domingo, 15 de enero de 2017

El camino equivocado para un "estado civil moderno"

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Continúa la campaña contra los activistas de Derechos Humanos en Egipto. Y sigue sorprendiendo la respuesta que el gobierno egipcio da a quienes le critican por las medidas tomadas.
Desde 2011, los gobiernos egipcios han sostenido la misma argumentación: recibir fondos exteriores es equivalente a ser un "espía", "agente exterior", etc. Ignora su propia situación de constante financiación exterior, empezando por su propio ejército, subvencionado por los Estados Unidos, pese a los discursos antiamericanos.
El diario estatal Ahram Online señala la respuesta dada ayer, sábado, a las críticas provenientes de la Unión Europea y Gran Bretaña por boca del portavoz gubernamental:

Egypt condemned on Saturday the statements issued by the European Union (EU) and the United Kingdom (UK) commenting on the verdicts recently released by Egyptian courts against non-governmental organisations (NGOs).
On Wednesday, the Cairo Criminal Court upheld the asset freeze of Mozn Hassan, head of Nazra for Feminist Studies, and rights defender Mohamed Zarea on charges of being involved in the “NGOs foreign funding” case.
In a statement issued by Egypt’s Foreign Ministry, the official spokesperson Ahmed Abou Zaid said that some countries still insist on using double standards when dealing with Egypt, as they demand Egypt respect the rule of law while also intervening in the ruling of Egypt’s judicial system.
Abou Zaid added that Egypt supports NGOs and their roles, saying that there are currently about 48,000 NGOs operating freely and abiding by the law. The spokesperson concluded the statement by saying these countries should mind their own internal affairs and the problems they have within their societies that cannot be hidden, and leave Egypt to continue its steps towards a modern civilian state.
In 2011, the government began cracking down on NGOs that received funding from foreign states. Security forces stormed the offices of 17 local and international NGOs which were investigated for allegedly receiving illegal foreign funding. This case resulted in several civil society workers being put on trial and enforced restrictions, including travel bans and frozen assets.*


Hay dos cosas que hay que distinguir aquí pero que van enlazadas:
1) El gobierno egipcio sigue presentando una "normalidad" que no existe; sigue pidiendo "leave Egypt to continue its steps towards a modern civilian state". Un "estado vil moderno" es justo el camino opuesto al que Egipto ha tomado con un presidente militar, con una designación masiva de militares para puestos civiles, como informó la propia prensa egipcia, y con una presión creciente sobre las instituciones civiles. Egipto puede hacerlo, pero no debe llamarlo "estado civil moderno" porque si lo hace habrá cerrado cualquier esperanza de poder llegar a serlo algún día. Eso que llaman "estado civil moderno" no es más que la consolidación de un estado autoritario basado en la represión, en la prohibición y en la vigilancia de sus ciudadanos. Los indicadores internacionales en todos los campos (educación, sanidad, cultura, libertades...) muestran un retroceso incluso respecto a la época de Hosni Mubarak, que es ya el colmo. Si el gobierno egipcio quiere seguir viviendo la falacia del "estado moderno civil" y persiguiendo, acosando, declarando traidor a cualquier ciudadano que dice estar harto, como el reciente caso del conductor del tuk-tuk, un verdadero escándalo, puede hacerlo, pero que no pida reconocimiento porque nunca va a encontrar más que a dictadores y autócratas que le aplaudan. Será la confirmación de que no es lo que dice.
2) La queja por la interferencia en los asuntos judiciales no es más que una parte de esa falacia de la normalidad. Al gobierno egipcio le gustaría que sus acciones fueran aplaudidas como su "guerra contra el terrorismo", la versión oficial. Indudablemente hay un terrorismo en Egipto, pero igualmente indudable es que existe un acoso y ataque sistemático contra los defensores de los Derechos Humanos y no aceptan el discurso oficial. Difícilmente podrán ser acusadas de "terroristas islamistas" las organizaciones feministas y sus dirigentes, que se ven encarcelados a la primera de cambio.


Le gusta mucho al gobierno egipcio repetir lo del "doble estándar" tratando de hacer ver que son decisiones de los jueces sobre las que no tienen nada que ver. Esto es una falacia contante e impresentable, pues los jueces aplican las leyes que el parlamento aprueba y les son presentadas por el ejecutivo. Decir que "son los jueces" en estas condiciones no es más que un mal chiste. La independencia de la justicia es una idealización más que ingeniosa pues nada ha cambiado del sistema de judicial desde la época de Mubarak, son los mismos jueces, la misma élite favorecida y endogámica mediante la cual una clase política y económica se perpetúa. Ese fue el mensaje que repitieron los ministros de Justicia egipcios.
Las farsas de los juicios contra aquellos que han asesinado a manifestantes pacíficos y desarmados, como en el caso de la activista socialista Shaimaa al-Sabbagh, cuyo aniversario se celebrará en estos próximos días, muestran los límites de la "independencia" judicial con claridad suficiente. No debería el portavoz del gobierno rasgarse las vestiduras con tanta facilidad.


