llevará a las aulas con el consiguiente efecto multiplicador. Y así una y otra vez. Mala suerte para los que se queden por el camino.

Las medidas preventivas siguen siendo las mismas que al inicio para evitar el contagio. Pero se nos dice que contagiarnos no debe impedirnos ir a trabajar, hacer vida social, viajar, etc. Las cifras y las olas seguirán agitando nuestro espacio, aunque miremos para otro lado o las llamemos de otra forma. ¡Tozuda realidad!

 


* "Sanidad notifica un aumento de la incidencia acumulada de Covid-19 hasta los 841 casos" Antena 3 28/06/2022 https://www.antena3.com/noticias/salud/sanidad-notifica-aumento-incidencia-acumulada-covid19-841-casos_2022062862bb192af6f84d0001d57346.html

** "Coronavirus en España: la presión hospitalaria roza el 5% y la incidencia supera los 800 casos" RTVE.es  https://www.rtve.es/noticias/20220628/mapa-del-coronavirus-espana/2004681.shtml


miércoles, 29 de junio de 2022

Tráficos

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Cada día se producen muertes por los fenómenos de las migraciones, un acto en sí doloroso pero que se cierra en tragedia en muchas ocasiones. Los dos grandes flujos recorren los caminos hacia el norte, ya sea en el continente americano o hacia Europa desde África y Asia. Las dos rutas nos han dado dos enormes tragedias, con unos intervalos de horas, las horribles muertes de Texas y de la ciudad autónoma de Melilla.

La muerte por asfixia en un camión, a más de 60 grados, en una retirada carretera tejana, abandonados es un crimen con un responsable, el que les abandonó allí. Son, por el momento, 51 las muertes, y quedan algunos ingresados con diversas posibilidades de sobrevivir a un suceso que no podemos llegar a imaginar cómo pudo ser vivido.

Lo ocurrido en Melilla, en cambio, es una muerte visible, un asalto a la vista de todos, con grabaciones, testimonios y búsqueda de responsables. Una muerte cruel y absurda que se basa, igualmente, en el tráfico de sueños, que choca con una valla y, en especial, con una brutal represión que acaba causando un pánico. Nos dicen que la policía de Marruecos había desmantelado poco antes los campamentos de emigrantes. Fue una huida hacia delante.

Los dos casos tienen muchísimas diferencias, pero representan la muerte de esos sueños con los que se trafica a lo largo de miles de kilómetros. Muchas veces son viajes de años sufriendo todo tipo de agresiones para llegar finalmente a un punto, a una frontera donde unos logran pasar y otros quedan en ellas. En unos casos es la acción de un criminal que deja morir dentro de un camión a los que ha explotado anteriormente cobrándoles un peaje; en otros es la represión ante un asalto masivo, lo que es un intento cruel de "dejar sitio" a los que llegan nuevos en una infame regulación de los que se pueden contener en el espacio previo al salto. La acumulación de personas intentando dar el salto lleva a estos intentos masivos —propiciados o no— de pasar al otro lado. Unos lo logran, otros quedan en el camino, otros volverán a intentarlo.

Las muertes nos llevan a la solidaridad con el sufrimiento; comprendemos que las circunstancias de las que huyen son durísimas en continentes enteros en los que es difícil desarrollar algo parecido a una vida normal o simplemente el deseo de mejorar. Muchas veces son los propios países de origen los que promocionan la emigración a cualquier trance porque saben que parte de lo que logre ganar es población migrada les llegará a la economía doméstica, que ese dinero que les llega a casa acaba circulando en sus países.

Muchas veces se habla del desarrollo de las zonas de migración para lograr contener los flujos. Finalmente, son las élites corruptas las que se acaban lucrando con la explotación de las personas. Los que huyen de los países no solo lo hacen de la pobreza, sino de las condiciones políticas y económicas que muchas veces hacen imposible desarrollarse al margen de los poderes.

Los migrantes son muchas veces una parte de esa estrategia de repartir por el mundo y de un mayor control interno de los países, que son depurados de personas que pueden ser contestatarias en un momento dado. Antes de acumular un descontento que no puedan reprimir, son incitados a la emigración por ese doble propósito, mandar dinero desde el exterior y evitar un mayor descontento del existente.

Melilla y Ceuta están condenadas por su posición a ser lugar de choque, un riesgo constante de tragedia. La estrategia de Marruecos es presionante. Si nos llevamos "bien", represión brutal; si nos llevamos "mal", abrir las puertas para que pasen. Hemos tenido ocasión reciente de ver ambos estados.

Es una obviedad que las dos ciudades autónomas, enclavadas en el ámbito de Marruecos son y serán una fuente de conflictos variados. La reivindicación marroquí no puede cesar por motivos políticos. Por otra parte, supone un foco de atracción para dar el salto. "Europa" está al otro lado de la valla, no al otro lado del mar, lo que convierte a España en responsable no solo de su frontera, sino de la frontera europea. Pero es obvio, que el conjunto africano no tiene un sentido de las fronteras (en muchos países). Todo lo que confluya en los puntos de salto conocidos sobradamente, por tierra o por mar, serán lugares en los que se puedan producir estas tragedias.

