lunes, 30 de junio de 2014

Que pase el siguiente

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Steven Erlanger, el jefe de la corresponsalía en Londres de The New York Times, ha dedicado un artículo —en el suplemento Sunday Review— a la "crisis de identidad" por la que está pasando Gran Bretaña. Erlanger ha titulado su "Britain’s Strange Identity Crisis". Con una metáfora personal, el corresponsal representa la figura de Gran Bretaña como una paciente aquejada de temores, filias y fobias, celos y ansiedades:

THE United Kingdom is lying on the psychiatrist’s couch. Suddenly the country seems uncertain of its identity, its place in the world, its relationships with its closest family members and its neighbors.
It is a bizarre moment in the history of an ancient realm, insufficiently grasped by its allies, especially across the ocean. Britain is having a kind of nervous breakdown, and its friends aren’t sure whether to say something or just look away.
Many Britons ask: Does Scotland still love us? Will it stay or vote for divorce? Even if we don’t love the European Union, do we really want to leave? And if we leave, will America still think we have a “special relationship,” or is it more committed to others, like Beijing and Berlin?*


No sé, sin embargo, si es conveniente este tipo de personalizaciones de los países; no sé si se ajustan a la realidad y son la manera más adecuada de comprender "sus" problemas. Desde hace mucho tiempo se recurre a este tipo de personalizaciones representando su figura a través de símbolos unitarios (incluso en la caricaturas: el gallo francés, el león británico...), Y sin duda el lenguaje mismo nos condiciona en la percepción de los fenómenos y situaciones. Las palabras son el pegamento de muchas cosas, recomponiéndolas en unidades superiores por el hecho de nombrarlas, de la misma manera que la palabra "bosque" nos une todos los árboles quitándoles identidad y fijando sus límites diferenciales exteriores.


La imagen de Gran Bretaña tumbada en el diván del psicoanalista no nos es extraña, por más que sea imposible. Es simplemente una imagen literaria, una figura retórica que, sin embargo, tiene su trascendencia en la medida en que se ha ido fraguando en la historia. No es arbitraria, por más que sea una figura.
No es Gran Bretaña el único país que está tumbado el diván. Al otro lado de la puerta del psicoanalista esperan turno —sigamos con la retórica— un buen número de pacientes que padecen también ataques de ansiedad, crisis identitarias, delirios de grandeza, doble personalidad, agresividad incontrolada, mentiras patológicas y una larga lista de problemas crónicos o circunstanciales. Los hay que los llevan en silencio y estallan un buen día, mientras que en otros casos se veían venir de lejos, con pacientes aquejados de múltiples síntomas.

En estos días, la retórica de los titulares de la prensa mundial ha coincidido en la idea de que los miembros de la Unión Europea habían mandado a Reino Unido a un rincón, castigado hasta que se le pasaran los malos modos.
Me imagino que no todos los problemas de Reino Unido tienen que ver con David Cameron, alguien que parece disfrutar de enfrentarse al mundo en solitario cada cierto tiempo. No sería justo con Cameron, aunque tampoco sería del todo incierto. Cameron es un extraño animal político que disfruta metiéndose en los mayores líos, dando la impresión en ocasiones de que Gran Bretaña le viene un poco grande. El jefe de "La Muy Leal Oposición de Su Majestad", el laborista Ed Miliband, acaba de nombrar (más que calificar) a Cameron con "un peligro claro y actual para el Reino Unido", acusándolo de llevar al país hacia la nada, poniéndolo en las puertas de la Unión con estrategias absurdas que solo le hacen perder batallas. Es triste que a Cameron solo le aplaudan ya los euroescépticos de Nigel Farage, lo que debería hacerle recapacitar sobre lo tonto de algunas de sus batallas. Que te aplauda los que abogan por el desastre de Europa, tiene que ser triste. No sé si esto será suficiente para Cameron, el rey del órdago, pero parece que los demás ya no le hacen demasiado caso en sus pretensiones de exclusividad y de llamar la atención.


