martes, 12 de abril de 2016

Las islas regaladas o higos y aceitunas

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Puede que la visita del rey Salman, de Arabia Saudí, sea recordada más de lo que a muchos les gustaría que lo fuese. Además de la historia del puente que ha de llevar el nombre del rey Salman, la visita se ha saldado con el reconocimiento por parte del presidente egipcio de los derechos de Arabia Saudí sobre dos islas en litigio por parte de ambos países. La sorpresa ha sido grande.
La entrega de las dos islas a Arabia Saudí ha llegado en un momento especialmente delicado en Egipto, especialmente para la presidencia. ¿Otro error? Probablemente, pero en Egipto se han desbordado la previsiones y los que creen estar cabalgando el caballo de la Historia puede que sean ellos los cabalgados a golpe de fusta en las nalgas. Cuando crees controlar la vida, la vida te controla a ti llevándote por donde no esperabas. Puede que el presidente egipcio haya medida mal sus fuerzas.

En el texto que titulamos irónicamente «"Éxitos" y fracasos de la diplomacia egipcia» se quedó en el límite este nuevo "éxito", la entrega de las islas a Arabia Saudí. El título era irónico, pero para descubrirlo había que leerse el texto y la indignación no daba tiempo a percatarse. "¿Qué éxitos?", me preguntaban, "¿qué éxitos?" me preguntaban. Yo tenía explicar que el único "éxito" frente a los demás desastres era haber conseguido que en un pueblo de China se derribara una reproducción de la esfinge de Giza en un modesto parque temático de esos que muestran la torre Eiffel y la Pisa para delicia de niños y paseantes. A los pocos minutos tuve que poner comillas a la palabra "éxitos" del título para evitar malentendidos e indignaciones. Nadie considera que la diplomacia egipcia haya podido tener un "éxito". Y tienen razón, pero para eso había que leer el texto. Con las condenas internacionales por los asuntos de derechos humanos, la retirada del embajador italiano, las acusaciones de haber querido burlarse de los que esperaban alguna aclaración, la condena del Parlamento Europeo, etc. hablar de "éxitos" era demasiada provocación.

Y ahora las islas.
Ahram Online da cuenta de la reacción del parlamento egipcio ante la noticia. Nos cuentan:

On Monday, a number of MPs said the new Egypt-Saudi deal must be presented to parliament "very soon."
"[The deal] must also be corroborated with all the historical documents and maps showing that the two Islands are in fact part of Saudi territory," said MP Tarek El-Khouli.
El-Khouli, in an urgent statement to prime minister Sherif Ismail, said "it will be highly embarrassing for parliament to approve a deal without having all the complete and adequate information about it."
"We must get all the reports made by the committees that demarcated the new maritime borders between Egypt and Saudi Arabia," he said.
El-Khouli said Article 151 of the new constitution states that international agreements signed by the president of the republic must be ratified by parliament in order to be valid and effective.
MP Anwar El-Sadat also told reporters that a special committee must be formed by parliament to review the new deal between Egypt and Saudi Arabia.
"This committee must obtain all the necessary documents related to Egypt's eastern borders since 1906 and the letters exchanged between Egypt and Saudi Arabia on the two islands since 1990," said El-Sadat.
Meanwhile, MPs and other leading officials affiliated with the Egyptian Social Democratic Party said they would collect signatures from ordinary citizens calling for rejecting the new deal with Saudi Arabia.
In an official statement, the party said the two Red Sea islands have been part of Egypt's regional waters since 1800, or one year after French leader Napoleon Bonaparte invaded Egypt.
"The two islands have been on all the maps of Egypt since that date," the party said in a statement.
The statement also argued that Article 151 of the constitution is clear that all international agreements related to "sovereignty issues" must be put to a public referendum.*


Esto, en términos egipcios, es un terremoto político en toda regla. Aquí la única forma de aplicar la "teoría de la conspiración" es convertir al presidente en una figura al servicio de Arabia Saudí, un país al que los egipcios no le acaban de encontrar el punto. Y es que Egipto se considera un país con pedigrí milenario mientras que considera que el Reino no era hasta hace unas décadas más que un montón de arena recorrido por unas cuentas tribus pero con un montón de petróleo debajo, algo que atrajo el interés de las potencias necesitadas de petróleo, los Estados Unidos principalmente, su mayor aliado. Como dicen, Arabia Saudí es el único país del mundo que tiene el nombre de la familia propietaria, Saud. De allí sale gran parte del integrismo islámico en forma de wahabismo, ideología retrógrada al máximo. El orgullo egipcio, además, lleva mal ese estilo de nuevos ricos que se gastan por allí. Recuerdan que cuando aquello estaba desolado, ellos ayudaban generosamente y que el espíritu saudí es otro.


