sábado, 30 de abril de 2016

El periodismo emocional o entre el bostezo y el llanto

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El diario italiano La Stampa incluye en su sección de Opinión un artículo de Anna Masera —periodista, Defensora del Lector en el diario— con el título "Per un giornalismo meno emotivo e più costruttivo". Comienza recogiendo las cartas que recibe de los lectores en los que se quejan del tratamiento que se da a la información sobre la crisis de la emigración, porque, en las palabras de una lectora que la escribe, "il dolore è insopportabile"*.
La cuestión no es nueva, pero no por ello decrece. Más bien está ocurriendo lo contrario en casi todos los diarios del mundo, que avanzan por la misma senda de los elefantes. Señala Masera a los lectores varias reacciones recientes ante esta cuestión en reuniones y jornadas profesionales:

Settimana scorsa al centro di ricerca giornalistico Polis della London School of Economics si è tenuta una conferenza di un’intera giornata sul giornalismo nelle situazioni di crisi, in cui si è riflettuto proprio su questo: il rischio che a furia di dare notizie troppo negative, raccontando le infinite sciagure che ci circondano, ai lettori si indurisca il cuore per istinto di sopravvivenza e di conseguenza si chiuda la mente, anziché aprirsi.
Come si può informare senza essere respingenti? Il tema era stato trattato intensamente già al festival di giornalismo di Perugia e le risposte più frequenti sottolineano il bisogno di giornali che spieghino il contesto, più che offrire racconti e immagini di disperazione ad alta risoluzione.  
La narrativa della dura realtà può anche essere da Pulitzer, ma per essere ascoltata va affiancata da un mix di giornalismo costruttivo che metta in luce il contesto (per esempio i dati, che dimostrano che non è vero che siamo invasi dai profughi: in Italia secondo l’Unhcr dal 2015 ne abbiamo accolti 1,5 ogni mille abitanti) e, laddove ci siano, i risvolti positivi (per esempio le storie di chi ce la fa).*


Creo que el riesgo de que se le "endurezca el corazón" al lector por saturación de las informaciones emocionantes es una metáfora interesante, pero no va al centro del problema, que no es el lector, sino el "profesional" y el "medio", es decir, quien elabora la información y que primero la acepta o rechaza y después la difunde. Centrar el problema en los lectores me parece sencillamente absurdo. Es la forma en la que los responsables —los profesionales—diluyen su responsabilidad.
Lo pensado en el Festival de Perugia sobre "otra forma de hacer periodismo" igualmente afecta a los profesionales, que mejor harían en practicarlo en vez de en discutirlo. Ese "Periodismo constructivo" que equilibre contexto y hechos, como se pide, no debe tener como excusa a los lectores y su corazón endurecido. Es en la práctica profesional en donde debe concretarse para que el lector comprenda, entienda, en vez de sufrir con las noticias.
El sentimentalismo no es un descubrimiento nuevo. Es una forma eficaz de atrapar al lector. El problema es que su finalidad no es conocer, sino centrarse en los aspectos más viscerales. Nuestros telediarios abren con los muertos de cualquier lugar no porque sea una noticia sino porque enganchan a los lectores o espectadores atrapándoles en las emociones que provocan. En el año 2014 se realizó una interesante película Nightcrawler (Daniel Gilroy) que exploraba la práctica mediática de la exhibición de la muerte y el dolor en una carrera necesitada de un efectismo cada vez mayor en su lucha por competir por la atención, que es donde está el quid de la cuestión.


Hasta la aparición de la prensa digital, los periódicos competían desde los titulares, desde las portadas, que era lo que atraía. Como el periódico se vendía completo, el resto de las noticias podían ser tratadas de otra manera, identificándose perfectamente a los sensacionalistas de los que no lo eran.
Hoy en día esta división ha desaparecido por el sistema que la propia estructura de las noticias digitales conlleva. Allí donde antes uno se llevaba el periódico completo, hoy se produce el acceso a unas noticias sí y a otras no en función de la atracción que ejerzan sobre la atención del lector. Esto significa que todas las noticias compiten entre sí en el interior de un periódico. Dado que el número de lectores (algo fácil de contabilizar) es diferente para cada noticia, las noticias (y los profesionales que las realizan) compiten para atraer "visitas" que rentabilicen la publicidad que insertan.
Es la conversión de la noticia en portadora de publicidad lo que determina que el sentimentalismo haya triunfado. Hay un segundo factor que es el poder de la imagen, notablemente más barata en la prensa digital que en la prensa escrita. La imagen, con sus componentes altamente emocionales, no transmite elementos analíticos sino que refuerza la atracción hacia un texto verbal que ve reducido su componente informativo. Se busca más un efecto global que la comprensión analítica de lo que se está contando.


Este abaratamiento de las imágenes (con inclusión de vídeo añadido) hace que sea el centro de la noticia. Muchas veces es la fotografía la que determina el texto y la foto busca ya competir en expresividad e impacto con otras en un proceso selectivo.
Imagen y titulares se combinan, unas mostrando y otros ocultando. La palabra del titular puede ser impactante (intentando competir con la imagen en rotundidad) o, por el contrario, incitadora de la curiosidad mediante la conversión de la información en preguntas o en enigmas. Estos son los titulares actuales de la página de la BBC Mundo: "Cómo sacar provecho económico de la incertidumbre política", "Qué tienen que ver Cuba y Venezuela con que EE.UU. no tuviera embajador en México durante casi 1 año", "¿Por qué algunas personas conservan su aspecto juvenil más que otras?", "Qué es y para qué sirve la próstata (porque si eres hombre, es probable que no lo sepas)", "Cómo crearon por accidente una batería que dura toda una vida", "El misterio de Ángela, la niña hallada en una maleta que permaneció 13 meses en la morgue de Ciudad de México" y "La polémica medida de un juez de prohibir bailar en Buenos Aires". Todas son invitaciones a través de la insinuación para encontrar la respuesta a la pregunta que se nos propone. Lo que haya al otro lado puede ser cualquier cosa, en ocasiones interesante, otras trivial.


El problema —una vez más— no son los lectores y que el corazón se les endurezca o se les adormezca la curiosidad. El problema es la degradación profesional y su desvío hacia unos fines desviados en los que la información no es la explicación del mundo en que vivimos sino un acto de consumo.
La excusa del lector se está acabando porque los lectores que se quejan del exceso emocional irán desapareciendo en favor de los adictos emocionales, es decir, aquellos que son incapaces de integrar las informaciones que se les dan y solo quieren experimentar ese sensación intensa, como existen personas a las que les gusta llorar en películas románticas o experimentar miedo en las de terror.
Es la deriva de los medios, guiados por gurús obtusos pero con gran predicamento, cuyas enseñanzas ayudaban a conseguir más ganancias, lo que ha llevado a esta situación en la que los que buscan información real se encuentran con que cada vez es más escasa porque la reducción de lectores la encarece. La copia de estrategias de muchos medios respecto a los que ganaban más, por otro lado, ha llevado a que los lectores emocionales quedan saturados de sobresaltos y angustia, mecanismos que funcionan pero que necesitan aumentar sus dosis para que no se produzca la dureza de corazón que señalaba Anna Masera en su artículo atendiendo a los acongojados lectores.


