jueves, 23 de julio de 2015

Las mujeres y el Estatuto Personal en Egipto

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El mes pasado, La Vanguardia daba cuenta de una reunión internacional en Egipto, organizada por la Unión Feminista Egipcia y con financiación de la Agencia Española de Cooperación (AECID). Lo hacía con el título "Mujeres árabes comparten experiencias para mejorar la ley familiar en Egipto" y comenzaban señalando:

Tuteladas por una de las leyes más obsoletas y discriminatorias de la región, las mujeres egipcias buscan consejo para reformar la norma que regula los asuntos relativos al matrimonio y la familia y lograr mayor igualdad.
Para ayudarlas en este objetivo, organizaciones de mujeres de varios países árabes compartieron hoy y ayer en El Cairo experiencias y recomendaciones sobre cómo modificar la denominada ley del estatuto personal.*


La ley de Estatuto Personal es el auténtico eje sobre el que gira la vida social y se centra en las relaciones familiares, a las que regula. Cada país islámico tiene el propio estatuto y en él se refleja no solamente la cuestión religiosa sino el conservadurismo que pueden llegar a tener, con diferencias muy notables, como se señala por las propias participantes de diferentes países. El egipcio está considerado como uno de los peores desde la perspectiva de los derechos de la mujer, de ahí el sentido de la reunión, aportar ideas a las mujeres egipcias para que traten de mejorar lo existente, que es bastante desigual en derechos.
Una vez más, es una ley de control de las mujeres a través de una concepción de la familia que gira sobre los derechos del varón, que son los que determinan los de las mujeres. La petición de un trato no discriminatorio o subordinado es pues una reivindicación constante por parte de las mujeres que ven cómo las leyes especifican su papel social y familiar condicionando su vida.
La ley de Estatuto Personal, además, tiene una circunstancia en Egipto: recoge las demandas de la Iglesia Copta, señalando su versión del derecho familiar y del reconocimiento de las mujeres e hijos respecto al varón. Evidentemente, esta versión es suministrada por la jerarquía de la Iglesia, que la usa para mantener el control de sus fieles desde una perspectiva legal. Los que sean coptos se regirán por la parte del estatuto que afecte a los coptos.


Hace dos días, con motivo de la renovación de los obsoletos estatutos, Egypt Independent reproducía una entrevista con el obispo Daniel, responsable del Consejo Eclesiástico de El Cairo y Giza. El diario comenzaba señalando la discrepancia de muchos respeto a la postura oficial de la Iglesia copta con los nuevos textos:

The Coptic Orthodox Church said the new personal status draft law aims at resolving 75 percent of the problems faced by Coptic Christians, while some argued that it increase problems. They called for a law for civil marriage away from the authority of the Church.**

No hace demasiado tiempo, el sermón del Papa Tawadros fue interrumpido por los gritos de algunos feligreses solicitando la modificación de la situación del divorcio, limitado exclusivamente al adulterio. Preguntado el obispo Daniel sobre ello, como buen egipcio, sostiene que, aunque no tiene pruebas, todo apunta a una "conspiración". Siempre resulta difícil explicar el descontento y las conspiraciones son las mejores amigas de la explicación que no va a ningún sitio.
En lo referido al divorcio, que parece ser el tema más candente entre la comunidad copta, el obispo Daniel señala:

As to the issue of divorce, the old law allowed divorce only in case of adultery. Later in 2008, the Milli Council added to actual adultery evidence of it, such as letters or diaries proving the act was committed. This was endorsed by the government.
We have added more causes that can lead to adultery and consequently allow divorce, such as a man constantly beating his wife or a man abandoning his wife for three years and not knowing anything about her.
The incumbent branches first try to resolve these issues amicably. If not, they send their recommendations to the Ecclesiastical Council to handle it itself.**


El lugar predominante del adulterio no es casual y refleja una mentalidad específica. Todo es reconducido, como puede apreciarse por las declaraciones, hacia al adulterio del que simplemente se van especificado motivos. No entendemos muy bien la conexión entre la mujer que es constantemente golpeada por su marido (esporádicamente es aceptable, según parece o, si se prefiere, no es causa de divorcio) y el adulterio. Tampoco que lo sea una mujer que lleve tres años de abandono por parte del marido, que podría regresar un par de días cada tres años para volver a empezar la cuenta.
Se le pregunta al obispo si son "aceptables" como pruebas mensajes de móvil y de internet en las causas de divorcio, a lo que contesta: «We study them carefully because these can be manipulated with techniques like photoshop and other ways.» Además de clérigos, juristas y médicos, tendrán que incluir un informático para decidir si las pruebas aportadas de adulterio no son también fruto de una conspiración fraudulenta.
Pero con el divorcio solo se resuelve una parte del problema. ¿Qué ocurre después con esas personas?:

Q: Many claim the 1938 regulations were better and more understanding. What would you say to that?
A: The new regulations are better and more modern. They recognize more causes for divorce.   
Q: Does the invalidity of a marriage contract give both parties the right to marry again?
A: It depends on the situation. For example, if a husband is an addict and his wife knows it, the contract is not invalidated. But if she did not know, it is invalidated and she can marry again.
As to the husband, he must be treated first before he is allowed to marry again. And his new wife must be told that he was an addict and was married before.**

