domingo, 20 de diciembre de 2015

El informe británico sobre el terrorismo y la crisis de la Hermandad Musulmana

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Desde su fundación a finales de los años 20 en Egipto, la Hermandad Musulmana ha pasado por muchas vicisitudes. Siempre ha sido opaca en sus decisiones y abierta a todo lo que le ha ido permitiendo escalar peldaños hacia el poder, en Egipto primero y después en todos los países en los que está instalada. La Hermandad es hoy una internacional islamista con variaciones según los contextos en los que se encuentra, con planes a corto plazo en sus alianzas pero siempre con un fin: una sociedad islámica sobre cuyo grado de intensidad varían unos y otros.
Es frecuente, en efecto, que se salga de la Hermandad camino de la moderación democrática o que se la abandone camino de la radicalización terrorista. Unos salen por considerarla poco o nada democrática, muy autoritaria, mientras que otros lo hacen impacientes por eliminar a sus opositores. Muchos otros son expulsados por no seguir las indicaciones de los líderes de turno. La Hermandad pudo ayudar a Nasser para tener las bases populares en contra de los británicos que el ejército no tenía en los 50, para pasar a atentar contra él cuando no se dedicó a hacer la revolución islámica que ellos querían. Si estás de su lado, sonríen; si eres un obstáculo, te eliminan. El creyente Sadat lo experimentó en sus carnes.
La Hermandad tiene una y muchas caras, las que cambian según los intereses para conseguir sus objetivos, los que fueron definidos por Hassan El-Banna inicialmente y que se siguen manteniendo. La Hermandad nunca ha sido democrática, si por ello entendemos creen en las personas y sus derechos individuales. Para ellos no hay más ley que la Sharia y todas las demás nos medios circunstanciales para conseguir el fin de la doble islamización: desde arriba y desde abajo. Comienzan creando una bases asistenciales que les sirven para mezclarse entre la gente y ganar su confianza—en esto actúan igual que otros grupos como los salafistas—, para si se dan las circunstancias organizarse como partido para conseguir el poder político, como hicieron circunstancialmente en Egipto, Túnez o Turquía.


El islamismo tiende a cubrir sus raíces diversificándose en grupos que les sirven para conseguir los objetivos, de las urnas a las armas. Nadie se acuerda de lo que Mohamed Morsi, el presidente elegido democráticamente, hizo cuando llegó al poder ni de su petición de ir a luchar a Siria, es decir, de los inicios del yihadismo, amparado desde el poder.
Mariano Aguirre, director del Centro Noruego para la Construcción de la Paz (NOREF) publicó a finales de noviembre un artículo en las páginas de la BBC, sintetizando los orígenes de la violencia en el mundo islámico y el yihadismo. En el artículo se establecía el papel de los Hermanos Musulmanes en la radicalización y el sustrato ideológico:

Los Hermanos Musulmanes
Dentro del salafismo, que se expandió más allá de Arabia Saudita, surgieron diversas facciones, como explica Megan K. McBride, de la Universidad Brown, en Estados Unidos.
Una de ellas es favorable a una política proactiva capaz de responder a la creciente influencia occidental que producía el colonialismo.
Y así, en 1928, el teólogo Hasan al Banna fundó los Hermanos Musulmanes promoviendo una yihad militante.
[...]
Qutb, el más prominente de los ideólogos de la época, reaccionó en sus escritos contra los colonialismos británico y francés, y el ascendente papel de Estados Unidos, elaborando su teoría de un sistema islámico que compitiera con el comunismo, el capitalismo y la que consideraba corrupta democracia liberal.
Para Qutb –quien luego de intentar ser cooptado fue ejecutado por el gobierno egipcio en 1966– el mundo vive en una época de ignorancia (jahiliy-y-a) pre-islámica hasta que llegue la era del dominio de Dios, con el Corán como guía (hakimiy-y-a).
En sus últimos escritos desde prisión promovió la idea de crear una "vanguardia" que luchara para crear un "Estado islámico", idea recogida por Abu Bakr al-Baghdadi, actual líder de EI.*


Para entender la mentalidad de estos grupos es fundamental la idea de "misión".  El objetivo siempre de todos ellos es implantar una visión determinada en el mundo, algo que para ellos no es cuestionable pues es el núcleo de su "fe", algo sobre lo que no es posible dudar. Llegará necesariamente porque Dios lo dijo y es en esa promesa donde el hombre interviene contribuyendo a que se cumpla la transformación del mundo, que se resiste. Hablar de un "islam político", pues, es un absurdo a largo plazo porque en el momento en el que alguien se resiste pasa a ser automáticamente un enemigo al que hay que eliminar como infiel o apóstata.  


