sábado, 18 de marzo de 2017

El gran lío o esto es solo el comienzo

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Como nos temíamos ayer, los británicos han quedado lívidos, estupefactos, antes las declaraciones del Secretario de Prensa de la Casa Blanca sobre el espionaje de sus servicios secretos al todavía aspirante a la presidencia y hoy presidente. La historia de los pinchazos telefónicos a Trump se va a convertir en el guión más absurdo de la historia más absurda. Durante a la campaña, Donald Trump se la pasó pidiendo que jaquearan los correos de los demócratas, de Hillary Clinton y diciendo que "amaba Wikileaks". Pero la paranoia ha cambiado de signo con la llegada al poder.
Pero como toda historia, tiene su moraleja, su pequeña lectura moral sobre lo que es sembrar tantos vientos y luego extrañarse de las tempestades. Para Trump la Casa Blanca es una especie de púlpito desde el que se mantiene en contacto con lo que él cree es su baza más fuerte: el pueblo. Receloso de los partidos, de los políticos, etc. un mundo que desconoce, Trump se ha atrincherado en la Casa Blanca como antes lo había hecho en la Torre Trump. Desde allí interpreta el mundo y toma decisiones con una información muy limitada y sesgada, algo que parece no le preocupa. Hasta que estallan los escándalos.
La inclusión de los servicios secretos de Reino Unido no ha hecho ninguna gracia allí; por contra, sí lo ha hecho en Estados Unidos teniendo una víctima previsible, la Fox. The Washington Post titulaba "Dear Fox News et al.: How does it feel to be taken very, very seriously?"*. El titular es verdaderamente sarcástico pues deja a la Fox a los pies de los caballos. El diario señala:

There was a time when a guy like Judge Andrew Napolitano could make some marginal remarks on Fox News, and only a large plume of non-White House officials would take him seriously. Perhaps a website or two would pick up on them. Then everyone would move on to other matters.
Then came yesterday. White House press secretary Sean Spicer launched an extended rant about how many news stories had nibbled around the marbled edges of President Trump’s flabby and baseless assertion that former President Barack Obama had wiretapped Trump Tower. “On Fox News on March 14th,” said Spicer, “Judge Andrew Napolitano made the following statement: ‘Three intelligence sources have informed Fox News that President Obama went outside the chain of command. He didn’t use the NSA, he didn’t use the CIA, he didn’t use the FBI, and he didn’t use the Department of Justice. He used GCHQ. What is that? It’s the initials for the British Intelligence Spying Agency. So simply, by having two people saying to them, ‘the President needs transcripts of conversations involved in candidate Trump’s conversations involving President-elect Trump,’ he was able to get it and there’s no American fingerprints on this.”*


A los británicos no les hace ninguna gracia verse por segunda vez liados en los tejemanejes de Trump. El primero fue el del dossier del ex agente secreto que contenía información sobre las relaciones de Trump con Rusia, incluido el uso de la cama en la que había descansado anteriormente el matrimonio Obama. Aquel dossier y el desvelamiento del autor levantaron ronchas.
Pero esto es otra cosa. Ya no se trata de ex agentes metidos a detectives privados, sino de señalar la implicación de los servicios secretos británicos en el espionaje del candidato a la Casa Blanca. Es algo muy serio.
La fuente de todo esto, aireado por Trump, no es otra que un comentario salido de una tertulia de la Fox News. Eso es lo que ha dicho el presidente y sus portavoces cuando se les ha pedido que den explicaciones o se retracten. Los británicos, por su parte, han sido tajantes: “We’ve made clear to the administration that these claims are ridiculous and should be ignored”*.
Pero el sentido del ridículo está en franca regresión en los Estados Unidos. No es el único caso que Trump ha abierto en su obsesión con Obama. Por su parte, en la CNN, Nia-Malika Henderson, "Senior Political Reporter" analiza la fijación que Donald Trump parece tener con Barack Obama, algo que comienza a parecer realmente enfermizo:

Now, it seems, Trump may have landed on a conspiracy theory that has equal staying power.
In fact, the contours of his recent Obama fixation have much in common with birtherism. With his wiretapping claims, Trump once again positions himself as the great unmasker of Obama, a fraudulent figure who isn't who he says he is -- or so the theory goes.
For Trump's base, Obama is the ready-made villain, now recast as the embodiment of the "deep state."
But with Congress, the press, (even Fox News hosts), and intelligence agencies all casting doubts on his claims, Trump is a man on an island, a familiar and comfortable place. As with birtherism, it's Trump against almost everybody, a vantage point that allows him to constantly be the embattled, populist outsider, even as he sits in the White House.
Key to his birtherism claims were constant promises of the big reveal. Investigators had been dispatched to Hawaii, Trump claimed. Once that approach grew thin, Trump's relationship to birtherism devolved into a constant cliffhanger, which is precisely where things stand now with the wiretapping claims.
Does Trump believe Obama wiretapped or spied on him more broadly at Trump Tower or anywhere?
For now, Trump seems happy to tell the country what he said for five years about Obama's origins: stay tuned. Let the countdown clock 'til the big reveal begin.**


