martes, 31 de marzo de 2015

El silencio y el ruido o sobre la estigmatización de las enfermedades mentales

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El cambio de foco del interés informativo hacia el copiloto del avión de Germanwings hacía presagiar nuevos problemas. Ya lo advertimos aquí, que se corría el riesgo de poner las enfermedades mentales en el punto de mira. El artículo que hoy nos trae The New York Times es un aviso de lo que está ocurriendo:

An intense focus on the role of the co-pilot’s mental illness in the Germanwings jetliner crash has raised concerns that it risks unfairly stigmatizing millions of people with mental disorders and making it less likely they will seek treatment. That, in turn, could make it even harder to identify people working in high-risk professions who pose a threat to public safety.*


Un incidente de estas características en lógico que genere miedos e inseguridades. El efecto de la avalancha de informaciones sobre el piloto tiene ese efecto. Cuando subimos a un avión, tren, barco, coche o autobús, cualquier medio de transporte, damos por descontado que la persona que está al frente está en las condiciones necesarias para realizar su labor. Vemos técnicos y hangares en los que suponemos que esos aviones se revisan antes de que las personas que los pilotarán asuman el control. Desde ese momento contamos con su pericia. Forma parte del contrato mental de confianza que establecemos. Esa persona que está allí está cualificada y en perfectas condiciones. Lo mismo presumimos del taxista que no lleva o del juez que da una sentencia.
Después de cada accidente aéreo se suelen producir toda una serie de informaciones mediante las cuales se nos muestran las medidas que se toman y cómo ese conocimiento obtenido redundará en nuestra seguridad futura. Pero el caso del copiloto alemán tiene una serie de elementos novedosos que siembran el desconcierto. El recelo, como se nos dice en The New York Times, no afecta solo a los pilotos de aviones o conductores, sino que va más allá:

After the Newtown massacre in 2012, several states, including New York and Connecticut, changed their laws, broadening the circumstances under which mental health professionals can report a potentially violent patient without fear of legal repercussions. Under the New York law, they are required to report to local health officials those who are “likely to engage in conduct that would result in serious harm to themselves or others.”
But those laws remain controversial. And many mental health experts say that the tendency to link mass violence and mental disorders has a negative effect, discouraging people from seeking treatment.
“These kind of stories reinforce the anxiety, the doubts, the concerns that people have that ‘I have to keep my symptoms concealed at all costs,’ and that doesn’t benefit anyone,” said Ron Honberg, director of policy and legal affairs at the National Alliance on Mental Illness.*


Hasta el momento se ha hablado de la "depresión" como algo que mantiene a uno en su casa, tumbado en un sofá o en la cama, con un riesgo de suicidio en los casos más graves. Pero no con esta brutal manifestación del asesinato en masa. Cuando digo "visto" me refiero al estereotipo social de la enfermedad. Hasta el momento lo más frecuente era preguntarnos cómo no habíamos sido capaces de detectar una depresión que acababa en suicidio. Nos sentíamos responsables, nos llamábamos ciegos o insensibles. Pero la cuestión varía cuando el suicida se convierte en asesino y acaba con la vida de ciento cincuenta personas más. Entonces parece que el caso cambia de la ayuda a la prevención.

El argumento dado en  The New York Times expresa el miedo a que se retraigan las personas que padecen enfermedades mentales. No es una mera especulación y es de lo que están avisando los especialistas. Es el riesgo a que lo hecho en conseguir que la gente que siente los síntomas de la depresión acuda a buscar ayuda se pierda y vuelva otra vez al silencio y la ocultación con resultados desastrosos.
La forma en que tratamos las enfermedades dice mucho de nosotros como sociedad. La forma en la que tratamos a los enfermos es parte de esa respuesta. No me refiero a los tratamientos de los profesionales, sino a las actitudes sociales, muchas veces de una inmensa hipocresía.
The Huffington Post publicó en octubre pasado un impresionante relato por parte de una joven que había estado cinco veces tentada con la idea del suicidio, según escribía ella misma en las primeras líneas del artículo, titulado "On Living With Depression, and the Dangers of Our Culture of Silence". La joven Udoka Okafor había llegado a Canadá desde su hogar en Nigeria. Su artículo hace una descripción de la llegada al nuevo país y del estado en que pronto se encontró:

My mind and my thoughts were fragmented. They were divided between a desire to cope and a desire to escape it all, with such finality, as it seemed only suicide could provide. Depression is a black hole that sucks you in, faster and further, as the moments go by, until it seems as though your only means of escape, and ironically, your only means on self-preservation, at least on a mental level, is suicide. I started to cope with my depression the only way that the fifteen year old me knew how, through psychological self-abuse, cutting, and painkillers. I figured that if I make myself feel worthless to the point where my 'self' ceases to exist in a substantial way, I could finally find the courage to end my life.
My composure quickly deescalated, and my high school at the time, caught wind of this, and in retrospect, I think that they were quite overwhelmed and did not know how to respond. I was sent for a psychiatric evaluation, and I was foolish enough to trust them, to the point where I let one of my school mentors at the time sit through the evaluation with me. I was quickly sent for more psychiatric evaluations, where I was ultimately diagnosed with depression, and pegged as a danger to myself. I was sent to a psychiatric ward, where I spent the next two to three weeks.**


La experiencia no fue demasiado alentadora y tuvo el agravante de dejarla expuesta a las miradas de los demás como una "enferma". Ya no la veían a ella, sino a "su" enfermedad. Estamos haciendo una sociedad en la que nadie asume demasiadas responsabilidades y establecemos líneas para prevenir demandas antes que para ofrecer ayudas. Cada uno con su responsabilidad, cada uno con su seguro. Udoka Okafor pronto fue una incomodidad peligrosa para la escuela. Evidentemente, la persona afectada por la depresión vive todo esto como un incremento de sus pensamientos deprimidos.
La estancia en el hospital no le sirvió de mucho. Pero sí sirvió a la escuela para estigmatizarla aún más. Ya era una persona "que había sido ingresada"; ya estaba etiquetada.