Las críticas al gobierno egipcio se hacen en nombre de una política de Derechos Humanos que el gobierno egipcio incumple con el beneplácito explícito de su presidente que ha manifestado en varias ocasiones que "no son adecuadas para Egipto", sea eso lo que sea. ¿Su incumplimiento sí?
La nueva ley de la ONG es claramente represiva e incluye, más allá de la cuestión de la financiación, aspectos como la prohibición de realizar encuestas sin permiso o hacerlo para entidades extranjeras, como la ONU, endurecimientos de penas, hasta cinco años de cárcel para los trabajadores de las ONG, según los propios activistas han denunciado y recogía Reuters.


En un "estado civil moderno" no se acosa a la prensa, se congelan los fondos de editores, se encarcela a periodistas y a la cabeza de su sindicato, se les despide de los medios públicos por criticar al gobierno, etc. Y especialmente, en un "estado civil moderno" se deja crecer a la sociedad civil, algo que se tiene especial empeño en que no se produzca. El crecimiento y fortalecimiento de la sociedad destruiría el entramado que durante décadas se ha forjado en Egipto y que no quieres ser desalojado del poder bajo ningún concepto. La experiencia es clara. De nuevo han ido regresando los que salieron del régimen de Mubarak. Son esos jueces los que han ido revisando sus juicios, repitiéndolos y sacándolos a la calle. El gobierno los necesita en un estado en una crisis económica sin precedentes.
Todo forma parte del mismo círculo: cuanto mayor sea la represión ante las demandas por la crisis económica y política, más importancia cobra el papel de quienes les defienden, las ONG de derechos humanos. Desarmando a las ONG, ya sea económicamente o mediante el encarcelamiento, se aparta a los activistas y se limita sus recursos. La pretensión de que todos son miembros de una conspiración es simplemente infantil.
Combatir el terrorismo no tiene porqué ir ligado a una represión social que califica como "terrorista" a todo el que se le opone, "verdad" todo lo que dice y "conspiración" cualquier acto que le lleve la contraria. Y ese es el planteamiento, desde la impotencia, del régimen egipcio.


Los bandazos dados en política exterior, de Putin a Trump, sus choques con sus aliados y financiadores saudíes y el abandono de todos los grupos políticos que no sea el "movimiento" de apoyo, el distanciamiento de los grupos jóvenes y las denuncias de los de las mujeres, que se han visto sorprendidas por manifestaciones en el parlamento profundamente machistas sobre la ablación, los divorcios y custodia de los hijos o peticiones de exámenes de virginidad para entrar en las universidades, etc. son una ristra de ejemplos (por más anecdóticos que puedan parecer) que marca una tendencia hacia lo que no puede ser llamado un "estado civil moderno".
Un "estado civil moderno" no encarcela a los reformistas religiosos, a los novelistas o congela activos de los dueños de editoriales y espacios culturales. ¿Es de nuevo la independencia de los jueces? En un "estado civil moderno", los ministros no escriben los sermones de las mezquitas con cinco años de adelanto. En un "estado civil moderno" no desaparecen los estudiantes de doctorado extranjeros que estudian los sindicatos y reaparecen muertos, torturados en una cuneta, como el italiano Giulio Regeni. Creo que el gobierno de al-Sisi debería revisar su concepto de un "estado civil moderno" porque lo que ha creado ni es "civil" ni es "moderno", por muchas vueltas que se le quiera dar a los conceptos.


La clase privilegiada egipcia, un conglomerado de militares, funcionarios y empresarios que han hecho sus fortunas controlando el país y dirigiéndolo con mano firme, manteniéndolo en el punto justo para evitar los levantamientos, no va a permitir la emergencia de una sociedad civil que tome protagonismo, que se muestre eficaz y más sensible hacia los problemas endémicos del estado, que es sobre todo ineficaz.
El diario Egypt Independent  maneja unas escuetas líneas de AP:

An Egyptian court on Wednesday ruled to freeze the assets of three rights activists, the latest chapter in a widening crackdown against civil society groups. The freezing and those of five other rights campaigners in September is part of a wider case against at least 12 rights groups that dates back to 2011.
Britain and the EU said they were concerned by the verdict, and that it “continues a worrying trend.”**


En efecto, un capítulo más de una larga contienda mediante la que se trata de acallar todas las voces discrepantes que puedan recriminar lo que ocurre en el país. La represión es considerada "asunto interno" y se considera una "intromisión" en los "asuntos internos". Señala Daily News Egypt:

Abou Zaid added that Egypt supports NGOs and their roles, saying that there are currently about 48,000 NGOs operating freely and abiding by the law. The spokesperson concluded the statement by saying these countries should mind their own internal affairs and the problems they have within their societies that cannot be hidden, and leave Egypt to continue its steps towards a modern civilian state.***


Es la misma respuesta que le dio Mohamed Morsi a la Unión Europea, a Angela Merkel que le recibió en su nombre, cuando se le recriminaron los incumplimientos de los derechos humanos bajo su mandato. Egipto tiende a no acordase de esto y probablemente no aparezca en los reescritos libros de Historia que sus estudiantes deberán aprender. Sin embargo, debería hacerlo porque es la demostración de que la defensa de los Derechos Humanos no forman parte de una conspiración sino de un compromiso internacional que sitúa a un lado o a otro de la línea de la "modernidad". El régimen egipcio no es civil, no es moderno. No puede serlo mientras todo el que llegue al poder use la represión como forma de gobernar, ignorando las recomendaciones y advertencias que desde todos los organismos internacionales se le hacen. Y se hace por bien del propio pueblo egipcio.

