sábado, 1 de julio de 2017

Otro aniversario del 30 de junio

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Ayer se celebró en Egipto el cuarto aniversario del "no coup", es decir, el  derrocamiento de Mohamed Morsi por el Ejército, la toma del poder por los militares y el consiguiente proceso que llevó al poder al entonces ministro de Defensa, Abdel Fatah al-Sisi, incluyendo la reforma de la Constitución elaborada por los Hermanos y los salafistas, que tenían un amplia mayoría en el parlamento disuelto, la convocatoria de elecciones presidenciales y muy posteriormente las elecciones que volverían a traer actividad al parlamento. Tras el anuncio de la detención de Mohamed Morsi, se suceden momentos de violenta resistencia que acaban con cerca de mil muertos.
El año de Morsi fue un año nefasto para Egipto, de prepotencia islamista, con una constitución sectaria y la "brotherización" del Estado que se ve asaltado en todas sus escalas para controlarlo. Solo el Ejército queda al margen dentro de un juego de décadas de relaciones oscuras, pues los islamistas siempre han estado presentes en la vida egipcia con una etiqueta u otra.
Comenzaron diciendo que ellos "no eran un partido" e hicieron uno con exigencia de voto para todos sus afiliados (lo que les valió un choque con sus propias juventudes); después dijeron que no aspiraban al poder ni presentarían candidato presidencial y acabaron colocando a Mohamed Morsi en la presidencia, donde dijo que gobernaría para todos y solo lo hizo para los islamistas. Fue esta impaciencia en alcanzar sus objetivos, lo que le llevó a cometer el error esperado: ir demasiado deprisa en sus aspiraciones, lo que provocó la indignación general y las protestas, sectoriales y masivas, que fueron usadas como excusa para dar un decretazo que equivalía a más poder que el que al autócrata Mubarak había tenido en sus treinta años de mandato bajo una ley de Excepción. La comunidad internacional, incluida Merkel en representación de Europa, advirtió a Mohamed Morsi sobre el recorte de libertades y los ataques a las minorías, a los coptos, y la reducción de derechos de las mujeres. Pero Morsi hizo poco o ningún caso; dijo que eran "asuntos internos" y siguió queriendo controlarlo todo.
La responsabilidad de que las fuerzas liberales y las surgidas de la revolución de 2011 no pudieran articularse en un frente democrático unido para hacer frente a los islamistas es en gran medida del régimen anterior y especialmente del Ejército, que había evitado la formación de un partido fuerte para poder seguir controlando el país con el partido creado al efecto como apoyo para los gobiernos, presididos siempre por militares. 