Aunque David Cameron tenga mucho que ver en las crisis que le rodean, no es el único caso, por lo que las crisis identitarias no son exclusivas de Gran Bretaña. Como decíamos, muchos países esperan a pasar por el diván. Quizá una mirada desapasionada al globo terráqueo nos muestre que el plato con las habas cocidas es mucho más grande de lo que pensábamos y que las crisis identitarias son un estado mucho más frecuente de lo que pensamos. Si vamos repasando los países europeos, comprobamos que el que no tiene una "liga norte" tiene una "liga sur"; que el que no tiene un separatismo tiene dos; que algunos están en ciernes y otros han acabado en guerra civil; que los que no tienen un referéndum real, lo tienen virtual. Lo que parece comprobado es que cada vez se discute más con los amigos y aliados y menos con los enemigos. Quizá hemos puesto todo el énfasis en los enemigos y nos hemos olvidado que con quien más se discute es con los amigos, algo que si no se supera provoca crisis duraderas peligrosas.


De Hong Kong a Ucrania, de Gales a Montserrat, por todo el mundo se extiende esta fiebre identitaria en la que no sabemos quiénes somos y discutimos sobre quiénes queremos ser. En muchos casos es olvido de la Historia; en otros, al contrario, no hay forma de olvidarla. Ya sea porque tienes a David Cameron al frente o por cualquier otra circunstancia diferente, el único que parece salir triunfante es el psiquiatra ante el que hacemos cola. Nadie está libre, de una u otra manera, de esta crisis identitaria que nos hace estar incómodos con nosotros mismos o con los que nos rodean y reclamar un ser incierto que entratá en crisis en el futuro una vez abierta la caja maquillaje de Pandora.
Que pase el siguiente.

* "Britain’s Strange Identity Crisis" The New York Times 28/96/2014 http://www.nytimes.com/2014/06/29/sunday-review/britains-strange-identity-crisis.html?action=click&contentCollection=Europe&module=MostEmailed&version=Full&region=Marginalia&src=me&pgtype=article






domingo, 29 de junio de 2014

Patadas a la inteligencia

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La facilidad con la que las personas que no dicen más que tonterías encuentran espacio para difundirlas no deja de asombrarme. Nos lamentamos muchas veces de que personas inteligentes, artistas de mérito, etc., sean silenciados o ignorados y en cambio nos encontramos cada día con personas a las que se les entrega un púlpito o tribuna para que suelten lo primero que se les pasa por el despoblado anfiteatro de su mente. ¡Una lástima! y una demostración de la "ley de la tontería", que indica que las tonterías tienen mayor repercusión que las ideas inteligentes o que se necesita un idiota para difundir las cosas con garantías.
La BBC no trae a uno de esos personajes con púlpito y que saben encontrar el momento de más audiencia para lanzar el vaso contra el suelo y llamar la atención. En estos casos lo mejor suele ser ignorarlos, sin embargo me han irritado los eufemismos con los que la propia BBC trata las expresiones del personaje, que encierran, además de tonterías a raudales, maldad ideológica.
El personaje es cuestión se llama Ann Coulter escribe, habla y le pagan por ello. Ha aprovechado el Mundial de Fútbol para enlazar sus ideas, trufando de ideología perversa el dar patadas a un balón. En España, durante mucho tiempo los intelectuales progresistas llamaban al fútbol el "opio del pueblo". El término no se aplica ya porque estaríamos muertos por sobredosis en estos últimos años. Pero, no, Ann Coulter va por otro lado. No es una intelectual preocupada por el entontecimiento que cualquier deporte o espectáculo (cuando no son ya lo mismo) pueda causar en quien lo contempla más horas de lo debido. Más bien es lo contrario.
La BBC nos lo cuenta así:

La controvertida escritora y comentarista conservadora estadounidense Ann Coulter causó una tormenta en las redes sociales al afirmar en uno de sus artículos que el creciente interés en EE.UU. por el fútbol es una "señal de la decadencia moral de la nación".
Coulter -quien aparece a menudo en la cadena Fox News y es conocida por sus posturas en contra de los inmigrantes- aseguró también que el éxito que el Mundial de Brasil está teniendo entre el público estadounidense es una consecuencia de la reforma migratoria aprobada en 1965 en EE.UU. y que causó un "giro demográfico" en el país.
"Ningún estadounidense cuyo bisabuelo haya nacido aquí está viendo 'soccer'. Solo podemos esperar que, además de aprender inglés, estos nuevos estadounidenses olviden con el tiempo su fetichismo con el 'soccer'", escribió Coulter en su columna.
La polémica comentarista también aseguró que en el fútbol no se valoran los logros individuales, a diferencia de otros "deportes reales" como el baloncesto, el fútbol americano o el béisbol.*


Me gustaría dejar claro una cosa: no trato de defender aquí el fútbol ni de establecer sus superioridad moral, intelectual, física, etc. sobre cualquier otro deporte. Allá cada uno con lo que ve o practica. Lo irritante es cómo se utiliza para defender el racismo, la xenofobia, el machismo, etc. de forma infame. Coulter ha aprovechado el fútbol para hacerse un hueco polémico por el que vomitar sus prejuicios vomitivos.