Hace falta, efectivamente, investigar para que no se produzcan desenlaces trágicos, aunque la propia emigración lo es de por sí, una tragedia de desigualdades históricas agravadas por la tentación de la proximidad. Mientras haya países enteros, continentes, en los que nadie encuentre oportunidades, estas tragedias se producirán de una forma u otra. Y es lo que hay que tratar de investigar y evitar a todo trance.

Se puede hacer demagogia hablando de un mundo sin barreras, pero lo cierto es que las hay y tienen su sentido. Lo que no tiene sentido es el crimen de un camionero en Texas o políticas de separar familias, ni crear las condiciones para que se produzcan saltos masivos como el de Melilla que acaben con decenas de muertos unos por asfixia y otros por la brutalidad represiva.

Esas concentraciones en ciertos puntos existen como las terminales del salto, los lugares hacia las que dirigen las migraciones que son doblemente explotadas. Huyen de un infierno para encontrarse con otro, con un proceso bárbaro de selección que hace que muchos se queden por el camino, que los que pueden vuelvan finalmente derrotados.

Es indignante ver tanta muerte al final de esos caminos que han costado lo poco que tenían y que se han tragado sueños y esperanzas.

No sé cómo se puede evitar todo esto, pero solo me queda la rabia y la indignación ante finales como estos, de una enorme crueldad. No podemos acostumbrarnos a ellos, ni pensar que es una consecuencia "normal", un final previsible. Hay que seguir buscando fórmulas que las eviten.


martes, 28 de junio de 2022

Niños, parques y coches o el mensaje de Vox

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Alfonso Fernández Mañueco ha tenido que salir a dar explicaciones. Pero la metafísica y la matemática en política no se llevan bien, por más que la política se haga con ambas. Nos dicen en Antena 3 que «ha defendido la necesidad de acostumbrarse en España a que los gobiernos de coalición se sustentan sobre "fuerzas políticas distintas" con planteamientos distintos y que pueden hacer reflexiones políticas distintas "como es el caso", ha reconocido al respecto.»* Pero los límites de la diferencia existen, puntos en los que no se puede aceptar la diferencia cuando se está sentado a una misma mesa. No se trata, pues, de "diferencia", sino de "compatibilidad" y de "coherencia", dos valores necesarios para estar en la política son sonrojarse. Y mucho me temo que a Fernández Mañueco le van a sacar los colores de inmediato. Y con él al Partido Popular.

No se trata tanto de tener otra opinión, sino de qué opinión se tiene y es ahí donde empiezan la contaminación cohabitante. Cuando cedes una vicepresidencia a otro partido, le estás dando algo más que un cargo. Le estás dando voz y foro, que es lo Vox ha planteado con su estrategia de "normalización" a través de la inserción en las coaliciones. Es esa presencia necesaria la que sustenta su estrategia de entrar en los gobiernos y empezar a ganar terreno con sus discursos populistas, que ya no se hacen desde la oposición sino desde el gobierno.


Lo que hace Vox es lo contrario que ha hecho Ciudadanos, que se ha diluido en los gobiernos hasta hacerse prescindible con la política de recuperar el centro del Partido Popular. Las consecuencias son grandes: Vox ha crecido mientras que Ciudadanos desaparece en cada elección.

La llamada "nueva política", que se ha practicado tanto en la derecha como en la izquierda consistía en dividir para hacerse un hueco, en crear entidades políticas muy personalizadas frente a los líderes "débiles" de los grandes partidos. La primera necesidad era conseguir votos suficientes como para entrar en los parlamentos, lo que implicaba la pérdida de votos y representantes de los partidos que habían administrado el poder anteriormente para llegar a hacerse necesarios para la gobernación a través de pactos de gobierno. Eso es lo que ha ocurrido. El líder de Vox iba de elección en elección augurando cargos a sus peones en las autonomías. En Andalucía no les han salido los planes, pero en Castilla y León, sí. Es lo suficiente para ver lo que ocurre.

El problema que tiene Hernández Mañueco encima no es el que existan otras ideas y sea signo de liberalidad el convivir con ellas. No se trata de otras "ideas", sino de otro "modelo", algo muy diferente y que acabará llegando a un punto en el que Hernández Mañueco no pueda dulcificar ni justificar lo que su vicepresidente ha dicho.

La visión del paraíso castellano leonés expuesta por Juan García-Gallardo, que comentábamos aquí hace dos días — «Lo que necesita Zamora es niños en los parques y los padres yendo en coche a comprar», tal como se citaba en ABC—, tiene un doble trasfondo. Las afirmaciones pueden ser descompuestas en negaciones. La acusación a los jóvenes de que prefieren sexo sin procreación no solo es un ataque al hedonismo, sino especialmente una versión española de la teoría conspirativa de la sustitución: hay que tener hijos para frenar la inmigración, que es la que sostiene la natalidad española. La teoría procede, como casi todo en Vox, de la ultraderecha norteamericana, la que elevó a Trump a las urnas. Los inmigrantes tienen hijos, los nativos no, como ya explicamos hace dos días.