Al Ejército —dueño real del país y enunciador de sus discursos oficiales—  nunca la ha interesado un partido democrático, sino uno que velara por los intereses forjados a lo largo de las décadas. Por eso, ya con El-Sisi, se crea una ley debilitadora del parlamento, para que los partidos apenas puedan crecer y no tener protagonismo alguno en la política. Como sabemos, el parlamento es un coro del gobierno con algunas voces discrepantes que son acusadas de traición si denuncian las situaciones y actuaciones, como ocurrió con el diputado Anwar el-Sadat y la situación de los Derechos Humanos.
La prensa egipcia no ha realizado demasiada exhibición en la conmemoración del 30 de junio. Los problemas semántico políticos se acumulan. La versión oficial del régimen es que no se trató de un "golpe de estado" (solo los islamista y traidores lo llaman así), de ahí la ironía del "no coup". Cómo llamarlo hizo gastar mucha energía a los egipcios, pues encontraron otro nuevo motivo de discordia.
Después vino la cuestión oficial: había que considerarlo una "revolución" popular. El Ejército había hecho lo que el "pueblo" le pedía. Pero lo que se pedía inicialmente eran disolución del gobierno y parlamento y la realización de nuevas elecciones, una vez que muchos consideraban que habían sido engañados por los islamistas.
Gran parte de los votos —aunque no se pueda estimar cuántos— se los dio la perversa estrategia del Ejército que convirtió mediante un candidato militar, Shafiq, las elecciones en una lucha entre "sistema viejo" y "sistema nuevo". Mucha gente se abstuvo por no votar a militares ni a islamistas; otros muchos consideraron absurdo hacer una revolución para luego votar a aquellos contra los que se había ido, los militares, y votaron por Morsi sin ser islamistas. Conozco a personas que se vieron en esta tesitura moral y política de tener que elegir lo peor a sabiendas de que corrían el riesgo de perder las libertades por los islamistas o por los militares. Y el Ejército calculó muy mal, para variar.
Todavía era necesario un paso más: hacer que fuera el pueblo quien quedara comprometido. Tras las grandes concentraciones patrióticas, el Ejercito se consideró "legitimado" (era lo que les habían pedido, legitimidad) para el uso de la violencia contra los focos de resistencia de los islamistas. En aquellas batallas murieron cerca de mil personas.
Más allá de las muertes, aquella violencia produjo más violencia en formas de penas de muerte, encarcelamientos, detenciones, y, sobre todo, una brecha en la sociedad egipcia. Considerar a los islamistas como una fuerza exterior es absurdo porque los islamistas son egipcios. Egipto es donde se fundan los Hermanos Musulmanes, que se extenderán por los países musulmanes con distintas etiquetas y matices, pero siguiendo la inspiración de El-Banna. Otra cosa es que sus planes transciendan las fronteras y sean una auténtica internacional.
Para mantener la idea del 30 de junio entre el pueblo egipcio,  se fijan dos mitos: el revolucionario del 30 de junio, considerado como una "rectificación" de los errores producidos en la revolución de 2011 y el del carácter no egipcio de las fuerzas discrepantes. Eso afecta incluso a los liberales y demócratas, que son convertidos en parte de conspiraciones internacionales contra Egipto. "No coup" y "no egipcios" son las dos ideas que legitiman las acciones, el levantamiento y la persecución. Las dos refuerzan el papel del Ejército en el poder, que debe defender al país de sus enemigos interiores y exteriores.
Tras lo expuesto, creo que es más fácil entender el sentido del discurso conmemorativo del presidente El-Sisi tal como es recogido por el diario estatal Ahram Online:

President Abdel-Fatah El-Sisi hailed the Egyptian people on the fourth anniversary of the mass protests on 30 June 2013, saying they should be proud of what has been achieved so far, but that there is still a long way to go.
Sisi said in a televised speech that the government has achieved much since 2013, specifically in "fighting terrorism, confronting foreign powers that support terrorism and economic development".
Friday marks four years since millions of Egyptians took to the streets to protest the rule of Islamist president Mohamed Morsi, who had been elected one year earlier.
Morsi, who was removed from office on 3 July 2013 and tried on various charges, has been incarcerated ever since.
“30 June is a unique example of popular revolution, as the people demanded change and the institutions responded,” the Egyptian president said, adding that Egyptians also took a stance against terrorism in their protest.
“Four years on, we see a lot of sacrifices from security forces... and we continue to fight terrorists until victory,” El-Sisi said.
Hundreds of Egyptian security personnel have been killed in attacks by Islamist militants on army and police forces – mostly in northern Sinai – in the last four years, while the military has killed hundreds of insurgents as part of its ongoing campaign to end the insurgency in North Sinai.*


