miércoles, 31 de marzo de 2021

Sembrando dudas, recogiendo tempestades

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)



Tras la aparición del borrador del informe realizado por expertos de 17 países y científicos chinos sobre los orígenes del coronavirus, ha ocurrido lo que muchos temían. Lo podemos resumir en una línea del editorial de hoy en The Washington Post; "China’s reluctance only fuels suspicions of something to hide."*

La prensa norteamericana y sus emuladores en el exterior (incluso entre nosotros) no parece manifestar mucho interés en saber cómo ha ocurrido, sino en otra cosa: la responsabilidad de China.  ¿Qué quiere decir esto? Pues algo sencillo: no se trata de saber qué ocurrió, sino de cómo confirmar la hipótesis más de mayor responsabilidad china: el virus se escapó (o fue liberado, dicen algunos, con enorme ambigüedad) de un laboratorio chino. Por supuesto, está la versión más paranoica: el virus —creado con un fin militar— fue "liberado" para infectar al mundo.

Sin embargo, el informa realizado por la OMS establecía cuatro posibles causas que la prensa norteamericana intenta igualar en sus probabilidades, algo que es rigurosamente incierto. De hecho, la hipótesis de la salida de laboratorio es la menos probable de todas, frente a la de la infección humana por un animal intermedio. El hecho que no se haya encontrado el animal, les parece suficiente como para desestimar el procedimiento.

Cuando se dice "un animal" es "un" animal, un ejemplar infectado. Los deseosos de pruebas quieren tenerlo en sus manos, tocarlo. Frente a este animal quimérico, fantasía, se encuentra la más deseada, aunque sea la menos considerada, de la que no hay más evidencia que sus precedentes cinematográficos en múltiples películas, devoradas entre refrescos y palomitas: la de laboratorio, pese a que los científicos no hayan encontrado pruebas de ella.

Hace unos instantes, en Antena3 se le preguntaba a una viróloga sobre las "dudas" sembradas por el informe de la OMS y la "opacidad" de China sobre la posibilidad del laboratorio. La viróloga lo explicó con claridad: a) ningún laboratorio del mundo podría haber "fabricado" un virus de este tipo, dada su enorme complejidad y perfección; b) el virus proviene de los murciélagos, compartiendo los virus encontrados en ellos un 97% de genoma; y 3) lo más probable es que haya pasado de los murciélagos (origen seguro) a través de un animal intermedio que se desconoce.

La ciencia no trabaja con un "sí o no", sino con "altamente probable" y "altamente improbable", que son los términos que la viróloga utilizó con mucha claridad. Pero esto, para medios y políticos, significa que mientras no haya "un sí o un no" seguirán especulando porque interesa ante las audiencias y ante los votantes. La presentadora se despidió dando un "sí" al apoyo a la Ciencia.



Desde el principio —aquí lo hemos repetido— la pandemia es la "prolongación de la guerra por otros medios". No se pueden separar las intencionalidades políticas dentro de una lucha que supone manipulación para aprovechar la crisis. Esto es especialmente claro en la América de Trump y parece seguir en la de Biden, donde se han recrudecido las maniobras para seguir aumentando la tensión mundial y la creación de una alianza anti China con base en el rechazo a sus informaciones sobre la pandemia, pero con efectos de orden económico y político.

En la CNN se crea un conflicto entre el director de la OMS, al que se  suma al movimiento escéptico mediante titular "14 countries and WHO chief accuse China of withholding data from pandemic origins investigation", y la organización que preside:

 

In a news briefing Tuesday, Tedros appeared to contradict the study's central findings by suggesting the theory that the virus escaped from a Wuhan laboratory should be followed up -- even though the report noted such a possibility was "extremely unlikely" and did not recommend further research on the hypothesis.

The WHO investigation, conducted more than a year after the initial outbreak, came under intense scrutiny from the outset. Some scientists and the US government have questioned the independence and credibility of the study, raising concerns over Chinese government influence. Beijing, meanwhile, has accused Washington and others of "politicizing" the origin of the virus.

After repeated delays, the WHO report, compiled by a team of international experts and their Chinese counterparts, was finally released on Tuesday. It provides a detailed examination of the data collected by Chinese scientists and authorities from the early days of the pandemic, but offers little new insight or concrete findings on where and how the virus spread to humans.

China has vehemently rejected any criticism or blame related to its handling of the pandemic.

The Chinese Foreign Ministry said in a statement Tuesday that China has always been "a supporter for global scientific research on the source of the virus and its transmission routes."

"The Chinese side offered necessary facilitation for the team's work, fully demonstrating its openness, transparency and responsible attitude," the statement said, adding the study of origins should also be conducted in other countries.

Tuesday's joint statement, signed by the US and its allies, recognized the WHO experts' "tireless work" to understand how the pandemic started, but also raised questions over the timing and independence of the report.

"It is equally essential that we voice our shared concerns that the international expert study on the source of the SARS-CoV-2 virus was significantly delayed and lacked access to complete, original data and samples."

The public rebuke from the US and others further highlights the difficulty of conducting transparent and independent scientific research into the origins of the virus, which has infected more than 128 million people and killed over 2.8 million worldwide, according to Johns Hopkins University data.*

 


Lo peligroso de todo esto es que nos estamos acostumbrando a aceptar solo lo que nos favorece. El director de la OMS no dice que no se fíe del informe de su propia investigación, sino lo mismo que el propio informe, que hay diferentes probabilidades a cada hipótesis desarrollada y que si quieren seguir investigando en esa línea que lo hagan.

Todo parte de un mismo planteamiento: China miente, China oculta. Desde este principio, lo que no se tiene es porque se oculta y lo que se dice es con intención de engañar. Así es imposible avanzar en ningún sentido que no sea la creación de nuevos conflictos y desencuentros.

Curiosamente, la mayor víctima de todo esto es, desde el principio, los Estados Unidos. La situación de la pandemia en el país no se debe a China sino a la propia obcecación, primero negacionista, con posterioridad simplemente caótica de su gestión. Los Estados Unidos, como ocurre con Brasil (otro caso de cerrazón ideológica), padecen las consecuencias del coronavirus en gran parte por su actitud ante la pandemia. Esto es innegable. Pero también se trata de camuflar: en China se ha conseguido frenar el avance de la pandemia porque el gobierno es comunista y no hay libertad; en cambio, la libertad de los Estados Unidos hace que la gente se muera satisfecha y estar al frente de fallecimientos y contagios. ¡Curiosa forma de medir las libertades!

Como consecuencia de esto, surge otra preocupación: que la gente "admire" el modelo autoritario comunista frente al sistema de libertades de la democracia. ¡Siempre hay una justificación! Esa es la actitud de Joe Biden cuando pide una "alianza de las democracias! es una forma de llevar a la confusión y, sobre todo, de entremezclar los errores propios con unas suposiciones que solo encuentran fundamento en ese recelo permanente. Podemos pensar que "libertad" es ponernos la mascarilla si queremos y que la "dictadura" es llevarla siempre, pero en otros lugares lo llaman "responsabilidad", un concepto más arraigado en otras culturas que en nuestro concepto individualista, según parece o nos quieren hacer creer.

