sábado, 28 de febrero de 2015

Los alegres tarados

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Lo habíamos dicho en su momento. ¿Y qué pasa con los "yihadistas" españoles  que han ido a Ucrania? ¿Por qué está mal ir a matar sirios y volver y no está mal ir a matar ucranianos y regresar a tu pueblo a dejar al personal con la boca abierta por las machadas? Esta especie de donjuanes bélicos, que les gusta conquistar y contarlo con todo lujo de detalles después, han sido ahora detenidos mientras se revisa de qué se les puede acusar. Se suele decir que los delincuentes van por delante de las leyes, pero esta vez son  estos tarados los que van por detrás del sentido común. Si se pone de moda entre aburridos y poco espabilados irse de batallas al extranjero, porque matar es muy entretenido y además conoces gente, va a tenerse que hacer una legislación más explícita que deje claro el riesgo al regresar.
El País nos ofrece un esbozo de retrato de algunos de ellos:

Tienen 24, 27 y 28 años. Uno estaba en el paro, otro era portero de discoteca y el otro trabajaba para la compañía de coches Mercedes. Todos vivían en Madrid (Alcorcón, Vallecas y distrito Centro), pero se conocieron en el frente prorruso en Ucrania, en las Brigadas Internacionales de Donbass. Allí llegaron, después de tres días de viaje, por separado —uno directamente a Donetsk y dos de ellos previa escala en Moscú, donde les esperaba un funcionario ruso—, en verano del año pasado. Los tres utilizaron el mismo método de alistamiento autónomo: contactaron con combatientes del bando ruso a través de Twitter, siempre según fuentes de la investigación.
No les pagaron ni el viaje ni un sueldo, pero fueron recibidos con los brazos abiertos por los comandantes rusos que lideran el frente este ucranio, que les dieron aparte de su correspondiente AK-74 y el uniforme de guerra, comida y alojamiento gratuito. Dejaron sus cómodos pisos en la capital para vivir en naves y acuartelamientos colectivos en los que, según sus declaraciones, hay aún más “brigadistas” españoles y muchos —“varios cientos”— de otros países, sobre todo serbios y franceses. “La mitad de ellos son comunistas y la otra mitad nazis”, han explicado los detenidos. “Combatíamos comunistas y nazis juntos”, han declarado, justificando esa contradicción ideológica argumentando que “todos queremos lo mismo, la justicia social y la liberación de Rusia de la invasión ucrania”.*


La peculiar composición de estos batallones "prorrusos", dirigidos por comandantes rusos, esa división entre nazis y comunistas nos muestra que lo que se está produciendo es un fenómeno similar al yihadismo: la formación de futuros combatientes locales. Puede que algunos tarados vaya a vivir emociones, pero otros va a coger experiencia, a prepararse para un futuro en el que, ¡quién sabe!, puedan hacer falta sus habilidades en sus países.
Lo de la "liberación de Rusia de la invasión ucraniana" es un chiste que demuestra el grado hasta el que puede llegar la estupidez humana cuando se usan bien los medios de propaganda y se le dice a la gente lo que quiere escuchar. Estos tarados, convencidos de que los norteamericanos no llegaron a la Luna, que Estados Unidos lanzó sus aviones contra las Torres Gemelas, etc., etc., conforman ese batallón de creyentes cuya credulidad ha sobrepasado el nivel de la conversación fanfarrona y ha pasado a la acción, en este caso, matar invasores de la justa, piadosa, equitativa Rusia, la madre de todas las madres patrias.


Las medidas de protección y vigilancia que se han establecido ante los yihadistas occidentales que han ido a combatir a Siria e Irak no se han tomado en el caso de Ucrania, quizá por la ambigüedad con la que la comunidad internacional está manejando esta "no-guerra", como se suele decir, en la puertas de Europa. El problema es que es una "sí guerra" y no está en las puertas, sino en Europa misma, una Europa de la que Rusia se ha excluido por su carácter imperialista y sus dimensiones continentales.

Esa indefinición, ese no llamar a las cosas por su nombre, hace perder mucha eficacia y deja las cosas en una ambigüedad que, en cambio, Rusia no practica. Rusia está ejerciendo una propaganda inusitada sobre la "cuestión ucraniana", con unos niveles de turbulencia que serían la envidia del Estado Islámico. Mientras Occidente, en especial Europa, temen que haya que salir del nivel de las sanciones económicas y diplomáticas —¿cómo declarar la guerra a un "socio" del que dependes energéticamente?—, Rusia no tiene reparos en recurrir a lo que sea necesario.
La superioridad militar demostrada por lo que se supone es un ejército miliciano solo tiene explicación con el apoyo absoluto —material, personal y logístico— de Rusia a esos insurgentes. Estos "brigadistas internacionales" son una excusa perfecta, una buena tapadera, y una futura punta de lanza. Si alguien está tan dispuesto como para ir a matar a otro país, no tendrá demasiadas dudas en hacerlo en otro, pues la barrera psíquica se ha vencido. Solo se tratará de que les den la motivación necesaria, como la que tenían esos otros tarados de polos ideológicos opuestos, a los que les une su sentido del desorden caótico.
Nos dicen en el diario El Mundo que