Dos de los tres objetivos son defensivos, es decir, militares. Y el tercero casi lo es dada la presencia del Ejército en la economía egipcia. El poco énfasis en que el poder surge de las urnas y su continuo retroceso a la "voluntad popular" y la "popular revolution" implica que el presidente desea ser considerado más como la cabeza del Ejército salvador que como el resultado de una elección. Es bastante revelador, especialmente si consideramos la crítica situación económica, el fracaso de los proyectos emprendidos que no han tenido los resultados prometidos y la inseguridad creciente, especialmente para los coptos, que se han visto convertidos en objetivos ante la ineficacia del gobierno para ampararlos frente a la violencia sectaria.
Es sorprendente que tras cuatro años, los "objetivos" del pueblo egipcio sean "combatir al terrorismo", "combatir a los poderes extranjeros" y el "desarrollo económico". Este último es una forma de justificar las duras decisiones tomadas con los recortes a subsidios. Con una libra cuyo cambio pasó de 8 por dólar a más de 20 en ocasiones y ahora alrededor de 18; con recortes continuos de las subvenciones a las que se acogen decenas de millones de egipcios que no podrían recurrir sin un Ejercito al que se ve como proveedor de todo... el discurso económico es muy difícil de sostener. Esta semana han tocado los recortes en subsidios con la consiguiente subida del precio de la gasolina.
Toda la retórica sobre el papel de los militares, su sacrificio, asume un mundo maniqueo del que no se ve una auténtica salida. La posibilidad de una democracia real en Egipto está más lejana que nunca precisamente porque se evita que sean fuerzas democráticas las que puedan decidir. Ni el Ejército ni los islamistas lo son, como se ha demostrado sobradamente. Son formas autoritarias que se recubren de ropajes vistosos cuando es necesaria y que viven, sobre todo, de la credulidad. Eso ha producido un abandono progresivo de la vida política oficial y un dedicarse a la sociedad civil, algo que tampoco es bien visto por el régimen que quiere ser el único fondo del que se abastezcan los egipcios para asegurarse su perpetuidad. Es triste ver que es el germen de la intransigencia el que anida e impide un desarrollo democrático. De ahí la tristeza que provoca considerar el "no coup", la constatación de un fracaso de convivencia, como un día glorioso.
La segunda parte de la noticia de Ahram Online incide en los motivos de satisfacción:

El-Sisi said in his speech that after 30 June, “Egypt regained its leading international role, standing against countries that support terrorism and standing by countries rebuilding their institutions."*

Es difícil mantener un engaño mayor. Egipto no lidera nada, falacia con la que se adula su ego. Solo existe el "fantastic guy" del personaje más desprestigiado del mundo, Donald Trump, como acaba de mostrar una encuesta internacional: solo Rusia e Israel piensan que con él el mundo puede ir mejor. Lo hemos visto hace unos días en la encuesta del Pew Research Center.


El propio comité del senado norteamericano que maneja los fondos consideró por boca de su presidente, el republicano Lindsay Graham, tras escuchar los informes de los expertos, que la situación egipcia era desastrosa y arrastraba a los propios Estados Unidos. La revista Foreign Policy recogía las actitudes de los políticos norteamericanos ante lo que oyeron:

Some key lawmakers seem to be getting tired of Egypt, which has in the six years since the start of the Arab Spring struggled to achieve a stable economy or deliver many of the idealistic visions that animated protesters in Tahrir Square. Graham said just because Egypt has historically been stable does not mean it will always be. “We need to reshape the relationship in a way that’s sustainable,” he said, adding that the military cannot be the strongest player in the economy.
Sen. Jerry Moran (R-Kan.) received assurances that Egyptian-Israeli relations would not deteriorate in the absence of U.S. support, a line of questioning that seemed to suggest the United States could reconstruct its relationship toward Egypt without awakening the wrath of Israel’s staunch supporters.
Trump’s no-questions embrace of Sisi doesn’t just color U.S.-Egyptian relations, Malinowski said: The rest of the world has noticed, and comes up when the United States tries to discuss human rights. (Just a few days ago, video emerged of extrajudicial killings by members of the military in North Sinai.)
“The whole world sees the spectacle” of Sisi welcomed in the White House without a mention of human rights, said Malinowski, saying he was saddened by the spectacle.**