Al final esto se traduce en hechos reales, como cuando ha habido hasta muertes por disputas sobre llevar la mascarilla. Las primeras —recordemos— se dieron en los Estados Unidos, donde se convirtió el hecho de llevarla o no en cuestión principios personales e ideológicos. Estados Unidos va camino del millón de muertos; si quiere responsabilizar a China por ello, adelante. Podemos ver el caso de Brasil de igual forma, en paralelo, con lo ocurrido en el norte. Pero es más fácil responsabilizar a los demás de lo que hacemos.



La otra forma de pagar esto lo tenemos en el aumento de la "sinofobia" o "asiofobia", fruto directo de todas estas tendencias informativas que siguen apuntando a China más de un año después y evitando asumir las propias responsabilidades en la gestión.

Las llamadas a evitar el odio racista contra los asiáticos sirven de muy poco ante la constante repetición de que todo mal viene de China. Con una mano se azuza lo que con otra se espera calmar, aunque no hay forma de parar el odio. The New York Time titula hoy " Brutal Attack on Filipino Woman Sparks Outrage: ‘Everybody Is on Edge’", donde nos describe lo ocurrido en la ciudad:

 

The security camera video was shocking in its brutality. A 65-year-old Filipino immigrant was walking down a street near Times Square when a man, in broad daylight, suddenly kicked her in the stomach.

She crumpled to the sidewalk. He kicked her once in the head. Then again. And again. He yelled an obscenity at her, according to a police official, and then said, “You don’t belong here.”

As the violent scene unfolded in Manhattan, three men watched from the lobby of a nearby luxury apartment building. When the woman struggled to stand up, one of the men, a security guard, closed the front door to the building.

Even as reports of anti-Asian hate crimes have escalated in recent weeks, the video released by police officials on Monday evening touched a fresh nerve. The sheer brazenness of the attack — combined with the seeming indifference of the bystanders — caused another wave of fear for many Asian-Americans already worn down by a steady drumbeat of assaults.**

 


Hace bien las tres periodistas firmantes en señalar el estremecimiento y vergüenza que ver las imágenes grabadas nos producen. A la brutalidad del ataque a la mujer mayor, a su derribo y pateo en el suelo, a los insultos, al "¡tú no eres de aquí!" xenófobo, se suma el cierre de esa puerta a cargo del vigilante. Tiene mucho de obscenidad social ese acto de denegación de ayuda, de complicidad indiferente ante el destino de la mujer. Me imagino que estas cosas pasaban en las calles de la Alemania nazi. El mismo mecanismo, distintos sujetos. Algunos hasta lo consideraran como "defensa de la libertad" o incluso "patriotismo", como describió Trump el asalto al Capitolio.

¿Están conectadas ambas cosas? Es obvio que lo que se siembra por los políticos y medios se recoge en la calle en forma de estas acciones. Si escucho todos los días a través de diferentes medios que China es culpable de todo, acabará buscando asiáticos que me lo parezcan, aunque al final sea una mujer filipina, japonesa o coreana quien lo pague en plena calle, como ya ha ocurrido.

De hecho, todo esto se ha intensificado con la llegada de Joe Biden al poder. Trump buscaba cobradores para pasarle la factura a China de lo que era el resultado de su falta de medidas y hasta de negacionismos atenuantes. Cuando la nueva administración llegó a la casa Blanca, lo primero que dijeron es que Estados Unidos no tenía plan alguno de vacunación, algo de lo que no se puede responsabilizar a China, aunque lo hagan indirectamente por las causas. Biden, en cambio, ha emprendido la cruzada de la superioridad democrática y lo primero que ha hecho ha sido vacunar, por un lado, y por otro ir tras China. Ha vuelto a las instituciones —"¡USA is back!"— pero lo hecho para crear frentes (aliados) anti China.



La respuesta china tiene de nuevo la lógica del enfrentamiento. ¿Por qué no investigar si el virus salió de un laboratorio norteamericano? De esta forma es poco probable que nunca se llegue a saber o, si se prefiere, a tener una versión aceptada por todos. El coronavirus es un hecho de la naturaleza, un fenómeno natural; en eso están de acuerdo todos los científicos medianamente serios, como bien señalaba la viróloga en televisión esta misma mañana. Los que están interesados en promover otras cosas, tendrán que dar sus explicaciones en vez de apuntarse a lo fácil, decir que no se sabe. Eso es llevarnos, una vez más, al mundo alternativo, tan querido a los trumpistas y similares.

La guerra contra China se había emprendido antes de la pandemia. De hecho, esa guerra fue la que llevó a retirar a los científicos norteamericanos que trabajaban en laboratorios chinos como de los que ahora se sospecha. Fueron las cancelaciones, la ruptura de la colaboración, la que hizo que Estados Unidos quedara alejado del centro del problema.

Si una situación inédita y terrible como esta, que afecta a todos los países, que cuesta miles de muertos diarios, no sirve para fomentar la colaboración y se usa para promover una nueva forma de Guerra Fría, para promover el liderazgo perdido, para dividir el mundo en "conmigo o contra mí", la situación será pronto insostenible.

Será cruel en las calles, como vemos cada día con casos como el ocurrido con la mujer filipina pateada en Nueva York, y será complicada en el plano internacional, en el que se trata cada día de crear nuevos puntos de fricción alrededor de China.

La idea de Trump de frenar a China para evitar el declive norteamericano ha llegado para quedarse porque aunque China pueda sobrepasar a los Estados Unidos, no lo va a poder hacer en un terreno esencial, el de la comunicación. Hoy el mundo es visto a través de los ojos de los Estados Unidos gracias al poder mediático y comunicativo. Por eso el control de las redes, del 5G, se han vuelto esenciales en la guerra de la opinión, que es la fase previa a cualquier otra. Las fotos en primera página de The New York Times informaba sobre 



Es peligroso que la gente no considere que esté mal patear personas asiáticas en las calles de sus ciudades. Durante la Segunda Guerra Mundial, se encerró en campos de concentración a los norteamericanos de origen japonés. La excusa estaba clara: todos eran espías y saboteadores potenciales. Mejor encerrarlos que tenerlos sueltos. Lo que ocurre hoy tiene conexiones con aquello; es la estigmatización de unos rasgos orientales que han sido identificados como el nuevo "eje del mal", algo con lo que se juega con demasiada frecuencia cuando se dirige el punto de mira a los musulmanes, a los asiáticos o a los hispanos, todos ellos sospechosos ya sea de ser terroristas, violadores o  narcotraficantes.

Con estas maniobras deshumanizadoras y maximalistas solo se consigue (quizá es lo que se busca) crear un mundo maniqueo al que se pretende arrastrar al resto del planeta haciéndelo elegir bando. Si se quiere encontrar respuestas, creen primero las posibilidades de diálogo para poder hacer posible la confianza. Convertir todo en sospecha no lleva a ningún sitio... o quizá sí.

Este es el final de otro artículo publicado en The Washington Post hoy mismo:

 

Meanwhile, there is a larger body of evidence that SARS-CoV-2 emerged in nature.

“My view is: This is another example of a bat virus jumping into humans, either directly or through an intermediate host,” said Tony Schountz, an expert in bat-borne viruses at Colorado State University.

When asked whether a lab accident may have been responsible for the Wuhan outbreak, Schountz said it was possible “but, you know, tomorrow I could win the lottery.”

Other virus specialists described WHO’s exploration as sufficient. “I’m not particularly disappointed that they didn’t dig deeper into the Wuhan Institute of Virology,” said Joel Wertheim, an associate professor of medicine at University of California at San Diego. “I don’t think that idea merited as much investigation as looking for the earliest cases.”