Está estos días en España un familiar que reside en los Estados Unidos de forma permanente desde hace más de diez años y ayer precisamente me hizo el comentario, mientras veíamos a niños y niñas jugando en una pequeña instalación recreativa en el centro comercial en el que tomábamos un café, lo popular que se había hecho entre las chicas el "soccer" y cómo jugaban junto a los chicos en los equipos. Eso lo comentábamos mientras niños y niñas chutaban intentando colar el balón por los agujeros de una lona con el estampado de un portero en pleno vuelo hacia la escuadra. Junto a ellos, otros jugaban al futbolín muy entretenidos. Al leer noticia de la BBC con las palabras de Coulter, me he acordado de nuestra conversación:

Además, señaló que a las "madres liberales" les gusta el fútbol porque es un deporte en el que "el talento atlético no cuenta", lo que hace que niñas y niños puedan jugar juntos.
"Ningún deporte serio permitiría que niños y niñas jueguen en un mismo deporte. Ni al nivel de preescolar", dijo Coulter, quien también se quejó de que medios "liberales" como el The New York Times no paren de publicar artículos en los que aseguran que el fútbol está ganando fuerza en EE.UU.
"El fútbol es como el sistema métrico, que los liberales también adoran porque es europeo. Naturalmente, el sistema métrico surgió de la Revolución Francesa, durante los breves intervalos de tiempo en los que no estaban cometiendo asesinatos en masa con la guillotina", escribió la periodista en su columna titulada "El pasatiempo favorito en EE.UU.: odiar el fútbol".**


Puede que las normas de la BBC obliguen a ser moderados en los adjetivos que se puedan emplear, pero en caso como estos de estupidez flagrante e ignorancia ramificada, los medios no deberían contenerse y hacer alguna excepción. Entiendo que hay muchas cosas peores en el mundo, de palabra y obra, pero insisto que no se trata del fútbol, sino de cómo  ella lo aprovecha y del mal que pueden hacer sus palabras entre sus mojigatos seguidores en papel o por pantalla. No hablamos aquí de deporte, sino de racismo puro y duro.
No creo que los más críticos con el deporte llegaran a tanto. Desconozco la trayectoria de la señora Coulter, aunque parece que no es la primera vez, que gusta de estas cosas entre Ayn Rand, Himmler y los jueces de Salem. Puede que púlpito se lo ofrecen precisamente para que digas estas tonterías y los demás nos enfademos. Esta vez lo ha hecho en su página propia y eso ha liberado a otros de dejarse arrastrar por el río de la tontería, que el caso de la Coulter, corre ruidoso.


En realidad, pienso, el odio xenófobo y machista de esta señora no va contra las "madres liberales" que dejan que sus hijas jueguen junto a los chicos, contra los destructores de los deportes genuinamente americanos, contra los inmigrantes que traen basura cultural con ellos, etc. Por muy ignorante que me parezca la señora Coulter, pienso que no debe ignorar que el fútbol es un deporte británico, inventado en el mismo sitio que el tenis o el rugby, y que desde allí se extendió por el mundo, llegando a los Estados Unidos, "The Land of the Free and The Home of the Brave", que la señora Coulter interpreta a su manera. Nada que ver, por lo tanto con el "sistema métrico" continental, equiparable con la "Revolución Francesa" y la "guillotina". Pero si se quiere "meter con Francia" (no se sabe muy bien por qué) o con su historia, debería recordar el papel de Francia para que se liberaran de Inglaterra; a Benjamin Franklin, nombrado embajador en Francia, o a Jefferson que le sustituyó; y, si no es suficiente, mirar la Estatua de la Libertad, regalo de los franceses. Pero es absurdo continuar por el camino de intentar convencer a un muro y es mejor dejarla con sus cositas por irredenta.
Es mejor tratar de leer entre líneas, intentar comprender de dónde viene tanta tontería junta y a cuento de qué esa maldad. Creo que es un ataque indirecto contra el que está declarado públicamente como el "fan norteamericano número uno" del fútbol o soccer y que no es otro que el presidente Barack Obama, sobre el que todos estos fanáticos vierten su odio y al que acusan de todos los males. No porque se pueda equivocar —como lo hace con frecuencia— sino porque es un "mal" en sí y, como el fútbol, representa la "decadencia moral" del país a través de su elección. El fútbol, como Obama, es la perversión de esos santos valores que la señora Coulter considera pisoteados por los demás.


