miércoles, 31 de mayo de 2017

Del dedo acusador al dedo obsceno

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Con el titular "Staff of blocked news outlets threaten to protest at Press Syndicate"*, se da la señal de partida a un nuevo conflicto creado por el gobierno egipcio tras el bloqueo de 21 medios la semana pasada. Los periódicos caen uno tras otro. Lo que era previsible, es decir, que los errores y carencias se tapan con silencio, se va cumpliendo haciendo complicada la tarea informativa que no sea apologética del régimen o se convierta en trivial.
El silencio y la trivialidad son las dos marcas de identidad de un recelo ante la prensa a la que se teme como fuente de perturbación de la imagen oficial que se quiere transmitir dentro y fuera. Una vez comprobado que es imposible controlar los medios exteriores (por más que cada cierto tiempo algún acólito proponga campañas simplonas para cambiar la percepción), el peso se vuelve hacia el bloqueo interior de los medios. Esto es señal inequívoca del temor del régimen al descenso de la confianza entre los egipcios, que ven cómo las promesas se quedan en muy poco, limitándose a renovarse cuando caducan.
La cuestión de la seguridad no es suficiente para justificar el cierre y bloqueo de periódicos. La política de adquisición de medios practicada sobre ciertos canales de televisión ha sido insuficiente por allegados al régimen no ha sido tampoco suficiente. El bloqueo de 21 medios ha sido la gota que ha colmado el vaso.
Se señala en el periódico:

A number of staff from local media outlets whose websites were blocked in Egypt held a meeting at Al-Bedaiah newspaper headquarters Tuesday to decide on how to escalate against the measures taken by an anonymous state authority to block online access to 21 local and Arab news websites.
According to a statement released following the meeting, representatives from Daily News Egypt, Al-Borsa, Moheet, Al-Mesryoon and Mada Masr were present.
It was decided that a press conference will be held at the Press Syndicate at noon on Wednesday to discuss the impact and consequences of this censorship, the statement read.
“All the attendees agreed that this online block represents a new measure by the government to impose more restrictions on freedom of the press. This measure violates the Constitution and will negatively affect hundreds of workers in the sector,” the statement read.
The attendees noted that all the blocked local media outlets have the required permits and licenses from the authorities and are officially accredited by the Higher Council of Journalism and the Press Syndicate, according to the statement.
“If these media outlets did indeed commit violations or receive funding from the Muslim Brotherhood, as the state alleges, there should be a fair and accurate investigation rather than throwing out accusations with no proof,” the statement read.*



Es más fácil lanzar acusaciones que probarlas y las acusaciones acaban desgastándose de tanto usarlas sin que haya nada que las respalde. El gobierno de Egipto, tan preocupado de su imagen exterior, no puede seguir cerrando periódicos sin que nadie se haga responsable, en primer lugar, y que se deje en situación de indefensión a los perjudicados que son los medios y sus trabajadores, pero también la opinión pública, término importante más allá del objetivo de manipulación, como algunos la contemplan.
A la desaparición progresiva en estos años de periodistas o de voces críticas en los medios, se llega ahora al bloqueo de los medios o a su secuestro, como ha ocurrido ya anteriormente. Muchos han optado por el silencio ante los riesgos. En este sentido, el mayor paralelismo que se puede establecer —y en muchos otros campos— lo encontramos en la autoritaria Turquía de Erdogan. Ambos regímenes convergen en los mismos usos de las excusas, en los mismos fundamentos en la "seguridad" para eliminar del panorama informativo a los medios que les son críticos. Para ello se apoyan ambos en un aparato estatal que va siendo dibujado según sus criterios.
Los medios bloqueados presentes en la reunión han sido claros: no hay ninguna prueba, solo una agresión estatal contra la libertad que la constitución egipcia consagra y de la que son beneficiarios los egipcios en su conjunto. Han pedido el amparo y defensa activa del Sindicato de Periodistas, una institución que será puesta a prueba tras los cambios que ha sufrido en su cúpula hace poco. Se verá ahora cuál es su filiación y devoción.
Hay un gran nerviosismo que se traduce en la introducción de leyes cada vez más restrictivas y en la presión sobre las personas. La cuestión no afecta solo a los medios sino a las personalidades públicas (las pocas) que tratan de crear una corriente crítica de cara a las próximas elecciones presidenciales.
Por su propia configuración, el régimen egipcio está obligado a sufrir su propio desgaste, que es lo que se trata de negar. Al centrar toda su vida política en la figura del presidente, los problemas pasan por él. Eso supone un gran desgaste, ya que no se perciben mejoras en ningún sentido, especialmente el económico, que es el que la gente desea para poder salir de su crisis. Pero la ausencia de soluciones reales, convertibles en mejoras perceptibles, acaba erosionando la figura del presidente. Su omnipresencia es pues un arma de doble filo.