Wertheim and his colleagues, in a paper published recently in the journal Science, suggested that the first case of covid-19 may have emerged as late as mid-October to mid-November 2019, before a large cluster of cases linked to a seafood market in Wuhan.

In their models, Wertheim and his co-authors also found coronavirus outbreaks were much more likely than not to fizzle out, especially in rural communities with fewer connections between people. “It’s not fair to characterize this virus as sort of the perfect vessel for human-to-human transmission,” he said. The pathogen seemed to need a denser, urban area to become a pandemic.

“Even if you believe this came through the lab, what you’d have to then show is that the lab had a virus that was very close to SARS-CoV-2. They haven’t found that,” said David Robertson, head of viral genomics and bioinformatics at the University of Glasgow. If laboratory scientists “did have it, I don’t think they would have hidden it. It wouldn’t have occurred to them.”***



 Efectivamente, podemos seguir especulando en vez de investigando. Podemos seguir intentando encontrar lo que queremos encontrar en vez de trabajar en el sentido más productivo.  Con el enrarecimiento del ambiente solo se conseguirá que sea más complicado hallar nada interesante, al menos no tan interesante como lo que algunos desean fervientemente encontrar para cerrar el círculo de las sospechas.

Mientras tanto, esta ambigüedad se pagará en las calles y en una segunda etapa de guerra comercial que no es la que nos ayudará a salir de la crisis que nos encontramos. La idea de Trump era aislar a China, imponer sanciones a los que tuvieran lazos comerciales con ellos y así hacer avanzar a la economía norteamericana arrinconando a los aliados y convirtiéndoles en público cautivo. La idea de Biden parace  parecida, aunque el mundo ha aprendido.

Hace falta más confianza para reestablecer el mercado mundial y no ir sembrando dudas y creando nuevos problemas añadidos a los ya existentes. Hay que avanzar en las vacunaciones, trabajar conjuntamente todos los países para evitar que esto se reproduzca o, si se prefiere, para que estemos todos mejor preparados para la próxima pandemia que los científicos ya auguran.



* Nectar Gan "14 countries and WHO chief accuse China of withholding data from pandemic origins investigation" CNN 31/03/2021 https://edition.cnn.com/2021/03/31/asia/who-report-criticism-intl-hnk/index.html

** Nicole Hong, Juliana Kim, Ali Watkins y Ashley Southall "Brutal Attack on Filipino Woman Sparks Outrage: ‘Everybody Is on Edge’" The New York Times 30/03/2021 https://www.nytimes.com/2021/03/30/nyregion/asian-attack-nyc.html

*** Shane Harris, Emily Rauhala, Ben Guarino y Chris Mooney "WHO report leaves unsettled ‘lab-leak’ theory on origins of covid pandemic" The Washington Post 31/03/2021 https://www.washingtonpost.com/national-security/who-coronavirus-wuhan-lab-leak-theory/2021/03/30/30ecbd1e-915b-11eb-bb49-5cb2a95f4cec_story.html

martes, 30 de marzo de 2021

Lágrimas de periodistas

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)



Lo han etiquetado como "periodismo de lado humano" o con fórmulas similares, pero ¡qué triste es tener que etiquetar la "humanidad" de nuestra mirada! En un mundo de pantallas, hemos perdido la humanidad del ver, sustituida por la curiosidad o el morbo.

No, no creo que haya una etiqueta para lo "humano". El Periodismo es humano o no es. Hay muchas cosas que aparecen en los medios, sí, pero no son siempre "periodismo", una actividad en la que se siente el mundo para poder contarlo.

Una periodista que regresaba el otro día de ver una realidad dura, me decía que la gente se agolpaba para poder decirle lo que sentían, porque se sentían con ella no entrevistados sino escuchados. Me dijo que regresó llorando en su vuelo, con esas lágrimas que descubres de repente ya rodando por la mejilla, con la mirada perdida.

Hay una gran diferencia en el escuchar y en el mirar, ambas actividades profundamente humanas, cuando no se disfrazan de distancia o de indiferencia, de "profesionalismo". No, no hay que superar las emociones en busca de la insensibilidad. Hay que buscar la comprensión y el acercamiento a los otros.

Hay muchas fórmulas para justificar el distanciamiento, pero no siempre se puede realizar porque la empatía, nuestra capacidad de sentir con los otros, no es un obstáculo, sino una forma de poder acercarnos para poder contar.



Todos los días tenemos ejemplos de cómo se manipulan la emociones, de cómo se trata de atrapar a la gente en su propia congoja mediante artificios más o menos burdos. Hoy, en un mundo de teléfonos con cámaras, tenemos imágenes para compartir, cosas que han pasado bajo la mirada curiosa de quienes estaban cerca.

Pueden ser interesantes, no lo niego. Pero tiene algo de inquietante ver cómo no tiembla la mano sosteniendo un teléfono, cientos de teléfonos, ante un espectáculo de horror. Preferimos captar la imagen con los móviles a ver lo que ocurre con las personas. Nos hemos distanciado "estéticamente" y contemplamos el mundo desde una proximidad que es, paradójicamente, distante.

Recuerdo haber escrito aquí mismo sobre el selfie realizado por una chica en un puente con un suicida de fondo. No perdía la acostumbrada sonrisa del "aquí estoy, ante un suicida y lo único que me importa es sonreír", captar este "momento".

Frente a esta falsa mirada, la del Periodismo verdadero solo puede acabar en ese llanto contenido, necesario, el del regreso, que nos demuestra que el mundo no nos es indiferente, el gran mal contemporáneo. En otros tiempos fue el tedio, hoy es la indiferencia solo despertada por la ocasión de un buen selfie o un vídeo que colgar en la red.

Cuando me dijo que había llorado, le dije que eso era justo lo que tenía que hacer, que no era malo, sino la demostración de que había escuchado, que había mirado y no solo grabado lo que le decían.

Sería un mal síntoma para el Periodismo que los periodistas dejaran de llorar. En un mundo cada vez más manipulado a través de los medios, tener la capacidad de escuchar y mirar, de no perder la conciencia de que quien está frente a nosotros es un ser humano que siente, padece, tiene ilusiones y frustraciones, que ve el mundo de una manera es importante. Es una garantía.

No vemos a los periodistas llorar, quizá porque esconden sus lágrimas, porque temen que se les considere demasiado blandos para enfrentarse a ese mundo que nos cuentan, pero ¿quién puede ser lo bastante duro para él?

El periodista frente al mundo, sí, pero también los profesores ante sus alumnos, los médicos ante sus pacientes... muchas relaciones en las que es necesario rehumanizarnos para no perdernos, para conservar la esperanza más allá del día a día.

Mientras haya periodistas que lloren, hay garantías para todos. Por eso hay escucharlos, además de leerlos.



lunes, 29 de marzo de 2021

Palabras mayores

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)



De nuevo, el auge de la fiesta nos pone en nuestro sitio, en la necesidad del ocio como motor del desarrollo. Con la llegada del "puente" de San José y la llegada de la Semana Santa no encontramos de nuevo en el escenario repetitivo, al más de lo mismo informativo solo que cambiando la numeración. ¡Vamos a por la "cuarta ola"! Y a nadie le extraña... y luego vendrán la "quinta", la "sexta"... y las que hagan falta.

Todavía es posible escuchar a irresponsables en los programas informativos decir cosas como que "no hay evidencia de conexión entre los contagios y los lugares de ocio" y similares., una cantinela negacionista y estúpida, aunque sea una redundancia.