Los estudiantes de Periodismo de todas partes reciben hoy más formación sobre cómo usar los mecanismos retóricos —es decir, cómo realizar la manipulación comunicativa del otro— que cómo elaborar una información realmente informativa. Lo segundo es mucho más complejo y requiere una gran madurez y conocimientos para analizar las situaciones y establecer diagnósticos informativos, síntesis que permitan comprender. Por el contrario, la manipulación retórico-informativa es muy fácil de aprender y de usar porque se basa en las fórmulas que salen de las ciencias aplicadas del comportamiento, el neuromárketing, la PNL, etc.
Es más fácil jugar con las emociones que con las ideas y los hechos. La cuestión requiere, en primer lugar, la reconsideración de la finalidad del Periodismo y del concepto de "información", es decir, qué sentido tiene informar en una sociedad. Medir la importancia de una noticia por el número de visitas es una grave perversión por poco que se piense. Sin embargo el predominio de la noticia rentable frente a la noticia importante es un hecho. Es un síntoma de una sociedad que cada día tiene más información pero está peor informada.


La Sociedad de la Información no es la sociedad bien informada. Solo se encuentra saturada sin criterios de calidad, sin rumbo o, lo que es peor, hacia un rumbo que apunta al beneficio pero solo lleva a la defunción. Frente a los medios estructurados, socialmente responsables de la creación de opinión, de favorecer el diálogo social y el análisis de la realidad en que vivimos, lo que emerge en un bombardeo cacofónico en el que los medios ejercen como aspersores de riego, diseminando sus gotas informativas de forma centrífuga y encharcando de emociones nuestro espacio virtual.
Hay un mundo que conocemos directamente y un mundo que construimos a través de las representaciones que nos llegan desde fuera. Los medios juegan un papel esencial en ese acercamiento y comprensión de lo que ocurre más allá de nuestra vista. Con lo que se nos dice y muestra construimos un mundo que es cada vez más desintegrado, más desestructurado, un mundo a trompicones emocionales. Es un mundo cuyas imágenes parciales se componen de zonas de las que no se habla, zonas de las que solo escuchamos desastres, de otras solo tópicos y de la mayor parte trivialidades. 


Lo que nos rodea está además distorsionado por los intereses que favorecen unas informaciones en detrimento de otras. España es un país de cocineros, futbolistas y políticos, según el tiempo y espacio que se les dedica; en el extranjero, en cambio, solo somos un país de futbolistas y existimos preferentemente los lunes.

Lo malo es ahora, con una generación público acostumbrado al consumo de la información en estos modelos, cómo rectificar esto. Si las emociones saturan el corazón y lo endurecen, las informaciones hacen bostezar ante la falta de comprensión de las mismas. El problema no es sencillo y tienen consecuencias en muchos órdenes.
"Is The News Losing Its Appeal?", se preguntaban los periodistas del programa Here & Now. La respuesta depende de lo que consideremos "noticias", "interés", "necesidad informativa" y "atractivo". Todo ello conforma un sistema de reenvíos. Como sabemos las necesidades se pueden crear y dirigir hacia lo trivial y lo importante se puede escamotear en medio de un caos atractivo. El problema real es si tenemos la información que necesitamos y de si somos capaces de reconocerla. ¿Es lo que nos interesa lo que necesitamos? No siempre. ¿Es lo que necesitamos lo que nos interesa? Tampoco. Todo va mejor si cada uno cumple su función en el sistema: los medios, como profesionales, tienen la obligación de seleccionar lo necesario y resaltar su interés. Ese es su trabajo y no otro. Que les entretengan otros, los que tengan esa función. Los medios están para otra cosa.


La emoción y la trivialidad —por paradójico que parezca— son los dos elementos ganadores en la Sociedad de la Información. Entre esos dos gigantes, lo importante queda arrinconado. Allí donde a algunos lectores de La Stampa la información emocional les produce un "dolor insoportable", a otros la trivialidad les produce un bostezo irrefrenable. Basta con ver las noticias más leídas para calibrar lo que el periódico ofrece y sus lectores consumen.  



* "Per un giornalismo meno emotivo e più costruttivo" La Stampa 26/04/2016 http://www.lastampa.it/2016/04/26/cultura/opinioni/public-editor/per-un-giornalismo-meno-emotivo-e-pi-costruttivo-RM0yd1GgZFumXfZ4oeqEoJ/pagina.html



viernes, 29 de abril de 2016

Dentro y fuera de las tradiciones

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)
The  New York Times incluyó ayer entre sus páginas un artículo de la paquistaní Bina Shah  "Afghan Women: What the West Gets Wrong" que comienza con la descripción de un hecho terrible: la desfiguración del rostro de una mujer afgana de 20 años a manos de su marido cuando esta se opuso a que tomara como segunda esposa a su sobrina de siete años. A la mujer le fue cortada la nariz con una navaja. Este terrible incidente sirve para la reflexión de Shah y cuya conclusión se encuentra ya en el título de su artículo: "Occidente" hace "mal" las cosas.
Esta semana pasada tuvimos la ocasión de debatir sobre la película de la cineasta hindú, Deepa Mehta, "Agua" (2005). El filme, que forma parte de una serie con el nombre de los elementos —Aire, Agua, Fuego, Tierra— comienza con la niña de nueve años que acompaña al enfermo marido anciano con quien la han casado y que morirá poco después. Los destinos de la niña, según la tradición milenaria de Manú, como se explica en la película, era ser incinerada junto a su marido, vivir una vida de retiro o —si la familia estaba de acuerdo— casarse con el hermano menor de su marido. La vía que le dejan es la segunda vivir junto a otras viudas con las que nadie se roza ni con su sombra, viviendo de la limosna y de la prostitución de una de ellas, lo que les supone una forma de ingresos que maneja la sórdida mujer que se ha convertido en el poder en aquel encierro.


La película —nominada a la mejor extranjera ese año, en 2005— transcurre en 1939 y se cierra con la llegada de un Gandhi que ha dicho que todos tienen derecho al amor, incluidas las viudas. La toma de conciencia en la película se produce cuando el estudioso de los textos sagrados y que se los lee a las mujeres junto a ese río sagrado que simboliza el flujo de la vida y su purificación constante, le dice a una de ellas, Didi, que aunque los textos sagrados son muy claros, "sin embargo" se aprobó una ley que permite a las viudas casarse y, por lo tanto, salir de esa vida condenada que llevan.
Algunas entraron allí de niñas, como la protagonista, y mueren ancianas con los recuerdos de ese poco tiempo en que pudieron vivir, como ocurre con "tía", que lleva toda su vida recordando el sabor de un pastel que tomó en el banquete nupcial poco antes de entrar allí. Cuando Didi pregunta porque no les han dicho que las viudas pueden casarse de nuevo al amparo de la nueva ley, la respuesta es que no hay ningún interés en que las cosas cambien. Posteriormente, esa respuesta se explicará desde un análisis de los intereses sociales, una mezcla de economía, tradición y consideración de la mujer como una propiedad.
En el filme se debate la cuestión de las "tradiciones" señalando que hay unas buenas y otras que no lo son. La pregunta clave, que se hacen los personajes mismos, es: ¿quién decide cuáles son una y cuáles son otras? La respuesta es "tú", en donde ese sujeto decisor evidentemente tiene la capacidad de decidir limitada por la propia comunidad. Ese "tú" idealizado es del de una conciencia libre, un estado que tiene todo en contra para producirse.