After my time in the psychiatric ward, I returned to the overwhelming environment that is school, my depression still intact. I was finding it harder and harder to cope with everything, and my resolve was wearing very thin. The school was keeping a close, watchful eye on me, and to everyone, I became a spectacle, I was reduced to this 'thing' that could explode at any moment. I still remember the day I was called into the office of one of the teachers at the school, and I still remember everything, from how the office looked, to the condescending look in her eyes, to the harsh and unsympathetic tone in her voice, when the words exploded from her mouth, "you have become a liability, and the school is thinking about sending you back home."
Take a moment to think about those words for a moment. Think about what it means to tell a sixteen-year-old kid, who is frustratingly and profoundly depressed, that they are a liability, and that they are not worth fighting for. My sense of my own self-worth, which was not very high at the time, dissipated further. I truly did believe that I was a liability to everyone around me, that I was worthless. And, even till this day, when I look in the mirror, the reflection that stares back at me looks broken, fragmented, and worthless. Those words, that idea, it is not something that you ever truly get over. There would always be a creeping whisper at the back of your mind that is ready to pounce at you at any moment, and remind you that you are, and would always be a liability to everyone around you, and to yourself.**


El camino elegido por ella para intentar salir se estaba convirtiendo en el camino contrario. La estaban hundiendo más. Declararla como persona "pasiva" era la forma de quitarse de encima esa "responsabilidad" que nadie quería allí: ¡qué problema se nos abre si se nos suicida un alumno! ¡Y más si lo hace en la escuela!
La reflexión de Udoka Okafor es clara y contundente y va más allá de su caso personal:

When Robin Williams committed suicide, a whole discussion exploded about the issue of mental illness, and the dangers of a normalized silence on the issue, in society. However, it is not simply the case that society does not want to talk about mental illness. Rather, it is the case that, it goes further to, in some circumstances, criminalize mental illness. By labeling me a liability because of the erratic nature of my depression and wanting to send me back home, my school at the time successfully ostracized me from myself, imposed a broken image on me, made me believe that the broken image was who I was, and then went on to criminalize that image. But, this cannot be our response to mental illness, the actions of my high school cannot be a microcosm of how society responds to the issues of mental illness, and yet, it is.**


Creo que el proceso está descrito con la precisión del que sabe de lo que habla porque lo ha vivido. Hay suficientes elementos para reflexión en ese párrafo sobre la forma de abordar la cuestión y lo deficiente de nuestras respuestas sociales. El papel de los medios vuelve a ser esencial y hay que apelar al sentido de la responsabilidad y no en la atracción morbosa, como suele ser habitual en estos casos. Hay o debe haber un equilibrio entre el silencio y el grito, entre la información y el morbo sobre las enfermedades. Y más en en caso de las enfermedades mentales en las que se producen procesos de retroalimentación con las respuestas del exterior.
No sabemos cómo están viviendo millones de personas las informaciones sobre la depresión del copiloto del avión estrellado contra la ladera de los Alpes. Pero indudablemente les estará afectando. La depresión no es la mejor consejera, pero puede ser la única que tenga el deprimido. Aunque se diga que no se deben "estigmatizar" las enfermedades, el cambio de foco se ha centrado en ellas. Nuestra capacidad para construir generalizaciones hace el resto.


Habrá personas que se encierren y tengan miedo de comunicar sus depresiones por temor a ser consideradas potenciales criminales y que les ocurra, como a Udoka Okafor, que acaben interiorizando la imagen exterior que se tiene de ellos. Habrá para los que el caso sea un motivo más de depresión y de rechazo de sí mismos. Y habrá otros que tengan miedo de acabar haciendo cosas parecidas y busquen la ayuda que esperemos que sea mejor que la recibida por la joven nigeriana.
¿Cómo "salió" ella de la depresión? No salió; sigue luchando, pero luchar es lo importante. Como suele suceder en algunos casos: recibió el apoyo desinteresado de uno de sus profesores que no la vio como una responsabilidad del colegio sino como una persona necesitada de ayuda, de una persona que " not trivialize my pain, through silence, ostracism, and criminalization."** Hizo que encontrara cosas en las que creer y con las que disfrutar, la hizo confiar en ella misma y en todo su potencial, del que el artículo es una buena muestra. El artículo está dedicado a su profesor:

This article is dedicated to my English teacher, role model, mentor, and the most amazing friend that I have ever had, Mark. Thank you for seeing and cultivating the potential in me, when others around me thought that all I was, was a liability. I am forever in your debts, for literally, saving my life, whether you know it or not.**


La reducción de lo que somos a nuestro trabajo parece que conlleva las responsabilidades en la vida solo llegan hasta lo que dicen nuestros contratos. Hay mucha hipocresía en nuestra forma de entender la vida y en las formas de relacionarnos. Al final Udoka Okafor encontró una ayuda en quien consideraba que era una persona y no un "problema".
Criminalizar las enfermedades, las mentales o las físicas, no es el camino; lo hemos visto con nuestros casos de ébola y los miedos desatados. Puede ser otro efecto colateral del caso del avión. Puede que las víctimas de avión no sean las únicas y que se esté contribuyendo a agravar las depresiones de muchos.