De nuevo los medios nos dan la de cal y la de arena, nos hablan del repunte de los contagios mientras nos muestran imágenes idílicas de paraísos playeros en los que nadie se contagia porque, como respondía hoy un señor, "te contagias pero no sabes dónde". ¡Claro que lo sabes! Pero a nadie le gusta que le llamen tonto cuando lo cuente.

La televisión esta misma mañana, la televisión nos contaba que aunque tú no sepas dónde lo has cogido, lo cierto es que sí sabes dónde lo has llevado: a tu casa, contagiando a la familia porque en casa solo se está seguro y los que viven allí se han molestado en tomar precauciones fuera.  Lo que no se previene fuera, se transmite después a los de dentro.



Creo que, por primera vez, la nueva ministra de Sanidad se refirió a las Navidades pasadas hablando de un "error". Es un gran avance, desde luego. Hasta el momento, todos habían hecho lo "correcto", aunque los efectos fueran catastróficos. El "¡salvemos las navidades!" ha sido catastrófico, no hay la más mínima duda. Al menos ha servido para que se reconozca que este modelo nos condena a esta cosa tan rara que tenemos hoy: el confinamiento autonómico perimetral y las llegadas de turismo internacional a ciertas zonas.

Hace algunas semanas decíamos que la gente estaba preguntándose por esto y no lo entendía. Sin embargo, con el plan en marcha se nos muestra su lógica profunda, el plan de base. A diferencia de otras ocasiones, esta vez hubo un cierto consenso, con Madrid como pieza discordante, en las actitudes de las Autonomías. Esta vez había acuerdo en las restricciones y en el cierre perimetral.

Los casos van de nuevo al alza, si bien a otro ritmo. El esfuerzo de control realizado en el periodo post navideño dio un efímero buen resultado y marcó las pautas para este. La idea es que cada uno mantenga su población dentro y se organice internamente, de ahí el cierre perimetral, dejando al turismo exterior las zonas que están diseñadas para ello, en especial las insulares. Se trata de evitar contagios, sí, pero sobre todo de evitar la fuga de la zona propia realizando el gasto salvador en la ajena. Por este motivo, los canales televisivos autonómicos aumentan la información sobre las posibilidades del turismo local. Todo queda en casa, los virus y el dinero, que reactiva la economía local. 

Pero —de nuevo— es más fácil diseñar el mundo sobre el papel que controlar la realidad y esta es tozuda porque saltarse las medidas de seguridad parece ser el nuevo aliciente contra el aburrimiento pandémico.



Es indudable que si se siguieran estrictamente las reglas, muchos negocios se mantendrían funcionando con regularidad. Los mismos sectores que se quejan, tienen muchos miembros que incumplen las reglas, para desesperación de los que las cumplen. Los bares intentaron aplicar las normas inicialmente, pero se enfrentaban a las disputas con los clientes incumplidores —el cliente siempre tiene razón— y, lo que es peor, estos se iban a la competencia laxa, es decir, allí donde les dejaban hacer lo que les daba la gana. 

Es demasiado tiempo para muchas cosas. Hemos ido evolucionando desde aquellos primeros días de balcones y aplausos. No son muchas las cosas que se han solucionado desde entonces. La esperanza de aguantar un poco más y que llegaría la vacuna liberadora se mostró errónea entonces (por desconocimiento) y ahora (por conocimiento). La pena es no aprovechar este desastre para cambiar lo que estaba mal, no quitarnos de encima este modelo dependiente y débil que es pan para hoy y hambre para mañana. En vez reajustar y equilibrar nuestro sistema laboral y económico, seguimos con más de lo mismo y además lo reivindicamos como "nuestra cultura". Por favor, ¡poesía no!

Apenas va dinero a la Ciencia, a la Educación, al sector industrial... Todo se lo va a tragar un modelo que sigue pensando que el mundo nos va a enviar cada año 80 millones de turistas a tostarse a las playas masivas o a las calas selectas, que van a llenar nuestros chiringuitos, bares y restaurantes, comprar suvenires y demás. El mundo ha cambiado y exige nuevos horizontes, pero cuesta cambiar los viejos modelos, a los que se sigue incorporando a los jóvenes porque no hay muchos más. Esto o la emigración, que es lo que hacen los mejor preparados, de la sanidad a la ingeniería.

Es una lástima no aprender de los errores y quedarnos en el lugar que nos obligará a competir a la baja con otros países al borde de la catástrofe para recuperarse. Habrá que esperar a que se recuperen los ricos para que les apetezca venir a descansar entre nosotros.



Permítanme recuperar en su totalidad esta joya periodística, del 10 de marzo del año pasado, producida por los informativos Tele5, con el titular "A la Semana Santa vendrán a priori personas sanas", firmado por Gonzalo Barquilla:


La Semana Santa no corre peligro... por ahora. Pese a que los eventos deportivos en España se celebrarán a puerta cerrada, por ejemplo, “no hay contraindicación” de que se celebre la histórica fiesta andaluza. Es lo que confirma a Informativos Telecinco Inmaculada Salcedo, coordinadora del grupo de seguimiento del coronavirus en Andalucía, que se destapa con una rotunda afirmación que deja perplejo. “A priori, vendrá gente sana de Andalucía y de España. Sí recomiendo que las personas que estén con un catarro o un cuadro viral de vía respiratoria alta no acudan a las celebraciones y a las masas, porque no se van a encontrar bien. No sería lo más adecuado”, comenta.

No dejan de sorprender estas palabras cuando hablamos de un evento cultural de fama mundial. Pero Salcedo -bien es cierto que como ocurre en toda Andalucía-, se agarra a las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. Y cierto es que nadie ha pedido la suspensión de la celebración, hasta el momento. La Semana Santa tendrá lugar del 5 al 12 de abril. 

Los expertos advierten que las aglomeraciones, dado el nivel de contagios en el que se encuentra España, no son nada recomendables, pero es cierto que acabar con la Semana Santa son palabras mayores en todos los sentidos, tanto por el impacto económico como por el daño social. Muchos son los que llevan todo el año esperando ese momento.

Otros eventos, sin embargo, ya se han visto impactados por el coronavirus. La liga de fútbol en España -al igual que en Italia- se celebrará a puerta cerrada. Sobre esta doble vara de medir se pronuncia Salcedo. “No es contradictorio. El domingo se celebró la manifestación de la Mujer Trabajadora con normalidad. La situación en los eventos deportivos es diferente porque vienen equipos italianos (Atalanta y Nápoles, entre otros) acompañados por muchos aficionados que vienen de zonas de alto riesgo. No podemos arriesgarnos a meter en nuestra comunidad autónoma a tantas personas que provienen de estas zonas”, señala.

De hecho, y ante la situación de riesgo, los organizadores de este evento cultural ya toman decisiones por voluntad propia. “Me consta que las cofradías ya han tomado medidas extraordinarias y además me parecen muy acertadas. Se tendrá especial atención a las prácticas que son consideradas de riesgo como saludarse, los besamanos y besapiés, entre otras.*



Si dejaba perplejos entonces, ahora el texto nos deja sumidos en la post-perplejidad. No aprendemos nada. Solo vemos lo que nos interesa. En esta pieza periodística se reflejan, hace un año, los autoengaños y las excusas para seguir haciendo, contra todas las evidencias, lo que nos da la real gana o lo que nos interesa mantener negándolo todo. ¡Cuántas "palabras mayores" han tenido que quedarse en silencio ante el peligro, las muertes, los ingresos en UCI, etc.! Pero dejar de hacer ciertas cosas, decimos, son "palabras mayores".