El régimen se ha convertido en hipersensible a la crítica, algo que siempre es síntoma de debilidad. Pocas cosas lo ejemplifican mejor que la detención del abogado y político Khaled Ali, cuyo juicio ha sido pospuesto hasta el 3 de julio. Alí ganó notoriedad al encabezar la reclamación judicial contra la entrega de las islas de Tiran y Tanafir a Arabia Saudí, algo que le convirtió en popular frente a la impopular medida. Y eso se paga.
El caso toma el tono de la comedia por lo absurdo de la situación:

Dokki Misdemeanor Court on Monday adjourned the hearing of former presidential candidate and prominent lawyer, Khaled Ali, until July 3, to give sufficient time for his defense to study the case.
On Wednesday, Dokki prosecution referred Ali to trial on charges of committing an “indecent act,” two day after arresting and questioning him.
Lawyer Samir Sabry filed a case with the Attorney General’s office against Ali, accusing him of making a gesture with his middle finger in the street in January, after the Supreme Administrative Court issued its verdict on the Tiran and Sanafir Islands case.
The Bread and Liberty Party (under construction), which is headed by Ali, said prosecuting the former presidential candidate comes within the framework of government actions “targeting the opposition”.
Ali denied during investigations making obscene gestures with his middle finger, adding that the videos submitted to the prosecution as evidence have been photoshopped.**



No deja de ser un caso "a la turca", uno de esos en los que el irritable Recep Tayyip Erdogan coge grandes rabietas porque alguien ha hecho un chiste, una caricatura o no le ha tomado en serio. Uno no puede imaginarse sin reírse a los peritos estudiando el dedo fotográfico de Khaled Alí para comprobar si ha sido retocado con Photoshop, como ha argumentado.
Independientemente de si el dedo es suyo o es retocado, el régimen sigue mostrando que su autoridad se basa en su incuestionabilidad, algo que no es propio de los regímenes democráticos ni de los que aspiran a serlo. La justificación en el terrorismo o en la seguridad tiene un límite bastante preciso y no puede suponer un estado de arbitrariedad o de presión sobre los discrepantes o las simples figuras de la oposición. Hacer creer que las críticas son conspiraciones es el peor camino que el régimen puede tomar. Y no ha tomado otro más que el control de todas las instituciones que discrepan de sus planteamientos y a las que responsabiliza de sus errores. El cerco es cada vez más estrecho y los márgenes menores.
El caso de Khaled Alí no es único. Lejos de fortalecerse, el régimen se debilita por la carencia de razones. La apariencia democrática es más que una cuestión de imagen. El argumento de que reclamar sus libertades es lo que sumió a Egipto en la crisis actual olvida que los egipcios reclamaron sus libertades porque ya estaban en crisis y padeciendo una ley de excepción de treinta años bajo la que se justificaba todo.
Los errores se repiten una y otra vez. Egipto gira como una noria, volviendo al punto de partida. Del "game over" a "nueva partida".


* "Staff of blocked news outlets threaten to protest at Press Syndicate" Egypt Independent 30/05/2017 http://www.egyptindependent.com/blocked-news-protest-press-syndicate/

** "Khaled Ali hearing for ‘indecent act’ adjourned to July 3" Egypt Independent 29/05/2017 http://www.egyptindependent.com/khaled-ali-hearing-indecent-act-adjourned-july-3/




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