Esa conciencia se encuentra en la "historia", que es un espacio, un tiempo y un orden social dado. Ese "tú" no es un tú horizontal e igualitario, sino un "tú" circunstancial en el que la capacidad de decidir depende del poder que tengas en el interior de ese espacio relacional de una cultura específica. La mujer, evidentemente, tiene muy poco que decir en esa India de 1939. Gandhi representa la esperanza del cambio que extenderá ese decisor a una sociedad más igualitaria frente a la regida por los brahmanes, la casta principal. "Me repugnas", le dirá el hijo partidario de Gandhi a su padre, miembro de la casta privilegiada.
Tras la película, surgió un debate precisamente sobre el "universalismo" y el "multiculturalismo". El problema de lo que llamamos "universalidad" de los derechos humanos, aplicables a todos los seres humanos por el hecho de serlo, choca con que surgen en una tradición, la occidental. Es decir, los Derechos Humanos son "universales" porque nosotros los consideramos así no porque todo el mundo esté de acuerdo con ello. Nosotros, en cambio, pensamos que deben ser respetados en toda circunstancia y lugar.
La mayor parte de los países se han comprometido firmando y reconociendo el papel de los derechos humanos como una fuente de legislación. Sin embargo, la realidad es otra. El "sin embargo", como ocurría en la película de Deepa Mehta, implica que hay una distancia entre la ley —incluso la ocultación— y su aplicación real, que choca con algo llamado "tradición" (también esta es una consideración "occidental"). Ejemplos de esto lo tenemos en todas las culturas y países.

No vamos a cometer la ingenuidad de considerar que los derechos humanos se respetan en todo el mundo occidental de una manera absoluta, pero sí hay un acuerdo general que los reconoce como fuente.
La universalidad produce un choque con lo que está precisamente representado por la tradición. Los derechos humanos nacen de un concepto crítico de las tradiciones, que representan lo localmente verdadero. Pueden ser aceptados por los países, pero —como ocurría en la India de 1939 y en muchos otros lugares— es más difícil cambiar las tradiciones que hacer las leyes.
Pero ¿qué es una "tradición"? Como se nos da a entender en la propia película, una tradición supone la normalización de los intereses históricos de una parte de la comunidad sobre otra. La tradición es la que permite gobernar a los brahmanes y obliga a obedecer a los considerados inferiores. Por ello, lo primero que hace una tradición (en el sentido que le estamos dando) es establecer diferencias, separaciones y castigos para quienes las transgreden. Se asegura los mecanismos para perpetuarse y se expulsa a los reformistas pues es esencial que los que viven bajo unas tradiciones consideren que son únicas, casi un privilegio, frente al error ajeno.
Todas las diferencias, es decir, las tradiciones, tienen una autoridad que las refrenda —es lo querido por los dioses, lo escrito en el código de Manú en la India— y unos grupos que las administran e interpretan de la forma más favorable al mantenimiento —los brahmanes, la casta sacerdotal en cuya manos están los textos sagrados que les consagran como la cima del sistema— de las diferencias.
De todas las diferencias las más universales son las que se refieren al sexo, a la distinción entre hombres y mujeres. Esta diferencia biológica se traduce en las tradiciones en diferencias de género, regulándose y estableciendo el control de la mujer por parte de los hombres, la familia patriarcal, etc.


Las tres leyes de Manú sobre lo que ocurre con las viudas son muy claras: 1) incinerarlas junto al marido es caro y, hasta cierto punto, engorroso: 2) casarla con un hermano menor es también caro, porque es una boca más que alimentar; y 3) la vida de recogimiento asegura que no tendrá contacto con otros mediante su condición de impura. ¿Quién iba a querer tocar a una mujer cuya sombra misma contamina, como se le dice a una de ellas, o que te obliga a lavarte de nuevo porque te ha rozado en la calle? Evidentemente esta "impureza" es la formalización simbólica de la diferencia, una forma de "valor" negativo, que sirve para estructurar las diferencias en el campo social. Todo ello "es" en la medida en que es "aceptado" o "reconocido". Y ese reconocimiento es el que se traduce en las tradiciones, leyes que lo refrendan nacidas de esas mismas tradiciones, etc. Es todo un sistema de refuerzo, de consolidación de diferencias.
Volvamos al artículo de Dina Shah en The New York Times. Señala la paquistaní tras contar la brutal mutilación de la mujer que no quiso que su marido tomara por esposa a una niña de siete años:

As government officials, human rights organizations, and even the Taliban condemned the attack, Reza Gul became the newest example of failed promises to liberate Afghan women from the tyranny of the Taliban and, by extension, many Afghan men. Yet these promises were flawed from the beginning.*


El argumento no es nuevo y se repite en algunos discursos con distinta intencionalidad. Los hechos: un hombre que se va a casar con una niña de 7 años corta la nariz a su esposa que se opone. Interpretación: Occidente ha fallado en sus promesas. Es un discurso, como digo, que se escucha en países en los que se dan dos cosas: a) unas clases ilustradas que han hecho muy poco por la emancipación de sus pueblos, incluidas las mujeres, porque eran ellos los "brahmanes" de turno que aspiran a ser siempre las clases dirigentes; y b) unas clases que critican a Occidente si interviene (es colonialismo, imperialismo, etc.) y, si no interviene también, señalando que piensan que la democracia solo es cuestión de algunos países del primer mundo, que se apoya a regímenes dictatoriales sin tener en cuenta los derechos humanos, etc.
Lo señalado en (a) implica, como en la película de Deepa Mehta, que aunque el hijo se rebele contra el padre, el poder siempre quedará en familia. El joven abogado va con Gandhi a luchar por la transformación de la India. Por muy sincera que sea su lucha es la consagración de las familias dominantes. La historia posterior de la India lo mostrará con claridad. Cambia mucho pero lo de arriba siempre están arriba: tienen la educación y el acceso al poder. Lo señalado en (b) que muchas veces son esas mismas castas las que quieren seguir controlando el espacio aunque en nombre de otras ideas. El cesado por blasfemo ex ministro egipcio de Justicia sostenía que solo los hijos de los jueces deben llegar a jueces. Era sincero y es una idea que no suena extraña allí donde la estructura de poder se constituye a través de la familia y la creación de lazos por los matrimonios. Es la forma clásica del patriarcado.
En conclusión, se haga lo que se haga, la culpa la tiene "Occidente". ¿Cuáles son razones que expresa la paquistaní Bina Shah, hija de un país que también tiene su conflicto con los talibanes y radicales cuyo objetivo son las mujeres? Eso es lo que desarrolla en su artículo:

Afghan women’s rights activists as well as activists outside Afghanistan known as intersectional feminists, who by definition understand how complex the oppression of women can be, often say that Western feminists have willfully misrepresented the plight of Afghan women; Spogmai Akseer has even written that a portrayal of them as “silent and passive victims of their culture, their men and their politics” has served only to justify an imperialist invasion disguised as a humanitarian rescue mission.
Lina Abirafeh, a specialist on gender-based violence who worked in Afghanistan from 2002 to 2006, concluded that aid programs there had ignored a basic problem: Aiming them at women alone, without also addressing men, might complicate the political quest for women’s rights. Indeed, the continuing violence against women has been fueled in great part by resentment from men — and many women — over a speedy agenda for change that they see as forced upon them by outsiders.*

La cuestión que se plantea no es nueva, pero está adquiriendo nuevos tintes en una sociedad global y en conflicto cultural. Desde hace décadas, con la aceptación del discurso feminista (Los Gender Studies) empezó a plantearse hasta qué punto el pensamiento feminista era "esencialista", es decir, convertía en absoluto lo que era relativo. Se trataba de hacer ver que aquello que se consideraba como "universal" estaba formulado desde una posición cultural y social determinada: mujeres blancas con capacidad de reflexionar sobre sí mismas. La "idea de mujer" surgida de ese pensamiento feminista no incluiría, por imposibilidad de pensar más allá de sí mismas, a todas aquellas otras mujeres diferentes, que serían para ellas imposiblemente iguales o estereotípicamente diferentes. No existiría una "Mujer" esencial, platónica, sino "mujeres" distintas en función de otros elementos básicos: etnia, clase, religión... Por decirlo así: los Gender Studies se vieron atacados desde los Cultural Studies o los Postcolonial Studies.


