jueves, 23 de marzo de 2017

El antes y el después de las palabras

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Antes de nada, la solidaridad con Londres, con las víctimas, con sus familias y amigos. Cada vez que se comete un acto terrorista, todos somos de todas las ciudades de cualquier continente, de cualquier país. Londres, París, Kabul, El Cairo o Nueva York son capitales de dolor de un país común.

El antes.
En este contexto de acto del terrorismo, entiendo que la campaña lanzada por Erdogan contra Europa, haciendo ver que es un enemigo del Islam, que se desprecia a Turquía porque es musulmana su población, etc. es un acto irresponsable de incitación al odio y, por ello, se convierte en una instigación del terrorismo. Erdogan tiene su parte de responsabilidad en lo ocurrido en Londres. Erdogan no debate; Erdogan insulta y amenaza.
El insulto al llamar "nazis" a Alemania y a Holanda es solo una parte. Pero en el marco del terrorismo, el resto de sus palabras son mucho más graves ya que dirigen el odio de los turcos y de los musulmanes hacia Europa.
La cuestión con Recep Tayyip Erdogan es siempre la misma: nadie se atreve a llamar las cosas por su nombre en la educada y diplomática Europa. Él lo sabe y se aprovecha de esta debilidad o cortesía.
Los mítines se le prohíben, aunque no se diga, por ser un dictador. Es el calificativo, por encerrar a periodistas, a opositores, por ir recortando libertades, por su ruptura de la tregua con los kurdos para conseguir mantener el poder, etc. El deterioro democrático es un hecho y el estado de los derechos humanos lamentable. Cuando se le recrimina, Erdogan monta en cólera y dice que se odia a Turquía. Es una cuestión sobre su forma de gobernar; no sobre otra cosa. Pero a él le interesa hacer ver lo contrario: odian al islam. Y él es su defensor, el líder del mundo musulán.


La Unión Europea y los Estados Unidos están atados a una Turquía por su pertenencia a la OTAN. Erdogan abusa de esta posición y forma una alianza estratégica con Rusia e Irán para participar en una guerra de la que solo le interesa evitar que los kurdos, que  combaten contra el estado Islámico mucho antes que él, puedan tener protagonismo y respaldo internacional.
Erdogan es un dictador. La Unión Europea lo sabe y no lo dice, intentando creer que la situación turca es reversible en algún momento. Ya se está encargando Erdogan de que no lo sea. Aumentarán los conflictos hasta hacerse con el control absoluto. Su astucia es siempre crear situaciones en las que los demás le necesitan. Erdogan amenaza a los países en donde hay comunidades turcas. Habla de ellas como si fueran sus ejércitos, por más que muchas de ellas sean personas que no han querido vivir dentro de las mismas fronteras. Erdogan lo sabe y ha extendido sus milicias islamistas para controlarle a los exiliados.
Los ataques a Europa en los términos en los que Erdogan los hace —partiendo de la diferencia religiosa— son incitación al odio. Sus palabras intentan justificar sus actuaciones con el rechazo europeo. No se rechaza a Turquía; se rechaza a Erdogan y a sus maneras, se rechaza el camino que ha emprendido radicalizando a una Turquía moderna y laica para convertirla en una república islamista, donde está mal visto Darwin y se le pide a las mujeres que tengan hijos para expandir el islam por el mundo.


El después.
Pero hay otra nota negativa junto a la de Erdogan. El segundo personaje nos lo trae hoy la BBC. Es el hijo del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump Jr. Ha recibido duras críticas por sus comentarios a un artículo publicado por el alcalde de Londres. Recordemos que Londres ha sido una de las ciudades más beligerantes con Trump, que llegó a plantearse la declaración de persona non grata y, en especial, que su alcalde, Sadiq Khan es musulmán. Todo ello hace que la respuesta dada por el hijo de Trump sea poco adecuada a las circunstancias. La BBC nos cuenta:

President Donald Trump's son has come under fire for criticising London's mayor, shortly after a terror attack on the UK capital killed three people.
Donald Trump Jr tweeted an article written last year, in which Sadiq Khan said terror vigilance had become "part and parcel" of life in a global city.
Mr Trump quoted the headline and tweeted: "You have to be kidding me?!"
He angered many Britons who accused him of exploiting the tragedy and implying the quotes were made after the attack.*