* "Role of Illness in Germanwings Crash Raises Worry About Stigma" The New York Times 30/03/2015 http://www.nytimes.com/2015/03/31/world/europe/role-of-illness-in-germanwings-jet-crash-spurs-debate.html

** Udoka Okafor "On Living With Depression, and the Dangers of Our Culture of Silence" Huff Post The Blog  16/10/2014 http://www.huffingtonpost.com/udoka-okafor/on-living-with-depression_b_5980680.html







lunes, 30 de marzo de 2015

Machismo espumoso o ser un hombre es otra cosa

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La campaña de una cerveza sin alcohol en Egipto ha causado reacciones en ciertos medios de comunicación y grupos de activistas por considerarla claramente sexista. En un país con los datos de acoso sexual de Egipto es casi una provocación realizar una campaña basada en el imperativo "¡sé un hombre!". Si además se dan pistas de en qué consiste es mandato, como es el caso, es lógico que la campaña haya desatado las iras de mucha gente.
En la publicación Egyptian Streets se han ocupado de ella:

“Be a man.”
That is the primary slogan of Birell, a beer company which came to the Egyptian markets in 1986 providing non-alcoholic beer, which has been running “man up” advertisement campaigns since as early as 2009.
What does ‘manning up’ entail? In one advertisement, the customer is told to forget about “what colour is the dress” and focus on the woman who is wearing it.
In a country where 99 percent of women have experienced some form of sexual harassment, the advertisement appears to promote cat-calling, staring and maybe more. The latest campaigns have even attracted the wrath of social media users who have accused Birell of sexism and the promotion of sexual harassment.*


En un país musulmán, la cerveza sin alcohol se escinde en la "cerveza" como elemento varonil y el "sin alcohol" como elemento piadoso. La parte tradicionalista, además, excluye a las mujeres en su publicidad para reforzar la imagen masculina del producto. Allí donde se puede beber alcohol, la cerveza sin se percibe como algo light, pero donde no hay alcohol (al menos públicamente), la exhibición de la testosterona se hace con la cerveza sin alcohol, a falta de otro producto que marque al macho en sus actividades públicas.
Este refuerzo del macho a base de espuma no es nuevo, desde luego, y ha sido siempre una constante en el producto allí donde se sigue prefiriendo refrescar los estereotipos a base de campañas sexistas. En un país donde se controla tanto a las mujeres y donde muchos hombres presumen de hacerlo, las campañas buscan sin pudor la eficacia de adular y estimular los comportamientos sin perjuicio del daño social que causen perpetuando las malas costumbres. La estrategia de la compañía ha sido siempre la "masculina", como se puede comprobar en este texto de 2010:

Birell is a strategic value driver for Al Ahram Beverages Company (Heineken Egypt). It is the main non-alcoholic malt beverage within the Egyptian CSD market. Recently a new brand platform that revolves around “manhood” was developed. This platform is very successful and has given Birell an ownable and differentiating platform from other CSDs.  It is making Birell a more appealing and approachable brand for young consumers and is extending the amount of drinking occasions.
Following the new positioning, the packaging design needed to be adapted to convey this “manhood”.  The new design should highlight a more premium look for Birell that will help in recruiting new consumers. Key element during this process was to attract new consumers without alienating the brand’s loyal consumer base. The key channels are the on-premise as well as supermarkets.
The black background of the new Birell presentation gives the brand the needed masculinity. The new design shows a more self-confident branding due to the new brand shape and increased contrast of the logo. The whole presentation has become more dynamic and recognizable resulting in higher shelf impact. Most importantly it succeeds in expressing the requested premium look and feel. A new SKU has extended the assortment: a one-way bottle which is also promoted in a 6-pack.**


"Manhood", "masculinity"..., todo en esta cerveza, la Heineken egipcia, ha girado sobre ese postulado. Pero no están los tiempos para sutilezas de colores sobrios y demás. Es el tiempo del mensaje directo y claro "¡sé un hombre!". Las circunstancias entre 2010 y 2015 han cambiado mucho. Ha habido muchos acontecimientos y la marca podía haber elegido otros planteamientos, pero ha elegido los que le parecían más rentables en términos de comunicación y economía. Dos anuncios que son considerados una invitación al acoso en un país donde no necesitas que te inviten.
Los esfuerzos de las mujeres egipcias en este sentido y las de los hombres que se arriesgan a apoyarlas frente a la desidia general, que solo ha mejorado algo la retórica, se ven insultados y despreciados por campañas como estas en las que se demuestra lo hombre que se es usándolas para fortalecer el ego varonil. En este sentido, se puede apreciar el "avance", más bien descaro, en lo explícito de las campañas frente a retóricas más complejas (mujeres robustas y con bigote, masculinizadas por tomar cerveza) pero abundando en el mismo fondo.


No sé si bebían cervezas o no los participantes en el último escándalo de acoso surgido en Egipto y del que da cuenta Egypt Independent:

During Wael al-Brashy's Wednesday evening program on Dream 2 Channel, a video was broadcast, in which a group of policemen can be seen sexually harrassing, insulting and beating female detainees.
Al-Ibrashy said he had verified the identity of the policemen in the video, adding that a security source had confirmed that the incident was being investigated.
The security personnel in the video belong to Daqahlia Security Directorate, and had arrested defendants accused of theft, al-Ibrashy quoted the security source as saying.
Ten human rights organizations issued a statement on Tuesday, condemning torture in Egyptian prisons and calling for tighter control on prison authorites.***


Probablemente estaban siendo los hombres que la publicidad cervecera esperaba de ellos. El uniforme y las rejas les deben producir un exceso de excitación que solo calman con una refrescante cerveza después de agredir mujeres detenidas, que siempre es más cómodo que hacerlo por las calles.