Los detenidos están acusados de delitos de cooperación o complicidad en asesinatos y homicidios llevados a cabo por los grupos y batallones a los que se unieron durante su estancia en territorio ucraniano, así como tenencia y depósito de armas y explosivos.
Fuentes jurídicas han precisado que puede que sus acciones también se enmarquen en delitos de terrorismo, puesto que acudieron a Ucrania con el fin de aterrorizar a la población civil.**


Mucho me temo que jueces y policías tengan que afinar algo más los conceptos que lo que las "fuentes jurídicas" apuntan. Con un buen abogado podrán salir diciendo que han ido como una ONG a apoyar a un socio comercial europeo. No se puede tipificar toda la estupidez humana y estos alegres tarados, esta muchachada del gatillo flojo, será recibida por los compis a la salida del juzgado e invitados a unos chupitos para que cuenten las batallitas ucranianas porque molan.
Preocupa que algunos de ellos hayan sido militares españoles. Preocupa porque eso significa que estos aventureros del riesgo han estado en las filas españolas, una bomba de relojería. Lo importante es determinar porqué son ya ex, si por determinación propia o porque se detectó que eran un peligro que el Ejército español no se podía permitir. Habrá que tener cuidado en la selección previa y hacer algún seguimiento de los que se puedan considerar anómalos amantes de las armas, el gun crazy. Y habrá que pensar qué se hace con ellos porque tendrán cola de seguidores deseosos de aprender con ellos, de compartir su experiencia liberando Rusia de los invasores capitalistas.


Mientras de la beatífica Rusia de Vladimir Putin, el guardián de la puerta oriental de la decencia, nos llega la noticia de que ha sido asesinado a tiros, en plena calle y a unos cientos de metros del Kremlin, uno de los opositores más decididos al reinado del zar Putin, Boris Nemtsov.
El Mundo nos informa:

Ex viceprimer ministro con Boris Yeltsin, Nemtsov era uno de los pocos políticos rusos que defendía la integración de Ucrania en las estructuras europeas y rechazaba el conflicto con Kiev. Actualmente, el político ocupaba un escaño de diputado en el Parlamento de la región de Yaroslavl y copresidía el partido liberal RPR-Parnas. Además, era conocido por haber escrito un gran número de informes que ligaban a Putin y a su círculo más cercano con la corrupción. A principios de este mes había dicho en una entrevista que tenía miedo de que Putin intentase matarle.
Ayer pasó el día denunciando la política del gobierno en los medios de comunicación: "Hoy antes del programa me preguntó si no tenía miedo de tenerle de invitado, pero no era yo el que debía estar asustado", escribía anoche en twitter Alexei Venediktov, jefe de redacción de la emisora Eco de Moscú.
Boris Nemtsov, de 55 años, miembro de la Duma (Cámara Baja) entre 1999 y 2003, recibió cuatro disparos por parte de un atacante que anoche no había sido identificado y que al parecer huyó de la escena del crimen en un coche. Su compañero de filas Ilya Yashin confirmó su muerte: "Delante de mí, veo el cuerpo de Boris. Hay muchos policías alrededor", declaró a Ria Novosti.***

Quizá haya habido suerte y Putin tuviera las ventanas de su residencia abiertas para que le llegara el sonido de los disparos en la noche. Quizá, un ruso, un prorruso o un brigadista internacional nacido en Chamberí o vaya usted a saber dónde, ante el temor de que las tropas ucranianas lleguen finalmente hasta Moscú, decidiera acabar con un colaboracionista.
La santa Rusia de Putin respira más tranquila. Los alegres tarados velan por su paz.


* "“Combatíamos comunistas y nazis juntos”" El País 27/02/2015 http://politica.elpais.com/politica/2015/02/27/actualidad/1425044924_696253.html
** "Tres de los ocho españoles detenidos por combatir en Ucrania son ex militares" El Mundo 27/02/2015 http://www.elmundo.es/espana/2015/02/27/54f08f03e2704e20138b468d.html

*** "Asesinado a tiros en Moscú el opositor Boris Nemtsov" El Mundo 28/02/2015 http://www.elmundo.es/internacional/2015/02/27/54f0ed8022601d6a778b4571.html



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