* Gonzalo Barquilla "A la Semana Santa vendrán a priori personas sanas" Telecinco 10/03/2020 https://www.telecinco.es/informativos/salud/coronavirus-semana-santa-be5ma_18_2912445166.html

domingo, 28 de marzo de 2021

Casas, trenes y barcos o la fatalidad egipcia

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)



El atasco del gigantesco buque nos muestra las líneas de conexión de la cadena de efectos. Rápidamente se nos evalúan las consecuencias económicas y cómo estas se van multiplicando por todo el sistema globalizado que es el mundo donde vivimos. Podría estudiarse la historia de la Humanidad como el tránsito del aislamiento casi absoluto a la interconexión implacable. En el primer momento, lo que hacemos apenas nos afecta más allá de nosotros mismos y de lo que tenemos alrededor. Hoy todo ha cambiado, cualquier acción puede tener esos efectos expansivos de los que hablamos, alcanzado los lugares más recónditos a través de vías directas e indirectas, primarias, secundarias o de nivel más alejado posible. Es el valor que ha adquirido el concepto de "red", una de las grandes metáforas explicativas de nuestros tiempos complejos.

El barco que impide que otros barcos pasen está produciendo un enorme atasco afectando a todos y cada uno de los que han contratado  lo que lleva en su interior. Eso ya es mucho, pero apenas es nada si se aplica el mismo razonamiento a todos los barcos que están viendo retrasadas sus entregas. Todos estos elementos tejen el primer nivel de la red. Los otros se van tejiendo por aquellos que tampoco pueden realizar sus acciones porque no les llegan los suministros que esperaban para sus producciones y así hasta cubrir la totalidad del planeta que se ve afectada de algún modo.

Pero al final hay un elemento, la subida de los precios, que es el intercambio límite, que diría el filósofo Jean Baudrillard: el dinero, el lenguaje final, el sistema que permite traducir todos los otros asignando un precio.



Y es que, sí, todo tiene un precio que se acaba trasladando de unas cosas a otras modificando sus valores por efecto del choque ocurrido en un lugar lejano, desconocido para la inmensa mayoría, pero que se percibe —se sepa o no— en todos los lugares.

Pero ha ocurrido en Egipto, donde llueve sobre mojado. Como es normal, su gobierno tiene interés en que no se le responsabilice de lo que ha ocurrido en el Canal. En el estatal Ahram Online leemos:

 

Tuesday's sandstorm was not the main reason behind the blockage of the strategic Suez Canal, according to Suez Canal Authority (SCA) Chairman Osama Rabie.

Rabie said in a press conference that other factors resulted in the vessel running aground, stressing that “all would be revealed following investigations”.

"It could be a technical or human error. All will be determined following investigations,” he said, adding that twelve vessels in the south crossed the canal shortly before the blockage, while there were 20 others crossing from the north.

He also said that there were “no injuries, deaths or pollution” caused by the crisis.*

 


"Humano" o "técnico" significa los egipcios "no tienen la culpa". Me viene a la memoria el atentado terrorista contra el avión ruso de pasajeros de hace unos años. Egipto sigue siendo el único país que se niega a considerar que fue un atentado porque eso implicaba su responsabilidad sobre la seguridad del aeropuerto del que salió el avión de regreso desde el lugar de vacaciones en el Mar Rojo. El grave fallo de seguridad no fue asumido por el gobierno, pese a que los propios rusos lo reconocieran. El no hacerlo le costó a Egipto el cierre del turismo ruso. Por todo ello, el gobierno centra sus explicaciones ahora en las dos únicas posibilidades que acepta: fallo técnico (del barco) o humano (de la tripulación).

Egipto tiene en el Canal una fuente de ingresos esencial, que ya se ha visto perjudicada por el parón de la economía mundial y, por ende, del transporte marítimo, una situación anterior a la pandemia, que hizo que se cuestionara la construcción de un segundo tramo canal, en paralelo, bajo el mandato de al-Sisi, empeñado en demostrar al mundo que eran capaces de crear un segundo tramo aunque todos los expertos dijeran que no hacía falta.  Pero era un gesto, una forma de mostrar al mundo de lo que los egipcios eran capaces y a la vez una forma de demostrarle a los egipcios de lo que era capaz su presidente.



Por eso es especialmente importante para el aparato mediático oficial anticipar las labores de desinformación de las fuentes que aprovecharían el incidente para atacar al régimen y minar el prestigio presidencial. En Ahram Online podemos leer lo dicho por el ministro:

 

He also said that the blockage did not occur in the new Suez Canal, but in the older channel’s southern entrance.

 “If [the incident] was in the new canal, it would have been resolved easily,” said Rabie, adding that the Ever Given vessel has crossed the canal before.

Moreover, he said that larger ships have crossed the canal before with no obstacles.*

 

Si el bloqueo se hubiera producido en el sector nuevo del Canal, el desarrollado bajo la orden directa de al-Sisi y que se encargó de inaugurar con uniforme militar, como corresponde a los eventos en los que hay que asociar la imagen de los logros con el Ejército, la crisis estaría servida. No tengo dudas sobre que se hubieran movido muchas informaciones interesadas en este sentido tratando de responsabilizar al presidente y su entorno.

El momento es delicado debido a otro trágico accidente de ferrocarril, con 32 muertos y cientos de heridos, y además el colapso de un edificio con otros 23 muertos, cifra todavía adicional.



Puede que la fatalidad sea malévola y dispersa, pero todas estas cosas las juntan después los medios y luego se comprimen en las cabezas de los lectores. Una mala racha, sí. Quizá por eso lo medios oficiales egipcios se han puesto rápidamente a reducir la angustia con titulares como "Sisi ordena modernizar los sistemas de los ferrocarriles", un titular ya clásico, en donde se trata doblemente de distanciar al presidente de lo ocurrido y de hacer ver que es una preocupación en su agenda y que las responsabilidades llegarán como máximo a los ministros, que para esos son cambiables. Está muy bien eso del "¡hágase!",  pero el problema es que no funciona con magia o milagros sino con dinero que hay que invertir.

Los accidentes de trenes son frecuentes en Egipto y probablemente lo seguirán siendo con terribles efectos. No menos frecuente es lo ocurrido con el edificio que se ha venido abajo. El propio diario estatal señala:

 

Building collapses are not uncommon in Egypt and are usually attributed to violations of building regulations, illegal building extensions and lax government oversight.

According to local reports, the Gesr El-Suez building had four floors that were built illegally.

Egypt has asked citizens to reconcile with the state regarding their building violations by paying fines. The reconciliation requests are accepted if authorities determine that the buildings in question meet safety standards.**

 


Un edificio con cuatro pisos de más no es fácil de ocultar, por lo que lo señalado por el diario estatal es claro: forman parte de la corrupción y los responsables no piensan pagar multas porque seguramente no viven en ellos. Uno no se hace rico burlando las medidas de seguridad de los edificios para luego vivir en ellos.

