martes, 12 de mayo de 2015

El ministro snob y los hijos de los basureros

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Cuando vi el titular de Egypt Independent hace unos minutos creía que estaba leyendo mal. El titular decía "Egypt's justice minister resigns after comments criticised as snobbish". Ha habido ministros en Egipto —presidentes incluso— que han sido inmunes a las críticas feroces, y ¿ahora dimitía uno porque le llamaban "snob"? Parecía un poco extraño, pero ¡qué no lo es ya en Egipto! Mientras regresaba a casa en el tren había leído otro durísimo artículo sobre la situación Egipcia, más noticias sobre la congelación de las cuentas bancarias de Abu Trika —el célebre futbolista— por "financiación del terrorismo" debido a su afiliación a los Hermanos Musulmanes, un artículo anunciando la reaparición del estado policial y ahora, ya en casa, me encontraba con la renuncia del Ministro de Justicia por "snob" en las portadas de toda la prensa. ¿Qué había pasado?
Fue esto lo que leí en Egypt Independent:

Egypt's justice minister resigned on Monday, the prime minister said in a statement, after being criticised for suggesting that the son of a garbage collector would be unworthy to serve as a judge.
The statement quoted Mahfouz Saber as saying his remarks in a televised interview a day earlier had been "a slip of the tongue". It was not immediately clear who would replace him.
Saber, who was appointed last June, said a judge "should have been brought up in a respectable financial and moral environment", while the son of a garbage collector would find "a suitable job".
Social inequality was one of the core grievances of the 2011 uprising that toppled veteran autocrat Hosni Mubarak and ultimately brought former army chief Abdel Fattah al-Sisi to the presidency.*


Hay que reconocer que Egipto no tiene mucha suerte con sus políticos. Tras el patinazo del ministro de Cultura en su visita a Alejandría insultando a una funcionaria llamándola "gorda" y recomendando a su jefe que le haga cada día subir y bajar escaleras como respuesta a su pregunta sobre la tramitación de su aumento de sueldo, ahora le llega el turno al exquisito Ministro de Justicia. Parece que no es posible encontrar personas eficaces y que mantengan la boca callada para evitar estos deslices. Siempre es un drama para un país que sus élites están configuradas por bocazas. Parece que no han aprendido todavía que se aguanta más a un inepto silencioso que a un parlanchín ministro dispuesto a teorizar sobre el puesto de cada uno en la vida en función de su origen social. No sabemos cuál será el del ex ministro, pero desde luego no parece el más adecuado para la Justicia alguien con esas ideas preconcebidas sobre quién debe ser juez y cuál es el destino del hijo de un basurero.
La metedura de pata del ministro tiene muchas lecturas y ninguna es buena. Quizá la más sencilla sea la del "esnobismo", pero desde luego no es la única. Los "zabbaleen" son los célebres recogedores y recicladores de basura de El Cairo que, ¡vaya por dios! da la casualidad de que son cristianos coptos. Son los mayores recicladores del planeta y transitan, contra viento, marea y empresas españolas, las calles de El Cairo con sus burros recogiendo la basura, trabajo innoble que ellos hacen noble con su esfuerzo. Los "zabbaleen" reciclan la parte orgánica a base de cerdo, animal poco popular en esa zona del planeta. Los "zabbaleen" se llevan la basura a casa y allí la separan para reciclar hasta un 85% de los residuos, que ya es reciclar.


El diario El Mundo contaba hace 10 años su historia hablando de su barrio, la "ciudad de la basura":

Allí, 50.000 personas viven de, para y por los desperdicios ajenos. Y no sólo porque proceden del resto de los 15 millones de habitantes de la capital egipcia, sino porque, al contrario de las otras ciudades basura del mundo -donde la gente se va a vivir a pie de los basureros-, han llevado el vertedero a sus propias casas. Les llaman los zabbaleen, se dedican a esto desde hace más de un siglo, y ellos mismos, los hombres, se encargan de recoger la basura en sus carros tirados por burros o en sus furgonetas por toda la ciudad a cambio de una irrisoria cantidad de dinero.
Una vez puesta a buen recaudo, son las mujeres de la casa -niñas incluidas- las encargadas de separarla, clasificarla y empaquetarla en sacos para su posterior procesamiento en las pequeñas máquinas que tienen en los bajos de sus viviendas. Dentro del barrio, hay calles especializadas en plásticos, en latas, en papel, en vidrios, zapatos, juguetes rotos y hasta chatarra. Los detritos orgánicos se dejan para dar de comer a los cerdos, presentes en todos los edificios, y una de las causas por la que son discriminados por el resto de la población.
Porque los zabbaleen son cristianos coptos en su inmensa mayoría -religión que profesa el 10% de los egipcios- y nunca han dejado de convivir con estos animales demonizados por el Islam. Por ellos fueron expulsados del barrio donde vivían, Imbaba, hace 30 años entre chabolas y la misma basura.**