Los Derechos Humanos y su idea de "universalidad" y creación de un "sujeto" por encima de raza, cultura, religión... se veía desbordado por el multirrelativismo de la  postmodernidad que con tanto "desenmascaramiento" hace imposible que haya un discurso que no sea deconstruido anulando su posible mensaje aceptable por todos.
¿Quiénes son las " intersectional feminists" a las que se refiere la feminista paquistaní? La feminista negra Ava Vidal publicó a mediados de enero de 2014 un artículo en The Telegraph con el título "'Intersectional feminism'. What the hell is it? (And why you should care)". He escrito "negra" —algo en lo que no necesitaría fijarme a menos que ella lo hiciera— porque es relevante en estos tiempo es que se duda del "sujeto" pero no se pierde de vista la enunciación. Señala Ava Vidal:

Intersectionality is a term that was coined by American professor Kimberlé Crenshaw in 1989. The concept already existed but she put a name to it. The textbook definition states:
"The view that women experience oppression in varying configurations and in varying degrees of intensity. Cultural patterns of oppression are not only interrelated, but are bound together and influenced by the intersectional systems of society. Examples of this include race, gender, class, ability, and ethnicity."
In other words, certain groups of women have multi-layered facets in life that they have to deal with. There is no one-size-fits-all type of feminism. For example, I am a black woman and as a result I face both racism and sexism as I navigate around everyday life.
Even though the concept of intersectionality in feminism has been around for decades, it only seems to have made it into mainstream debate in the past year or so. And yet still so many people are confused by what it means, or what it stands for.**


Allí donde los "derechos humanos" buscan la universalidad de los sujetos para reivindicarlos, la interseccionalidad busca las diferencias. ¿Por qué? Estamos en la era del recelo, como ya se ha descrito, en la sospecha permanente. No hablo ya de las abundantes teorías de la conspiración, que sería una forma folclórica del asunto, sino del recelo continuo sobre la sinceridad del discurso, de la palabra misma incluso por encima de la propia intención del sujeto, ya que —como señaló Eco— existe una "intencionalidad del texto" por encima de la intencionalidad de que lo produce y lo quien lo recibe. El lenguaje nos habla, no somos nosotros los que hablamos.  Todos estos postulados —salidos de la teoría y de la crítica— solo llevan a una conclusión. Todo enunciado, idea, etc. es la traducción de una forma específica de "cultura" y la reproduce.
¿Por qué hay que tener cuidado, como dice Ava Vidal, con esta interseccionalidad? Creo que es evidente: si se lleva al extremo es la negación del diálogo por imposible, ya que los sujetos siempre encontrarán diferencias que hagan inútil la conversación. Si todos somos hijos determinados de nuestras circunstancias, estas son barreras que impiden compartir la realidad de las visiones de cada uno. Los hombre no se entienden con las mujeres, los padres con los descendientes, las razas con las razas, las religiones con otras religiones, los vegetarianos con los carnívoros... y así hasta el infinito. Vidal apunta que la división es precisamente una de las principales críticas que se realizan a la idea de interseccionalidad en el feminismo.
Tras señalar la "raza" como el primer elemento diferenciador en el conflicto (feministas negras que se niegan a aceptar la validez de los sesgados análisis de las feministas blancas). Señala Ava Vidal:

There is the mistaken belief that the only 'privilege' that you can have relates to skin colour. This is not the case. You can be privileged because of your class, educational background, religious background, the fact that you’re able bodied or cis-gendered. A lot of black women can and do have privileges too.**

En efecto, ¿por qué no? Pero es en los últimos años cuando se han recrudecido las críticas al feminismo "occidental" negándolo y considerándolo "imperialista". ¿Es casual que sea así? Puestos a dudar, podemos hacerlo todos.
Un hecho que hemos observado estos años es que una forma de evitar la entrada de las ideas sobre los derechos humanos y los derechos de las mujeres es señalar que estos son una moda occidental y un arma camuflada para destruir a los países desde dentro, desde su organización básica que son las familias.


Según los planteamientos más radicales, las mujeres son felices bajo los regímenes como los de Afganistán o Pakistán, por citar solo los países del ataque a la mujer y el de origen de la firmante del artículo en The New York Times. Son las ideas occidentales las que crean la discordia en las familias sembrando el conflicto, desuniendo, llamando a la desobediencia. Este mensaje se ha incrementado con la llegada de la Primavera árabe en la que las demandas de las mujeres salieron a primer plano. Como contrapartida, el integrismo islámico reaccionó con fuerza contra las pretensiones femeninas.
El artículo de Bina Shah consideraba el horrible atentado contra la joven esposa afgana como "newest example of failed promises":

Both of those analyses point to a huge gap between how Westerners have understood the experience of Afghan womanhood, and how Afghan women see themselves. In fact, the self-image of a great many Afghan women doesn’t match the victimhood awarded them by Western aid workers. They see themselves instead as brave, capable and strong. Islam is important to them, as is their honor. They want more freedoms, of course, but they want to be active participants in their own liberation and set their own pace for the struggle.*

¿Qué parte cree Bina Shah que el mundo no entiende ni está preparado para entender: el matrimonio con la niña de siete años o el cortar la nariz a la esposa? ¿Cuál de ellas no entiende el mundo? ¿Cree que el problema de la mujer afgana es que no es bien entendida por las feminista o la sociedad occidental? ¿Es Occidente el que fracasa? Quizá debiera preguntarle a la mujer que perdió su nariz de quién se considera víctima o a quién considera culpable. Sería una sorpresa que contestara que a Simone de Beauvoir, a Hélène Cixous, a Judith Butler o a cualquier otra feminista occidental que fue incapaz de comprenderla.

Oxfam
¿Cree Bina Shah que el problema de esta mujer es cómo la ven en Occidente? ¿Quién va a ayudarlas a conseguir esa libertad que —of course— ellas quieren: sus maridos, sus legisladores (que rechazaron a una mujer jurista en el tribunal supremo con el argumento de que la mujer no tiene la fuerza necesaria para tomar las duras decisiones que los jueces han de tomar en el nombre de Dios), sus guardias (que miraron indiferentes ante el linchamiento, descuartizamiento y quema de Farkhunda, la mujer asesinada por la multitud a las puertas de una mezquita por denunciar a un vendedor de reliquias como un estafador).
El antioccidentalismo tiene muchas formas. La más peligrosa y oscura es la que se entremezcla con el feminismo y que sirve como coartada  para evitar que se avance hacia esa universalidad de los derechos humanos. El mensaje de que en Occidente se ve a las mujeres afganas como pasivas, débiles, serviles, etc., necesitadas de ayuda, frente a cómo se ven ellas, orgullosas, fuertes, etc. es de una gran sutileza y perversidad.
No creo que sea esa la intención última de Bina Shah, pero ya nos advirtieron que el lenguaje hace sus propias diabluras. La película de Deepa Mehta situaba la cuestión en el punto clave: quién decide qué tradiciones son buenas y cuáles hay que eliminar. El atentado contra la mujer no es un hecho aislado y muestra la valentía de la mujer que se opuso a un matrimonio infantil en su casa. Nadie la ve como un ser débil, sino todo lo contrario con un valor extraordinario, como a Farkhunda. Pero el muro difícil de derribar es el que se está sosteniendo desde la teoría: la tradición. A ella nunca le van a preguntar qué tradición mantener y cuáles eliminar. La cuestión es absurda. La tradición consagra el poder.


