jueves, 12 de febrero de 2015

La gran foto griega

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La entrada de Syriza en el gobierno griego tiene más repercusiones hasta el momento en Europa que en la propia Grecia. Es dudoso que las promesas realizadas para conseguir el poder en las elecciones se pueda traducir en realidades sin medios con los que llevarlas a cabo, pero puede tener efectos sobre Europa que estuvieran previstos.
Syriza está sirviendo para que los gobiernos europeos planteen sus propias problemáticas. La gira realizada desplegándose por las capitales europeas y las principales instituciones era previsible, dada la situación de Grecia. También lo eran las respuestas de algunos, en un sentido y en otro. Esas cosas que se suelen llamar "guiños" de unos contrastaban con la cara de palo de otros, que apenas cambiaban el gesto para recibir a los representantes griegos.
El "test Syriza" ha consistido en hacer ver las cartas de los distintos gobiernos. Gracias a él, hemos podido saber las actitudes de Reino Unido y Alemania, por ejemplo, pero también las de Francia e Italia, que intentan ganar un protagonismo en la política europea que han ido perdiendo. Tanto uno como el otro tenían pretensiones de hacer moverse la política europea hacia sus posiciones, pero no lo han logrado. La foto con los griegos en la puerta de sus residencias intentaba mostrar una imagen expresiva en diferentes direcciones, a sus electorados y hacia Alemania y los que mantienen sus tesis.
Ni Hollande ni Renzi han podido hacer grandes cosas desde su llegada al poder. El presidente francés no ha logrado nada positivo, pero sí alejar al electorado que le llevó ilusionadamente al Palacio del Elíseo y aglutinar el descontento en la ultraderecha antieuropea del Frente Nacional de Marine Le Pen. A Hollande solo le quedan frente a la Historia las fotos que se pueda hacer presidiendo manifestaciones. Una de ellas era la foto griega.


A Mateo Renzi, la foto le llevó a la entrega de una corbata a Alexis Tsipras, que es lo que probablemente hubiera hecho Berlusconi en su lugar, con lo que se demuestra que no todo lo de Berlusconi era achacable a su personalidad.
La foto griega ha tenido sus réplicas en distintas puertas europeas. Ahora llega la baza más arriesgada que son las salidas internacionales. La primera no ha sido precisamente una buena elección, tal como está el asunto: Rusia. El diario El País nos da cuenta del viaje a Moscú y de sus resultados:

El ministro de Exteriores de Grecia, Nikos Kotziás, realizó una sorpresiva visita a Rusia —la primera que hace a un país que no pertenece a la Unión Europea—, donde se entrevistó con su homólogo Serguéi Lavrov, y en la que quedaron claras las nuevas relaciones que se han creado entre ambos países tras la llegada al poder de Alexis Tsipras.
En la rueda de prensa que dio junto con Lavrov, el ministro griego se refirió al conflicto en el este de Ucrania y aseguró que Atenas está convencida de que este puede ser resuelto exclusivamente por la vía diplomática. “Hay que buscar otros instrumentos, otras soluciones que nos satisfagan”, declaró Kotziás refiriéndose a las sanciones económicas contra Moscú.
Lavrov, por su parte, agradeció la “posición constructiva” de Grecia, país partidario de desarrollar la cooperación estratégica entre la UE y Rusia, “sin intentar politizarla o sacrificarla en aras de ciertas ambiciones geopolíticas de terceros países”. El ministro aseguró que Moscú estudiará debidamente cualquier petición de ayuda financiera que el Gobierno griego le haga, pero advirtió de que la situación de Rusia “tampoco es muy sencilla debido a la política” occidental, que calificó, aludiendo a las sanciones aplicadas contra el país, de “unilateral e ilegítima”.*


Putin lleva tiempo intentando resquebrajar la política de Europa. Ya señalamos hace algún tiempo de la aparición rusa tras la victoria de Tsipras. Que la foto griega pase a ser la foto rusa, no es buena señal para Europa ni para la propia Grecia, que demostraría unas malas maneras excesivas para unos recién llegados a la política. Pero los recién llegados a la política últimamente saben latín, según la expresión popular española, y tienen más concha que un galápago, por seguir haciendo populismo.
Si la comunidad europea empieza a considerar que Grecia, además de jugar la baza antieuropea que le ha llevado a las urnas, dentro de la retórica habitual en su situación, deja de ser retórica y empieza a ser hechos frente a las pretensiones Rusas, el mapa puede cambiar y no precisamente para bien en el caso griego.


Las insinuaciones de que Rusia puede financiar rescates en Europa es una de las maniobras con las que el gobierno de Moscú prolonga sus "no-guerras" con otros medios. La estrategia de Putin es ir separando "amigos" y "aliados" ofreciendo ventajas, descuentos y abrazos. Lo hizo ayer mismo en El Cairo, separando más de Occidente a Egipto, con la propuesta de financiación militar, nuclear y turística. De esa manera, aumenta su clientela y debilita la de los demás.
La información de El País termina señalando mensajes de futuro:

El jefe de la diplomacia rusa manifestó que ambas naciones han reafirmado su propósito de impulsar la “creación de un espacio económico y humanitario común desde el Atlántico al Pacífico, basado en una seguridad regional indivisible y en pie de igualdad”. También subrayó la importancia de la cooperación militar. “Tenemos relaciones en todos los campos desde hace tiempo, incluida la esfera técnico-militar, y confiamos en que se mantengan, para lo cual estamos preparando acuerdos suplementarios, llamados a reforzar la base jurídica”, dijo*



Que el ministro griego de exteriores se haga la foto con Lavrov es un éxito para Rusia y un problema para Grecia, que no ha quedado precisamente bien ante aquellos ante aquellos con los que tiene sus compromisos, en todos los sentidos. No es el camino. Esta foto le puede resultar cara a Grecia.
Rusia hace la guerra por muchos medios. Pero el más eficaz sigue siendo el de la propaganda. Ver las calles y puentes de El Cairo cubiertos de carteles con el rostro sonriente de Vladimir Putin es hoy una imagen que Rusia manda al mundo. Allí donde ya no puede ir Obama porque se le acusa de todo, allí aparece Putin. La diplomacia rusa juega con blancas y te lleva varios movimientos de ventaja. John Kerry va a apagar fuegos; Lavrov a encenderlos.Grecia no debería jugar con fuego. 
¿Veremos las calles de Atenas cubiertas con retratos de Putin? Quién sabe.


* "Moscú se ofrece a ayudar a Atenas pese a las sanciones" El País 11/02/2014  http://internacional.elpais.com/internacional/2015/02/11/actualidad/1423686019_888302.html




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