Todos los grupos que parten de esas lecturas radicales del Corán acaban en las mismas posiciones extremas porque no hay otra salida coherente. La moderación pasa a ser la astucia para evitar el rechazo y tomar posiciones que permitan seguir avanzando.
Desde esta perspectiva se explica el revuelo causado por las declaraciones de David Cameron sobre la Hermandad en el Reino Unido y el conflicto interno que han causado las diferentes reacciones. La salida de los Hermanos Musulmanes de Egipto, en donde fueron declarados "terroristas", perseguidos y encarcelados, hace que se dispersen en varios países, especialmente en Inglaterra —donde está su núcleo internacional— y Turquía, en donde cuentan con el apoyo expreso de otro miembro de la internacional, el islamista Recep Tayyip Erdogan. Este último es el que han mantenido el enfrentamiento con Egipto tras la salida del poder de Morsi con más virulencia.


El informe británico, dentro de los movimientos internacionales para la seguridad frente al yihadismo y el extremismo radical, no podía dejar de lado la presencia allí de los Hermanos Musulmanes y sus manejos en la sombra o sus vínculos con otros grupos radicalizados. Dentro de la preocupación por la expansión de un islam radical, evidentemente los Hermanos deben ser observados por encima de sus sonrisas internacionales y buenas palabras.
Daily News Egypt recogía así el informe de Cameron:

In a statement issued Thursday, British Prime Minister David Cameron described the group as “deliberately opaque, and habitually secretive”. He also added that the research found that violence was carried out by supporters of the group.
“Both as an ideology and as a network, it has been a rite of passage for some individuals and groups who have gone on to engage in violence and terrorism,” Cameron said. “Individuals closely associated with the [Muslim Brotherhood] in the UK have supported suicide bombing and other attacks in Israel by Hamas.”
Cameron also said “membership of, association with, or influence by the Muslim Brotherhood should be considered as a possible indicator of extremism”, and he vowed to “refuse visas to members and associates of the Muslim Brotherhood”.
A day after the release of the review, Egypt welcomed the report and said it is “an important and serious step forward for the UK towards combating and curtailing [extremism]”.**


La satisfacción relativa del gobierno egipcio ante este informe es diametralmente opuesta a la Hermandad, que se ve en peligro de perder uno de sus puntos de anclaje esenciales en Occidente, Londres. Los que fueran enemigos virulentos de los británicos en la etapa colonial y enemigos de la perversa influencia occidental se encuentran muy a gusto en Gran Bretaña. La perspectiva de verse espiados y con el riesgo de ser expulsados o detenidos en algún momento resulta incómoda para ellos.
En cualquier caso, para el gobierno de Al-Sisi es una forma de consolidación de su origen y el del "no-coup". Por eso tiene trascendencia en la política interna, más allá de la cuestión de la propia Hermandad. El que otros consideren peligrosa a la Hermandad se considera como una especie de certificado de corrección. Eso no borra el problema central de los derechos humanos en Egipto y de los abusos constantes que son denunciados desde instancias internacionales y que el gobierno egipcio sigue considerando "injerencias intolerables", respuesta que da su ministro de Asuntos Exteriores cada vez que se condena el abuso de poder y se pisotean los derechos humanos y constitucionales de los detenidos o sus propias vidas, como ocurre con las frecuentes muertes en las cárceles y comisarías.
Con todo, el Reino Unido ha puesto una primera piedra, pero no ha redondeado la faena con la Hermandad.  En Mada Masr se señala:

The scope of the review, according to the UK government, included detailed research into the “origins, philosophy, activities, records in and out of government, its organization and activities in the UK and abroad.”
Senior non-resident fellow at the Atlantic Council and the Royal United Services Institute in London, H.A. Hellyer, explained to Mada Masr that in its attempt to meet diverse political demands, the review’s findings wouldn’t satisfy anyone.
“The Brotherhood won’t be banned or prescribed as a terrorist group, but it has been defined as being linked to extremism. The former won’t satisfy Egypt or the Emiratis, and the latter will anger the Brotherhood,” he explained.
But the findings will place unprecedented scrutiny on the group’s activities in the UK, Hellyer added.
“The policy implications are not directly clear. Certainly, there is more scrutiny on the group than there has ever been in the United Kingdom in its history, but that has been going on irrespective of the review,” he said, adding, “As the broader political arena is more concerned about extremism than it has ever been, the Brotherhood is going to come under greater pressure — even if it is just limited to public messages from the government."***


Camero ha preferido tener a los Hermanos cerca y controlados que lejos y sin control alguno. El informe es un aviso serio, pero no remata. No prohíbe la Hermandad, sino que la deja bajo observación, sin bien describe sus raíces y su historial de violencia, su pasado y presente siempre oscuros. La Hermandad bebe en las mismas fuentes del radicalismo que todos los demás grupos violentos, como bien señalaba el director del Centro Noruego para la Construcción de la Paz (NOREF), Mariano Aguirre, antes citado.


Los islamistas de la Hermandad convencieron durante algún tiempo de que ellos representaban la solución tras el 11-S, pero se ha podido comprobar —el que ha querido verlo— que no lo es en absoluto. Su posición no depende solo de lo que sus férreos líderes decidan, sino que el proceso de radicalización mismo en el entorno actúa en su contra quedando desbordados, estableciéndose facciones que se pasan al siguiente escalón de radicalización. Como ocurre con el islamismo en cualquiera de sus variantes, las discusiones son sobre las estrategias para alcanzar los fines. Coinciden en ellos, pero discrepan por las vías en que se puede llegar a conseguirlos. Pero si fallan unas, el relevo lo toman los que tienen más posibilidades. La amenaza —de la que dábamos cuenta aquí hace unos días— de los líderes del partido salafista Nour en Egipto sobre la radicalización de sus jóvenes si el partido era ignorado o reprimido son un ejemplo de cómo funciona cuando están dentro del sistema. Es una amenaza de pasar a las armas si se les presiona. El método es siempre el mismo: si no obtienen lo que quieren, la llamada a las armas.


El efecto del informe encargado por David Cameron sobre la seguridad ha creado un problema interno en la Hermandad entre los que se encuentran en la sede central de Londres y los que se encuentran en Egipto o sus alrededores.
Ahram Online daba cuenta de esta crisis:

As the Muslim Brotherhood began to legally challenge a British government report about the group's connections with radicalism which was released this week, the group's branch in Egypt seems to be suffering from an internal crisis which was largely played out via social media.
The crisis began on Monday when the Muslim Brotherhood's deputy supreme guide, Mahmoud Ezzat, issued a final decision backed by the Brotherhood's London office to dismiss Mohamed Montasser from his position as official spokesperson of the group in Egypt for defying the group's orders and issuing statements expressing his own views.
Ezzat, whose whereabouts are unknown, also issued a decision appointing 55-year-old Talaat Fahmy as the new spokesperson for the banned group. Fahmy is believed to be outside the country.
Montasser was appointed official spokesperson of the Muslim Brotherhood in January 2015.
Following Ezzat's decision to dismiss Montasser, not less than 16 Brotherhood administrative offices, including the offices of Cairo, Giza , Fayoum, Qaloubiya and Alexandria declared they rejected the decision in a statement on Facebook, which condemned what they described as interference by the Brotherhood London branch in their internal affairs.
The Alexandria administrative office also announced on its official Facebook page on Monday that it had suspended Talaat Fahmy's membership in the Brotherhood, and referred him to investigation.
The high administrative committee of the Brotherhood in Cairo also issued a statement on the Muslim Brotherhood's official Facebook page, announcing that it did not issue a decision regarding the dismissal of Montasser from his post as official spokesperson.
The statement added that the only party involved in issuing decisions in Egypt was the high committee, a slap in the face of older generations of leading figures such as Mahmoud Ezzat.
On his official Facebook page, Montasser issued a message to those he called "the revolutionary youth and free patriots" to start implementing their plan to save their "revolution" planned in January by "bringing down the military."****