Desconozco si las declaraciones del ministro han sido solo snob y clasistas o también racistas y discriminatorias para la minoría de los coptos, que ven cortada su posible carrera judicial porque al ministro no le parece bien que lleguen tan alto. El hecho es que le complican más la vida al presidente al-Sisi, que no puede salir a Moscú ni un rato sin que se monte alguna.
La noticia, tal como la dio inicialmente Ahram Online, ya incluía la lógica protesta de los recolectores de basura, cuyo futuro el ministro ponía en tela de juicio considerándolos poco adecuados, faltos de sensibilidad social, para desarrollar un sentido de la justicia como el que Egipto necesita. Lo señalaban así:

Egypt's Justice Minister Mahfouz Saber has stirred wide criticism, after he told a TV host on Sunday that "sons of garbage collectors" should not be judges.
Commentators slammed what they described as "classist comments", with some even calling for the minister's dismissal.
"A judge should come from a social class suited to the job, with all due respect to garbage collectors,” the minister said during a live interview on TV channel Ten on Sunday night, after he was asked if, in his opinion, the "son of a garbage collector" should be appointed as a judge.
"A judge should come from a social class that is neither too high nor too low", he added.
The minister said he appreciated any garbage collector who had raised a son to graduate with a law degree, but said that he believed that if his son became a judge he would "become depressed" and wouldn't be able to continue in the position.
Egyptians responded with anger to the statements on social media.
Tweeps launched the hashtag“ #dismiss_the_justice_minister”, which was in the top trending hashtags in Egypt on Monday.
“I invite the president to revise the articles in the Egyptian constitution that stipulate that every citizen has the right to get a job, regardless of religion or social class,” Shehata Meqaddes, head of the Independent Union for Garbage Collectors, told the Ahram Arabic news website on Monday.***


La añeja teoría del ex ministro sobre quién debe ser o no juez es digna de recogerse en la antologías del disparate, aunque no está tan claro que muchos lo vean con malos ojos en este extraño Egipto post revolucionario en el que la gente clamaba por las calles reclamando "justicia, pan y libertad".
En 2014 se produjo otro incidente en este sentido, sin declaraciones ministeriales en los platós de televisión, sino con hechos. Se trataba de la medida oficial de restringir el acceso a las fiscalías a aquellos cuyos padres no fueran universitarios, un bien escaso en Egipto:

Tens of law school graduates whose parents do not hold university degrees have denounced a ruling by the Supreme Council of the Judiciary (SCJ) that limits applicants for jobs at the general-prosecution to the offspring of higher education recipients. They held their second press conference at the Journalists Syndicate on Saturday, which they say will not be their last protest against the ruling.
The issue stems from June 2013, when over 600 law school graduates were officially appointed as prosecutors by the SCJ, the highest judicial regulatory body in Egypt.
However, in September of that year, the council added new criteria to the appointments of prosecutors stipulating that parents of candidates to the job must be university graduates – thereby retroactively excluding 138 of those originally appointed in June 2013.
'Not fair to the poor, not legal'
Abdel-Karim Abu Al-Hassan, a 2011 law graduate who was one of the 138 rejected, said the ruling was discriminatory and "unconstitutional", and also against the ideals of the 2011 uprising, which was "fuelled by the poor".****


La eliminación de los candidatos por los estudios de los padres es otro hecho insólito, pero que como vemos en Egipto nos muestra cierta sensibilidad —digámoslo así— para que los pobres y sus hijos, por mucho que hayan estudiado, no lleguen más lejos. Ni jueces ni fiscales, les vienen a decir.
A la teoría del ex ministro sobre que un juez no debería ser de una clase muy alta o muy baja se añade la exclusión de la fiscalía de aquellos cuyos padres no sean universitarios, invalidando a una generación el acceso a la administración de Justicia.