Como mujer ilustrada, Bina Shah tiene dos metas: una enseñarnos a los que no estamos en esa cultura que fallamos en la comprensión, algo con lo que se puede estar de acuerdo, pero no considerar la responsabilidad última. La otra sería cambiar la situación de muchas mujeres en Pakistán y Afganistán, donde sí la pueden entender mucho mejor que en las columnas de The New York Times. Desde allí puede ayudar a corregir los errores occidentales, pero difícilmente salvar a las mujeres cuyos maridos no leer ese periódico en sus aldeas o ciudades. En cambio prefiere, responsabilizar a los que intentan hacer algo. Es su derecho, pero quizá —desde los cultural studies— le digan que como mujer educada no comprende a las mujeres más pobres de su cultura.
The New York Times había recogido la historia terrible de la mujer —¿no debería haberlo hecho?—, llamada Reza Gul. La mujer llevaba cuatros años sufriendo todo tipo de abusaos por su marido y la familia. Fue la idea de traer a una niña a casa lo que desbordó el vaso de su paciencia y se enfrentó al hombre. Por supuesto no tenía acceso a la bibliografía feminista occidental que nublara su mente. Nos cuenta el periódico el ataque y señala lo que hizo el marido y su familia:

Mr. Khan and one of his brothers then threw Reza Gul on the back of a motorcycle with the intention of taking her away to kill her, Zarghona said. But news of the attack spread quickly in the village, causing an uproar, and Mr. Khan fled for his life.
“I went to the Taliban,” Zarghona said. “I asked them: ‘Is this the Islam we are following? My daughter’s nose chopped off? But you are doing nothing about it. I want justice.’ ”
“They got really angry, and now they are searching for the boy,” she said. “I hope they find him before the police do.”
Mr. Yaqubi, the police official, said the authorities had heard that “the Taliban has already arrested Muhammad Khan, and he is presently in their custody.”
“We don’t know what they plan to do with him, but we will follow the case and bring him to justice.”***


Estas línea son un auténtico tratado de sociología. La madre supo dónde debía ir para que el infame marido de su hija sufra lo suyo. Es algo más que "justicia" lo que pedía a los talibanes. Los prefiere a ellos a la tibieza de la justicia, de la que sabe que el hombre saldrá bien librado como otros muchos cada año que realizan las mismas acciones y a los que le vale cualquier excusa para librarse. Puede que a ellas les interese el "islam", como señala Bina Shah, pero desde luego no en la interpretación del marido o de los propios talibanes, que se movilizaron solo por la indignación de la madre, Zarghona, que les supo poner contra la espada y la pared. ¿Y la Justicia? Bien, gracias. A la espera de lo que ocurra.
Es muy difícil separar en la realidad lo que luego separamos en nuestras reflexiones. Analizar es separar, por eso necesidad de la "complejidad", el intento de comprender sin destruir las relaciones múltiples que los fenómenos, especialmente los sociales tienen.
La única realidad es la del hecho: la agresión, el sufrimiento. Lo demás son las interpretaciones. Cualquier interpretación que se aleje del hecho o, peor, que responsabilice a quien no lo sea, es una perversión imperdonable, se haga en nombre del racismo, la religión o el anticolonialismo.


Las teorías están muy bien, pero no ayudarán a esa mujer única, viva, valiente, que se enfrentó a un hombre al que la tradición le autorizaba a abusar de ella sin que nadie le pudiera decir lo contrario hasta que ella se rebeló y él y los suyos se consideraron autorizados por la tradición a desfigurarla primero y a desprenderse de ella después matándola. 
La foto en el hospital, abrazada a su bebé, la convierte en real, igual que su sufrimiento. Aquí hemos traído muchas veces ejemplos de mujeres afganas que están luchando contra el inmenso muro de la indiferencia o la tradición intentando sacar adelante a muchas otras que se encuentran en una situación complicada. Ellas saben de sobra que problemas son los reales y cuáles son las ayudas que necesitan. Efectivamente, no necesitan de teorías, ni en un sentido ni en otro, sino subir cada día un peldaño en una larga y complicada escalera.


Frente a la universalidad de los derechos está la concreción del sufrimiento que es algo ante lo que todos debemos reaccionar dejando al margen al que lo justifica o lo defiende incluso. Las leyes las protegen, pero también permitían casarse a las viudas en la India y a nadie le interesaba que aquello se produjera.
A veces las teorías se vuelven insensibles ante la única realidad humana, el sufrimiento, el dolor, la muerte. Es lo que nos iguala a todos, aunque lo hagamos por distintas causas. La causa de las mujeres es universal. Las diferencias teóricas están muy bien en los libros y departamentos universitarios, las columnas de The New York Times o los congresos, pero no deben alejarse de la realidad del sufrimiento ni perder de vista aquello que lo causa.
Por supuesto, es la idea de Bina Shah, que debe haber también agendas locales para la lucha por los derechos dentro los diferentes escenarios. Pero esas agendas locales son muchas veces falsas agendas, la forma en la que la tradición y los que se benefician de ella se aseguran seguir resistiendo y controlando. Habrá que observar bien, escuchar mucho, para asegurarse que se eligen los mejores caminos, los más eficaces. Pero hay que tener claro cuál es el punto de llegada.
Al final siempre hay que decidir qué tradiciones son buenas y cuáles son malas. Y lo importante es que seas "tú", la mujer, la que tenga también voz para decidir y decirlo. Todo lo demás es trivial y hasta injusto.

Oxfam
* Bina Shah "Afghan Women: What the West Gets Wrong" The New York Times 28/09/2016 http://www.nytimes.com/2016/04/29/opinion/afghan-women-what-the-west-gets-wrong.html
* Ava Vidal "'Intersectional feminism'. What the hell is it? (And why you should care)" The Telegraph 15/01/2014 http://www.telegraph.co.uk/women/womens-life/10572435/Intersectional-feminism.-What-the-hell-is-it-And-why-you-should-care.html
*** "Afghan Woman’s Nose Is Cut Off by Her Husband, Officials Say" The New York Times 19/01/2016 http://www.nytimes.com/2016/01/20/world/asia/afghan-womans-nose-is-cut-off-by-her-husband-officials-say.html

jueves, 28 de abril de 2016

Polvo, ceniza y nada o las estrellas del mal

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Con Francia sacudida por la llegada del terrorista extraditado, Salah Abdeslam, Le Figaro recupera y actualiza un texto de Gaspard Koenig, publicado en diciembre de 2015 con el titular "Et si on arrêtait de transformer les terroristes en stars?". Y lo hace como cuarta noticia, tras tres grandes titulares concedidos al terrorista en su edición digital.
La pregunta que salta desde el titular tiene su continuidad en las que el texto se plantea desde el absurdo de la realidad que lo envuelve. ¿Podemos dejar de convertirlos en "estrellas"? Escribe Koenig:

Impossible de ne pas connaître leurs noms, leurs visages, leurs adresses, leurs habitudes, leurs vacances, les moindres méandres de leurs vies misérables. Les journaux leur consacrent des portraits à longueur de pages, avec interviews de la grand-mère et de l'ami d'enfance. On cite des textos de leur épouse restée en Syrie, toute fière de cette gloire soudaine. Les terroristes sont devenus des stars. Des stars du mal, mais des stars quand même. Malgré le travail de mémoire des réseaux sociaux, malgré la litanie du Président de la République dans la cour des Invalides, qui connaît l'identité de leurs victimes?
En nommant les assassins, nous leur avons offert une triste victoire. La même que celle d'Erostrate, ce citoyen Grec du 4e siècle avant notre ère qui avait incendié le temple d'Artémis à Ephèse, une des sept merveilles du monde, dans le seul but de devenir célèbre. La postérité a oublié le nom de l'architecte du temple, celui des prêtres et des fidèles, et même celui de la déesse; mais on a retenu celui de l'incendiaire.*


Las sociedades mediáticas como la nuestra son escenarios y víctimas perfectas para el terrorismo. Matan dos veces. Lo hacen en el atentado en sí y lo hacen en la explosión mediática que reproduce su acto en una imparable onda expansiva. Cada atentado es el centro de esa explosión mediática que sacude globalmente el planeta. No hay lugar en el mundo en el que no se escuche esa explosión, la diferencia es el dolor, el júbilo o la indiferencia con la que se recibe.

El texto mismo de Gaspard Koenig, joven filósofo liberal, participa de esa explosión mediática que repite como un eco el nombre del terrorista. Sí, el terrorista es la estrella. En algunos de los atentados que se han producido desde que nacieron estos "charcos" hemos descrito el proceso de construcción mediático y discursivo del terrorista, el ritual de su escritura, su conversión al género del horror y sus rutinas.
El terrorista es estrella, sí. Es un punto del que parten, como las ondas del estanque al caer la piedra sobre las aguas, los nuevos textos que indagarán, criticarán, ensalzarán, reconstruirán... su figura. Es una emergencia desde el horror.
No sabemos cuántos terroristas llegan a cometer sus crímenes guiados por esa gloria mediática, por el deseo de notoriedad. Lo cubren las capas del dogma, de la ideología, del fanatismo. ¿Por qué no la gloria mediática, ver tu nombre cantado como el de los héroes? Es una heroicidad por relevos, hasta que llega el siguiente que ocupa el foco mediático. Después la gloria tranquila del precedente, de ser invocado como el que causó aquel horror.


Las preguntas de Koenig no son irrelevantes, aunque las respuestas sean inútiles en una sociedad que coloca tres grandes titulares antes de proponer el silencio como premio al que mata de esta manera.

La meilleure manière de punir les Erostrate, les Paul Hilbert, les djihadistes de notre monde, serait de leur refuser un nom. De les enterrer dans l'anonymat.
C'est d'ailleurs ce qu'avaient voulu faire les Ephésiens pour Erostrate. “Ils avaient eu la sagesse, nous dit l'historien Valère Maxime, d'abolir par décret la mémoire d'un homme si exécrable; mais l'éloquent Théopompe l'a nommé dans ses livres d'histoire.” Chers amis journalistes, blogueurs, twittos, citoyens curieux: apprenons de nos erreurs. Cessons de glorifier nos ennemis. Appelons-les Terroriste 1, 2, 3, 10. Donnons-leur des surnoms ridicules. Ne leur faisons pas l'honneur de la postérité.*

¿Podemos hoy "abolir por decreto" el nombre del terrorista? Mucho me temo que no. Más que condenar al silencio y el anonimato, premiamos con el nombre, glorificamos con el eco mediático a los asesinos. Y lo hacemos ante los ojos de los futuros asesinos, muchos de los cuales buscan que su nombre sea repetido. Y si no es el suyo, será el de su causa.

Nuestro deseo de consumir información es insaciable y con ello aseguramos la eficacia de los crímenes terroristas, cuyo objetivo es siempre doble, la muerte y la publicidad de su causa.
Quizá la propuesta de numerarlos —el "751", la "327"...— o ponerles nombres ridículos —el Caramemo, el Patizambo, el Canijo... — o simplemente el silencio fueran eficaces para muchos. Pero, como concluye Koenig, les hacemos el honor de la posteridad con nuestro llevarles a las posiciones de privilegio. No hemos conseguido llegar a un pacto de silencio. Antes de debatían estas cosas, pero después se dejaron de discutir por imposibles.
Convertir en estrella al terrorista tras su detención precipitó la realización de los atentados de Bruselas. No son solo los terroristas los que tienen ansias mediáticas. Debemos aprender. La mitad de las fotos de la portada de Le Figaro muestran personas armadas de megáfonos intentando hacer llegar sus mensajes a la sociedad. Nosotros le regalamos el megáfono al terrorista, le damos la amplificación que desean.


Olvidemos a los terroristas, sus caras sus nombres. Recordemos a sus víctimas, que quede constancia de que son los criminales los devorados por el olvido. Las estrellas del mal no deben brillar demasiado. Polvo, ceniza y nada.
 
"Hic iacet pulvis, cinis et nihil" 


* "Et si on arrêtait de transformer les terroristes en stars?" Le Figaró 27/04/2016 http://www.lefigaro.fr/vox/societe/2015/12/03/31003-20151203ARTFIG00307-gaspard-koenig-et-si-on-arretait-de-transformer-les-terroristes-en-star.php

miércoles, 27 de abril de 2016

El furioso guardián de la puerta del este o Ginebra resiste

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La ley no escrita que señala que cuanto más necesaria se hace Turquía a Europa, más despótico e intransigente se vuelve Erdogan se cumple una vez más. Recep Tayyip Erdogan saca su fuerza de la debilidad ajena; se convierte en una monstruosa exigencia ante los necesitados interlocutores. El fenómeno lo hemos observado en distintas ocasiones en las crisis continuas que se producen por la necesidad europea de blindar su entrada del Este. SE cumple en cada ocasión el principio y Erdogan se crece en sus exigencias y su presión sobre la oposición, sus baladronadas se vuelven más frecuentes.
Europa y Occidente en general están creando un problema en Turquía que acabará siendo, a largo plazo, peor que lo que se trata de evitar. Se están haciendo concesiones a un gobierno que es cada vez más despótico y despectivo hacia los derechos humanos y las libertades cívicas. Lo pagan con creces los turcos que se le oponen y que reivindican sus derechos, que ven desesperados cómo el tiránico Erdogan impone su voluntad ante todos. Con ello, el presidente turco aumenta su crédito ante aquellos a los que quiere mostrar su poder, es decir, su capacidad de doblegar a Occidente con sus exigencias. Esta es la verdadera medida del liderazgo al que Erdogan aspira ante la comunidad islámica. Otros quieren imitarle, pero solo él consigue lo que quiere. Y esa es la base de su poder: el prestigio de doblegar. Es de allí de donde extrae su poder ante una comunidad obsesionada por la recuperación de una posición frente a Occidente.