Ver a los que tratan de que se cumplan los derechos Humanos como "enemigos del pueblo" es un gran error y demuestra que el sentido de "civil" y "modernos" no es más que retórica. Lo es porque no se quiere dejar en manos de la sociedad su propio destino. Es el efecto de haber ocupado el poder desde los años 50.
Es una pena que el gobierno egipcio siga dejando sin opciones de evolución a la sociedad. La ausencia de un liderazgo más allá de la retórica está causando un grave perjuicio a una sociedad que tiene muchos que decir y hacer si se le deja. Ahora mismo vive bajo una crisis brutal y se le cierra la posibilidad de demostrar su malestar bajo la acusación de ser "terroristas", que es la etiqueta del discrepante. No se arregla nada así.


Puede que estén esperando a que Donald Trump vaya a dar el abrazo al presidente. Pero no se engañen: a Trump le importa muy poco Egipto, menos los derechos humanos. A Egipto se le dejará aparecer en la foto, pero poco más.
La noticia de Ahram Online es, curiosamente, la que deja más clara la postura de los británicos en la cuestión de los derechos humanos y la necesidad de una sociedad civil que pueda desarrollarse:

“A strong civil society is vital to Egypt’s long term stability and economic development. Restrictions and sanctions on civil society organisations take Egypt further away from implementing the freedoms set out in the 2014 Constitution. The impact of this decision on the work of those striving to protect women’s rights in Egypt is particularly troubling,” the UK minister said.
Hassan and Zaree are among a number of prominent Egyptian human rights activists slammed with asset freezes and travel bans in 2016 pending trial into charges of receiving illegal foreign funding.
A law managing the activities of NGOs was passed last December by Egypt's parliament – yet to be ratified by the president – sparked widespread criticism by human rights activists locally and internationally.
Twenty-two NGOs and six political parties have signed a statement saying that the draft law would “end civil society” by putting it under the control of government and security bodies.
Egypt has repeatedly described international reports on the country’s human rights record as “biased and politically motivated,” stressing that it rejects comments by international organisations on Egyptian court verdicts.*

El error terrible del gobierno es el mismo de siempre: el miedo a que el desarrollo social reclame de nuevo, como ocurrió en 2011, la salida de los militares del gobierno. No es otro el miedo, el dejar de controlar al país. Por eso se ataca igualmente a los islamistas y a los liberales y demócratas, a los grupos feministas, etc. Los primeros son peligrosos, como estamos viendo, pero los otros son críticos y denuncian las debilidades e inconsistencias del régimen, lo retórico de sus discursos, que encubre el autoritarismo galopante de la sociedad favorecida por el régimen. Prefieren vivir a la sombra del Ejército y sus negocios a tener una sociedad abierta y democrática que se maneje realmente por una Justicia independiente que combata realmente la corrupción y los negocios turbios que hay alrededor del poder y sus amistades.


Egipto recibe muestras constantes de solidaridad en cada atentado, condenas por parte de la comunidad internacional ante el dolor causado. Entonces nadie se queja de lo que se dice; sí, en cambio, cuando llegan las críticas por lo que se hace mal, que son entonces vistas como "injerencias" injustas.
¿Es terrorismo la defensa de las mujeres y no lo es que se dejen mutilar, como pedía un diputado en el parlamento egipcio? Para el gobierno y los jueces egipcios, recibir ayudas para hacer lo que ellos no hacen, sí lo es. El mismo control de las ONG se extiende por toda la sociedad en cualquiera de sus manifestaciones. Solo el ejército puede estar subvencionado sin que nadie piense en traiciones o conspiraciones.
El argumento que de 48.000 ONG que trabajan en Egipto solo una cuantas plantean problemas es realmente absurdo. Pero sirve para dejar en evidencia quiénes son los que molestan política, religiosa y culturalmente. El doble rasero habría sido denunciar a los islamistas por atacar los derechos humanos entonces y no hacerlo ahora. Eso  es doble estándar.



* "Egypt says EU and UK statements on NGO asset freeze shows 'double standard'" Ahram Online 14/01/2017 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/255056/Egypt/Politics-/Egypt-says-EU-and-UK-statements-on-NGO-asset-freez.aspx
** "Egypt slams EU, UK for criticizing ruling on activists" Egypt Independent 14/01/2017 http://www.egyptindependent.com//news/egypt-slams-eu-uk-criticizing-ruling-activists
*** "Egypt condemns EU, UK comments on judicial actions against NGOs " Daily News Egypt 14/01/2017 http://www.dailynewsegypt.com/2017/01/14/egypt-condemns-eu-uk-comments-judicial-actions-ngos/




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