La desastrosa situación económica y política de Egipto les ha ido lanzando en manos de los saudíes porque, gracias a esos éxitos de la diplomacia antes mencionados, a Egipto se le recibe poco o con mucha prevención fuera, mientras que la Casa de Saud te recibe como a un hijo que vuelve al redil.
Los egipcios pierden dos islas, sí, pero las pierden además dándoselas a los saudíes después de que estos les estén financiando el desastre económico. Ahora les dicen que se acabó el dinero gratis, que hay que devolverlo, y se quedan con las islas. Mal momento para esta entrega.


Lo hace además un presidente que no ha contado con nadie. Corrijo, que solo ha contado con la Ciencia. La primera noticia que vi sobre la cuestión de las islas entregadas la dio Egyptian Streets el día 9 en donde se exponía con total claridad una visión de conjunto de la cuestión y sus problemas:

Egypt and Saudi Arabia signed an agreement outlining the two countries’ maritime borders, placing the disputed islands of Sanafir and Tiran within the kingdom’s territory, the Egyptian Cabinet announced on Saturday.
“This accomplishment comes after hard work that lasted a long six years, during which time 11 rounds of meetings were held with the maritime delimitation committee between [Saudi Arabia and Egypt],” a statement from the Cabinet reads.
The statement went on to say that the delimitation of the maritime borders relied on a 1990 presidential decree outlining Egypt’s basis of outlining territorial seas, which Egypt notified the United Nations of in May of 1990, in addition to discussions between Egypt and Saudi Arabia during the same year and Saudi Arabia’s basis of outlining territorial seas.
Using “the most modern scientific methods,” the committee came to the conclusion that the islands of Sanafir and Tiran are within Saudi Arabia’s maritime territory.
The agreement will allow the two countries to benefit from what each island provides in “wealth and resources” that will be economically beneficial.
The bilateral agreement will be presented to Egypt’s House of Representatives, which will discuss its contents and issue a decision as to whether to ratify the agreement, as per legal requirements.
The two islands, located in the Red Sea to the east of the Sinai Peninsula and the west of the Arabian Peninsula, have previously been administered by Egypt but Saudi Arabia has also laid claim to them.
In 1949, Saudi Arabia allowed Egypt to occupy the two islands “for defense purposes” following the establishment of the Israeli state. Egypt proceeded to block passage through the Strait of Tiran, Israel’s only maritime passage from the Gulf of Aqaba to the Red Sea.
Tiran Island was captured by Israel during the Six-Day War of 1967 and remained under Israeli control until 1982.
The new maritime agreement between Egypt and Saudi Arabia comes during King Salman’s five-day visit to Egypt. Since his arrival, the Saudi monarch has announced the building of a bridge between the kingdom and Egypt over the Red Sea, pledged billions of dollars in various loans and development agreements, and met with Egypt’s Pope Tawadros II and the Grand Imam of Al-Azhar.
Egyptian President Abdel Fattah Al-Sisi also announced that the Saudi-Egyptian bridge will be named after King Salman and awarded him with the “Order of the Nile,” Egypt’s highest state honor.**


Me llamó la atención que se apelara a la Ciencia y a los "más modernos métodos científicos" para determinar que la propiedad de unas islas que siempre han estado allí eran de un estado creado en la década de 1930 con la supervisión de las potencias que hicieron el reparto del territorio. Mientras un poco más arriba se discuten las fronteras en medio de una guerra que comienza por negar las fronteras de Siria e Iraq, más abajo se apela a la Ciencia para entregar unas islas en disputa. ¡Paradojas de la zona!
Evidentemente la Ciencia no era más que una excusa para tratar de frenar la crítica y las sospechas que iba a despertar la noticia de la entrega. La Ciencia no da para tanto. En la noticia de Egyptian Streets están ya esbozados los límites del problema, las principales líneas de conflicto, especialmente la salida al Mar Rojo de Israel. La expresión más escuchada en estos días "post entrega" de las islas es "Camp David", un pastel complicado. Una simple mirada al mapa muestra el valor estratégico de las islas y cómo Egipto renuncia al control de la salida de Israel por el sur.