El artículo de Egyptian Street da cuenta de los dos anuncios causantes de las protestas en los que se denigra lo femenino para resaltar lo masculino. Lo interesante de la campaña es que no resalta el producto, sino simplemente refuerza conductas machistas. La cerveza ha quedado reducida a un elemento que "aconseja". En el primero de ello se nos muestra a un hombre mirando una pantalla de ordenador en la que se ve el trasero de dos mujeres con la reciente campaña en las redes sociales sobre cómo se ven los colores. “Forget about the color of the dress, focus on the woman wearing it. Be a man”, dice el anuncio. Una mujer expectante queda difuminada en el fondo, a la espera de que él se dedique a esas "tonterías". Be a man. El otro critica a los que llevan vaqueros elásticos y les recomienda que vaya a casa vestirse de mujer y a cambiarse el nombre por uno femenino. "Be a man" incluye no sea "femenino", algo deplorable por lo que se ve.


El artículo recoge la condena de distintos activistas. Ven la campaña como deplorable, un mal paso en la dirección contraria por la que están luchando. Lo sorprendente (quizá no tanto) es la reacción de algunos lectores.
El primero de ellos comienza condenando el artículo: "Just another dumb comment by a "feminist activist" who wants to stir up shit to get attention to her cause in any way possible." La condena del siguiente lector, quien dice estar al cien por cien de acuerdo, va en la misma línea: "This is clearly a click bait article used to promote "Egyptian Streets" equal rights rubbish so they can raise money for their site. Hence the giant banner asking for money under the article." En este momento, llegan ya algunas reacciones de lectores que les consideran directamente estúpidos.
Entra en juego ahora el "teórico" que toda buena discusión requiere: "Egyptians, do whatever you can to keep American-style feminism out of your country." Un llamamiento al machismo patriótico. Rápidamente es secundado por el mismo de antes, que actúa como eco.
Se produce entonces una rápida intervención pidiendo que se expliquen:

Kelly L. Krause -> Minymina • 3 days ago: I'm sorry, but what exactly is 'American-style' feminism? I am sure that other readers here would appreciate hearing your definition.

Commander_Chico -> Kelly L. Krause • 2 days ago:
Privileges without responsibilities or accountability.
Continual hysteria based on manufactured statistics about rape or wage disparities.
Authoritarian suppression of speech that "triggers."
Extreme sluttiness. Attention whoring on social media.
"Fat acceptance" Trying to force men to accept fat women and suppression of imagery of truly beautiful women.
Squashing energetic boys with "zero tolerance" and political correctness in schools while pushing grrrl power.
That's a good start.*


Difícilmente se puede encontrar una mayor ristra de disparates. El problema es que es en serio. Y el debate continúa. A cada petición de explicación de lo que quiere decir las barbaridades siguen y siguen, amparadas en malas e interesadas lecturas sobre cuestiones relacionadas con las mujeres.
No pretendo extrapolar la visión de un tarado de este calibre, pero sí que es lo que el anuncio de la cerveza produce como fondo de un pensamiento social real, existente en un sector. Esos comentarios forman parte de una manera retrógrada de ver a las mujeres, su papel en la sociedad y las relaciones con ellas. Especialmente interesante resulta el caso porque especifican que se trata del "feminismo americano", que una forma más de estigmatizar el feminismo aprovechando la corriente antioccidental que florece al dictado del nacionalismo patriotero. Cualquier cosa que se quiera frenar o desprestigiar basta con decir que es "occidental". Esto ocurre especialmente con los derechos de las mujeres, que son identificados como una maniobra occidental para destruir las familias y al islam. Así ser "feminista" es poco más o menos que una condición repudiable, un peligro para todos. Este mensaje es frecuente en ciertos sectores, no exclusivamente islamistas.


Si hay una lucha admirable, digna y esforzada es la de las mujeres egipcias que tienen que combatir en las calles, los lugares de trabajo, las instituciones, las familias y las mentes retrógradas. El feminismo egipcio ha tenido una importancia histórica grande y hoy cuenta con mujeres valientes, al menos las suficientes como para plantar cara al tradicionalismo que caracteriza a la sociedad en la que viven. Si en algo están de acuerdo unos y otros, por muy enfrentados que estén, es que su poder se viene abajo si no logran someter a las mujeres a la disciplina patriarcal, la base de la sociedad a través del control familiar, el que sirve de espejo a los otros. Su trabajo social y mediático es importante e incesante para evitar que se produzcan hechos como los denunciados por el vídeo de la comisaría.


Lo peligroso de la campaña de la cerveza es que se dirige a los jóvenes deseosos de destacar su masculinidad. Se les ofrece esa vía agresiva que lleva a despreciar y a usar a las mujeres para demostrarlo. El problema es que estas campañas se hacen contando con los estudios suficientes como para saber a qué se arriesgan. Puede incluso que se trate de una estrategia: haciendo que las "feministas" ataquen la campaña, se logra más atención y muchos la beberán a la salud de las que protestan, como una forma más de demostrar la masculinidad: Si además de refrescarme, molesto a las feministas, ¡mejor!
 