Difícilmente puede esto considerarse un "liderazgo internacional". Se cuestionan incluso, si es necesario apoyar a Egipto por cubrir a Israel.
Los gobiernos occidentales que reciben a El-Sisi lo más que llegan es a una fría recepción dado lo delicado de la situación en la zona. Hay un respaldo a la lucha contra el terrorismo, pero no una justificación de la situación muy negativa de los derechos humanos. La excusa del terrorismo busca acabar con la resistencia democrática. Los cortes a los medios de comunicación, los bloqueos y censuras no son justificados por nadie. La retórica del liderazgo internacional es completamente injustificada, falsa y dedicada al cultivo interior de la imagen del Ejército y las Fuerzas de Seguridad. Casos como los de Shaimaa al-Sabbagh o del italiano Giulio Regeni demuestran que el concepto de terrorismo o de peligro es muy fino en Egipto.
El diario estatal continúa con la celebración de los logros del 30 de junio: «El-Sisi also said that electing a new parliament in 2015 was a political success for Egypt.»* El parlamento es la institución más desprestigiada en Egipto. No tiene la cobertura nacionalista del Ejército y se exhibe en su propia mediocridad, a través de sus absurdas y retrógradas propuestas. Desde el principio, nació disminuido. Algunos, llevados por la sisimanía y la tradicional adulación del poder, se preguntaban para qué era necesario un parlamento con un presidente tan eficaz. Su diseño fue realizado como un trabajo de encargo: hacía falta un parlamento muy fraccionado, con poco peso de los partidos y con una gran fuerza que apoyara al presidente que entrara por otras vías. Y es lo que se tuvo. Sus propuestas y debates hacen sonrojarse a los propios egipcios: desde la exigencia de exámenes de virginidad para entrar en las universidades, a la prohibición de nombres occidentales para los niños y niñas, pasando por la aceptación de la ablación en nombre de la patria o mutas a los que no obedezcan a sus mayores. Hace poco más de un mes, Egyptian Street recogía en uno de sus artículos las más extravagantes propuestas llevadas al parlamento y explicaba:

Apart from the clashes and quarrels inside the parliament that are common in several countries, Egypt’s parliamentarians have repeatedly proved that they don’t have much to bring to the table. Every now and then, a member decides to come up with a new controversial draft law that makes people question whether these MPs are actually familiar with people’s needs and demands or not.***


Hacer elecciones es un éxito que no se acaba en la fecha sino en la calidad de la vida parlamentaria lograda. En este caso es nulo. El caso de las islas de Tiran y Sanafir va a acabar de hundir el prestigio que pudiera tener el parlamento en el momento en que sancionen la entrega siguiendo el mandato presidencial y frente a otras instituciones y, sobre todo, la calle, que no entiende la entrega en un episodio absurdo.
Cuando tiene que sacar a relucir el aspecto económico en el discurso, Ahram Online señala:

On the economic front, El-Sisi said that the government has "launched mega development projects across Egypt... We also implemented an economic programme that is changing the reality of Egypt and resolving the economic crisis."
In mid-2014, Egypt launched a plan to introduce fiscal reforms, including levying new taxes and fuel subsidy cuts – the latest of which were announced on Thursday – to ease a growing budget deficit – currently estimated at 12.2 percent of GDP – as well as floating the Egyptian pound in November 2016.
The first increase of fuel prices came in November, shortly after the pound flotation, raising prices up to 78 percent.
“Changing the status quo requires a long time, but we are already seeing improvement in economic indicators and in the atmosphere of investment and economic growth,” he said.
“I salute the people for bearing the hard measures that we had to take... I am confident in the future,” El-Sisi concluded.*

La elasticidad de la confianza tiene un límite. Las promesas tienen fecha de caducidad y los egipcios no ven ese futuro dorado que ansían y no llega. Tampoco se percibe en el horizonte. La situación de la zona, tras la llegada de Trump, está mucho más complicada de lo que estaba, aunque parecía difícil lograrlo. El lío qatarí tiene consecuencias y ha unido en apoyo a Qatar a Turquía y a Irán. Eso no es bueno para nadie y menos para la solución futura de esta enorme y cruel sangría del pueblo sirio. Los ataques a Qatar, que vienen de lejos, y los conflictos con Aljazeera forman parte del panorama egipcio, pero no van a solucionar ningunos de sus problemas.