Pero el conflicto principal ahora mismo es de orden psicológico, partiendo del principio de que las fronteras son políticas, que no hay "creacionismo fronterizo", aunque a algunos les gustaría. En mitad del caos y con muchos frentes abiertos de protesta, El-Sisi ha abierto un nuevo conflicto al que los egipcios son especialmente sensibles y que puede causar muchos dolores de cabeza: la integridad territorial. La sensación de que los saudíes han comprado las islas (o se las han cobrado) no se les va a ir de la cabeza. Tampoco que si los saudíes las han comprado es porque se las han vendido.
El debate en el parlamento ya se ha montado extraoficialmente. La discusión queda abierta porque difícilmente, más allá de los acólitos del régimen —que son muchos—, se van a librar de la acusación de "traición" los que la apoyen.

Muhammad Mukhtar Juma
Es difícil encontrar un error de tal calibre en el peor momento. Lo importante no es lo que es sino lo que parece. Y lo que parece no ha podido gustar a nadie, además de ser difícilmente celebrable. De ahí que se haya querido juntar estratégicamente con la historia del puente. El ministro egipcio de Asuntos Religiosos, Muhammad Mukhtar Juma, hombre generalmente bien informado, se ha apresurado a señalar que el futuro puente ya está anticipado en el Corán, como unión de los dos países, cuando se habla de higos y aceitunas. Él sabrá.

Ahmed El-Sayed Al-Naggar

Un disgusto le ha costado al presidente de la Fundación del periódico estatal Al-Ahram, el economista y periodista Ahmed El-Sayed Al-Naggar. La prensa señala que después de publicar el lunes un artículo sobre el tema de las islas y su pertenencia a Egipto, ha cerrado su cuenta de Facebook y ha pedido disculpas.
La noche de ayer, Ahmed Shafiq, ex militar y ex candidato a la presidencia frente a Mohamed Morsi, hizo una declaración oficial preguntándose por el destino de las islas después de hacer un repaso por los problemas que señalábamos el otro día, más otro que lleva tiempo coleando, desde la época de Morsi: el de la presa Renacimiento en el Nilo, el conflicto con los vecinos del sur. Las islas son la guinda del pastel. La importancia simbólica de Shafiq es grande especialmente porque fue la baza del régimen frente a Morsi. El-Sisi fue la segunda.

Ahmed Shafiq
En una encuesta periodística en la que se da a los lectores la opción de opinar eligiendo si las islas son egipcias, saudíes o no se sabe bien, la elección se decanta mayoritariamente porque son egipcias y no deberían dejar de serlo.
Por lo pronto, la prensa da cuenta de detenciones de varios grupos activistas que protestaban por la entrega de las islas. Sin cerrar ningún asunto, el gobierno egipcio sigue abriendo puertas frente a un tiempo inclemente.
No sé si las interpretaciones del ministro de Asuntos Religiosos —el mismo que dijo que manifestarse en el 25 de enero, aniversario de la revolución, iba contra el Corán— convencerán a alguien y prospera la teoría de los higos y las aceitunas. La cuestión está en que todo al final cae en su jurisdicción, los Asuntos Religiosos, que es la forma de decir que nadie tiene nada que decir porque todo está dicho.
Habrá que ir viendo cómo este conflicto se hace sitio en la compleja y turbulenta realidad egipcia. Veremos cómo acaba esto entre las tierras de higos y las de aceitunas. La cuestión no es que se unan dos tierras, sino que unos se quedan con parte de ellas.


* "Egypt's parliament to review Red Sea island deal with Saudi Arabia" Ahram Online 11/04/2016 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/199326/Egypt/Politics-/Egypts-parliament-to-review-Red-Sea-island-deal-wi.aspx

** "Egypt Declares Islands of Sanafir and Tiran as Saudi Arabian Territory" Egyptian Streets 9/04/2016 http://egyptianstreets.com/2016/04/09/egypt-declares-islands-of-sanafir-and-tiran-as-saudi-arabian-territory/#comments



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