Parece que el hijo sigue los caminos del padre, lo que nos hace temblar ante el futuro. Trump puede tener el secreto deseo de fundar una dinastía a base de hijos e hijas que ya están aprendiendo a meter la pata siguiendo los sabios consejos de su padre. Es la maldad de coger un viejo artículo y situarlo en un contexto diferente en el peor momento. Pero para los Trump parece que todo vale.
El artículo que le sirve a Donald Jr para atacar a otros y ponderar su idea de la América búnker fue publicado en una situación muy distinta y contra intención. Explica la BBC:

In the article, Mr Khan was speaking shortly before a meeting with New York Mayor Bill De Blasio, on the day after three bombs exploded in New York City and nearby towns, wounding 29 people.
The attacks had given him a sleepless night, he said, as he pondered the dangers faced by big Western cities like New York and London.
"Part and parcel of living in a great global city is you have to be prepared for these sorts of things, you have to be vigilant, you have to support the police doing an incredibly hard job, you have to support the security services," he said.
On Wednesday, after the attack in Westminster, the mayor said that Londoners "will never be cowed by terrorism" and that the city stood together in the face of those seeking it harm.
Mr Trump's tweet incensed many British people on Twitter, including MP Wes Streeting, who called him a "disgrace" for exploiting the tragedy.*

Las palabras del alcalde Sadiq Kahn no son de derrotismo sino precisamente de refuerzo de la actitud firme que los mismos londinenses o los parisinos o los belgas o los neoyorquinos o los madrileños cuando nos tocó, mostraron: sabemos que se puede repetir, viviremos vigilantes pero no con miedo; cambiaremos nuestra seguridad, pero no nuestra vida. Este es el mensaje que Kahn manifestó en solidaridad con el alcalde de Nueva York. Pero el hijo de Trump no iba a estar a la altura de ninguno de los dos. Quizá ha sacado el mismo carácter vengativo de su padre y está intentando atacar al alcalde de una ciudad que considera a Trump persona non grata.


Las críticas al nuevo bocazas Trump son merecidas porque muestran un ser bastante rastrero y la misma incapacidad de entender la política que su padre. Solo la buena educación impedirá recordárselas cuando se produzca un incidente similar en los Estados Unidos.
Los Trump están vendiendo que quieren blindar los Estados Unidos con muros, vigilancia orwelliana y militarismo. De ellos no saldrán palabras solidarias; solo el orgullo malsano de su pretendida superioridad.
Esto no es una guerra convencional. No se puede ganar o perder porque no se plantea en estos términos. Por eso es importante entender lo que dice Kahn de la vida en las grandes ciudades, convertidas en objetivo por serlo; es necesario comprender lo que nos dicen sobre el papel de la vigilancia y reforzarla sin que altere la vida de las personas, actuando en una bien preparada sombra, desarrollando mecanismos de información y detección eficaces.


Erdogan y Trump Jr. manifiestan dos formas de aprovechamiento del terrorismo en su propio beneficio. Los discursos de Erdogan tienen que acabarse o recibir una contestación contundente de la Unión Europea. Hasta el momento, la débil respuesta le fortalece, que es su objetivo final. Sus discursos denigran a Europa y luego se vanagloria de ellos ante sus seguidores. Hay que entender el liderazgo islamista, cómo se basa en ese tipo de "prestigio" y en su idea de invulnerabilidad. La popularidad crece con cada discurso ante la falta de respuesta contundente. Europa mide mucho sus palabras. Erdogan, en cambio, ni las cuenta, pero tienen sus efectos.
De Trump Jr. no hay mucho que explicar porque el personajillo da de sí lo que da. La pena es que con un Trump creando problemas diplomáticos ya era suficiente, pero ahora parece que va a ser cosa de familia.
¡Cuanta osadía da el dinero! ¡Cuánta imprudencia la soberbia!



* "Donald Trump Jr criticises London mayor after terror attack" BBC 23/03/2017 http://www.bbc.com/news/world-us-canada-39361079

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