"Chicas y chicos son iguales", bajo la imagen de Suad Hosny


* "The Beer Company Promoting Sexism and Sexual Harassment in Egypt" Egyptian Streets 27/03/2015 http://egyptianstreets.com/2015/03/27/the-beer-company-promoting-sexism-and-sexual-harassment-in-egypt/
** "Egypt’s malt beer Birell introduces new proposition" Cartils 15/06/2010 http://cartils.com/egypts-malt-beer-birell-introduces-new-proposition/

*** "Video shows policemen sexually harassing, beating detainees" Egypt Independent 26/03/2015 http://www.egyptindependent.com//news/video-shows-policemen-sexually-harassing-beating-detainees




domingo, 29 de marzo de 2015

La asimetría informativa y las otras lecturas

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Uno de los fenómenos más interesantes cuando se revisa con cierta frecuencia prensa de diferentes países es el fenómeno de la asimetría informativa: no nos interesan en la misma medida los mismos temas. Hay cuestiones que pueden estar en primera plana en nuestros medios y, en cambio, son ampliamente ignorados o relegados a espacios ínfimos en otros. Por supuesto, ocurre en cosas "locales", pero nos sorprende cuando se producen en términos de noticias más impactantes o trascendentes, términos que se revelan profundamente relativos. A nadie le importa, por ejemplo, nuestras peleas políticas de gallos, pero no dejan de dar los resultados de la Liga en países que no saben ni a quién tenemos en La Moncloa (tampoco les importa lo que sea). Los fenómenos de asimetría ocurren, por supuesto, en los dos sentidos: nosotros también somos indiferentes a muchas de las cuestiones que otros puedan considerar como capitales.

Un ejemplo de ello lo ha planteado la catástrofe aérea de los Alpes, cuyo caso merece la pena comentar. Frente a los amplios despliegues informativos con los que "nuestros" (me refiero a los europeos, en general, y a los españoles en particular) periódicos y cadenas tratan el caso, ocupando las aperturas y los espacios principales, nos choca la casi "indiferencia" con la que el tema es tratado en los medios árabes, en concreto los egipcios, que son los que veo con más frecuencia. Marruecos, por ejemplo, le ha dado algo más de importancia por la muerte de dos de sus ciudadanos.
El fenómeno de la asimetría no se suele estudiar con frecuencia. Nos interesa saber lo que nos "interesa" y no tan por qué "no nos interesan" muchas cosas. La explicación pudiera ser que las cosas que no nos interesan (o desconocemos) son muchas más que las que nos acaban interesando.
La catástrofe de los Alpes es un episodio más de esta asimetría. Me ha resultado interesante ver cómo se ha convertido en otra ocasión de desencuentro con Occidente. Para ampliar cada día esa distancia, existe una campaña tendenciosa que difunde siempre puntos de vista mediante los cuales el agravio llega de Occidente. No niego que esto sea muchas veces real, pero sí me da la impresión que existe mucho interés en que este sentimiento sea cada vez más intenso.

La catástrofe del avión alemán con la muerte de 150 personas abordo ha provocado en algunas personas del mundo árabe una frustración semántica: "¿por qué no se le llama "terrorismo"?". La pregunta nos puede sorprender, pero es lo que he podido ver en diferentes comentarios de lectores que ellos mismos se contestaban: porque no había musulmanes implicados.
La creencia de que se está identificando permanentemente a los musulmanes como "potenciales terroristas" desarrolla un extraño sentimiento de agravio si no se considera "terrorismo" cuando un "cristiano" o un "occidental" lo hacen. A algunos les podrá parecer descabellado el razonamiento y, sobre todo, falso. El caso del avión de Germanwings no es terrorismo sino un asesinato en masa con un suicidio. La repuesta es que eso es lo que hace un suicida cuando hace estallar una bomba atada a su cuerpo en mitad de un mercado o cuando se estrellaron los aviones contra las torres gemelas en los atentados del 11-S.


¿Por qué este empeño en esta cuestión de la denominación? Hay varios motivos. El primero de ellos es interesado: es hacer sentir que se trata a los musulmanes directamente como terroristas. Esto no es cierto, pero hay muchos interesado en hacerlo creer para favorecer la ampliación de esa brecha respecto a Occidente.
A la creencia circulante de que es Occidente quien está detrás del Estado Islámico —algo que ya hemos tratado aquí en diversas ocasiones—, se añade la de la acusación de terrorismo en exclusiva a los musulmanes. Tanto una como otra son falsedades interesadas en un mundo saturado de rumores. Pero, ¿a quién le interesa esto? Pues a los mismos interesados en vender constantemente la "islamofobia" occidental.

Evidentemente lo que ha ocurrido en los Alpes, hasta donde sabemos, no puede ser considerado "terrorismo" aunque acciones con efectos similares puedan serlo o lo hayan sido. Por el mismo motivo, la masacre de los jóvenes socialistas noruegos en la isla de Utoya a manos del "cristiano militante" Anders Breivik, en julio de 2011, sí fue considerada, y de ello se le acusó, como "terrorismo". Breivik era un terrorista; todo lo desequilibrado que quieran, pero un terrorista. Con su acción pretendía actuar sobre el mundo y transmitir una idea determinada, una reivindicación, mediante el miedo o terror. El copiloto, en cambio, no creo que deba ser considerado así. Lo que sabemos hasta el momento no permite llamarlo "terrorista. Las oscilaciones se harán entre "lo patológico" y "lo criminal", pero se excluyen por ahora motivos de otro tipo. Tampoco es sencillo discriminar entre lo uno y lo otro, porque el comportamiento criminal puede ser derivado de una patología. Los límites de las palabras no son los de las cosas y menos los de las mentes.