Magnet 6/09/2017

Las políticas de Trump en la frontera se destacaron por el ataque a las familias y especialmente a los hijos que habían crecido en los Estados Unidos, los llamados "dreamers". Era su forma de intentar frenar el "furor reproductivo" de los inmigrantes ante la decadencia de la natalidad nacional. El argumento es el mismo. Los jueces conservadores que tratan de frenar el aborto en los Estados Unidos manejan un discurso que, amparado en explicaciones más "nobles", permita que no se pierda más nacimientos. Mientras se imponían políticas que dificultaban las migraciones familiares, se frena la pérdida de natalidad. El vicepresidente de Vox firmaría las políticas de Trump: impedir a los inmigrantes tener hijos y evitar que  la "hipersexualidad" haga caer la presencia de niños (nacionales) en los parques.

La segunda parte, el "ir a hacer compras en coche" es una clara alusión al negacionismo del cambio climático. Mientras se hacen políticas para reducir el uso de automóviles, el discurso de García-Gallardo considera el automóvil como un elemento clave de la economía. También es una copia a la española de los discursos negacionistas de Trump.

La cuestión está en cuánto va a aguantar este tipo de discursos de su vicepresidente, cuántas explicaciones va a tener que dar a las preguntas o cuántas veces va a tener que considerar las ideas de García-Gallardo como simplemente "otras ideas". 


* "Mañueco se desvincula de las declaraciones de su vicepresidente sobre el sexo y la procreación" Antena 3 27/06/2022 https://www.antena3.com/noticias/espana/manueco-desvincula-declaraciones-vicepresidente-sexo-procreacion_2022062762b9e619378ee10001a161a7.html

lunes, 27 de junio de 2022

Alexa y los muertos

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

En un mundo convulso y poco delicado en lo que se refiere a negocios, Amazon nos adelanta una nueva posibilidad, una función de su dispositivo Alexa, la capacidad de reproducir voces de "personas muertas", según nos informa la prensa.

Ya ha habido alguna controversia con las funciones de Alexia, especialmente por su tendencia a escuchar más de la cuenta, algo que se nos presentó como intentos de aprender mejor el lenguaje humano, algo que se traduciría en un rendimiento mayor de sus capacidades interactivas.

No conozco a nadie que use Alexa, aunque puede que algunos lo hagan y no lo cuenten. La insistencia en las mejoras del aparatito hace ver que su capacidad se va ampliando y que su lucha por encontrar ese punto indispensable en los hogares sigue en pie.

En Independent en Español, Andrew Griffin nos informa sobre esta nueva característica de Alexa con el titular "Alexa puede imitar las voces de las personas muertas, dice Amazon". En el artículo se nos dice:

Alexa podrá comenzar a hablar con las voces de los muertos, dijo Amazon.

El asistente de voz podrá imitar a las personas muertas y hablar de la misma manera en que lo harían, dijo la compañía. La función llegará en una próxima actualización.

Amazon señaló que el hecho de que Alexa pueda hablar de esa manera no “eliminaría [el] dolor de la pérdida”. Pero dijo que esperaba que las nuevas voces de Alexa “hagan que sus recuerdos perduren”, y señaló a la pandemia y al hecho de que “muchos de nosotros hemos perdido a alguien a quien amamos”.

La función requiere solo un minuto de audio grabado para alimentar el sistema. Luego, la inteligencia artificial puede usar esa grabación para construir una voz completa, dijo Rohit Prasad, científico principal de Amazon para Alexa AI, en un anuncio.*


A primera vista, consultar a Alexa o darle órdenes parece que se convertirá en una especie de sesión de espiritismo haciendo manifestarse a los ausentes de esta vida, tal como proclama la compañía.

Sin embargo, pronto surge un pensamiento: ¿por qué los muertos? Si lo esencial es la imitación, ¿por qué no hacerlo con las voces de los vivos? ¿Por qué no tener a Joe Biden, Vladimir Putin, Pedro Sánchez, Boris Johnson, Gracita Morales, al Fary recibiendo órdenes en casa o leyéndote las noticias? Por qué no? Las posibilidades son infinitas.

Evidentemente, hay ciertos límites para la publicidad de las posibilidades de la máquina. Parece claro que se ha apostado por una macabra recreación de voces que satisfaga el melancólico deseo de recuperar la voz de los muertos. Pero eso es solo una forma de llamar la atención y dirigirse a un sector.

