miércoles, 27 de mayo de 2015

Puro teatro

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Solo a un régimen como el egipcio actual se le ocurriría celebrar una conferencia sobre "Teatro y censura". Puede que no se les haya ocurrido a ellos, claro, pero están tan pagados de sí mismos que han pensado que lo sustancial era la censura. Es decir, como si los presos de una cárcel se amotinaran para pedir que les aumentaran las penas. Es una muestra más de la pericia política demostrada por un régimen que cada día está más alejado de la realidad y en el que algunos van despertando para asistir al esperpento.
Ahram Online nos contaba el evento:

The opening ceremony, held at Hanager Arts Centre in the grounds of the Cairo Opera House, was attended by many notable Egyptian artists, academics and intellectuals, in addition to an array of Arab and international participants from three continents.
The organisers screened a short film they had produced which documented Egypt’s journey with official censorship, starting with a decree by Khedive Tawfik in 1881 as part of his attempt to control political criticism.
Although the film clearly states that censorship was connected from the start to the political control of expression, later presentations seemed to ignore this connection, reducing censorship to issues of morality and freedom of the body.
Minister of Culture Abdel Wahed El-Nabawy in his welcoming speech argued that censorship was "helpful to Egyptian theatre as it encouraged artists to create a wide range of theatre forms."*


Las palabras del ministro de Cultura —el mismo ministro que recomendó que pusieran a subir escaleras a una funcionaria con sobrepeso cuando intento interesarse por su petición de aumento de suelto— debieron resonar por la sala, como diría Stendhal, como un pistoletazo en un concierto.
El hecho de que un ministro salga con la mayor naturalidad del mundo a defender los valores de la censura ante los artistas demuestra que el sentido de la realidad —espacio y tiempo— se ha perdido. Frente a las reivindicaciones de libertad que presidieron las manifestaciones de la revolución del 25 de enero de 2011, la mal llamada "revolución del 30 de junio" no ha traído más que un retroceso en las pocas libertades que los egipcios han podido disfrutar de forma peligrosa y centelleante, un visto y no visto.


Salido del Al-Azhar, el ministro de Cultura tiene la visión retrógrada de la cultura que era de esperar en alguien que considera que las personas deben ser llevadas toda su vida por los "guías espirituales" que han de vigilar por su salud espiritual. La otra es menos importante y de otros ministerios. Poner al frente del Ministerio de Cultura a alguien que reivindica la censura como forma creativa es un despropósito tan grande como poner a un ministro de Justicia que creo que los pobres no deben llegar a jueces. Egipto ha cumplido con ambos. A uno le cesaron (para poner a otro que cree que solo deben llegar a jueces los hijos de los jueces) a este parece que le queda larga vida para ir pontificando de congreso en congreso sobre las bondades de la censura.
Es importante resaltar que el gobierno egipcio no trae a sus ministros de otros planetas, sino que salen de la misma sociedad contradictoria que reflejan sus dirigentes. De ahí que consideren que pueden hacer este tipo de manifestaciones en público y ante parte de los afectados. Digo "parte" porque algunos de los presentes se debaten entre el amor al poder y las subvenciones que supone pertenecer al nuevo régimen, por un lado, y la independencia creativa para poder criticarlo debidamente, por otro. De ahí que sucediera lo que nos cuentan asombrados desde Ahram Online:

The first session, titled “The Role of Censorship between Past and Future,” was an explosive one, and it was followed by a heated discussion between supporters of official governmental censorship and opponents of all forms of censorship.
Egyptian researcher Wissam Nabih Nasr summarised her paper on the topic, while Egyptian director Gamal Yaqout spoke about “Censorship and Value Reference in Modern and Contemporary Theatre.” They were followed by Abdel Sattar Fathy, head of the Censorship Institute in Egypt who spoke about the role of censorship historically. Finally a Sudanese actor/director presented a paper on “The Prospects of International Cooperation and Global Content of Censorship, and Mechanisms of Optimal Use of Public Censorship Terms.”
It is understandable that the head of the censorship authority would defend the role of his institution, but it was shocking to hear the contradictory statements by artists who claimed to oppose the notion of censorship, yet find some form of it “necessary” in the current situation. And the attendees responded with enthusiasm.
Yaqout seemed to express two contradictory ideas. He said he is against censorship, yet feels that "as a society we need censorship at this transitional phase," giving examples from choices he made in his plays to avoid presenting explicit scenes on stage. He reduced the issue of censorship to protecting the audience from “unnecessarily explicit sexuality.”*


Partiendo de que el título de la sesión da por descontando que la censura tendrá un papel en el futuro, es difícil no imaginarse lo que allí pudo ocurrir, lo que se escuchó y lo que no se escuchó. Como bien dice el periodista, es comprensible que los censores defiendan la censura, pero que lo hagan los "artistas" nos deja en ese "shocking", por no decir otra cosa.
Egipto sigue viviendo en la confusión profunda de creer que es un régimen de espíritu democrático cuando no es más que un régimen autoritario vergonzante, es decir, no puede asimilar que su golpe de estado le lleva a una dictadura cada vez más intensa para tratar de evitar que la verdad, "su" verdad, salga a la luz. En términos freudianos, Egipto reprime sus vergüenzas haciéndolas aceptables mediante formas de sublimación retórica. Son mecanismos de racionalización para poder hacer "aceptable" sus propias acciones y que la represión haya llegado a extremos no vistos anteriormente, creando una espiral de violencia que sirve para justificar sus acciones.