Lo sorprendente de la noticia de octubre de 2014 es el increíble paralelismo con lo que hoy le ha costado el puesto al ministro de Justicia:

Saturday's press conference comes shortly after controversial statements from Judge Ahmed Abdel-Rahman, a former member of the same judicial council, who said on TV earlier this month that sons of garbage collectors can't be prosecutors.
''We have nothing against the job of garbage collectors, but their sons belong in other fields than the judiciary, because it's a sensitive job,'' the judge said to host Magdy El-Gallad on private satellite channel CBC. 
The head of the Independent Union for Garbage Collectors, Shehata Meqaddes, attended Saturday's press conference to call out for "social justice", in solidarity with the young graduates.
''There must be a chance for the sons of farmers and workers to improve their living standards and to join higher classes," Meqaddes told Ahram Online, adding that he doesn't know any of the law graduates personally, but that he supports the cause for the interest of the "whole generation and the ones to come".
Meqaddes said that such discriminatory measures will lead to a "revolution of the hungry", and he called onto President Abdel-Fattah El-Sisi to interfere in the matter – "otherwise it will backfire" at society, he insists.
Checks on a person's social background are not limited to prosecution candidates. Background checks are also a requirement of those applying for diplomatic jobs along with police and military colleges.
However, sometimes the highest jobs in the country are exempt. For example, the parents of three Egyptian presidents – Gamal Abdel-Nasser, Anwar Sadat and El-Sisi – didn't go to university.****


La insistencia en hasta dónde pueden llegar los hijos de los recolectores de basura en Egipto debe estar marcado en alguna parte de estos cerebros elitistas que han ido convirtiendo la judicatura en escándalo a base de partidismo y condenas de muerte. Quizá no se puede ser hijo de basurero para poder absolver de los cargos de corrupción y responsabilidad en las muertes de manifestantes al presidente Mubarak y familia poniéndolos en la calle; quizá los hijos de los basureros tampoco sean sensibles al pisoteo de los derechos humanos en manifestaciones reprimidas violentamente o en los fallecimientos en las comisarías, constantemente denunciadas por los grupos defensores de las libertades. Quizá para todo eso la sensibilidad de un hijo de basurero no es suficiente y la Justicia deba quedar en las manos de los hijos de quienes durante décadas han servido con fidelidad absoluta a sus dictadores. Pero, como bien se señala en Ahram Online, para ser dictador no te piden el pedigrí universitario de tus padres y bastan los méritos propios para ascender hasta ese codiciado puesto.


Las declaraciones del ex ministro son calcadas a las del juez Ahmed Abdel-Rahman y obligan de nuevo al presidente del sindicato de recogedores de basura a intervenir recordándoles lo que es la "justicia social" y apoyando a los jóvenes a los que se excluye de una futura carrera judicial, como vemos ahora. Ya se señaló en 2014 que la exclusión de los opositores a las plazas de fiscales implicaba apartarles en el futuro de ser jueces. Ahora el ministro snob demuestra que no es solo una cuestión de un desliz. Hay algo más, desgraciadamente: es el elitismo que impide a Egipto consolidarse como una sociedad moderna, manteniendo los privilegios de unas élites a las que no les ha importado demasiado el desmoronamiento del régimen por abandono y desidia.
Me ha resultado muy interesante el final con el que Egypt Independent, el primer medio consultado, cierra la breve noticia de la renuncia del ministro exquisito, al que le molesta que los hijos de los pobres lleguen a la judicatura:

Sisi, who promised widespread reforms and accountability after removing the Muslim Brotherhood from power in 2013 following mass protests, is still popular. But signs of discontent are slowly emerging.
Critics on social media condemned Saber's views as snobbish, racist and unconstitutional. "Yet another proof that justice in Egypt is just a farce," a Cairo blogger tweeted.
Egypt's judiciary has come under scrutiny in the past year over a series of cases including the sentencing to death of hundreds of alleged Muslim Brotherhood supporters and the trial of three Al Jazeera journalists.*

Signos de descontento. Promesas rotas. No se da cuenta el ex ministro de que el gran éxito social de Egipto, de cualquiera de sus revoluciones, sería conseguir que cualquier hijo de basurero llegara a ser juez, un buen juez que administrara justicia con un mejor sentido que el de muchos de los que llevan décadas de tradición familiar. Son los que han llevado a Egipto a la situación en que se encuentra, que cada uno califique como quiera.
Y la pregunta es ¿dónde va Egipto con esta gente?



* "Egypt's justice minister resigns after comments criticised as snobbish" Egypt Independent 11/05/2015 http://www.egyptindependent.com//news/egypt-s-justice-minister-resigns-after-comments-criticised-snobbish
** "La mina de basura que perdió España" Crónica nº 531 - El Mundo 10/12/2015 http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2005/531/1134860405.html
*** "Justice Minister in hot water for saying garbage collectors cannot be judges" 11/05/2015 http://english.ahram.org.eg/News/129966.aspx

**** "Egyptian law graduates denounce class-based job discrimination" Ahram Online 20/10/2014 http://english.ahram.org.eg/NewsContentPrint/1/0/113461/Egypt/0/Egyptian-law-graduates-denounce-classbased-job-dis.aspx




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