Lo importante es que con un minuto de audio grabado, tal como se nos dice, el sistema inteligente es capaz de identificar todos nuestros sonidos, nuestros ritmos prosódicos, etc. y comenzar a manifestarse con esa nueva personalidad sonora que nos haga cerrar los ojos y recordar,

Amazon ha recurrido a un ajuste de la máquina que no solo nos lo personaliza sino que desarrollará para nosotros unas imprevisibles reacciones emocionales. El poder evocador de la voz es enorme, es una huella identificadora de primer orden.


Esta operación comercial puede desarrollar nuevas patologías e inducir a estados emocionales enfermizos, incluso creando adicción. ¿Cómo vamos a reaccionar a la "forma" (la voz)? ¿Nos impedirán las emociones centrarnos en el mensaje, que será solo una excusa para escuchar la voz?

No hace muchos días nos daban la noticia tecnológica de la generación de hologramas de personas con las que tendríamos la capacidad de interactuar mediante el diálogo. Si sumamos todo, tendremos que podremos engancharnos a charlas con los fallecidos (o no, por lo explicado anteriormente). Igual que la máquina se entrena para reproducir una voz, se pueden entrenar para que reproduzcan gestos, movimientos aprendidos de capturas de vídeo. Ya se ha hecho con los "deep fakes", en los que bustos parlantes nos hablan con la voz, rostro y gesto de personas como Obama o cualquier otro del que tengamos imágenes suficientes para realizar el aprendizaje.

La interacción se abre con la gestión de mucha más información, aunque podría ser alimentado con hechos generales, con conocimientos de cualquier enciclopedia digitalizada. La imaginación uniría todos los detalles —de la voz y la figura a una mezcla de recuerdos personales y conocimientos generales— pronto muchos podrían mantener esas conversaciones con los seres queridos o los simplemente inaccesibles.


¿Llegará un momento en que se vendan hologramas de Obama, Biden, Trump, Angelina Jolie, Putin, Macron, Messi, etc. para tener en casa y conversar? ¿Podremos firmar contratos con estas grandes empresas para comercializarnos y crear réplicas digitales? La comunicación holográfica es ya un hecho. Se trata ahora de empaquetar información que interactúe con nosotros desde su propia inteligencia creada artificialmente. No es un sueño.

El artículo termina proponiendo que Alexa lea a los niños los cuentos con la voz de la abuela desaparecida, una confusa forma de irse a dormir. Podría proponer que fuera la voz de tu jefe el que te despertara por las mañanas o que tu ex te lea las recetas culinarias. Todo es posible.

El mundo digital hacia el que nos dirigimos es un mundo de sustitutos, de simulaciones que contenten la soledad profunda que estamos generando. La virtualidad es absorbente y pronto estaremos más a gusto con estas imitaciones inteligentes que con los impertinentes e invasivos humanos a los que no controlamos.

 

* Andrew Griffin "Alexa puede imitar las voces de las personas muertas, dice Amazon" Independent en Español 23/06/2022 https://www.independentespanol.com/tecnologia/alexa-amazon-voz-muertos-actualizacion-b2108110.html

domingo, 26 de junio de 2022

Vox y la demagogia demográfica

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

El resumen de la intervención del actual vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, son la demostración más clara de los problemas que presenta el acceso de Vox a los gobiernos de cualquier tipo, de ayuntamientos a Autonomías, con el problema específico para el que se vea acompañado en el poder, es decir, el Partido Popular.

El extremismo se puede desarrollar sobre ideas claras y decisiones justas, que son apoyadas sin medida, pero el extremismo de Vox es de un sinsentido que excede el insulto a la inteligencia, a tenor de lo dicho por el señor García-Gallardo, joven promesa incumplida del partido pese a haberse situado en una vicepresidencia, como prometió su visionario líder. Cuantas más "perlas" suelte, más clara estarán sus posiciones. Y parece claro que Juan García-Gallardo tiene un facilidad para meter la pata que pronto necesitará su propia sección de despropósitos en los medios locales y nacionales.

Tal como las recoge el diario ABC, la visión del mundo del dirigente de Vox y vicepresidente de la Junta, uno no puede contener su sorpresa párrafo tras párrafo. Esto se nos cuenta que ha salido de la boca preclara del dirigente:

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha señalado que la «hipersexualización de la sociedad» es uno de los motivos que llevan a la despoblación «latente» en territorios como Castilla y León.

Una corriente, ha señalado, que «hace un flaco favor» al problema demográfico y que surge «cuando la banalización del sexo lleva a que sea un fin en sí mismo, olvidando que su finalidad es la de la procreación». A juicio del mandatario, esto provoca que las personas «se liberen de las cadenas de la familia para dedicar su existencia a satisfacer sus deseos sexuales», informa Ep.