Lo "bizantino" de los casos demuestra la resistencia al divorcio incluso en situaciones extremas. Si la mujer "sabe" que su marido es un "adicto", no tiene derecho a divorciarse y tendrá que aguantar toda la vida, ocurra lo que ocurra. Si dice no saberlo, en cambio, sí puede hacerlo. Si él se casa de nuevo, aunque se haya curado de su adicción, deberá decirlo a su nueva esposa, que no podrá alegar que no lo sabía. Si el marido recae, no hay nada que hacer. Ella estaba advertida y sabía dónde se metía.
Hace dos días, el diario Egypt Independent recogía en un artículo las demandas de algunos activistas coptos que iban en un sentido muy diferente al señalado hasta ahora aquí. La breve noticia era la siguiente:

Coptic activist Michael Mounir, chairman of al-Hayat Party, called for adding an article to the new personal status law, in order to prohibit Christian females below 21 years of age to convert to another religion without the approval of her male guardian.
In a statement on Tuesday, Mounir added: "I battled and negotiated [with the Mubarak regime] in order to add this article to the Egyptian law, to eliminate the phenomenon of disappearance of underage Christian girls."
According to Mounir, this phenomenon threatens social peace, especially in Upper Egypt.
"Some extremist security leaders rejected the idea, since it supposedly violates the Islamic Sharia law," Mounir mentioned.
"Without this law, the 'Islamization' of underage Christian gils will continue, most probably under emotional, financial, or psychological pressure or for fear for their lives and families," Mounir said.
"I believe it's a rare opportunity now to add this article as the state is developing a law to regularize the status of Christian families," he stated, suggesting that the legal adulthood age should be raised to 21, "to make sure that the girl has finished adolescence, and concluded the stage of emotional confusion and ambiguity," as he put it.
"If the state is serious about addressing the kidnapping of minors under the pretext of changing religion... it has to introduce this article to the law, and the Egyptian churches must cling to it," he said.***


Mounir introduce un problema que está en el seno de la sociedad egipcia, que es el de la frágil convivencia entre los cristianos coptos en medio de una comunidad mayoritariamente islámica. Los altercados sectarios son frecuentes y hace apenas unos días tres jóvenes fueron denunciados y detenidos dos días antes de salir tras el pago de una multa por repartir papeles a los transeúntes con el mensaje "El Señor te ama", tal como contó Mada Masr. La denuncia de un ciudadano respetuoso de la ley acusándolos de "insultar al Islam" y por ello de "blasfemia" es una muestra más de esa difícil convivencia ante la que las autoridades dejan en papel mojado los derechos de la constitución de 2014 ante el temor de ser acusados de "impiedad".


Sin embargo, más allá de la cuestión de la convivencia de las comunidades religiosas, podemos ver el profundo sentido patriarcal de la propuesta de Mounir. La expresión "male guardian" lo dice todo. Expresa un sentimiento de vigilancia que implica el control constante de las mujeres. Como señalaban la feministas reunidas en El Cairo, el Estatuto personal egipcio está obsoleto, pero no a ojos de todos.


Si hace dos días hablábamos del control de la mujer a través de la mutilación genital, practicada por ambas comunidades —la islámica y la copta—, ahora se trata del control religioso para el que se piden más poderes a través de la inclusión de la propuesta de Mounir en la Ley de Estatuto Personal.
Aunque la intención de Mounir sea, como dice, acabar con el fenómeno de la desaparición de las niñas, presumiblemente raptadas y "convertidas" al islam, difícilmente tendría ese efecto. Lo que habrá es una mayor dependencia de las mujeres de su "hombre guardián", del "wali", que es quien hace entrega de la mujer en los matrimonios. La elevación de la edad de dependencia a 21 años para que no pueda tener decisiones con valor legal es una forma de encerrar más a la mujer, aunque se diga que es para protegerla en el sentido religioso del término. Lo que se trata de proteger es realmente a la "comunidad" y esta se realiza desde el control de la jerarquía, que es la interlocutora de las autoridades del país.


La situación de los cristianos coptos en Egipto no es fácil, ni dentro ni fuera de su propia comunidad. Dentro, la jerarquía se encarga de tenerlos controlados mediante las regulaciones religiosas; fuera, se enfrentan a la creciente intransigencia que se manifiesta en la constante presión del Estado o de la calle, en la que son vistos con recelo. Me imagino que habrá una parte importante de la comunidad copta que quiera evolucionar hacia formas más modernas y tener respuestas a la vida de cada día, logrando que su religión no se convierta para ellos en otra forma de limitación. Cuando se está en minoría, los lazos entre la comunidad minoritaria tienden a reforzarse como forma de supervivencia. A veces esta solución implica un vivir más opresivo.
Si hay algo que iguala a las mujeres, cristianas y musulmanas, en Egipto es su situación de control. Por encima de las diferencias, las une una misma situación de dependencia que los Estatutos regulan con una clara discriminación en cuanto a sus derechos. La extraña forma regresiva que está padeciendo Egipto hace que se quede en papel mojado, como señalan a menudo, lo que quedó consagrado en la Constitución reformada de 2014. 
Les queda un largo camino, pero no se detienen.



* "Mujeres árabes comparten experiencias para mejorar la ley familiar en Egipto" La Vanguardia o4/06/2015 http://www.lavanguardia.com/vida/20150604/54431618997/mujeres-arabes-comparten-experiencias-para-mejorar-la-ley-familiar-en-egipto.html ** "Ecclesiastical Council: New personal status draft law expands grounds for divorce" Egypt Independent 21/07/2015 http://www.egyptindependent.com//news/ecclesiastical-council-new-personal-status-draft-law-expands-grounds-divorce
*** "Coptic activist calls for law to prohibit Christian female minors from converting" Egypt Independent 21/07/2015 http://www.egyptindependent.com/news/coptic-activist-calls-law-prohibit-christian-female-minors-converting





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