lunes, 11 de septiembre de 2017

¿Dónde están los rusos?

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La proximidad de las elecciones alemanas vuelve a poner en estado de vigilancia a los responsables de la seguridad. Los ataques que se han ido produciendo desde detrás de las fronteras rusas hacen sospechar que Putin tiene un nuevo plan desestabilizador. Después de la que hay liada en los Estados Unidos con la trama rusa y los intentos con Macron, etc., parece que Alemania está destinada a sufrir algún tipo de ciberataque cuyo objeto está poder determinar.
Las sanciones europeas por la invasión de Crimea y el Este de Ucrania han tenido un efecto sobre Rusia y han abierto una guerra en la que se trata de desestabilizar Europa allí donde se puede y de forma muy variada. Tras los fracasos de los partidos populistas cuya simpatía por Putin es un hecho constante, a Putin se le abren varias vías.
El semanario Spiegel Online titula "Germany Prepares for Possible Russian Election Meddling" y especula sobre las intenciones del Kremlin en estas próximas elecciones. No creen que Putin deje pasar la oportunidad de intentar manipular las elecciones con algún tipo acción. Apoya la hipótesis los diversos ataques producidos anteriormente a instituciones y figuras políticas alemanas que han sido jaqueadas.
El artículo comienza haciéndose eco de diversas publicaciones que han manifestado su preocupación y las que, por el contrario, tratan de tranquilizar a los electores germanos:

In recent weeks, officials inside Germany's security agencies have been fondly circulating an article from the website of Foreign Policy magazine that was published on Aug. 3 with the headline, "Russian Hackers Can't Beat German Democracy."
The article speculates about what Russia could do to disrupt the German federal election, which takes place on Sept. 24, and argues that the Russians will certainly attempt to interfere. Notably, though, the magazine concludes that the Kremlin is unlikely to succeed. Germany, the article argues, is excellently prepared for dealing with any attack because politicians and voters alike have been sensitized to the threat -- and because the country's media system provides a protective shield against disinformation campaigns.*


Que los alemanes confíen en sus servicios de seguridad está bien, pero no lo es todo. Los ataques pueden ser de naturaleza muy distinta. El robo de información previo pone en manos rusas la estrategia adecuada para ser más eficaz. No todo es cuestión informática sino, más allá, mediática. Según lo que los robos les hayan permitido obtener, lo lógico es que su estrategia varíe. No se trata de un burdo golpe, sino de otras posibilidades, especialmente las que llevan a cambiar de orientación a la opinión pública. Así se hizo en los Estados Unidos con la liberación de los correos de Hillary Clinton. El jaqueo es el medio, no el fin que es la desestabilización de la democracia.
¿Cómo se hace esto? Evidentemente dando más cancha a los grupos más conflictivos y desestabilizadores de la política y unidad europeas. Se trata de debilitar las instituciones abriéndole el camino a grupos que las destruyen desde dentro y que por estar en ellas logran protagonismo amplificado. Los antieuropeístas en el parlamento europeo son petardos colocados en los órganos de la democracia. Su objetivo es boicotearlas y con ellas a Europa.


El artículo de Spiegel Online se cierra con un pequeño panorama de las actuaciones rusas:

Independent of the individual assessments and speculation, the German authorities are united in their view that Russia is pursuing its strategic interests in Germany through disinformation tactics and attempts to sow division. The case of a 13-year-old Russian-German girl in January 2016 illustrated just how vulnerable the country's large Russian population can be to manipulation from Moscow. The Russian media reported widely on false claims the girl had been kidnapped and raped by migrants, sparking numerous protests by members of the Russian community in Germany, despite vehement denials by German government officials that anything had happened.
Even after the sometimes hysterical debate over "fake news," the steady stream of false information coming from the social-media accounts of people friendly to Russia as well as state-run media remains a serious problem. The German-language offerings of Russian state media like RT or Sputnik are important social media influencers and plug into a network comprised of everyone from pro-Russian activists to far-right accounts in Germany and in the U.S. The target is often Angela Merkel and her, real and alleged, immigration policies.
As before, German authorities consider such disinformation campaigns to be the greatest threat in the final stretch of the election campaign.*

El jaqueo de datos es la punta más llamativa del problema por lo que tiene de intrusión. Pero creo que es más grave, por eficaz, el manejo de informaciones falsas o manipuladas a través de los medios que el Kremlin posee para intoxicar informativamente a los países.
No son los alemanes los únicos preocupados por lo que pueda ocurrir. Con el titular "As Germans prepare to vote, a mystery grows: Where are the Russians?", The Washington Post da por hecho que los rusos están ya con sus posiciones tomadas y se preguntan por su silencio:

BERLIN — In 2015, suspected Russian hackers broke into the computer networks of the German Parliament and made off with a mother lode of data — 16 gigabytes, enough to account for a million or more emails. 
Ever since, German politicians have been watching nervously for the fruits of that hack to be revealed, and for possible embarrassment and scandal to follow. Many warily eyed September 2017 — the date of the next German election — as the likely window for Russian meddling to once again rattle the foundations of a Western democracy.
But with the vote only two weeks away — and with Russian President Vladimir Putin’s European nemesis, Chancellor Angela Merkel, seemingly on track for a comfortable win — the hacked emails haven’t materialized.
Nor have Russian-linked propaganda networks churned into overdrive with disinformation campaigns. Even Kremlin-orchestrated bots — blamed for the viral spread of fake news in last year’s U.S. presidential campaign — have been conspicuously silent.
The apparent absence of a robust Russian campaign to sabotage the German vote has become a mystery among officials and experts who had warned of a likely onslaught. **


El robo de correos a miembros del Bundestag en 2015 sigue siendo un factor de temor en Alemania. ¿Por qué no se ha usado todavía nada de aquel material? Ellos sabrán. El que roba materiales de este tipo decide el calendario.
Lo importantes, sin embargo, por encima de las formas está el principio general de la manipulación: Rusia interfiere en todo aquello que puede causar inestabilidad o agravarla. De eso no hay duda e ignorarlo no es una buena estrategia.
Recoge The Washington Post la opinión de expertos: “The intention [of Russia] is to destabilize European society,” said Annegret Bendiek, an analyst with the German Institute for International and Security Affairs. “In Germany, that’s not so easy.”**
Puede que Alemania no sea fácil de desestabilizar, pero Putin lo intentará. Son muchos los caminos abiertos. En julio, The New York Times titulaba Will the Russian Hack Germany, Too?". El énfasisi estaba, claro, en el "también" que daba por hecho su eficacia en las elecciones norteamericanas.
La pregunta que todos se hacen ahora es "¿dónde están los rusos?".



* "Germany Prepares for Possible Russian Election Meddling" Spiegel Online 7/08/2017 http://www.spiegel.de/international/germany/how-germany-is-preparing-for-russian-election-meddling-a-1166461.html
** "As Germans prepare to vote, a mystery grows: Where are the Russians?" The Washington Post 10/09/2017 https://www.washingtonpost.com/world/as-germans-prepare-to-vote-a-mystery-grows-where-are-the-russians/2017/09/10/07d47f54-9257-11e7-8482-8dc9a7af29f9_story.html






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