García-Gallardo, que ha participado este sábado en las II Jornadas sobre Despoblación organizadas por Vox en la ciudad de Zamora, ha apuntado también a la «crisis permanente» que han vivido los jóvenes desde el año 2008 como otro de los problemas que causan despoblación

El dirigente autonómico ha advertido de que esta generación, en la que se incluye, ha tenido siempre «menos poder adquisitivo» que las precedentes y «más obstáculos» para acceder a un trabajo estable y una vivienda. «Eso desincentiva el matrimonio y tiene también otras consecuencias; si vivimos en precariedad e incertidumbre constante, se retrasa todo, pero el reloj biológico no perdona», ha alertado.

No obstante, el vicepresidente ha dado un tirón de orejas a esta generación, a la que ha acusado de estar «infantilizada» y de convertirse en «eternos adolescentes que no quieren asumir las cargas de un hijo». De acuerdo con sus palabras, los jóvenes prefieren «irse de viaje» antes que las obligaciones de la familia, como «levantarse por las noches a dar un biberón».*


La extraña mezcla de razones que se desprende de lo recogido hacen una mezcolanza rara y rancia en donde se junta causas y delirios, datos y prejuicios. En primer lugar, la despoblación no tiene nada de "latente"; es despoblación a secas. La gente joven se va porque no hay empleos ni servicios en una espiral que va creciendo: cuantos menos servicios, más se van y cuantos más se van, menos servicios. De esta manera nada se mantiene porque todo deja de ser "rentable", desde que pare un tren a que haya una oficina bancaria o de correos. Los que se quedan es porque no tienen más remedio y los que se van es porque no tienen oportunidades.

Todo esto lo aprovecha el señor García-Gallardo para meter su discurso anti-sexo y pro natalidad, que no tiene nada que ver con el asunto. Tener más hijos allí solo asegura tener más emigrantes futuros mientras no se cambien las cosas. La gente se va precisamente para poder ofrecerles un futuro. García-Gallardo no lo dice, pero está supuesto en que esos hijos nacidos de la doble voluntad, el amor y la repoblación, acabarán votando a Vox como partido cabal. Esa es la esperanza. Curiosamente (quizá no tanto), coincide con la forma de expansión de los islamistas, que buscan "sembrar" el mundo de niños por la causa. Para el extremista la procreación es la primera fase de la expansión. Primero se tienen niños, luego se les programa y finalmente se les llama a las urnas, volviendo a comenzar el ciclo productivo a mayor gloria del imperio. De ahí que las críticas a los jóvenes "hipersexualizados" sea por no traer vástagos al mundo, con lo que se corta la "buena causa" por las que traerlos al mundo.

Todas las mentes totalitarias tienen una enorme fe en poner a su servicio la reproducción, pues eso va de la Juventudes hitlerianas a los soviets que preconizaban que los hijos eran del estado y los padres solo un medio para conseguirlos. Aquí no se pone tanto el foco en el estado, pero sí en la educación cuyo control parental se reivindica férreamente no sea que te vaya a salir algún hijo descarriado por lo que le cuenten en el cole público.

Esta fe en la reproducción como arma futuro, como forjadora de ejércitos que recuperen las tierras vacías y la sexualidad desordenada se manifiesta en la forma de considerarla como el problema central frente a los otros, los que la gente se inventa, como el "cambio climático": 

El dirigente ha emitido también duras críticas contra la emergencia climática y ha defendido que «la única emergencia que debe preocupar es la demográfica». Al respecto, ha criticado a ayuntamientos que, como el de Zamora capital, han diseñado una zona de bajas emisiones en su casco urbano. «Lo que necesita Zamora es niños en los parques y los padres yendo en coche a comprar», ha indicado.* 

No se sabe muy bien qué debe ocurrir para que estos extremistas del negacionismo del cambio climático se den cuenta que va en serio. Nuestros dirigentes de Vox son una mala copia del negacionismo de la ultraderecha norteamericana, como se vio ya hace tiempo, en la que se inspira para lo peor. Esta mezcla religiosa y económica, que busca la procreación con afán repoblador, da como resultado la negación de lo obvio, el cambio climático, que según la versión norteamericana es una conspiración china para evitar que los Estados Unidos se conviertan en la fábrica del mundo, para evitar su desarrollo industrial y económico. La ultraderecha norteamericana es anti global porque acusa a la derecha liberal de haber facilitado el crecimiento de China, rival sistémico, al sacar las fábricas de los Estados Unidos con la excusa de un país menos sucio. La explicación de que sean los obreros norteamericanos los que apoyen a Trump y los suyos es la promesa de sancionar a los que compren o produzcan en China, como recordarán los lectores. Trump sancionó a las empresas norteamericanas que produjeran fuera del país, en China o en México. Se recordará el caso emblemático de la Harley Davidson, a los que Trump amenazó directamente.

El País 27/06/2018

El final del artículo es, precisamente, la manifestación pública de su satisfacción por el cambio del Tribunal Supremo de los Estados Unidos en su política sobre el aborto tras cincuenta años. Es la herencia de Trump, ya que han sido los tres jueces que él promovió los que están cambiando la orientación del país pese a la salida de Trump de la Casa Blanca. El peculiar sistema de los Estados Unidos hace que estos sean una bomba de relojería dejada tras su salida del poder y se dediquen a desmantelar leyes anteriores.