Empieza a dejar de ser insólito en la prensa —norteamericana e internacional— el tener que descender uno o varios escalones en la motivación al analizar las acciones de Donald Trump. Es evidente que no es lo que se espera de un presidente, por muy variados que hayan sido. Trump tropieza constantemente con sus propios cordones.
Dijimos hace mucho tiempo que los peores enemigos de Trump eran Trump y sus negocios. El primero está demostrando ser más difícil de combatir que el segundo. La personalidad de Trump tiene un componente sádico que le lleva a destruir al adversario. Lo ha practicado con personas en las que se ha cebado. Su concepto de adversario es también peculiar. Es lo que creo que trata de señalar Nia-Malika Henderson, la comentarista política de la CNN, cuando plantea la fijación que Trump tiene con Obama. Trump no perdona nada; es imposible en su personalidad. Ni perdona ni se disculpa. Son dos hechos casi milagrosos si se producen. Trata de enmascararlos, de reinterpretarlos, etc. cuando debe hacerlo. En la campaña lo hizo alguna vez, pero volviendo a la carga para que no pareciera debilidad. Pero ahora Trump es presidente, un "presidente-sol". No se siente solidario con ninguno anterior vivo. Solo ha dicho identificarse con Andrew Jackson, otro populista (si es que Trump lo es realmente o solo quiere parecerlo).
Los presidentes de los Estados Unidos saben que conforman un selecto club en el que se han de llevar lo suficientemente bien. Lo pasado en la Casa Blanca parece unirles por encima de los colores. Pero la obsesión de Trump ya le ha llevado a ofender a todos los presidentes anteriores. No Trump invierte el dicho: antes de mí, el diluvio. Como Trump se considera el redentor de los Estados Unidos y el mundo, todo debía ser un desastre antes de que él llegara. Cuanto más frustrado se vea en sus propósitos, significa que el estado del mundo es peor y, además, ofrece resistencia al cambio.


Los múltiples errores de Trump son achacados a los anteriores, a los extraños al sistema, a cualquiera menos a él. Hasta le ha tocado pagarlo a la Fox. Cuando Trump se ve acorralado en una mentira, rápidamente encuentra un chivo expiatorio sobre el que descargar su error. En este caso le ha tocado a la Fox, que debería aprender algo. La Fox está haciendo la más increíble campaña a Donald Trump. Son 24 horas al día defendiendo a un presidente impresentable. La ironía de The Washington Post era el reconocimiento de ello. ¡Cuidado, chicos, que ahora se toman en serio lo que decía!, señalaba.
El "birtherism" supone volver a poner encima de la mesa el aburrido tema de que Barack Obama no es norteamericano. Supone, en cierta forma, la constatación de un fracaso personal del propio Trump que intenta deshacerse de un presidente por la vía falsa. En su mente, cree que declarando a Obama "no americano", él lo será más. Volver a la cuestión del nacimiento de Obama es volver a que es "un musulmán infiltrado para destruir los Estados Unidos". Es volver a todo ese estiércol. Obama pasará a ser el centro de toda la conspiración, quien maneja los hilos desde fuera en una administración minada. El hecho de que el juez que ha vuelto a tumbar el edicto sobre inmigración fuera de Hawaii, lugar donde el ex presidente Obama había estado de vacaciones (y donde nació) ha servido para ampliar la conspiración. Y entonces llega la Fox. El titular de USToday señala "Sean Hannity suggests Hawaii travel ban judge did drugs with Obama". Con esto le bastará a Trump para su próximo Tuit incendiario. No necesita mucho más. La tontería se retroalimenta.