La conferencia sobre la censura y el teatro es una escenificación más de la "teatralidad" del régimen egipcio. El paternalismo que rezuman todos los ministros y autoridades es superior al del "padre Mubarak" dirigiéndose a sus "hijos e hijas" en su última alocución antes de que sus compañeros de armas le pidieran que se tomara un descanso a cuenta del Estado. Pero esta apelación a la infancia tiene un elemento literal: se usa a los niños como excusa para la censura. Esto es algo más que una desvergüenza viniendo de un estado que permite la existencia de cientos de miles de niños en la calle sometidos a todo tipo de abusos y en pobreza extrema, denunciado por múltiples  organizaciones nacionales e internacionales. ¡No usen a los niños como excusa! Que se hable de la censura como de una forma de protección de la "infancia" es cuanto menos un escándalo por la hipocresía que supone. A menos que se consideren "niños" a todo el pueblo egipcio, que es lo que supone el control político y religioso de las artes, el argumento se cae.


En la reunión los censores y amigos de la censura egipcios tuvieron que soportar algunas lecciones, entre ellas la de los artistas tunecino, los que supieron sacar adelante su "primavera" y traducirla en mejores resultados, defendiéndola con la fuerza democrática cuando la vieron en peligro por los islamistas.

The clear voice and vision of progressive Tunisian artists seemed to suggest that when it comes to issues of freedom and censorship, the answer is still “Tunisia!"
Lassaad Jamoussi, Tunisian artist and head of Carthage Theatre Festival, said he supports all censorship for “works presented for children” but vehemently rejected that the whole of society to be treated like children by whoever is placed in the position of power.
Another passionate voice in support of freedom of expression was Tunisian artist Meriam Bousselmi. She disagreed with Gamal Yaqout’s argument that lumped up television, social media, and theatre into one category. Asserting that the kind of theatre she believes in is of a completely different rank, by definition it is out to effect change, and challenge the status quo. She said that speakers mix up notions of self censorship and responsibility.
In the other camp, some attendees thought freedom and abolishing censorship would translate into “destroying society and its moral code” and strongly defended the role of censorship in society, as they believed it is much needed.*


Sí, la respuesta es "¡Túnez!". La respuesta es la dada por Lassas Jamoussi: la sociedad no puede ser tratada como niños. El problema egipcio es que una parte de su sociedad, una combinación de élites aprovechadas y de ignorantes desaprovechados, quiere seguir manteniendo su estatus promocionándose como "guardianes" de unas costumbres que, hasta el momento, han consistido en reprimir a los demás imponiéndoles sus propios criterios.
La destrucción de la "sociedad" y su "código moral" es la que intenta proteger a la infancia y la deja arrastrase por la calles, o no quiere desnudos pero acosa al 95% de sus mujeres. Es su código moral lo que debe revisar porque no es moral sino penal. Es la forma de tratar a los que disienten dejando libres a los que abusan de la corrupción, la sexualidad o la violencia. Si ese es el código moral que hay que defender o la sociedad que van a destruir la libertad de las artes, se debería pensar en ello porque Egipto se convertirá no el paraíso de la virtud que ya creen algunos ser, sino en una gigantesca cárcel en la que algunos jurarán vivir felices.
En los días que siguieron a la revolución, en marzo de 2011, El mismo Ahram Online decía lo que hoy parece mucho más complicado decir, en un artículo titulado "Egyptian Theatre in need of its own revolution":

Prior to the 25 January Revolution, Egyptian theatre productions were totally isolated and distanced from the social and political situation in the country. Theatre did not hear the social voices calling for democracy. On the contrary, all social needs were silenced as a result of direct censorship placed on the theatre by the Ministry of Culture. 
Limitations and rigid censorship was among the many reasons that stopped the theatre from giving rein to free expression. Many people considered the theatre as an important professional means of art, but could not transfer their theatrical visions of today and tomorrow and were unable to implement a large number of theatrical practices.
Censorship is one of the main reasons behind the limitations of contemporary theatre in Egypt. On the one hand, governmental censorship and on the other hand, religious censorship (such as that imposed by Al Azhar) put a red line through many essential themes which needed to be tackled in all artistic expressions, including theatre. These limitations were obstructing topics extremely close to social needs, such as religion itself.
There was an obvious “secret deal” between the government and religious influences, which was controlling the realisation of many artistic and cultural productions. During the last decades, theatre was presenting works in a very conservative manner, while many productions had mainly entertaining angles and carried poor esthetical and artistic values, whilst the contents of those presentations were negated.**


A poco más de un mes y medio del inicio de la revolución, con las calles calientes todavía, se podía decir claramente lo que ahora no se puede: que la cultura egipcia permanece en un estado de represión por la alianza civil-religiosa que se apoya mutuamente para que la sociedad no pueda evolucionar en su conjunto. El arte es crítico y pronto se vuelve contra los hipócritas y tartufos, una especie abundante.
Entre estos dos artículos se encuentran los límites de los sueños egipcios, los límites de lo que pueden representar en un escenario sin riesgo de acabar mal. Sí, el teatro egipcio necesita de su revolución, como el pueblo egipcio necesita recuperar la suya, al menos aquellos que siente le deseo de expresarse libremente. Para los que son mera "cla", aplaudidores vocacionales del poder, es suficiente con lo que tienen y lo disfrutan.
Todo es puro teatro, un teatro que hubiera encantado a los admiradores de Moliere.


* "Cairo conference on theatre and censorship kicks off with stormy debate" Ahram Online 26/05/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/5/35/131092/Arts--Culture/Stage--Street/Cairo-conference-on-theatre-and-censorship-kicks-o.aspx 
** "Egyptian Theatre in need of its own revolution"  Ahram Online 10/03/2011 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/5/35/7390/Arts--Culture/Stage--Street/Egyptian-Theatre-in-need-of-its-own-revolution.aspx








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