El caso de Breivik sigue siendo interesante porque se consideraba "cristiano", como defensor de la fe, y "político" en una amalgama integrista cercana a la que se pudieran dar en otros integrismos de inspiración religiosa. Eso también sirve para que algunos hagan sus propias cuentas de agravios porque no se ha producido una especie de acusación al cristianismo. Quizá se olvidan que eso ya lo padecen coptos y demás cristianos en Irak o Siria a manos de las tropas del Estado Islámico y anteriormente de otras fuerzas islamistas. También los hay cristianófobos, desgraciadamente y con muchas muertes en su haber.
La queja, desde luego, es interesada. Se trata de resaltar el argumento que constantemente se usa: el "doble rasero" de Occidente, la "hipocresía" de los medios occidentales, etc. Todas estas expresiones salpican las redes y los foros de los periódicos, los artículos de opinión, etc. Se trata de crear un malestar creciente en los que se quiere manipular a través de estas reclamaciones frente a supuestos agravios.

El proceso de adscripción del terrorismo empieza por la definición del grupo muchas veces antes que el acto en sí. Primero se define al grupo como terrorista y luego se consideran así sus acciones. Egipto, por ejemplo, ha usado este recurso con profusión y exceso desde el momento en que declaró "grupo terrorista" a los Hermanos Musulmanes. Desde ese principio de denominación salen en cadena las demás consideraciones: simpatizantes, pertenencia, apoyo... a grupo terrorista. El terrorismo comienza con un acto nominal, un bautismo. El gobierno islamista de Morsi nombró gobernador de Luxor a un terrorista que había atentado contra turistas en aquella misma zona. Le debió parecer que era un mérito.

En el otro extremo, al establecerse las posibles enfermedades mentales (depresión, etc.) del copiloto alemán, las voces que se levantan ahora son las que tratan de evitar que se "estigmaticen", como ya han señalado algunos medios. France 24, por ejemplo, ya ha realizado algún debate sobre esta cuestión, señalando: "Web users condemn newspaper stigmatisation of depression after allegations crash pilot Andreas Lubitz hid his medical treatment from his employers."* El problema se amplía, como vemos, a otras comunidades de afectados por las generalizaciones.
Quizá estamos poco mentalizados para afinar los sentidos de las palabras que aplicamos a situaciones llenas de matices, cambiantes. Los medios están cayendo en errores de bulto a la hora de etiquetar muchos fenómenos. Lo señalamos aquí, por ejemplo, con los españoles que fueron a "luchar" a Ucrania y a los que no se etiquetó de la misma manera que si fueran a "luchar" a Siria. De hecho habían sido objeto de admirados reportajes como luchadores idealistas por parte de algunos medios cuando se fueron.  Eran "brigadistas internacionales", campeones de la libertad. Son errores que se pagan caros.


Quizá la queja sobre el doble rasero en la catástrofe aérea sea infundada en este caso, pero no lo es en otros muchos en los que usamos criterios y categorías poco adecuados para un mundo de información global, en el que hay que tener cuidado con las etiquetas y medir mucho el lenguaje y la manera de informar.


* "Anger at mental health stigmatisation after crash allegations" France 24 27/03/2015  http://www.france24.com/en/mediawatch/20152703-2015-27-03-2044-germanwings-plane-crash-depression-mental-health-controversy/


sábado, 28 de marzo de 2015

Sobre los medios y el poder en Egipto

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los acontecimientos de estos días iban posponiendo un artículo que creo que merece la pena comentar aquí. Lo firmaba en Ahram Online Mohamed Shuman, el decano de la Facultad de Periodismo de la Faculty of Communication and Mass Media at the British University in Egypt (BUE). El título del artículo es una pregunta, "Is there an impartial media?" y en su escrito intenta contestarla. La pregunta es una constante en la vida social allí donde se aspira a tener un conocimiento aceptable de lo que sucede a nuestra alrededor, tanto en lo que podemos llamar los "hechos" como en las opiniones que suscitan.
Se centra muchas veces el problema en al conocimiento de los hechos y se valora menos el derecho a conocer también las opiniones de una sociedad que es sobre todo interacción. Los hechos son la parte sustancial para que ese debate social de la opinión sea realmente fructífero. La cuestión, como en tantas cosas, estriba en el equilibrio entre factores en juego.
La cuestión en Egipto es crucial por el deterioro de los medios de comunicación y su papel social y político, algo que hemos tratado aquí en ocasiones a través de casos específicos al hilo de los acontecimientos. La pregunta de Mohamed Shuman no es pues un mero ejercicio de retórica ante la pregunta ingenua de un alumno en una clase de su Facultad, sino la reflexión ante una situación social grave en la que los medios juegan un papel esencial.
Comienza Shuman situando el problema tal como está siendo planteado:

There are a number of notions that have become myths wrongly used, both politically and ethically. One of the most famous is the widespread notion in political and media discourse that there is no impartial or objective media, and that the media in the most established democracies is owned by individuals and run as enterprises aiming at profit, thus serving the interest of owners, or is controlled by advertisers or governments.
Of course, this is not true. At best it is half true because there are many regulations concerning the ownership of means of mass media and its role in different democratic models. Neglecting this reflects either ignorance or understanding with the intent of confusing issues. This is done by using half truths to claim that both the privately-owned and public media has the right to practice bias. Hence, it is the right of the owners of satellite channels and newspapers, who spend money on these means of media, to transform them into tools to serve their interests, and it is the state's right to use the Egyptian Radio and Television Union to defend its policies, right or wrong. This logic is to be refused totally and is far from the truth of the relationship between media and politics in any democratic society, or what it should be in one in transition, like Egypt.*