Por ello tienen un importante valor simbólico los casos en los que sus exigencias se cumplen. Son dos los casos en los que Erdogan ha puesto ante un dilema a las autoridades europeas, alemanas y suizas concretamente. Son dos casos paralelos en los que ha tratado de que se frenaran en seco los ataques a su persona, caso insólito entre los dirigentes políticos, que suelen dejar de lado estas cuestiones.
La polémica en Alemania se produce ante las exigencias de Erdogan de que se frenen las críticas que ha hecho contra él un cómico en un vídeo satírico. La noticia de EFE lo contaba así:

Durante una rueda de prensa en Berlín junto al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, Merkel fue preguntada por la polémica suscitada por esta decisión de Turquía, un país al que tanto Alemania como la Unión Europea (UE) necesitan para frenar la llegada de refugiados.
De forma paralela a la demanda de Erdogan, el Gobierno turco ha presentado una nota verbal en Berlín para que se persiga penalmente al cómico Jan Böhmernann por injurias a un jefe de Estado extranjero, un paso que debe contar con la luz verde del Ejecutivo de Merkel.
La canciller señaló que se está estudiando esa nota de forma "muy concienzuda" y que se dará una respuesta en los próximos días, pero recalcó que los valores básicos recogidos en la Constitución, como la libertad de expresión, de la ciencia y del arte, están vigentes, con independencia de los problemas políticos que puedan surgir.
Abordar la crisis de los refugiados, encontrar una solución política, crear vías legales para la llegada de estas personas y avanzar hacia un reparto equilibrado de las cargas, afirmó, interesa tanto a Turquía como a Alemania y a la Unión Europea.
"Todo eso tiene que verse de forma independiente de los valores básicos en Alemania, del artículo 5 de la Constitución; la libertad de prensa y de opinión siguen vigentes y no tienen nada que ver", reiteró.
Las presiones sobre su Gobierno crecen mientras aumentan los apoyos a Böhmernann, quien recitó un poema satírico con ofensas al jefe del Estado turco en el programa que presenta en la segunda cadena de la televisión pública alemana (ZDF) a finales de marzo.
Días antes, el Ministerio de Exteriores turco había llamado al embajador alemán en Ankara para protestar por la emisión de otro vídeo satírico sobre Erdogan, en el canal público regional NDR, en el que se criticaban los recortes de libertades en Turquía.
En referencia a ese caso, Böhmermann intentó mostrar en su programa las diferencias entre la parodia y las injurias y recitó un poema que él mismo calificó de "crítica injuriosa" y en el que acusaba a Erdogan de practicar la zoofilia, golpear a menores o maltratar a discapacitados.
"Esto no está permitido en Alemania", indicó el humorista.*


Böhmermann había realizado una crítica paródica de Erdogan, una sátira, que molestó al presidente turco. Esta molestia se traduce en la presión sobre el gobierno alemán. La respuesta del cómico es explicarle mediante un ejemplo lo que está permitido y los que sería una "crítica difamatoria", tras lo que pasa a darle un ejemplo señalando lo que no estaría permitido, acusándoles "a modo de ejemplo" de cosas absurdas para que vea la diferencia. El juego cómico retórico se toma literalmente como una difamación, algo absurdo porque se ha advertido que eso es lo que no "se puede hacer", es decir, es un juego de lenguaje para mostrarle la diferencia.
Demasiada sutileza para Erdogan que refuerza sus presiones contra el cómico, algo que acaba consiguiendo. Merkel cede. El Mundo señalaba:

El Gobierno alemán permitirá a la Fiscalía iniciar un procedimiento penal contra el cómico Jan Böhmermann, cinco días después de que el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan presentara una querella penal ante la Fiscalía de por un presunto delito de injurias contra el humorista por un poema satírico.
En un anuncio ante la prensa, la canciller Angela Merkel admitió que la decisión de investigar y tomar una decisión vinculante sobre el caso de Böhmermann no le corresponde al Gobierno sino a la Justicia, y ha destacado la independencia del poder judicial. Asimismo subrayó que Turquía "es un país amigo" y mencionó su papel de socio estratégico de Alemania.
Böhmermann recitó a finales de marzo lo que él mismo calificó de "crítica injuriosa" en el programa que presenta en la segunda cadena de la televisión pública ZDF. Ésta decidió después retirar el vídeo de su página web al considerar que no cumplía los "criterios de calidad" de la cadena.**


La noticia informa también de que el cómico tiene protección policial por amenazas y que se ha abierto un amplio debate sobre la libertad de expresión en Alemania con este caso.
Insistimos en la idea de que la función de Erdogan ante todo esto es mantener el prestigio no de su nombre por lo que hace, sino por su capacidad de hacer rectificar o retroceder a otros. A Erdogan le favorecen estas cosas porque el prestigio no está en cuestión por aquello que se diga de él —que el cómico alemán anticipó que eran falsas—, sino en la capacidad de hacer retroceder a Occidente (o sus otros objetivos).
Cada vez que Erdogan consigue que Europa ceda en algo, situarla ante un trágala, está realizando una demostración de su poder y ampliando su prestigio ante sus seguidores. Erdogan vive de los órdagos.
Pero no es el único caso ya que presionar en unos obliga a presionar en el resto. EFE informaba hace unos día de otro, esta vez en Ginebra:

Ginebra, 25 abr (EFE).- El consulado de Turquía ha pedido a la ciudad de Ginebra que retire una fotografía expuesta en los exteriores de la sede de las Naciones Unidas que muestra una manifestación crítica con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Hasta mañana 26 de abril, se exponen en la "Place des Nations", enfrente de la sede europea de ONU, 58 imágenes tomadas por el fotógrafo ginebrino de origen kurdo y armenio Demir Sönmez sobre manifestaciones organizadas en dicho lugar.
La fotografía que ha causado el enfado de las autoridades turcas, muestra una manifestación celebrada en marzo de 2014 que responsabilizó a Erdogan, entonces primer ministro, de la muerte de un adolescente en una protesta en Estambul.
"Me llamo Berkin Elvan, la policía me mató bajo órdenes del primer ministro turco", reza un cartel que aparece en la imagen.
El Consejo administrativo de la ciudad de Ginebra tratará la cuestión mañana martes por la tarde, según indicó hoy a la prensa local su portavoz, Philippe d'Espine.
En el último año y medio, Turquía ha demandado a un total de 1.845 personas por criticar al presidente Erdogan, hacer chistes o incluso comentarios sobre él.***


La noticia de hoy es que la ciudad de Ginebra y Suiza han hecho lo que no ha hecho Alemania: decirle a Erdogan que no quitarán la fotografía y que si le molesta que mire para otro lado.
Esas 1.845 demandas contra personas que no le gustan a Erdogan es una cifra suficientemente escandalosa como para hacer reflexionar sobre lo que el presidente turco busca ante su comunidad islamista, el prestigio del intocable. Este valor es característico de la mentalidad que se aleja cada vez más de los valores democráticos y que la sociedad turca está padeciendo como una regresión dictatorial.
Ayer mismo se daba cuenta de otro caso más de persecución a los que critican al presidente, recogido por Euronews:

Nuevo golpe a la libertad de prensa en Turquía.
La periodista holandesa Ebru Umar ha sido víctima de varias intimidaciones este fin de semana.
Primero fue detenida en su casa de verano en la ciudad turca de Kusadasi acusada de injurias al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Tras comparecer ante un tribunal quedó en libertad con cargos, pero se le ha prohibido que abandone el país.
“Querían saber que publiqué en Twitter y desde qué ordenador. Es lo único. No me preguntaron nada, ni respondieron a ninguna de mis preguntas. Simplemente estaba detenida. Me llevaron de una comisaría a otra, en total estuve en tres comisarías de policía en una noche. Es estúpido. Es simple y llanamente intimidación, pura intimidación nada más”, dijo la columnista en una video conferencia mediante Internet.
Este mismo fin de semana, coincidiendo con su detención en Turquía, se produjo un robo en el apartamento de la periodista en La Haya. Lo que ella considera como una intimidación más.
El Código Penal Turco castiga con hasta cuatro años de cárcel las injurias contra el Jefe de Estado.****


La campaña de Erdogan contra la prensa va tomando las características típicas del estado policial y fascistoide. La intimidación a los que critican, las detenciones intimidatorias como la señalada, las presiones más allá de sus fronteras, el uso de los aparatos del estado al servicio del presidente, etc. son todos síntomas de esa dirección hacia un estado de fascismo. El partido crece por intimidación haciendo desaparecer a los que critican o se oponen y sumando los apoyos de todos aquellos que consideran que hay que estar del lado del poderoso. Es este último factor el determinante en estos procesos de identificación, empáticos, antes que racionales, dialogantes y democráticos. Por eso señalamos que hacer ver que Erdogan está por encima de las críticas o que los gobiernos extranjeros se pliegan ante sus deseos es la peor forma de tratar el caso. Erdogan sigue creciendo por la ayuda involuntaria de los que hacen ver que es indispensable para el buen funcionamiento del mundo.