El descenso de la tasa de nacimientos está siendo brutal en los Estados Unidos. Las causas son variadas, una de ellas es que los inmigrantes de segunda generación ya no se comportan como "proletarios" y tienen menos hijos, algo que hacían ya los residentes nacionales. Como apuntan algunos analistas, no es la "hipersexualidad" por seguir con nuestro personaje, u otra cuestión de este orden, sino la dureza del mundo creado por personas como Trump, que lleva a la decisión racional de no tenerlos.

Según la ultraderecha norteamericana, el modelo de Vox, el cambio climático es un invento con la intención de frenar la producción estadounidense. Para ello es fundamental, como asume y hace el dirigente de Vox, ir contra las acciones que tratan de frenar el cambio climático, algo que le agradecen todos aquellos que ven un obstáculo a sus deseos y aspiraciones económicas.

Lo que nos faltaba entre nuestros responsables autonómicos son negacionistas del cambio climático y que se dediquen a soltar este tipo de discursos suicidas para el propio medio que dicen defender.

El problema es, según Juan García-Gallardo, no tener más hijos que se queden en la tierra, que estos salgan hipersexualizados —es decir, que les vaya el sexo pero no los hijos— y, como consecuencia (otro de los fijos de Vox) que haya que recurrir a la mano de obra extranjera para repoblar y conseguir los objetivos de producción. Con hijos españoles, ya no harán falta extranjeros. ¡Qué sencillo es el mundo!

El gran problema es, pues, la demografía, que se puede descomponer en a) baja natalidad; b) emigración, y c) repoblación con extranjeros, que estos sí tienen hijos. Lo mismo que Trump. Luego llegan los "bad hombres" y se empiezan producir los demás males: la violencia, las drogas, las violaciones, costumbres raras, cambios en la educación, etc. ¿Están detrás de los cambios promovidos por la ultraderecha en EU estás consideraciones para prohibir el aborto? ¿Desean más "nacionales" trabajando antes que una llegada de inmigrantes para cubrir los puestos vacíos?

Pese a todo, hay que agradecerle al dirigente de Vox la claridad de sus barbaridades. El problema principal lo tienen allí donde tengan la llave del gobierno, como ocurre en Castilla y León. Ya vemos que la España Vaciada es ahora la España Teorizada desde estos púlpitos doctrinales y moralistas que Vox crea y va a seguir creando. Hace falta escuchar lo que quieren para poder argumentar sobre sus propuestas y su forma de ver el mundo. Y hay que hacer algo más que criticar; hay que mejorar para evitar que la demagogia se alternativa a los problemas a que nos enfrentamos cada día y que siguen sin resolver. La mejor respuesta es siempre solucionar los problemas.

Que España tiene una población envejecida y que muchas zonas se están quedando despobladas es algo obvio. Lo importante es la lectura que de esos hechos se hace y el tipo de medidas que se toman para arreglarlos. Aquí fallan las causas (la hipersexualización) y las soluciones (todo se arregla con "niños en los parques" y "padres que van en coche a comprar"). Para traer hijos al mundo, antes hay que cambiar el mundo, hacerlo mejor para que merezca la pena el sacrificio. Vivimos en una sociedad que ha aceptado como principio que las generaciones propias vivirán peor que las actuales. Se acepta como un destino, lo que justifica, según parece, no mover un dedo. A lo mejor muchos piensan, como en Estados Unidos, que hay que esperar a que el campo de juego mejore antes de lanzar más jugadores. Pensar que esto se soluciona con "parques" es empezar la casa por el tejado.

En España proliferan demasiados grupos que hacen de la demagogia su razón comunicativa. Hay problemas que no se resuelven y que se dejan en bandeja de plata para que se construyan las fantasías adecuadas para generar discursos que acaban siendo peligrosos por lo que llevan en paralelo o implícitos.

El gobierno de Castilla y León le va a dar muchos disgustos al Partido Popular, que paga la desaparición de un partido de Centro como Ciudadanos en el que apoyarse para sostener mayorías. Lo ocurrido en Andalucía puede que no se repita. 

 

* "El vicepresidente de la Junta vincula la despoblación con la «hipersexualización de la sociedad»" ABC 25/06/2022 https://www.abc.es/espana/castilla-leon/abci-vicepresidente-junta-vincula-despoblacion-hipersexualizacion-sociedad-202206251323_noticia.html

sábado, 25 de junio de 2022

El actual incremento de contagios

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Por mucho que los expertos establezcan líneas de separación entre los grupos de edad, lo cierto es que estas divisiones son tan imaginarias como los paralelos y meridianos que dividen el globo terráqueo. La naturaleza ignora esas distinciones tan precisas con las que los humanos manejamos nuestros asuntos. En la sociedad no estamos separados así; estamos juntos y revueltos. Nos mezclamos en todas partes. Lo hemos podido comprobar en las residencias de mayores, un ámbito protegido aparentemente, donde se ha acabado introduciendo el virus con los efectos conocidos.