La crisis de los portavoces viene definida por la propia estructura férrea de la Hermandad y su falta de democracia interna. Los que no creen en la democracia en sí no van a respetarla en su propio feudo, en donde siempre se han producido este tipo de conflictos, especialmente entre generaciones. Cuando una llega al poder desplazando a la anterior, la historia se repite en la siguiente. Es el inmovilismo lo que hace que este sea el procedimiento más frecuente en el movimiento de la Hermandad. Esto es característico de aquellos grupos que entienden la evolución como una degeneración respecto a un origen perfecto. La lucha es siempre por la ortodoxia.
Por eso la llamada de Montasser a la "juventud revolucionaria" y los "patriotas libres" conecta con los problemas que se produjeron en 2011, con la Revolución de Enero, al comienzo de la Primavera árabe. Ya entonces la Hermandad mantuvo una posición ambigua porque no se fiaban de un movimiento laico. Solo cuando vieron que ayudaría a hacer caer a los militares y que podrían usarlo en su favor, lo apoyaron. Pero tuvieron que tratar de contener a los más jóvenes que tenían intención de participar en ella, pues era la juventud la que arrastró el peso de la protesta.
La falta de democracia interna en la constitución del partido político que les debía servir para participar en el proceso posrevolucionario también creó una gran división con el plante de los más jóvenes, que abandonaron la formación. Posteriormente, las reacciones ante el derrocamiento de Morsi, también han causado discusión entre los que han quedado dentro, los que están en Londres, Qatar y Turquía. Los que se fueron a luchar a Siria han dejado de discutir.


La lucha de los portavoces está todavía por verse en sus consecuencias. Una fractura de la Hermandad no sería la primera vez que se produce. Pero que sea en Egipto tiene unas consecuencias simbólicas importantes porque es donde está su origen y porque, a pesar de su internacionalización, siempre lo han considerado como un movimiento suyo que revela su precedencia y liderazgo en el mundo islámico.
La situación de los grupos islamistas que están fuera de su ámbito de actuación, como ocurre con la Hermandad en Egipto, es complicada porque cada vez se hace más efectivo el cerco y saldrán a la luz más conexiones oscuras entre ellos. Las pistas de la financiación o los movimientos de los afiliados, sus discursos diferentes en diferentes momentos, etc. irán revelando su forma de actuación y restringiendo sus movimientos, tanto de personas como de capitales.


La decisión de David Cameron de no prohibir la Hermandad en Gran Bretaña es quedarse a medio camino, como se ha señalado. No sabemos bien si ha pesado más el miedo a enfrentarse a la ira de los desairados hermanos o el deseo de tenerlos controlados cerca. Probablemente una mezcla de los dos. Por su parte, la Hermandad ha rechazado el informe y ha señalado que todo es una conspiración de regímenes dictatoriales de Oriente Medio. No son los más adecuados para hablar de democracia, desde luego. 
David Cameron es un especialista en jugar con fuego y un día le estallará las manos. La seguridad mundial exige que no se dejen cabos sueltos y la Hermandad tiene demasiados hilos oscuros. Esperemos que el día que ocurra una desgracia en Gran Bretaña, las pistas no le lleven directamente a esos en los que hoy ve "indicios de extremismo". 



* "¿Justifica el islam la violencia indiscriminada?" BBC Mundo 29/11/2015 http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/11/151127_finde_islam_violencia_terrorismo_ataques_coran_yihadismo_mr
** "Britain denies intervention from other entities in ‘Brotherhood report" Daily News Egypt 19/12/2015 http://www.dailynewsegypt.com/2015/12/19/britain-denies-intervention-from-other-entities-in-brotherhood-report/
*** "Update: Egypt reacts to UK report on Brotherhood, extremism" Mada Masr 17/12/2015 http://www.madamasr.com/news/update-egypt-reacts-uk-report-brotherhood-extremism

**** "Internal conflict in Egypt's Muslim Brotherhood rages online" Ahram Online 18/12/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/173796/Egypt/Politics-/Internal-conflict-in-Egypts-Muslim-Brotherhood-rag.aspx





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