No se nos debe escapar para interpretar esto el hecho de la compra del magnate Sawiris de6 56% de la cadena de televisión europea Euronews, que nosotros comentamos aquí un día antes de la aparición de esta artículo en Ahram Online con el título "A golpe de talonario o ¡que se prepare la realidad!" [ver entrada]. Los motivos aducidos por Naguib Sawiris para la compra de la mayoría de la empresa de Euronews era poder imponer una "visión positiva" de Egipto a través de las emisiones. Las referencias a los magnates propietarios de canales y periódicos podrían ampliarse más allá del egipcio. El dinero fluye fácilmente en Oriente Medio para estos menesteres de controlar y dirigir la opinión pública. En países en los que apoyar gobiernos suele tener un importante rendimiento económico, político o ambos, los amigos ricos juegan estos papeles de defensa interior y de oposición desde el exterior. El descaro de Naguib Sawiris es una muestra de poder. Al contrario de lo que se haría en otros lugares, su mentalidad conlleva la exhibición de la fuerza como muestra de poder que puede desarrollar.
Como bien señala Shuman, el argumento de que no es posible la existencia de medios independientes no es más que la coartada para matar su "independencia". Proclamar este principio cínicamente es dejarse las manos libres para poder estrangularla. En la mentalidad autoritaria no se valora la independencia de los demás sino su capacidad para doblegarla. La información se convierte entonces no en una forma de servir a la opinión pública sino de servir al poderoso de forma lo más eficaz posible.


Hemos tratado múltiples casos de vergüenza periodística, de sumisión babosa al poder, como el infame de la periodista Mona Iraqi, con su retransmisión de la redada en un baño público de los que consideraba "homosexuales", dentro de la cruzada hacia la perfección y la pureza en su deseo de satisfacer al gobierno; hemos hablado de los ataques infames contra personas que han disentido de las líneas gubernamentales; se ha atacado brutalmente a lo que se iban (El-Baradei) o a los que se quedaban (Hamdeen Sabahi). Todo ello convertido en un espectáculo vergonzoso con exhibiciones de piedad, amor a la patria y superioridad sobre el resto de los países, a los que se ha insultado y atacado sin pudor, como ocurrió con Marruecos recientemente.
Frente a esto, sobreviven los medios que pueden o tratan de mantener una información alternativa tratando de informar de lo que ocurre o de transmitir sus opiniones sobre lo ocurrido dentro del marco de una sociedad que, como señala Shuman, está en "transición hacia una democracia". Al menos esa es la versión oficial, que tampoco es fácil cuestionar. No puede haber una democracia sin pluralidad y Egipto no camina hacia ella, pues no es "pluralidad" declarar enemigos y traidores a todos los que disienten y "mentirosos" a los que intentan decir lo que ven o piensan. Lo que se fomenta es el servilismo y el silencio. Y ninguno de los dos es bueno para construir una futura democracia. El ruido mediático no es pluralidad, sino el griterío desacompasado de los que compiten por cantar las excelencias de los gobernantes.


La imparcialidad de los medios no es un absoluto, señala Shuman. El papel de los propietarios no es señalar lo que hay que decir, aunque los medios tengan sus propias líneas editoriales. Pero lo esencial es que existan profesionales que se sientan comprometidos con su conciencia, con el respeto al público —que no significa adularle— y con los hechos. Esto no es solo cuestión de voluntad, sino de la existencia de leyes, instituciones y códigos éticos que respalden la labor de los profesionales. No se trata de regular la profesión, como algunos entiende, sino de fortalecer la libertad de los que informan para proteger la de todos.
Señala Mohamed Shuman en el artículo:

What's important is that we attempt, through a number of regulations and mechanisms, to ensure the realisation of the largest extent possible of professionalism, balance and objectivity in all media activities. The most important of these regulations are:
1. Laws that prohibit monopoly and spreading news that instigates violence, hatred and discrimination.
2. Professional rules and regulations monitored by independent bodies to organise the media, and permitting the creation of independent syndicates for those working in media.
3. Civil society organisations that take responsibility for defending the rights of the masses to receive accurate and balanced news and information, and that opinion is not mixed with news.
4. A democratically elected parliament that monitors overall performances in society and sets up laws and regulations that protect national security and media freedoms.
Egyptian media lacks most of these enabling conditions for various reasons. Thus, the performance of our media is in continuous decline, especially in terms of objectivity and impartiality, which are not realised more than 10 percent of the time, and maybe less. When we complain that impartiality and professionalism are in decline, some come out yelling, presenting examples of bias in American or British media. They are examples. However, they face criticism within their societies. In addition, these biased Western models should neither encourage nor justify our media bias.*


En efecto, los puntos señalados por Shuman son barreras para evitar el deterioro de algo tan importante para una sociedad como es la información. Pero mis dudas surgen después de escribir esta última frase. ¿Es eso realmente lo que quieren muchos? ¿Desean esa imparcialidad? ¿Desean ser informados adecuadamente, aunque lo les guste lo que se les diga? ¿No prefieren la difamación, el insulto, las acusaciones infundadas? Creo que gran parte de la profunda división existente en las sociedades que se levantaron en la Primavera árabe obedece a que esos valores de "independencia" no están asentados en la totalidad, pues son parte de una tipo de mentalidad democrática que no todos asumen. Se valora la fuerza antes que la verdad. Y la fuerza es la capacidad de imponer la "verdad". Cuando el gobierno egipcio ha detenido periodistas por "no decir la verdad" y los ha encarcelado, estaba haciendo una demostración de "fuerza" y de "voluntad de verdad", es decir, de convertirse en la única fuente de reconocimiento de la "verdad". En este sentido, el papel que se les pide a los medios es de meros comparsas, aduladores y repetidores mecánicos de lo que el que tiene el poder desea.