El problema con el COVID es que le da igual nuestras suposiciones, estimaciones, probabilidades, etc. El problema es nuestro, claro. Todas las estrategias seguidas hasta el momento se basan en suposiciones que finalmente se ven llevadas al terreno de lo real y esta realidad consiste en los datos de contagios, los datos de ingresos y los datos de defunciones, los tres de nuevo al alza en prácticxamente toda España.

Ante la perspectiva del comienzo de nuestro apoyo a la economía acudiendo a playas y chiringuitos, a festejos y plazas públicas para ejercer nuestro papel sostenedor de la economía patria, es decir, la llegada del verano, las cuentas no salen como el gobierno las contemplaba. Podemos auto engañarnos, decidir que no va con nosotros, que no estamos bajo riesgo. Es la mejor manera de que aumente el riesgo y con él los datos negativos.


En RTVE.es leemos el previsible titular "Coronavirus en España: la presión hospitalaria aumenta y la incidencia en mayores de 60 supera los 750 casos". Digo "previsible" porque el otro día relacionábamos el anuncio de la ministra Carolina Darias sobre una cuarta dosis general, es decir, para todos. El aumento de las cifras debería tener una estrategia comunicativa diferente a la venta de éxitos habitual. Hacer de los datos del COVID una cuestión política de éxito es un grave error que se lleva cometiendo desde el inicio y cuyo ejemplo más claro fue la nominación del ex ministro de Sanidad como candidato a la Generalitat catalana por el PSOE. No salió la cosa como estaba prevista, pero todo el mundo lo vio como un intento de capitalizar la situación sanitaria del momento. Salvador Illa se quedó en Cataluña y se le perdió la vista.

La estrategia comunicativa en el campo de la sanidad es esencial y solo puede tener un método, decir las cosas con claridad, explicar los riesgos y hacer que las personas asuman que en una enfermedad contagiosa todos nos ocupamos de todos. A la vez, hay que dotar de recursos suficientes al sistema sanitario, tanto humanos como económicos.

Pero la división española en parcelas autonómicas y la dependencia económica de unos sectores que necesitan del encuentro, de la celebración, de la fiesta, etc. hacen difícil que las autoridades se enfrenten con claridad a las fuerzas reales de la economía. Si a la pandemia le sumamos todo tipo de desgracias naturales (de Filomena a las olas de calor actuales, de las inundaciones a los incendios forestales), añadimos una inflación que se traga los ahorros y restringe el consumo, etc. comprobamos que no es fácil para los políticos tomar medidas suficientes o hablar con claridad. Es una forma errónea de enfrentarse a estas situaciones que requieren más unidad y, sobre todo, sentido de la responsabilidad. 

Lo cierto es que el anuncio de la ministra Darias era ya un aviso de que esto no marcha bien, que los datos no son buenos, que están en ascenso, que se ha paralizado prácticamente la vacunación porque los que se han querido vacunar lo han hecho y los que no han querido hacerlo no lo han hecho, es decir, hemos llegado a un punto de casi nulo avance.

La cuarta dosis (que será tercera para otros) es una forma de intentar evitar lo que se espera para el otoño y el invierno tras lo que nos deje y traiga el verano. La exaltación constante del "encuentro", situación básica para el sector de la hostelería y el turismo, tiene sus resultados en estos datos que ahora se nos ofrecen antes del intenso verano, que quizá no lo sea tanto por la suma de la guerra, el aumento de los precios y el aumento del gasto. Pero eso no quiere decir que se eliminan los contagios. Hay formas más baratas de contagiarse porque lo peligroso no es el turismo o el precio de lo que consumamos, sino el hecho del encuentro. Es decir, uno se contagia igual en un restaurante de cinco tenedores que en un botellón playero.

En RTVE.es nos ofrecen estos datos actualizados a día de ayer:

  • La presión asistencial en los hospitales por pacientes con COVID-19 aumenta. Este viernes, la ocupación de las UCI supera el 4% y se sitúa en el 4,38%, medio punto más que en la última semana. Sin embargo, se mantiene en un nivel de circulación controlada, según los umbrales de Sanidad. La subida más alta de los últimos siete días, sin contar con Melilla, se localiza en Castilla y León, con 1,9 puntos más. Esta región, junto con Cantabria, Castilla-La Mancha, Cataluña, Madrid, País Vasco y La Rioja, además de Melilla, superan el 5% y se encuentran en nivel bajo. El resto de territorios se mantienen en riesgo "controlado".
  • La incidencia acumulada en los mayores de 60 años sube 102 puntos respecto al último informe y 143 respecto a una semana antes. Continúa en riesgo medio, según el semáforo de Sanidad: ahora es de 756 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Por regiones, Madrid, La Rioja y Canarias superan los 1.000 casos. De entre la población con más de 60 años, los mayores de 80 años son los que presentan una incidencia más alta, por encima de los 900 casos.
  • En la última semana, se han contabilizado 118.421 contagios y 317 muertes. Este viernes Castilla-La Mancha ha corregido su serie temporal de casos y de fallecidos, mientras que La Rioja ha hecho lo propio con los decesos. Desde que comenzó la pandemia se han comunicado más de 12,6 millones de casos y 107.799 decesos.
  • La campaña de vacunación avanza lentamente. 25 millones de personas, el 53,5% de la población española, tienen ya la dosis de refuerzo, según el último informe publicado por Sanidad.*