La prensa ha recogido las imágenes del presidente siguiendo los partidos de la selección norteamericana desde el Air Force One. Y eso es motivo más que suficiente para una persona de mente angosta para tratar de atacar a Obama. De ahí vienen, entiendo, toda esa mezcla de ataques contra el liberalismos, la coeducación, la falta de "heroicidad" (presentada como colectivismo gris), etc. Coulter pide "odiar el futbol", pero primero ha metido dentro de él todo lo que ella odia previamente: el liberalismo, la inmigración, la coeducación, el anti heroísmo... Todo eso le parece "antiamericano" y fruto de una conspiración izquierdista.
Podríamos pensar que esta genialidad de pieza retórica es una muestra de ingenio político. Pues no. Solo lo es del más puro reaccionarismo político y social. Un intento de sembrar el odio xenófobo y social entre la gente a través del deporte, en este caso, del fútbol. Ha dirigido el odio contra el fútbol como si fuera el "Obamacare", otra forma liberal de "hundir América" a los ojos de estos cavernícolas.
Creo que en realidad la única "antiamericana" es ella, porque cualquiera que suelte tal sarta de estupideces hace daño a su país, sea de la orientación política que sea. Ann Coulter es un continente perdido que da patadas a la inteligencia. 




* "EE.UU.: comentarista conservadora desata polémica sobre el fútbol" BBC Mundo 27/06/2014 http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2014/06/140620_ultnot_wc2014_mundial_fultnol_polemica_ann_coulter_jg.shtml






sábado, 28 de junio de 2014

Bolígrafos o siete meses después

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Con cierto gusto stendhaliano por el detalle, la periodista Lucía Abellán recoge la firma de ayer de los acuerdos entre Ucrania, Georgia y Moldavia mencionando el bolígrafo con el que se firmaron:

Con el mismo bolígrafo que se preparó en noviembre al depuesto Víctor Yanukóvich para que rubricara el pacto de apertura a Europa, un satisfecho Petro Poroshenko, el nuevo presidente ucranio, estampó su firma en el documento. “Este es el día más importante para la historia ucrania después de la independencia”, proclamó. También el presidente del Consejo Europeo —aglutina a los Estados miembros—, Herman Van Rompuy, y el de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, hablaron de la trascendencia de esos pactos, “los más ambiciosos que ha firmado nunca la UE”.*

El gusto por el detalle o, para ser más preciso, la percepción de los objetos o situaciones como elementos que transcienden su propia materialidad reflejando el sentido de la Historia se agradece. Podríamos decir sencillamente que "se firmaron" y es lo que se hizo, pero el detalle del "bolígrafo" nos recuerda lo que ha ocurrido en este tiempo en que el objeto se ha mantenido pero no así el firmante. Los bolígrafos quedan; las personas pasan. Parece que fue ayer, pero entre ese instante en el que Yanukóvich se negó a coger el bolígrafo dispuesto sobre la mesa y firmar con él los acuerdos, y el momento en el que el bolígrafo ha servido para firmarlos existen miles de extrañas unidades históricas que nosotros —extrañamente obsesionados con la regularidad del tiempo— no llegamos a percibir. Siete meses muestra el calendario, pero sabemos que esos siete meses no son los mismos que los "siete meses" de otros sitios. Por eso puede decir el presidente Poroshenko que la firma es el día más importante para Ucrania desde el día de su independencia.


Hoy nos limitamos a reflejar el valor simbólico de los objetos, de ese bolígrafo. Mañana un novelista, sin temor a violar las leyes del Periodismo —que impiden meterse demasiado en la mente de las personas—, dedicará unos párrafos a lo que pasó en esos momentos ante los ojos únicos de Poroshenko y podrá, incluso, iniciar desde allí una retrospección narrativa que dé cuenta de todo lo ocurrido, de la tragedia ucraniana, hasta reencontrarse de nuevo firmando en aquel espacio. Pero eso son licencias de novelista.
Señala la periodista de El País:

