lunes, 3 de junio de 2019

El ultimátum del casero

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Lo que tiene que llegar, llega. Cada día es más evidente que los Estados Unidos de Donald Trump son un socio cada vez menos deseado. En otras ocasiones hemos tocado aquí la cuestión de la defensa europea como una necesidad creada por el propio Trump ante el estado de amenaza a que está sometiendo al mundo. En muy poco tiempo en la Casa Blanca, el presidente Trump está destruyendo las alianzas de años, de décadas entre países con unas actitudes inaceptables en casi todos los órdenes. El de la Defensa no iba a ser una excepción.
Trump, la política es el espejo del alma. Para comprender sus posturas hay que aproximarse a través de una personalidad egocéntrica y narcisista, que gusta de jugar con el poder. Es intervencionista y agresivo, nunca será un socio leal porque la lealtad es algo que exige pero que no practica. La larga serie de abandonos en su círculo atestiguan que sus exigencias no son fáciles de satisfacer.
La inseguridad mundial creada por Trump deshaciendo acuerdos y obligando con todo tipo de mañas a los demás a sentarse a renegociar, que dice ser su "especialidad", hace necesaria una política independiente en defensa. Aquí calificamos como matonismo proteccionista la política de venta de defensa tras crear los conflictos en los bordes, en las fronteras de la Unión Europea. La manipulación de la OTAN ha sido una de sus bazas para hacer una Europa más dependiente y que le pague más. Con Trump solo quedan dos opciones: te unes a sus enemigos (como hacen los que buscan el amparo de Putin, como hizo Turquía) o te independizas (como quiere hacer Europa creando su propio sistema de defensa). Él, por el contrario, quiere que seas más dependiente para venderte la defensa, presumiblemente, cada día más cara. Si protestas, no tiene más que crear un conflicto en las fronteras para volverlas más inseguras. Y todo lejos de casa, land of the free, home of the brave.


El diario El País nos trae una información que señala que el momento esperado llegó finalmente. Con el titular "EE UU da un ultimátum a Europa para que rectifique su plan de defensa", el corresponsal en Bruselas, Bernardo de Miguel, informa:

Estados Unidos ha pasado de la presión al ultimátum para que Europa cambie el rumbo de su incipiente política de defensa y la mantenga estrechamente vinculada a los intereses de Washington, que exige participar en los proyectos de armamento, lo que rechaza Bruselas por temor a quedar atrapada en la normativa estadounidense de exportación de material militar. La tensión ha alcanzado tal nivel que la Administración de Donald Trump ha advertido a la UE de que se expone a quedarse sola ante amenazas como Rusia si sigue adelante con su plan, según documentación a la que ha tenido acceso este periódico.
El ultimátum se produjo el pasado 22 de mayo en Washington. “Cuando se produzca una crisis y si vuestras defensas fracasan, vuestros ciudadanos no se van a sentir muy impresionados por el hecho de que el armamento adquirido fuera solo de los países europeos”, advirtió Michael Murphy, máximo responsable para Europa de la Administración estadounidense, durante un explosivo encuentro entre las dos partes en Washington, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico. El choque transatlántico tuvo lugar durante la visita a la capital de EE UU del comité de embajadores europeos de política y seguridad (un órgano llamado COPS), que se desplazó en pleno para reunirse con altos cargos de la Administración de Trump.*


Como se puede apreciar, es el plan Trump al cien por cien. La noticia sale, además, en el momento en que Trump llega a Reino Unido, en una no deseada visita. Para calentar su llegada se ha mostrado favorable a que sea Boris Johnson en que lidere el gobierno británico y el partido de los tories, y partidario de un Brexit duro, de ruptura directa con Europa.
La causa se puede ver ahora más claramente, por si alguien tenía dudas: una Europa dividida es mucho más dependiente de los Estados Unidos. Trump no quiere socios; quiere clientes en su monopolio militar de la defensa. Para ello la desunión de Europa es esencial en sus planes.


La presencia de Steve Bannon en Europa alentando y organizando el populismo anti europeísta es uno de los gestos más hostiles hacia la Unión Europea. Se hace con el mayor descaro. Bannon no trabaja para Europa; lo hace para mantener la estrategia de Trump hacia una Europa débil. Lo sorprendente es la ceguera de los que se llaman defensores de la "naciones", que prefieren mantener esta farsa con tal de hundir a la Unión.
 Lo mismo que hace en la telefonía, lo hará con las defensa y la industria que genera. Pronto empezará la sarta de sanciones y amenazas a aquellos que no quieran entrar en tratos con las empresas norteamericanas. Empezará a sembrar la desunión mediante ofertas a los países más cercanos a la política norteamericana y alejados de la idea europea.
Los negocios de Trump siempre cuentan con el uso de la fuerza para mantener a los "clientes" en la cartera. Pero los cálculos le pueden fallar esta vez. Europa debe seguir su línea de autonomía defensiva, a tenor de lo visto.
El ultimátum dado a Europa es inaceptable. Es además una señal clara de la visión del mundo según Trump. Se siente como el casero del mundo, imponiendo sus condiciones a los inquilinos. Lo aceptas o a la calle.



* "EE UU da un ultimátum a Europa para que rectifique su plan de defensa" El País 2/06/2019 https://elpais.com/internacional/2019/06/01/actualidad/1559389670_532613.html



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