Trenes que chocan y edificios que se caen forman parte de un mismo cuadro endémico, el abandono, algo que va de la construcción al mantenimiento de los ferrocarriles. Luego, las leyes de la física se responsabilizan de que las cosas choquen o se caigan. Eso es así. El problema es cuando todo ocurre los mismos días y el barco se atasca, el edificio se cae y los trenes chocan.  Entonces unos miran al cielo y otro bajan la mirada al suelo; unos rezan y otros contienen la rabia.

Para el resto del mundo, para el sistema global, hay ahora un punto al que señalar, al que mirar pendientes de lo que ocurre. Dicen en un artículo sobre el barco atravesado que la gente sigue por internet los intentos de mover el barco como una especie de espectáculo, que cualquier movimiento o falta de ellos es observado como si fuera el destino en directo.

Lamentamos las muertes egipcias de estos días. Lamentamos que el abandono lo paguen los más modestos mientras se reserva la modernidad para la nueva capital. Allí no habrá edificios con pisos de más que se caigan o trenes que chocan entre ellos una y otra vez. Así lo esperamos. Los privilegiados que puedan verlo podrán comprobarlo y contarlo a todos.

Deseamos que se solucione el atasco del Canal y que finalmente nadie pueda responsabilizarles de tamaña desgracia económica, que ya tienen bastante. Al final, si los otros no tienen la culpa, las cosas pasan porque Dios lo quiere.

 

 

* Menna Alaa El-Din "Sandstorm not main reason behind mega ship Ever Given blockage of the Suez Canal, 321 vessels jammed: SCA chairman" Ahram Online 27/03/2021 https://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/0/407907/Egypt/0/Sandstorm-not-main-reason-behind-mega-ship-Ever-Gi.aspx 

** El-Sayed Gamal El-Din "Death toll from Cairo building collapse up to 23; search underway for two missing people"  Ahram Online 28/03/2032 https://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/407944/Egypt/Politics-/Death-toll-from-Cairo-building-collapse-up-to-;-se.aspx

sábado, 27 de marzo de 2021

Biden y el cerco a China

 Joaquín Mª Aguirre 



Los objetivos en política exterior de Donald Trump y Joe Biden son prácticamente los mismos, pero con retóricas diferentes. Esto es especialmente claro en lo referido a la "guerra" abierta contra China y su desarrollo. Lo que Trump presentaba de forma "populista", con su eslogan de "America First!", e insultos en su mítines, Joe Biden lo está haciendo desde una retórica de "defensa de las democracias" y aprovechando las entrevistas para llamar "asesino" a Putin y considerar que China es un peligro para el mundo. La única diferencia es que a Trump le caía bien Putin. No hay mucho cambio en los objetivos, solo un cambio de estrategia.

En La Vanguardia, el artículo firmado por Beatriz Navarro lleva por título "Biden intenta reclutar a la UE para formar una “alianza de democracias”", que es de facto volver a una imprevisible guerra fría en la que son dudosos los principios en que se basan.

El mundo ha aprendido bastante sobre lo que puede llegar a hacer Estados Unidos con alguien como Trump en la Casa Blanca, ha aprendido a ver la cara del poli malo norteamericano, algo que muchos estadounidenses han comprobado por ellos mismos en su propia vida con el aumento del racismo y la xenofobia.

La idealización del modelo norteamericano no ha funcionado dentro, con el asalto patriótico al Capitolio como culminación de una presidencia retrógrada y amenazante hacia medio mundo, con un ejercicio constante de fuerza sobre los propios aliados y una simpatía desbordante por las dictaduras, un rasgo característico del periodo Trump que no puede ser olvidado. Esto no es una película de Hollywood sino la Historia de hoy, de lo ocurrido hasta hace un par de meses. Biden puede cambiar sus discursos, pero no puede pedir al mundo que ignore lo ocurrido. Un Trump llamando a Abdel Fattah al-Sisi, el presidente egipcio, "su dictador favorito" es un mal chiste que ninguna "superpotencia" se puede permitir salvo que crea que está por encima del bien y del mal, como seguramente pase. Los informes tapados sobre la responsabilidad del príncipe Mohamed Bin Salman en el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi con un Trump diciendo que hará lo que pueda tampoco es un buen pedigrí. Sí, el mundo ha aprendido sobre cómo llevar los "cambios de personalidad" norteamericanos en función de sus humores presidenciales variables.



Los estragos hechos por Trump en la esfera internacional han hundido la confianza en los Estados Unidos y han mostrado que una cosa es la retórica democrática y otra el ejercicio de presión sobre muchos países mediante todo tipo de recursos, de los militares a los económicos; que se han vendido armas a las dictaduras sin importar más que las cifras de ventas de una creciente industria militar, buscada como motor económico interior y como moneda de cambio con los países poco o nada democráticos, como ha ocurrido en todo Oriente Medio, donde la contribución norteamericana del periodo Trump ha sido ignorar las resoluciones de la ONU y armar de nuevo —a buen precio— la zona más armada del planeta.

En el periodo Trump se ha mostrado el desprecio de los Estados Unidos por todos los organismos internacionales de convivencia, de los que se retiró con gesto airado para no asumir sus decisiones. No hacían falta, solo había que ejercer la fuerza o cualquier forma de presión.

¿Y ahora Joe Biden pide una "alianza de democracias"? ¿No entienden los políticos norteamericanos que el mundo no puede estar pendiente de sus "cambios de humor"?



Analistas de todo el mundo, pero especialmente europeos han advertido que la Unión Europea debe seguir una línea propia por muchos motivos y reducir su dependencia de los Estados Unidos para tratar de evitar estas situaciones incómodas y arriesgadas.

En estos días se nos muestra la foto de un entonces vicepresidente Biden estrechando sonriente la mano del presidente chino. Tiene su sentido periodístico y recordatorio que hasta que no salió a la luz el interés de países europeos por acceder a la tecnología 5G de Huawei y los norteamericanos se dieron cuenta que China les había adelantado en la tecnología de las comunicaciones y ahora exportaba al mundo a mejor precio y calidad que el mercado norteamericano, las cosas no estaban tan mal y China no era la encarnación de todos los peligros de la Humanidad.

En La Vanguardia se nos dice:

 

Estados Unidos “hará rendir cuentas a China” por sus violaciones de las reglas internacionales y los derechos humanos, afirmó ayer el presidente Joe Biden en su primera rueda de prensa en la Casa Blanca, abordando de frente su creciente confrontación con la potencia asiática. “Su principal objetivo es convertirse en el líder, en el país más rico y poderoso del mundo” pero “eso no va a ocurrir bajo mi mandato”, aseguró Biden, que se comprometió a aumentar las inversiones en investigación para hacer frente a la competencia china y reforzar las alianzas internacionales de su país para actuar de forma concertada.*

 


Leámoslo otra vez: ¿el problema con China es que "quiere ser el país más rico y poderoso del mundo? ¿Eso "no ocurrirá bajo su mandato"? Hay que agradecerle a Biden su sinceridad, pero ese "reconfortante" para los ciudadanos norteamericanos es francamente inquietante para el resto del mundo, especialmente para aquellos que quieran tener independencia y se adentren en campos económicos donde hay una regla no escrita que dice que son los Estados Unidos quienes deciden quién es el más "rico" y "poderoso".

Está bien que Estados Unidos quiera invertir para competir en aquellos campos punteros en los que ha perdido el liderazgo. Es cosa suya. El problema es cuando esa inversión va acompañada de amenazas como las de Trump o de llamadas a las "alianzas democráticas" contra terceros.