Movidos por la emoción de Poroshenko y por el relato que el líder ucranio les ofrecía de las trabas rusas para alcanzar la paz en el este de Ucrania, los jefes de Estado y de Gobierno dieron un paso inesperado. Tras un mes de perfil bajo en la amenaza de nuevas sanciones a Rusia, los mandatarios europeos endurecieron el tono y lanzaron el ultimátum más contundente otorgado hasta ahora a Moscú. Si para el 30 de junio Rusia no ha cumplido cuatro condiciones, el Consejo Europeo evaluará la situación y “adoptará las decisiones necesarias si fuera preciso”, explica el comunicado de conclusiones, que añade “el compromiso de acordar en cualquier momento más medidas restrictivas de calado”.*


Y es que la emoción es contagiosa y seguro que pudieron percibirla en toda su intensidad en aquel momento los demás signatarios de los acuerdos. Esta vez no era un simple acto protocolario, una adhesión más. Por dentro, estaban los siete meses de muertes y tensiones. No se han acabado, por supuesto, pero la firma representa el cierre simbólico de una etapa que comenzó, precisamente, por la negativa a firmarlos por parte de Yanukóvich.
Una vez dentro tendemos a olvidar lo que significa para los países que están fuera comenzar su proceso para incorporarse a la Unión. Cada día me parece más evidente que los ciudadanos europeos, con nuestras disputas de patio de vecindad y nuestras mezquindades economicistas, hemos perdido de vista lo que significa realmente para los pueblos integrarse en Europa. A todo se acostumbra uno, ¡es cierto! y lo que era el sueño de una generación, como ocurrió en España, de alcanzar la normalización imposible con unos vecinos que nos dejaban fuera —"África empieza en los Pirineos", se decía y nos decían— ha ocurrido con los que en el otro extremo reivindicaban también ser Europa como despertar de una pesadilla que con la excusa de una guerra contra el fascismo se convirtió posteriormente en un infierno hasta la caída del Muro de Berlín.


Ayer, mientras esperaba a que un compañero terminara de hacer sus tareas en el ordenador, me paré un momento ante el mapa de Europa que tiene clavado en su pared. Me trajo el recuerdo de la aventura veraniega de un viaje en tren hasta Viena, que en aquellos momentos, mediados de los ochenta, era los confines de Europa. Más allá estaba el mundo tras el Telón, la "no-Europa" y la "casi-Rusia". ¡La mitad de Europa, incluida la mitad de Alemania! Europa se nos ha ensanchado para poder volver a ser "Europa". Y eso es emocionante para muchos, que han soñado con ese momento durante décadas. Nosotros también soñamos en nuestro momento y Europa significaba muchas coas y hay que tratar de que lo sigan significando. Para ello debemos darle sentido desde dentro, para que no perdamos la ilusión de mejorar como proyecto, como obra histórica en marcha bajo el signo de las libertades y la solidaridad entre los pueblos que la integran convertidos en ciudadanos iguales de un espacio comunitario. La perversión mercantil de nuestras mentes nos lleva a enfocar todo como fenómeno económico, pero Europa es ante todo un proyecto político, la definición de un espacio de libertades desde esa ciudadanía. Quitaremos barreras, sí, pero sobre todo reconocemos como nuestro un conjunto de derechos, que no son exclusivos, pero que nos comprometemos a compartir, profundizar y velar por su mantenimiento en beneficio de todos los ciudadanos.


Europa no debe olvidar lo que ha supuesto para Ucrania su deseo de ser Europa: "“En Kiev y en otras partes, hay gente que ha dado su vida para que haya una relación más estrecha con la UE”**, ha dicho Herman Van Rompuy en el acto de la firma. No es cuestión solo de Economía.
El presidente ucraniano ha señalado:

“En los últimos meses Ucrania ha pagado el precio más alto que podía pagar para que sus sueños europeos se convirtiera en realidad. Y eso tiene que valer la pena. La Unión Europea podría comprometerse y decir que cuando Ucrania esté lista, formará parte del bloque. Esto es muy sencillo para la Unión Europea y para nosotros significaría mucho”, ha explicado Petró Poroshenko, presidente de Ucrania.**


La petición humilde de Poroshenko es sobre todo política y concentra la importancia de lo que para ellos significa una Europa que ven como garantía de mejora y regeneración para su país. Más allá de la economía, serán signo de ciudadanía, de derechos de sus habitantes.
No pide mucho Petró Poroshenko, solo que le digan que serán parte de la Unión Europea cuando estén preparados para serlo.
Seguro que ese será el tercer día más importante en la historia de Ucrania. Y también será un día grande en la construcción de Europa porque significará que se va completando el espacio del continente, con la extensión de los derechos de todos. Ese día, otro bolígrafo habrá hecho historia.