Trump se ha creado un personaje y se lo está creyendo. Empieza a ver a Obama detrás de sus propios errores; empieza a ser todo fruto de una obsesión enfermiza, algo que no puede controlar. Y en la que arrastra a todos.
The Washington Post destaca este intento de Trump de comprometer a todos en sus obsesiones, pasando por encima de los deberes y dignidades del cargo:

President Trump’s unproven allegation that his predecessor wiretapped Trump Tower in New York ahead of the election blazed a new path of political disruption Friday as he dragged two foreign allies into his increasingly thin argument that he is right.
Standing next to German Chancellor Angela Merkel at a White House news conference Friday afternoon, Trump declined to express regret for the accusation he tweeted nearly two weeks ago, despite some of the highest-ranking members of his own party saying they have seen no evidence that any such wiretapping occurred. Trump also passed on the opportunity to reject an unfounded report from a Fox News commentator asserting that British intelligence agents were involved in the alleged spying — even though White House officials had just assured livid British leaders that they would no longer promote the claim.
“As far as wiretapping, I guess by this past administration, at least we have something in common, perhaps,” Trump said to Merkel, referring to reports that the National Security Agency had tapped the chancellor’s phone in 2010 under President Barack Obama.
Merkel did not respond to Trump’s attempt at a joke.***


La falta de saber estar en la Casa Blanca es notoria. Trump es un elefante malintencionado en una cacharrería. La ocasión de hacer un chiste (o de intentarlo) comprometiendo a Angela Merkel es una de las acciones más zafias en la historia de los encuentro entre mandatarios. Y además repercute en contra de su propio país. Trump no se da cuenta que él es responsable del país y que es el mismo país con él que sin él, que los Estados Unidos no son una empresa que se cierra temporalmente por traspaso de negocio.
Con este historial acumulado en la creación de conflictos, del día de San Patricio a la visita de Merkel —a la que se negó inicialmente a dar la mano a petición de los fotógrafos, según señala la prensa hoy— la visita a Washington va a empezar a ser incómoda para muchos.
Pero la incomodidad mayor empieza en los que tienen que trabajar con él, expuestos a todo tipo de acciones descontroladas por parte de la persona a la que se suponen deben apoyar. Esto empieza a ser especialmente difícil para los que tengan algún sentido de la responsabilidad o del estado.


Un presidente de los Estados Unidos que acusa al anterior de haberle pinchado el teléfono por un comentario escuchado a un interviniente en un debate y lo lanza desde su Twitter para, después, movilizar al FBI, la CIA y a todas las agencias para confirmarlo, que tras comprobar que no hay nada de cierto sigue insistiendo y lo convierte en un chiste en la visita de una mandataria extranjera es algo que no tiene precedentes, como Trump mismo.
En apenas dos meses, Donald Trump ha creado todo tipo de problemas y ha dividido al país en dos obligándolo a discutir todos los días sobre algo. Una pesadilla interminable.
¿Tomará nota la Fox? Es poco probable, pero cada vez es más difícil sostener a Trump y dejarse arrastrar por sus paranoias. La reacción de la cadena ha sido:

Shortly afterward, Fox backed off the claim made by its commentator, Andrew Napolitano. “Fox News cannot confirm Judge Napolitano’s commentary,” the anchor Shepard Smith said on air. “Fox News knows of no evidence of any kind that the now president of the United States was surveilled at any time, any way. Full stop.”*

Deberían aprender las lecciones: la primera —política— es que el presidente te usa y el presidente te tira. La segunda —periodística— es ten cuidado al echar fango en las aguas oscuras porque algún día puedes tener que beberlas. Como toda lección aprendida duramente, la Fox debe recordarla para evitar males mayores, como convertirse en el perro de Trump, cosa que ya ha hecho llamando "yihadistas" a las cadenas que han sacado informaciones sobre Trump, en concreto la declaración de la reta de 2005. Pero al menos la renta no era falsa. Esa es la gran diferencia. Lo primero se perdona, lo segundo no.
El antiguo embajador alemán en los Estados Unidos era entrevistado con motivo del viaje de Angela Merkel. Dijo que era una gran ocasión para poder hablar con alguien con experiencia de gobierno, con experiencia internacional sobrada. Pero eso es inconcebible en quien se considera una bendición para el mundo.
El gran lío está en marcha. Cada día se enredará un poco más hasta convertir al planeta en un ovillo enmarañado. Es cuestión de tiempo.


* "Trump Offers No Apology for Claim on British Spying" The New York Times 17/03/2017 https://www.nytimes.com/2017/03/17/world/europe/trump-britain-obama-wiretap-gchq.html?hp&action=click&pgtype=Homepage&clickSource=story-heading&module=first-column-region&region=top-news&WT.nav=top-news
** "Why Trump just can't (and probably won't) quit the wiretap story" CNN  18/03/2017 http://edition.cnn.com/2017/03/17/politics/donald-trump-wiretap-obama/index.html

*** "Trump drags key foreign allies into controversy over unproven wiretap claims" The Washington Post 17/03/2017 https://www.washingtonpost.com/politics/trump-drags-key-foreign-allies-into-controversy-over-unproven-wiretap-claims/2017/03/17/bd405278-0b2a-11e7-93dc-00f9bdd74ed1_story.html?utm_term=.10ee15d98791

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