La economía no va a mejorar en la zona. Más bien la idea de Trump es mejorar la economía norteamericana aumentando el gasto en material militar e ir vendiéndolo a los amigos, cosa que ha hecho con Arabia Saudí. Lo de Qatar es más bien un ajuste de cuentas por disidentes y seguir su política al margen. Egipto está obligado a seguir la política saudí por su dependencia económica. Los saudíes dieron un portazo a Egipto, dejando de invertir y suspendiendo la venta de petróleo. Le bastó con esos gestos para que el gobierno dejara de discutir sobre las islas y ordenara a los demás lo mismo. Pero no es tan fácil cultivar el nacionalismo y luego entregar islas a cambio de ayuda económica.
Hay dos artículos en la prensa sobre el 30 de junio. El primero es de Egypt Independent y recoge una manifestación de apoyo en Alejandría:

Dozens of Alexandria residents rallied on Friday after Friday prayers at Qa’ed Ibrahim Mosque to celebrate the 4th anniversary of the June 30 revolution amid tight security.
They held photos for President Abdel Fattah al-Sisi, Egyptian flags and photos for late President Gamal Abdel Nasser that read “Egypt Will Never Kneel Down!”
The crowd raised banners that expressed support for the June 30 revolution.
They chanted “We Are with You All The Way, Sisi!” and “May God Protect Egypt!”, and “We Don’t Mind a Church Beside a Mosque!”
Alexandria security authorities deployed forces at the area of the rally in anticipation of riots. They announced a state of emergency in all the governorate’s executive bodies on Friday.****


No parece mucha gente celebrando el acto y las fotos no permiten apreciar más que unos pequeños grupos. Si hubiera más gente seguramente se verían en las fotos. Pero no se trata de mucho o poco más que a efectos del apoyo a la presidencia.
Los cierres y bloqueos de medios egipcios, más de cien ya, solo reflejan el intento de silenciar las voces del descontento y dejar la propaganda funcionar a través de una visión unilateral.
El artículo firmado por Doaa El-Bey en el estatal Al-Ahram Weekly y titulado "Perpetual motion", traza un panorama de las relaciones internacionales que es una mezcla de medias verdades de las que lo importante es la fotografía, un Sisi sonriente ante Trump, Putin, Merkel y Hollande. Las opiniones vienen de Rakha Hassan, miembro del Comité de Asuntos Exteriores egipcios, es decir, una visión oficial que traza un panorama idílico de las relaciones internacionales. Los viejos problemas se solucionan y Egipto lidera la lucha contra el terrorismo en el mundo con el apoyo de todos.
Egipto tiene el apoyo y solidaridad frente al terrorismo, pero hay muchos matices y condenas en muchas otras cosas. Las sonrisas que se nos muestran en los dirigentes son de cortesía y no de apoyo en muchas cosas que se critican, en especial en materia de derechos humanos y recortes de libertades.
El cierre del artículo, por ejemplo, es el apartado dedicado a las relaciones con Europa:

EGYPT-EUROPE: The EU, and especially Germany, was critical of Mohamed Morsi’s ouster. The position, though, began to shift when Cyprus, Greece and Italy showed support for the new Egyptian regime.
Following his election Al-Sisi paid two important visits — one to Italy and the Vatican and the other to France. The visits boosted political, military, cultural and economic relations between Egypt and several European states.
Improved relations with Germany culminated in Al-Sisi’s visit to Germany earlier this month to participate in the African summit held in Berlin. He met with German Chancellor Angela Merkel and senior German officials to discuss bilateral relations and pressing regional issues. The trip came three months after Merkel visited Egypt to inaugurate the first phase of a Siemens megaproject in Egypt.*****


La visión de las relaciones apenas reflejan los problemas existentes que se refieren básicamente a los derechos humanos. Es un insulto a la inteligencia considerar a una Italia que sigue reclamando la verdad sobre el secuestro, tortura y asesinato de Giulio Regeni como un aliado de Egipto. Tampoco creo que Alemania se vea reflejada en el retrato hecho por Al-Ahram Weekly. Pero la función de esto no es que Alemania o Italia se vean reflejadas en el artículo, sino enaltecer al régimen egipcio y a su presidente en horas bajas de popularidad interior y rechazo de la evolución egipcia en materia de derechos humanos.
La crisis económica es mucho más difícil de camuflar. Es la que padecen todos los egipcios y de la que quejarse conlleva el riesgo de ser considerado traidor o terrorista, como ocurrió en el famoso caso del conductor del tuk-tuk al que azar para unos y la conspiración para otros le puso una cámara y un micrófono ante la boca. Era demasiada tentación.