Este mensaje va calando en un electorado que le considera por encima de las ideologías o circunstancias y comienza a verlo como un "enviado" capaz de desafiar al mundo. Y Erdogan potencia esto porque necesita ser indispensable a los ojos de sus seguidores. El líder islamista basa su prestigio en su capacidad de doblegar voluntades, lo que le trae el respaldo de los que hacen suyas sus pretensiones.
Por eso el siguiente paso es el que se nos muestra hoy en la prensa de medio mundo:

El presidente del Parlamento asegura que Turquía necesita una constitución "religiosa"
ESTAMBUL, 26 Abr. (Reuters/EP) -      El presidente del Parlamento de Turquía, Ismail Kahraman, ha asegurado que su país necesita tener una constitución "religiosa" que abandone el laicismo, toda vez que la mayoría de la población es musulmana.    "La nueva constitución no debería contemplar el laicismo", ha afirmado el presidente del Parlamento, en declaraciones publicadas por los medios de comunicación turcos. "Tiene que discutir sobre religión, no debe ser profana la nueva constitución, debe ser una constitución religiosa", ha asegurado.    Como presidente del Parlamento, Kahraman es responsable de supervisar el proceso de elaboración del nuevo proyecto constitucional. El AKP tiene 317 de los 550 escaños del Parlamento y necesitaría unos 330 votos para someter a referéndum un nuevo texto, lo que implica que necesitará el apoyo de más parlamentarios de otras formaciones.*****


Con la constitución que el partido islamista pretende, el fascismo pasará a consolidarse como fascismo religioso, que es lo que es realmente el islamismo. Se consagrará el retroceso histórico de Turquía y se volverá a sus pretensiones imperiales, que Erdogan no oculta en toda su parafernalia.
Si en estos momentos Erdogan puede hacer lo que está haciendo en Turquía, con una constitución islamista en la mano la represión se multiplicará porque pasarán a aplicarse criterios todavía más restrictivos sobre la crítica, como estamos viendo. Cualquier crítica a él o su partido se acabará convirtiendo en insulto a la religión, difamación del islam, leyes morales, etc. Es decir, se acabará convirtiendo en lo que ya prácticamente es: una dictadura religiosa.
La constitución religiosa que se reclama sitúa un nuevo problema en las puertas de Europa, un problema previsible que las crisis actuales —en las que Turquía ha tenido mucha participación— esconden pero nunca lo suficiente. La crisis siria ha servido para que Erdogan purgue su sociedad de cualquier rival que pueda obstaculizar el futuro. Ha convertido en conspiraciones los intentos de demostrar la corrupción de su partido o los extraños negocios de la familia. Ha desmantelado el poder judicial, la Policía, etc. de todos aquellos que pudieran oponerse a la avalancha islamista en su asalto definitivo al poder.
Y todo esto lo ha hecho con el beneplácito y apoyo de los Estados Unidos —con el que ha acabado entrando en conflicto por su doble juego en sus ataques a los kurdos en vez de al Estado Islámico— y de Europa que lo ve como el guardián de la puerta del Este, una especie de portero del infierno terrorista que se ha creado.


Erdogan ha conseguido crear la sensación de que sin él Europa sería un caos, por lo que el temor a desafiar sus menores deseos va creciendo. Con ese temor a la vista, Erdogan hace crecer sus exigencias en una espiral que hace que aproveche los momentos de mayor necesidad para aumentar el cerco contra los defensores de las libertades y de un estado laico y moderno.
Hay que entender que la "modernidad" del estado turco, su ejemplo de compatibilidad de democracia e islam, ha sido echado por tierra por el propio presidente, cuya agenda oculta no era la consolidación de la democracia sino el asalto gradual al poder. Lo que su amigo y protegido Mohamed Morsi perdió en Egipto por su precipitación, Erdogan lo lleva haciendo, poco a poco, desde que llegó al poder. No hay que enfrentarse al enemigo hasta que no esté lo bastante débil. Es su estrategia.
La mentalidad de Erdogan respecto a Europa no es la de un socio. Es la de un rival cuyos principios son incompatibles con los suyos. Erdogan es intolerante y represor, Deberíamos dar más atención a aquellos —igual ocurre con otros lugares— que padecen su intolerancia. Ahora esa intolerancia personal se convertirá en institucional mediante los cambios constitucionales, la única garantía que les queda a los que ven recortadas cada día sus libertades y sus opciones de vida.
Si sus pretensiones de frenar las crítica exteriores reciben el respaldo de aquellos que deberían ampararlas, Erdogan seguirá avanzando en sus pretensiones de imponer su visión del mundo. Por eso las noticias hablan ya de poner cortapisas a la prensa de cualquier país en sus informaciones sobre ciertos temas que a Erdogan le interesa sean tratados conforme a su punto de vista, como la cuestión kurda. Su totalitarismo informativo va más allá de la prensa. La noticia de que ha intentado frenar el apoyo de la UE a un proyecto musical sobre los armenios es una gota más en un vaso que no se desborda porque los gobiernos no quieren que rebose. Ese es el poder de Erdogan y esa es la debilidad de los que deberían, por el contrario, ponerle freno y amparar a los que persigue o expulsa, silencia o encarcela.
Hay que dar las gracias a la ciudad de Ginebra que ha sabido entender y amparar a los que señalan a Erdogan como un dictador con pretensiones mesiánicas. Sencillamente, lo es.



* "Merkel defiende la libertad de expresión tras la demanda de Erdogan contra un cómico alemán" EFE 12/04/2016 http://www.efe.com/efe/espana/portada/merkel-defiende-la-libertad-de-expresion-tras-demanda-erdogan-contra-un-comico-aleman/10010-2894238
** "Merkel accede a la petición de Erdogan para abrir un proceso al cómico alemán por injurias" El Mundo 15/04/2016 http://www.elmundo.es/internacional/2016/04/15/5710cf1f268e3e94468b45d2.html
*** "Turquía pide a Ginebra que retire una fotografía crítica con Erdogan" EFE 25/04/2016 http://www.efe.com/efe/espana/portada/turquia-pide-a-ginebra-que-retire-una-fotografia-critica-con-erdogan/10010-2907006
**** "Intimidaciones a Ebru Umar. Un nuevo ataque a la libertad de prensa en Turquía" Euronews 25/04/2016 http://es.euronews.com/2016/04/25/la-ebru-umar-periodista-holandesa-detenida-este-fin-de-semana-en-turquia/

***** "El presidente del Parlamento asegura que Turquía necesita una constitución "religiosa" Europa Press 26/04/2016http://www.europapress.es/internacional/noticia-presidente-parlamento-asegura-turquia-necesita-constitucion-religiosa-20160426112219.html