El diario Egypt Independent (Al-Masry Al-Youm) publicaba hace unos días un breve artículo de Mohamed Abu Gahr, titulado "Sawiris and the illusory parliament". Abul Gahr es político socialdemócrata, científico y profesor universitario, un activista de las libertades ya desde la época de Hosni Mubarak. Reproduzco el artículo, que es breve, en su integridad porque creo que representa un caso claro de lo expuesto anteriormente:

Two weeks ago, I wrote an article in Al-Masry Al-Youm entitled “The Illusory Parliament.” It lasted for a whole week as the most read article of the newspaper.
Articles like this one trigger debate, which is good. It was responded to with constructive criticism. Yet certain TV stations and newspapers fabricated lies unrelated in any way to the article I wrote.
I chose not to reply to such lies until Naguib Sawiris, founder of the Free Egyptians Party, said in an interview with Al-Mal newspaper that he fired Rami Radwan, the host of the Sabah Online program, because he followed instructions by the security agencies to lambast me for writing this article.
I had not watched that episode, but a lady from ONTV called me and apologized deeply for the incident.  
Also, a friend of mine gave me recordings of another TV station that spread lies about me. He told me this station was pro-Mubarak but then supported the 25 January revolution and later the Muslim Brotherhood. Today, it supports President Sisi. He told me that he would expose them on YouTube, but I asked him not to do so because it would be unethical.
The president's office sent me a letter that Al-Masry Al-Youm has published, asking me very politely to send the laws that I said in my article were unconstitutional. I did so four days later, and the response of the presidency was a shock to those who had attacked me.
No matter who disagrees with Naguib Sawiris, everybody knows that he is a patriot to the core and that he is brave and bold when it comes to what he believes is right. His decision to fire the host of the program was a fatal blow for the young man yet also useful for him so that he is not coined for the rest of his life as the follower of State Security instructions.
I cannot claim that the politicians and journalists who have attacked me were following the same instructions, but I advise the State Security Apparatus to focus on Egypt's security instead of wasting time in such issues.
Rise you Egyptian, Egypt is calling for you.**


Creo que la breve exposición del caso padecido en carne propia por Mohamed Abul Gahr es suficientemente clara del clima mediático en que se vive y del desprecio por la independencia en que viven muchos medios. La descomposición del sistema mediático es el reflejo de la mala construcción del sistema político, que lleva camino de ser una falsa democracia de asentimientos. La vuelta a la escena política (es dudoso que se hayan ido en algún momento) de los que construyeron sus relaciones en el régimen de Mubarak necesita del poder mediático para lavar sus imágenes. El futuro parlamento (el "parlamento ilusorio", como lo llamaba Abul Gahr) será una falsa imagen del Egipto real, que se irá construyendo de forma subterránea has que salga a la superficie en forma de nueva tormenta.


El caso de medio que apoyó a Mubarak, después sucesivamente a la Revolución, a los islamistas y en la actualidad al presidente El-Sisi y al Ejército es un caso algo más que anecdótico. Hay muchos así, medios y personas.
Escribe Mohamed Shuman:

The irony is that the climate of the January 25 Revolution allowed freedom of the media and opened the right of individuals and companies to issue newspapers and launch channels without developing mechanisms that regulate media along with self and societal censorship. Thus, we suffered from a decline in professional performance, the politicisation of media content, and unchecked bias. This chaotic climate resulted in the false notion that "there is no unbiased media," used then to justify partiality and granting businessmen and advertisers legitimacy to exploit media organisations to defend their interests.*

Como la tendencia actual es a demonizar la Revolución del 25 de Enero, a considerarla la puerta de entrada de los islamistas —interpretación interesada para el regreso del antiguo régimen y la eliminación de islamistas y laicos demócratas, en una sola tacada—, el papel de los medios pasa a ser esencial. Su función es doble: estigmatizar la disidencia democrática frente al autoritarismo oficial y reconstruir la historia, asignando papeles fijos, positivos y negativos, a los agentes sociales. Los medios son instrumentos, herramientas puestas al servicio del poder para mantener la ilusión de realidad a través de los discursos oficiales.
Quedan aquellos medios que sobreviven con alto riesgo. Quedan los profesionales que se juegan muchas cosas con cada artículo en el que abordan la realidad de una forma diferente a la versión oficial. Han ido desapareciendo voces y ascienden las de los lacayos mediáticos que se quieren congracia con el poder haciendo méritos en el insulto a unos y la adulación a otros. Siento gran admiración y respeto por aquellos que eligen el camino de decir lo que piensan y ver donde deben mirar, sin apartar la mirada.
El texto de Mohamed Abul Gahr terminaba con una frase, "Rise you Egyptian, Egypt is calling for you." Pertenece a una canción de una obra de Naguib Al-Rihani, el "padre de la comedia egipcia", titulada "Ululuh" (¡Díle!). La canción se hizo célebre y saltó del escenario a las calles, a modo de himno, en las revueltas de 1919, prohibiéndola los británicos, que entonces ocupaban Egipto. Es una llamada a la dignidad y a la unidad de todos los egipcios, musulmanes, coptos y judíos, "hijos de los mismos antepasados". Uno de sus versos dice: "Restaura mi gloria, la gloria pasada que has desperdiciado". El amor al país, viene a decir Mohamed Abul Gahr, es otra cosa. Más allá de los cantos gloriosos, está la realidad.




* "Is there an impartial media?" Ahram Online 19/03/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContentP/4/125342/Opinion/Is-there-an-impartial-media.aspx