lunes, 6 de abril de 2015

La humareda nacional o las cuentas del señor Salama

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
No podemos dejar de alegrarnos: Egipto ha encontrado una fórmula para resolver el problema del déficit. Al menos eso es lo que se dice en Daily News Egypt, en cuyos titulares leemos hoy: "Legalise hashish trade to combat budget deficit: Tobacco Traders". ¡A grandes males, grandes remedios!
La iniciativa es de los empresarios del sector tabaquero, siempre avispados, que ofrecen el remedio más a mano, es decir, de las suyas. El gobierno egipcio ha empezado a tomar medidas para prohibir fumar en espacios públicos, algo complicado en un país en donde la shisha es un negocio y una costumbre:

The Cairo and Giza Tobacco Traders Association demanded a serious review of a proposal to legalise the hashish trade, submitted to the Legislative Reform committee headed by Prime Minister Ibrahim Mehleb.
Legalising such a trade could contribute quickly and effectively in decreasing the national budget deficit within a few years, compared to other economic methods, head of the Tobacco Traders Association Osama Salama said.*


Recuerdo que una vez me dijo alguien en El Cairo que si los egipcios dejaran de fumar y de hablar por teléfono, la economía se arreglaría. Pero el señor Osama Salama está más por la vía del estímulo del consumo y de la recogida de impuestos posteriores. Él ha hecho sus cuentas —tantos canutos al días por tantos millones de personas— y le salen. En Egipto siempre salen las cuentas sobre el papel. Y con frecuencia es el único sitio donde salen, porque luego la realidad es otra.


Por ejemplo: causó gran revuelo la imposición de una visa previa para entrar en Egipto. Como sabe cualquiera que haya ido, al llegar, esta tasa se pagaba en el aeropuerto. Alguien hizo las cuentas... y le salían. Pero cuando otros empezaron a hacer otras cuentas —las del turismo— las cosas ya no estaban tan claras. De hecho, Egipto está lleno de personas que ven las cosas muy claras, aunque no vean lo mismo. Pero lo importante es la claridad. El señor Osama Salama es de lo que ven el presente y el futuro claros, incluso puede que el pasado. Y lo ve humeante, colocado, que es lo que le hace falta al país. Si no se arreglan las cosas, al menos se reirán un rato largo.


Pero lo que más me sorprende son los razonamientos del señor Salama y algunas de sus consecuencias:

Salama added that the government should learn the psychological and scientific rule, which says “the forbidden is desirable…and the desirable is forbidden”. He said that if hashish is available, its demand will be reduced. At the same time, the government can impose taxes, and place controls and instructions on its trade.*


No sé, como empresario del sector tabaquero, cuáles son los conocimientos de psicología y ciencia que posee, pero apoyo su principio, sin duda. El principio de legalizar lo prohibido porque es deseable me parece adecuado, aunque no sé si se ajusta mucho a la visión que allí tienen algunos de la ley, que tiende a la prohibición por sistema.
Habrá mucha gente a la que le parezca fatal que se prohíban tantas cosas. Se podrían legalizar, por ejemplo, las manifestaciones y quitar la protestada ley-antiprotestas, que da con los huesos de tanta gente en las cárceles, donde después se mueren atragantados. El señor Salama, siguiendo los principios de la Ciencia, sabe que en Egipto la gente no se manifiesta porque esté en contra del adorable gobierno, sino por el placer de lo prohibido. Si se derogara la ley antiprotestas la gente dejaría de protestar, al menos contra la ley antiprotestas. Pero esto sería solo el principio. Privados del aliciente de lo prohibido, los egipcios languidecerían aburridos y, quién sabe, quizá acabaran dándole al canuto a falta de otra cosa que hacer.
Nos queda el enigma de la segunda parte de su afirmación científica: lo deseable está prohibido. No sabemos si es un principio de contención moral o si trata de satisfacer a la parte más tradicional y rigorista de la sociedad. En cualquier caso, parece que a él solo le interesa entrar en la parte que produce el déficit, llevado por el patriotismo y su ánimo emprendedor.


La verdad es que el país necesita al señor Salama y a sus ideas (y a algunos más). Tras las expectativas creadas por la macroconferencia para atraer inversores, la cosa no está demasiado clara. El presidente señaló en la sesión de clausura "Egypt needs $200-300 bn to produce real hope for its people": Sisi" (Ahram Online 15/03/2015). No basta con hacerse fotos en un gran escenario para que esa esperanza se cumpla. A algunos les bastarán las fotos, pero Egipto necesita más que fotos. El mercado egipcio tuvo ayer una fuerte caída, de la que dan cuenta los titulares de hoy ("Egypt's market loses LE6.45 billion on Sunday, EGX30 drops 3.2 %", Egypt Independent 5/04/2015).


Y ahora el señor Osama Salama ha encontrado la solución, para la que no hace falta, parece, depender de los inversores. Con el hachís se equilibrará el presupuesto. Ha hecho estas cuentas:

“Through studying and analysing the declared official statistics for the hashish trade on the Egyptian street, we found that the size of the hashish trade annually is EGP 42bn,” Salama said. “The government spent more than EGP 1bn in combating the hashish trade and it fails by a rate of 85% and succeeds in 15% of seizure cases.”
Salama confirmed that legalising the hashish trade and imposing a 10% tax will save EGP 4.2bn for the national economy in the case of a non-increase in local consumption.
During the next 10 years, the government can impose 50% tax on this trade through a long-term strategy to control this trade and its taxes, according to Salama.*

Entre lo que te ahorras en dejar de combatir el tráfico y los impuestos que les aplicas a los fumados, se arregla la economía. Una mente analítica como la suya no se debe desperdiciar.


