miércoles, 25 de enero de 2017

Por cierto

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Con la llegada de las nuevas tecnología de la información, pasó a ser un tópico de la comedia cinematográfica en su vertiente juvenil repetir eso de no romper con tu pareja por email o dejando un mensaje en el buzón de voz o fórmulas por el estilo. Se trataba de recoger la falta de valor, incluso de estilo, que representaba la ruptura a distancia, lejos de dar la cara y a salvo de los efectos sobre el otro cuando se entera.
Como Egipto no deja de sorprenderte y los discursos sobre la realidad empiezan a ser de mal gusto, tanto en su vertiente pública como en la periodística, me ha llamado la atención la noticia, con el titular "Sisi calls for law to restrict verbal divorce among Muslims" que nos traía ayer Egypt Independent:

Egypt President Abdel Fattah al-Sisi on Tuesday called for a new law tightening divorce procedures for Muslims.
Egyptian law currently grants a Muslim husband the right to divorce his wife in her absence and without her knowledge. He may initiate and conclude all the divorce procedures himself, only letting her know at the final stage.
President Sisi said that we are a country keen on maintaining our society, and that we have to issue a law that requires the husband and the wife to be present in person, at the same time, in front of the Ma'zoun (public notary, marriage official) for divorce to take place, thereby enabling the couple to reconsider.
The divorce percentage is high, and 40 percent of the 900,000 marriages unions every year end up in divorce within 5 years, Sisi said during a speech he gave at the ceremony marking the National Police Day.
Egypt saw about 200,000 divorce cases during 2015, which marks a 10.8 per cent increase in divorces from the previous year, the Central Agency for Public Mobilization and Statistics (CAPMAS) said last year.
The total number of divorces in 2015 reached 199,867 in comparison with 180,244 cases in 2014, CAPMAS said in its annual report on marriages and divorces.
The CAPMAS said that the figure of 2015 is the highest divorce rate in two decades. The rate reached 2.2 cases per 1,000 people in 2015, which represents an 83 percent rise compared to the beginning of the period 1996-2015, according to the agency.*


Hoy, 25 de enero, es el día más temido del año: el aniversario de la revolución de 2011, el comienzo de la Primavera Árabe en Egipto. En el texto, como en la casi totalidad de la prensa, no se menciona. es el "no-aniversario". En el de Daily News Egypt, por ejemplo, esta coincidencia ocupa solo la última línea del texto: "25 January, the National Police Day, is also the anniversary of the 25 January Revolution which toppled former president Hosni Mubarak". Se recogen menciones al sacrificio de la Policía en la defensa de todos, a sus valores, etc. etc. y ese añadido final, como si se acabaran de dar cuenta de la coincidencia.
Caro, no hay coincidencia. La gente se sublevó el Día Nacional de la Policía por algo, no por casualidad. Y ese algo es que la Policía era la herramienta de represión de estado de Mubarak. Ambos días son, por definición, opuestos, incompatibles.
No sorprende, pues, que el régimen actual se haya decantado por las celebraciones oficiales del Día de la Policía y reprima las manifestaciones de los que quieren recordar las muertes de los que cayeron en aquellos días durante las protestas y a manos de la Policía. Pero todo esto entra dentro de lo normal, tiene su lógica. Lo que no tiene ninguna es aprovechar para hablar de divorcios el día Nacional de la Policía que coincide, además, con la "no-celebración" de la revolución del 25 de enero.


Pero más allá del contexto, vayamos al texto. Recuerdo hace unos años asistir a un debate en el que una muchacha islamista presumía de la modernidad islámica por el divorcio, algo que, decía, a los cristianos no les estaba permitido. Las feministas, en cambio, siempre han criticado que ese divorcio, presuntamente moderno, tenía una asimetría escandalosa y que era, sencillamente, una serie de privilegios acumulados para los hombres mientras que para la mujer era más bien un "ahí te quedas" que la dejaba marcada personal y socialmente.
Recordarán (o pueden hacerlo en esta entrada) que no hace muchos días tratábamos aquí el estatus inferior y despreciado de las mujeres divorciadas, cómo la propuesta de nueva ley pretendía que perdieran la custodia de los hijos en beneficio del marido si ella se volvía a casar. La ley marcaba hasta el momento que si una mujer divorciada, con sus hijos en custodia, se casaba, perdía los hijos que pasaban a vivir con la abuela materna. La cuestión quedaba, pues, en la familia de ella. La nueva ley era machista pues los hijos volvían con el padre, convirtiendo en más escandalosamente machista la ley.
La mujer divorciada, además de no casarse para no perder a sus hijos, queda marcada socialmente y objeto de desprecio, en situación de debilidad y sometida a un acoso superior al que están todas sometidas. Las noticias hablaban de los desafíos de las mujeres divorciadas para poder recuperar, tener una vida propia sin estar sometidas a más vejaciones o indefensiones. Si marido, tienen que volver a estar bajo el "guardián" original, el padre. La mujer sola es peligrosa.