El retrato es bastante claro. Tengamos en cuenta además que se ha jugado con las clasificaciones de los datos, es decir, con el llamado "Semáforo de sanidad", que es un indicador tranquilizador para que las cifras nos resulten menos "graves" y que no se dan los datos de los menores de 60 años, de los que nos enteramos a través de nuestra propia relación personal o lo medios. De esta forma nos enteramos, por ejemplo, que cuatro integrantes de la selección femenina de Fútbol han tenido que ser apartadas de la concentración y entrenar aparte. Es un caso que trasciende a los medios, pero la mayoría de los casos no lo hacen. Yo, por ejemplo, recibo avisos de algunos de mis alumnos de que han ingresado en hospitales o que están en casa con síntomas.

La alegría de no tener que quedarse en casa pese a estar infectado si no se tienen síntomas, es un error que pagan en empresas y familias porque el coronavirus se esparce principalmente gracias a los asintomáticos, el "gran arma" del coronavirus para seguir su camino. Todas estas infecciones no controladas gracias a eso llamado "gripalización", un enorme error comunicativo, ha convencido a muchos del hecho de que ellos no estuvieran graves significaba que no lo iban a estar aquellos a los que contagiaran.

El hecho de que se extienda tiene otro factor importante, la posibilidad de nuevas mutaciones, algo que ya hemos visto. La mejor situación es que las vacunas que ya tenemos no aseguren una respuesta más débil que nos evite la gravedad de la enfermedad, pero esto puede cambiar el cualquier momento con la aparición de una mutación que sea resistente a nuestras vacunas. Hay gente que se ha infectado varias veces pese a las vacunas, con lo que la idea inicial de la "inmunidad de rebaño" ha quedado muy debilitada como argumento.

Otro factor importante es que una vez somos el paraíso de la falta de medidas para no arruinar el turismo lo tenemos ejemplificado en otras nuevas enfermedades, como ha ocurrido con la llamada "viruela del mono", de la que también tenemos el triste récord europeo. La llegada de esta y alguna otra enfermedad es el pago de la recepción indiscriminada de turistas a los que no se puede "ofender" y a los que hay que rogar que vengan, aunque sea comatosos, pues su dinero nos es indispensable para llenar las cajas registradoras de nuestros locales esparcidos por la atractiva geografía española, generalmente en "competición" de "seguridad" para atrae al mayor número posible de clientes.

Por muchos "semáforos" tranquilizadores que pongamos, la realidad se impone, nos guste o no. Con estos datos en ascenso a principio de verano y con la enorme presión para que "nos movamos", es de esperar que de nuevo las UCI lancen sus avisos, el personal se siga manifestando por el exceso de trabajo y la falta de recursos, como ya lo está haciendo.

Centrarse en unas franjas de edad ignora que el virus circula de unos a otros libremente. Se pueden entender los problemas de la "economía", pero lo que no se puede ignorar son los efectos negativos de hacer creer a la gente que por estar vacunados no hace falta tomar medidas y que por ser joven no tiene consecuencias graves (aunque infecte a otros que sí pueden tenerlas).

Lo que se ha hecho es precisamente lo que no se debería hacer: vender normalidad cuando está no es real. Los resultados los tenemos aquí de nuevo. ¿Volverán a cambiar el semáforo? Es más sencillo, desde luego, que cambiar el deseo de la gente. Pero para ganar al COVID-19 es necesario algo más que lo que hacemos ahora. Hace falta una verdadera voluntad que solo saldrá de los acuerdos para que todas las instituciones remen en la misma dirección (no unas compitiendo con otras) y que haya un mensaje unificado sobre las medidas personales y sociales. Debe ser un mensaje claro y sin las ambigüedades habituales, pasando la responsabilidad a otros.

Mientras no lo hagamos estaremos a expensas de estos crecimientos, mutaciones y protestas de los que deben dar la cara. Podemos creer que esto está vencido o que podemos seguir con este goteo de vidas perdidas que al final no importan a la mayoría aburrida. Pero no debería ser así.

 * "Coronavirus en España: la presión hospitalaria aumenta y la incidencia en mayores de 60 supera los 750 casos" RTVE.es 24/06/2022 https://www.rtve.es/noticias/20220624/mapa-del-coronavirus-espana/2004681.shtml