Lo que me sorprende —él sabrá de dónde ha sacado los datos— son las cifras que da del consumo en Egipto de hachís, que son con las que se cierra en artículo:

Salama noted that there are currently 40 million to 45 million drug users in Egypt, besides foreign users who live in Egypt. He pointed out that this proposal will put responsibility on the Ministries of Health, Supply, Agriculture, Interior and certainly the Ministry of Finance, to regulate trade and use of the drug.*

La cifra que da es —millón arriba millón, abajo— la mitad de la población del "país más poblado del mundo árabe", que es como solemos referirnos a Egipto. Según sus datos, la mitad de la población del país son consumidores habituales de drogas. No sé si el propio señor Salama se encuentra entre ellos, pero la teoría de la probabilidad nos dice que tiene al menos el 50% de serlo.


Hasta cinco ministerios, nos dice el señor Salama, deberían participar en el asunto del humo nacional, que debería verse desde el espacio, junto a las luces del Nilo y el verde del delta. La tradicional capa de polución que da ese encanto a El Cairo en las puestas de sol se intensificará con los nuevos humos para general regocijo.

El ingenio egipcio para resolver problemas, esas ideas geniales que no resuelven nada, sigue dando muestras de que no se erosiona. El que intentó acabar con el crimen y el terrorismo prohibiendo la importación de piezas de los "tuk-tuk" (motocarros) — "The minister noted that the decision was approved by the Egyptian Cabinet in their meeting last week. The decision aims to reduce the spread of the vehicles “which have became a dangerous phenomenon that are used in criminal operations and contribute to accidents”**— o el militar que intentó acabar mediante una "máquina milagrosa" con la hepatitis C (y de paso con el SIDA) en el país con mayor porcentaje de enfermos, etc., pertenecían a ese género tan egipcio del "genio" vehemente en cuyas manos está el destino del mundo. Si luego no funciona, es ya otra cosa.
Egipto no debe desperdiciar el potencial económico, moral y filosófico del señor Osama. Si la idea de dejar colocado a medio Egipto les parece poco afortunada o discutible, no deben dudar de su amor por las buenas causas. Si ahora trataba de hacer accesible lo prohibido, que en Egipto tiene mucho merito, hace apenas veinte días, realizaba una proclama pro electoral que no debe caer en saco roto. Como sabemos, en Egipto una vez elegido presidente, el resto es menos urgente, pero queda un Parlamento vacío, que desde que se fueron los islamistas sin despedirse ha quedado bastante desangelado. El señor Osama Salama reclama las elecciones inmediatas con poderosos argumentos, según nos contaban en Ahram Online:

Egyptian tobacco firms expect to generate LE150 million in extra sales during the upcoming parliamentary election campaign, an industry insider has said.
Parliamentary candidates traditionally provide drinks, cigarettes and sheesha to people who attend election rallies and speeches, according to Osama Salama, president of the Giza and Cairo tobacco traders association.
Increased sales are therefore expected during the election campaign period.***


Nunca se la había sacado tanta rentabilidad democrática al tabaco. Y luego dicen que sienta mal. Deberían celebrarse elecciones cada año para incentivar la democracia y la economía. Egipto, entre humos. De ciagrrillos y shisha, de lo que haga falta. Todo por el bien del país.
El señor Osama Salama ha hecho patrióticamente lo que se le pide: tener ideas. Apuntalado en la Ciencia y en la Moral —“the forbidden is desirable…and the desirable is forbidden”— ha encontrado la solución, al menos la rentabilización del problema. Ni Michel Foucault lo hubiera explicado tan claramente. A Freud le sobran las páginas de El malestar en la cultura. Y tiene la extensión justa para estamparse en camisetas. Sin duda, es un filósofo.


El señor Osama Salama ha hecho lo que se le pide: tener ideas. Apuntalado en la Ciencia y en la Moral —“the forbidden is desirable…and the desirable is forbidden”— ha encontrado la solución, al menos la rentabilización del problema. Ni Michel Foucault lo hubiera explicado tan claramente. A Freud le sobran la mayoría de las páginas de El malestar en la cultura. Y tiene la extensión justa para estamparse en camisetas.
El chiste del gran caricaturista egipcio Andeel que se incluye en Mada Masr, titulado "Inteligencia" nos muestra al presidente al-Sisi llamando por teléfono ante un ordenador: «Sisi: "Hello Ahmed, listen, what does LOL mean?"»
Para los que no estén al tanto, "LOL" significa "Laughing out loud", es decir, partirse de risa.



* "Legalise hashish trade to combat budget deficit: Tobacco Traders" Daily News Egypt 5/04/2015  http://www.dailynewsegypt.com/2015/04/05/legalise-hashish-trade-to-combat-budget-deficit-tobacco-traders/
** "Tuk-tuk import ban upheld" Daily News Egypt 27/05/2014 http://www.dailynewsegypt.com/2014/05/27/tuk-tuk-import-ban-upheld/
*** "Tobacco firms expect sales spike during Egyptian election campaign" Ahram Online 11/03/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/124923/Egypt/Politics-/Tobacco-firms-expect-sales-spike-during-Egyptian-e.aspx

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