La noticia de que el presidente al-Sisi ha dirigido a la Policía un discurso hablándoles sobre el divorcio y los males que conlleva es sorprendente, aunque sabiendo lo dados que son los presidentes egipcios a considerar a todos sus hijos —como les dijo Mubarak a los que pedían su salida del gobierno y procesamiento—, no tendría nada de extraño que tuviera un fondo simbólico de la unidad o quizá una asociación involuntaria reveladora.
Lo que sí es absolutamente increíble es que la ley egipcia (o de cualquier lado) permita un divorcio como el señalado por el presidente, es decir, un divorcio que el marido puede solicitar, tramitar y acercarse un día a su esposa y decirle, "por cierto, estamos divorciados". Ya era una posibilidad que real que un día el marido llegara y dijera "por cierto, esta señora es mi nueva esposa", hasta tres veces, pero esto nos suena ya excesivo. O simplemente un rasgo machista más.
La "solución Sisi" —el presidente tiene soluciones para todo, aunque no siempre funcionan o son acertadas— al aumento de los divorcios es muy típica de su forma de enfocar los problemas: en vez de ir a las causas se endurecen las condiciones. Eso significa que los problemas no se arreglan y que, por el contrario, hay que tragarse sus consecuencias hasta la asfixia. De esta forma lo que desciende es el número de divorcios, pero no el número de problemas que los causan. La solución a los males matrimoniales es "te aguantas". Dada la desigualdad, la asimétrica "ley del embudo" que supone para la situación de hombres y mujeres, la diferencia de trato, supone mayor aguante y sufrimiento femenino.

Andeel - Mada Masr 2015

La perspectiva, como suele ocurrir cuando se considera el divorcio un mal per se,  es machista. No se tiene en cuenta entonces más que el deseo del marido de alejarse y se considera poco, en cambio, la parte de quien tiene que aguantar y no decide irse porque no puede. Mientras que un marido pueda tener varias esposas (simultáneas o sucesivas) y una mujer esté obligada a aguantar al que la perjudica, el endurecimiento del divorcio no beneficia a la "familia", que se ha convertido en un infierno para ella, sino que beneficia al marido que puede hacer su vida con otra pareja, visitando de vez en cuando a la que pasa a segundo término, que queda con los hijos pequeños y dependiendo económica y socialmente del que sigue siendo su marido hasta que a él le interese soltar el lastre.
El marido, como se nos dice en la noticia, puede —según lo que las leyes le permiten— divorciarse en "ausencia o sin conocimiento" de la esposa que un día recibe la noticia de que ha dejado de serlo. No sabemos, no nos cuentan las estadísticas de este tipo de prácticas porque en estos casos las estadísticas actúan como igualadoras de algo profundamente desigual e injusto para la mujer. Todo en esas modalidades actúa como el resto de la legislación: en favor del hombre frente a la mujer. Es profundamente machista, patriarcal. Garantiza derechos y placeres de los hombres, pero queda poco para la mujer, cuya inferioridad se expresa claramente en ese desprecio que permite realizar al hombre el proceso de divorcio sin conocimiento de ella y acabarlo con un simple "por cierto".



* "Sisi calls for law to restrict verbal divorce among Muslims" Egypt Independent 24/01/2017 http://www.egyptindependent.com//news/sisi-calls-law-restrict-verbal-divorce-among-muslims-0

** "Interior Ministry celebrates 65th National Police Day" Daily News Egypt 24/01/2017 http://www.dailynewsegypt.com/2017/01/24/612394/


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