Si pasamos del fundamentalismo nacionalista de Trump al fundamentalismo democrático de Biden, llamando a alianzas contra el "mal", no habremos ganado mucho. Quizá la explicación es que no hay cambiado mucho en el fondo porque el mal es el mismo: el declive norteamericano, algo que les resulta intolerable. Estados Unidos, desgraciadamente y la palabras de Biden lo confirman no ve otra opción de ser "líder" mundial, "rico" y "poderoso". Cualquier otra opción supone el apocalipsis now!



El planteamiento maximalista norteamericano es enormemente arriesgado para el precario equilibrio mundial y parte del cerco de China, para lo que se han buscado argumentos más "atractivos" y menos "claros".

The New York Times ha publicado un interesante artículo, firmado por David E. Sanger, titulado "Biden Defines His Underlying Challenge With China: ‘Prove Democracy Works’. En él se señala:

 

For a president barely 10 weeks into office, casting the United States as confronting a global struggle with the Chinese model has some clear political benefits. One of the few issues that unites Democrats and Republicans is the need to compete head-on with Beijing. Senator Dan Sullivan, Republican of Alaska, said on Monday that the Chinese have already taken notice.

“They recognize in many ways that we are now finally awakened to the challenge,” he said this week at the Atlantic Council. “And I would call it a bipartisan awakening.”

Mr. Biden’s aides say his view of the Chinese challenge is not solely one of foreign policy. He plans to make full use of the fear of Beijing’s ambitions as he introduces his infrastructure initiative next week.

There will be hundreds of billions of dollars for technologies and projects that the Chinese are also pouring cash into, including semiconductors, artificial intelligence and 5G networks, as well as big breakthroughs in electric cars and synthetic biotechnology.

On Friday, Mr. Biden said he suggested to Prime Minister Boris Johnson of Britain that the big Western democracies work together to counter China’s ambitious efforts to build better trade routes around the world, a project called the Belt and Road Initiative. The project is one of China’s main instruments for influencing nations in its economic orbit by investing in ports, rail lines, roads and other infrastructure in Asia, Africa and Europe.

“We talked about China and the competition they’re engaging in in the Belt and Road Initiative,” Mr. Biden said. “And I suggested we should have, essentially, a similar initiative coming from the democratic states, helping those communities around the world.”**

 


No deja de ser significativo que la iniciativa de Biden sea copiar la iniciativa china, es decir, hacer lo mismo, cubrir el mundo con sus propias redes de distribución. La Franja y la Ruta es una iniciativa china que crea una "nueva ruta de la seda" o, mejor, dos rutas, una por vía terrestre que unirá China con el resto de "Eurasia" llegando hasta España y Reino Unido, y una segunda ruta, vía marítima, que pasaría por el ahora obstruido Canal de Suez. Para ambas rutas, la terrestre y la marítima, China ha buscado negociar para llegar a acuerdos con los gobiernos de los países por los que ha de pasar.

Es indudable que la nueva "ruta americana" propuesta por Biden como alternativa tiene dificultades logísticas y políticas.

Estados Unidos ha despreciado el sur de América, que ha mantenido pobre y controlada por diversas y oscuras vías. De la Cuba de Batista convertida en casino norteamericano al México del narcotráfico, al que ahora promete vacunas si frena la inmigración que sube por la pobreza y violencia del sur. El sur de América ha recibido poca ayuda del poderoso norte. Es mano de obra barata. No creo que haya posibilidad de construir una "ruta" favorable al desarrollo económico y a la mejora o instauración de la democracia allí donde no funciona.



La propuesta a Johnson, el mismo aliado de Trump, no deja de ser sorprendente. Los intereses de Reino Unido, tras el Brexit, son complicados. ¿Va a participar en una ruta europeo-norteamericana tras abandonar la Unión y llamar "nazis" a los europeos para justificar su salida apoyada por Trump? La respuesta británica, en cambio, ha sido ofrecer la nacionalidad y acoger a los hongkoneses para cubrir la fuga de europeos asustados por el rechazo británico. Necesitan acoger a los que quieran llegar a asentarse en la desindustrializada Gran Bretaña, centrada en los negocios de la City, jugando con los negocios del capital islámico, que invierten allí sin problemas desde que David Cameron se decidió a atraer ese capital de piadosos inversionistas. Sí, Biden puede llamar a Boris Johnson a ver qué se les ocurre porque es poco probable que los socios europeos de más peso acepten depender de las rutas británico-norteamericanas, por más que se les sumen sus antiguos socios australianos o canadienses. Las viejas colonias son una buena red de contactos e intereses, pero que esto no le sea suficiente a Biden para crear su nuevo dispositivo comercial.

Los objetivos son los mismos que con Trump, pero al menos este no incurría en la hipocresía del argumento "democrático" para intentar recuperar el control. El argumento democrático tiene una línea clara: la superioridad de la democracia sobre las dictaduras y demás modelos autoritarios. La teoría viene a decir que si los regímenes autoritarios demuestran que pueden llegar a ser países ricos y poderosos, el mundo los va a admirar y va a seguir su modelo abandonado las democracias. 

El problema de este argumento es que Estados Unidos no es el ejemplo adecuado y los demás lo han visto. Trump, una vez más, ha admirado las dictaduras en toda su descarnada sinceridad o falta de pelos en la lengua. De nuevo, el ejemplo es el apoyo de Estados Unidos a las "dictaduras ricas" (las árabes o las estratégicamente situadas) y el abandono de las "dictaduras pobres" a su suerte. Las simpatías por los reyezuelos que te compran armas y te venden petróleo han sido demasiado abundantes y hasta descaradas en ocasiones, tanto en el mundo árabe como en casos como el Chile de Pinochet.



Lo que está claro en este modelo teórico es 1) China no va a "caer" como la Unión Soviética, arruinada por su propia megalomanía en la carrera de armamento; y 2) cuanto más se presione de esta manera sobre ella, más se reforzará el modelo propio, beneficiando al liderazgo de Xi Jinping.

El ejemplo más claro nos lo ofrece la propia CNN, con el titular del artículo "China has unleashed the nationalist genie. Beijing may regret letting it out of the bottle", publicado hoy mismo y firmado por Ben Wescott. No deja de ser irónico que el articulista hable del "genio nacionalista" chino cuando el mundo ha estado estos cuatro años escuchando a todas horas "America First!", que debía parecerles al mundo algo "lógico". El articulista termina su texto con la enunciación de lo que considera "nacionalismo":

 

Patriotism blowback

With political tensions again running high, business is among the few remaining bridges between the two sides. On Thursday, that too began to buckle under political pressure.

A post from the Communist Youth League, the Party's youth wing, highlighted a statement by Swedish clothing giant H&M from September where the company said it was "deeply concerned" over reports of human rights abuses in Xinjiang, specifically around allegations of forced labor in the production of cotton.

H&M had its products pulled from e-commerce stores, and Chinese celebrities quickly dropped out of sponsorship agreements with the company under pressure from those online.

Social media users helped to track down other Western brands that had previously voiced concerns about alleged human rights issues in Xinjiang, with the backlash spreading to include Nike, Adidas and Uniqlo.

China is less than a year away from hosting the 2022 Winter Olympics, and brands and participants will likely be looking on with trepidation at the apparent dilemma they now face: speak out against alleged human rights abuses and face a boycott in China. Stay silent, and risk blowback at home.