Hoy, pasado este tiempo, el panorama no es demasiado bueno ni en lo político ni en lo económico formándose una interacción peligrosa. Son las crisis económicas las que más teme el Ejército egipcio, acostumbrado a crearse una imagen de madre nutricia. Hay demasiada pobreza acumulada en un país que crece en millones cada año. Hay demasiadas contradicciones y muy pocas salidas para un país que tiene agotados a sus agentes políticos, militares, islámicos y religiosos institucionales, cuyos fines ya no son admisibles por una población que aspira a un futuro mejor que su pasado. Dado el pasado, no debería ser una cuestión muy complicada, pero los retrocesos constantes en aquello que debería desarrollarse es grande.
Ayer fue una pobre celebración del 30 de junio, una fecha que no es de un éxito sino del enorme fracaso político de unas instituciones que no supieron ni gestionar ni respetar el deseo de libertades y de un futuro mejor de los egipcios. Los deseos de una democracia egipcia fueron a parar siempre a quienes no la han respetado y a quienes la consideran solo un medio para sus fines.
Es difícil así avanzar hacia el futuro y resolver los otros problemas existentes que Egipto necesita afrontar: la educación, la sanidad, la economía, etc. El terrorismo no se acabará. La guerra de Siria tardará en resolverse y no lo hará con paz sino con una transformación de la violencia que repercutirá sobre todos los intervinientes y vecinos.


El 30 de junio no debe ser cantado como un gran logro. Que se tuviera que llegar a él implica el fracaso de las esperanzas depositadas el 25 de enero de 2011 por una generación que reclamaba futuro y libertades. No logró consolidarse porque ninguna de las fuerzas reales deseaban una democracia. Luchaban por el poder no por el pueblo y sus deseos. La sociedad egipcia era el resultado de 30 años de desidia, abandono y corrupción. El régimen de Mubarak dejó que todo se degradara y eliminó la contestación. El año de Morsi no trajo libertades sino nuevos amos deseosos de imponer sus nueva reglas. Y esto fue aprovechado para la involución; el régimen fue retomando el poder. Los egipcios que pedían secularidad y libertad, han recibido restricciones y sermones, con luchas entre el poder civil y el religioso por la negativa a liberalizar el discurso religioso adaptándolo a los nuevos tiempos.
Algún día los debates deberían ser sobre el futuro y no sobre la violencia. Pero son muchos años, décadas, del discurso de la violencia y de la agresión para cambiar a otro más productivo e ilusionante. Egipto se merece algo mejor.


* "Four years after 30 June, Egyptians should be proud, but long road ahead: Sisi" Ahram Online 30/06/2017 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/271785/Egypt/Politics-/Four-years-after--June,-Egyptians-should-be-proud,.aspx
** "Time to Rethink the U.S.-Egypt Relationship, Experts Tell Senate" Foreign Policy 25/04/2017 http://foreignpolicy.com/2017/04/25/time-to-rethink-the-u-s-egypt-relationship-experts-tell-senate/
*** "https://egyptianstreets.com/2017/05/26/from-ripped-jeans-ban-to-virginity-tests-egypts-parliament-most-bizarre-bills/" Egyptian Street 26/05/217 https://egyptianstreets.com/2017/05/26/from-ripped-jeans-ban-to-virginity-tests-egypts-parliament-most-bizarre-bills/
**** "Dozens rally to celebrate June 30 in Alexandria" Egypt Independent 30/06/2017 http://www.egyptindependent.com/dozens-rally-celebrate-june-30-alexandria/
***** "Perpetual motion"" Al-Ahram Weekly nº 1350 22 junio-5 julio http://weekly.ahram.org.eg/News/20816.aspx

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