On Thursday, Japanese chain Muji appeared to change the labeling on its online store in China to highlight the cotton came from Xinjiang.

Global Times editor Hu said it was right for Chinese internet users to express their patriotism. "Let us mobilize various forces, give full play to their specific strengths and fight a people's war to safeguard our sovereignty and dignity creatively," he said in his editorial Friday.

The backlash is reminiscent of previous bursts of nationalistic fervor that have swept the country. In 2012, there were large -- and at times violent -- protests in China targeting Japanese stores and cars, amid a dispute between the two countries over the ownership of isolated islands.

In 2017, 23 stores from South Korean supermarket chain Lotte were closed in China after protests over the installation of a US-made THAAD missile defense system.

In the past, however, diplomats and officials have usually presented a calm front in a bid to quell the patriotic anger and prevent major diplomatic and economic damage. This time around, the rise of "wolf warrior" diplomacy makes such a possibility seem less likely.

"The Chinese people wouldn't allow foreigners to reap benefits in China on the one hand, and smear China on the other ... we reject any malicious attack on China and even attempts to undermine China's interests on the basis of rumors and lies," said Foreign Ministry spokeswoman Hua Chunying on Thursday, referring to the H&M boycott.

The campaign online was "not nationalism" added Hua, rather it was "simply patriotism."***

 


Cuando se hace en Estados Unidos es "patriotismo", pero si lo aplican a los productos de las empresas que les atacan, entonces es peligroso e ideologizado "nacionalismo". No deja de ser sorprendente que los Estados unidos que atacó a la compañía Huawei haciendo que ningún organismo comprara sus terminales telefónicos o su tecnología de las telecomunicaciones se asombre o hasta le parezca mal que los ciudadanos chinos no quieran comprar las marcas que les boicotean o atacan. Nadie aportó una prueba contra Huawei, es más, todas las investigaciones realizadas por los servicios de inteligencia europeos, del británico al alemán aseguraron haber revisado todo y no haber encontrado nada irregular. Todo era una maniobra norteamericana para evitar que sus "aliados" dejaran de ser "compradores", que es de lo que se trata. Volvemos al maniqueísmo más simplón, el de los "good guys" y los "bad guys".

Leído lo anterior, está claro que los efectos de estas acciones no hacen sino fortalecer al propio partido comunista que puede decir —no sin razón— que se les ataca porque se tiene envidia por su propio desarrollo.

La consagración de Biden de su discurso a "frenar a China" no tiene más incentivo que promover el desarrollo norteamericano, que es lo que conecta las dos presidencias, unidas por un mismo motivo, que como señalaban los medios del país, le permite la "unión bipartidista", unir a republicanos y demócratas frente a un mismo "enemigo común", "China".

Está cada vez más claro que hay dos objetivos en el corto y medio plazo: boicotear las Olimpiadas (corto) creando un frente y desmantelar la idea de "La Franja y la Ruta", la actualización de la antigua "ruta de la seda", un territorio sensible, pues ya vemos qué ocurre en la economía mundial cuando se atasca un barco en el Canal de Suez.



Si la diplomacia norteamericana de Biden se dedica ahora a recrear la Guerra Fría mediante la presión sobre los que tienen conflictos con China, como ha hecho ya con India y Japón, nos espera un mundo más complicado y al borde del conflicto, que puede ser alentado por activistas del caos y terceros de intenciones oscuras. Los incidentes en la frontera de India son un ejemplo que se puede convertir en habitual.

Lo peor será la creación de un clima interior donde sea cada vez más percibido como agresividad por parte del mundo hacia China, algo que ya se ha manifestado con la cuestión del coronavirus y (¿ya nadie lo recuerda?) las afirmaciones de Trump de que había que cobrar a China los daños económicos de la pandemia presentando facturas. También dijo, por cierto, que México pagaría el muro. Hoy Trump está en la sombra, pero aquellos que le llevaron a la Casa Blanca siguen en sus puestos.

Es malo que la "unidad" de un dividido país pase por la creación de un enemigo, China; pero es peor todavía que se intente arrastrar al mundo a esa "alianza de democracias" solo para mantener el poder mundial perdido.

La mejor herramienta para el avance interior de China es precisamente su apertura al mundo y no encerrarlos y aislarlos. Lo único que se consigue así es ir hacia un desastre de magnitud incalculable, eso sí, con los Estados Unidos al frente.



Hace unos cuantos años ya, tratamos aquí el boicoteo de los chinos a las muñecas Barbie. La empresa Mattel había responsabilizado a China de una "mala fabricación" por lo que se desprendían piezas pequeñas. Los chinos reaccionaron indignados y dejaron de comprar la famosa muñeca, teniendo que cerrar las tiendas que se dedicaban a su venta exclusiva. Los tribunales dieron la razón a China: el problema era del diseño original, no de la fabricación. Esto le parecería al articulista de la CNN "abrir la botella del genio nacionalista". Quizá otros lo llamen de otra manera. Pero quien la ha abierto

El crecimiento del sentimiento anti China de Estados Unidos tiene, como vemos, una razón. Pero las razones norteamericanas difícilmente pueden ser compartidas por los que eligen otras vías de aproximación entre los países. Indudablemente hay muchísimas cosas que arreglar en las relaciones internacionales y en la misma China. Pero lo que creo evidente es que el plan norteamericano es muy deficiente y poco sincero. Solo han empezado a importar los temas de "derechos humanos" cuando ha sido conveniente, mientras que se ignoran situaciones flagrantes de violación de amigos y aliados. Los derechos humanos son importantes por sí mismos, no cuando convienen a unos y a otros.

Por esta vía solo se conseguirán conflictos. El diálogo es más importante que cualquier cerco impuesto, especialmente si es a un país del tamaño y el poder económico de China, aunque no le guste a los Estados Unidos. Al mundo se le pide que haga contra China lo mismo que le pedía Donald Trump. ¿Qué ha cambiado? La retórica nada más, la argumentación, pero los hechos van a peor. No puede ser que otra vez se fuerce a hacer lo mismo. es demasiado evidente que los negocios van por delante y los derechos humanos son el banderín de enganche de los que se ven perjudicados por el desarrollo chino. Así no se avanzará en lo esencial, aunque sobre esto cada uno tenga sus prioridades, por lo visto. Me imagino que Europa está ya desarrollando su propia estrategia diferente a la del "Reino Unido del Brexit" y de los intentos norteamericanos de restaurar su liderazgo, perdido por sus propias acciones. Esto se le ha repetido en estos años oscuros, con poco éxito.

El argumento de la alianza democrática contra China está lleno de agujeros e incongruencias, de sombras e intereses particulares. Biden ha cambiado la música, pero no la letra. 


 

* Beatriz Navarro "Biden intenta reclutar a la UE para formar una “alianza de democracias”" La Vanguardia 26/02/2021 https://www.lavanguardia.com/politica/20210326/6607872/que-pasara-pere-aragones-no-investido-presidente-generalitat-cataluna-parlament.html

** David E. Sanger "Biden Defines His Underlying Challenge With China: ‘Prove Democracy Works’" The New York Times 26/03/2021 https://www.nytimes.com/2021/03/26/us/politics/biden-china-democracy.html

*** Ben Wescott  "China has unleashed the nationalist genie. Beijing may regret letting it out of the bottle" CNN  27/03/2021 https://edition.cnn.com/2021/03/26/china/xinjiang-china-us-wolf-warrior-patriotism-intl-hnk/index.html