En febrero de este año, Euronews nos contaba otro detalle stendhaliano con un bolígrafo, esta vez en manos del expresidente ucraniano Yanukóvich, el hombre que se negó a firmar los acuerdos:

El presidente depuesto Víktor Yanukovich ha roto un bolígrafo en un ataque de rabia cuando se dirigía a los reporteros durante una rueda de prensa la localidad rusa de Rostov del Don.
“Al mismo tiempo permítanme dirigirme a los ucranianos”, comenzaba Yanukóvich. Después ha hecho una pausa durante unos segundo, ha mirado hacia el suelo y ha partido su bolígrafo.
“Primero quiero pedir disculpas…”, ha continuado diciendo tras recuperarse.***


La novela nos ha enseñado a interpretar esos signos externos para comprender los estados internos. El orgullo de Petró Poroshenko mostrando el bolígrafo con el que ha firmado finalmente los acuerdos con la Unión Europa y el bolígrafo roto en las manos del que se negó a firmarlos en su momento guardan un extraño paralelismo simbólico. Cuando otro —o el mismo— novelista cuenten estos momentos de la historia, otro bolígrafo aparecerá en sus páginas estableciendo una perfecta simetría, un cierto equilibrio estructural. Un bolígrafo abandonado, un bolígrafo roto, un bolígrafo que comienza una andadura. Son ventajas de la Literatura.

* "Ucrania y la UE firman el pacto de libre comercio que desató la crisis con Rusia" El País 27=6/2014 http://internacional.elpais.com/internacional/2014/06/27/actualidad/1403853122_102740.html
** "Ucrania, Georgia y Moldavia fortalecen lazos con la UE" Euronews 27/06/2014 http://es.euronews.com/2014/06/27/ucrania-georgia-y-moldavia-fortalecen-lazos-con-la-ue/
*** "Víktor Yanukóvich se desahoga con un bolígrafo" Euronews 28/02/2014 http://es.euronews.com/2014/02/28/viktor-yanukovich-se-desahoga-con-un-boligrafo/


viernes, 27 de junio de 2014

Ego cero

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El mundo está lleno de buenos ejemplos, pero solo nos fijamos en las malas noticias. Preferimos un incidente con el primo del cuñado del vecino del piso de arriba del ministro a mirar lo positivo que pueda haber en las personas a las que catalogamos con la mirada cómplice de "¿a dónde irá este?"
Me ha alegrado el día —no como a Harry el Sucio— una noticia ejemplar que nos llega desde un sitio desde Costa Rica, lugar en que solo hay que fijarse durante la Copa del Mundo mientras dé la sorpresa futbolera; para lo demás, no existe. Y no debe ser así.
La BBC Mundo nos trae esta noticia desde Costa Rica, para ejemplo de todos:

El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, emitió un decreto que prohíbe la inclusión de su nombre en placas en lugares de obras públicas, como inauguraciones de puentes, carreteras y edificios.
También dijo que no quería que su retrato fuera colgado en las oficinas del gobierno.
Solís, que asumió la presidencia el mes pasado, expresó que el culto la imagen del presidente era cosa del pasado.*


Ya hemos tratado en este rincón de la ejemplaridad inútil en alguna ocasión el caso de los retratos con los que a los políticos les gusta ser despedidos de las instituciones más pequeñas, que necesitan paredes y más paredes para satisfacer el ego de los que las ocupan. Ellos se van, pero dejan a sus retratos mirando por los pasillos y despachos, en galerías y salones, con mirada desafiante. Se gastan un pastón en inmortalizarse da igual en qué estado se encuentre las arcas públicas. Ellos no quieren ser nunca los que se queden sin ser colgados en las paredes.
Por eso el presidente Luis Guillermo Solís, un académico que no esconde que lo es pero no necesita plasmarse en retratos o placas, da un ejemplo estupendo, aunque probablemente inútil para el resto de la humanidad mediática en donde no eres nadie sin que tu foto circule y la repartan.


Solís va más allá de lo habitual y se niega a estar en efigie en las paredes de los despachos, ni para mirar desafiante a los que entran, ni para espiar a los que trabajan o parecen hacerlo. Luis Guillermo Solís quiere acabar, como dice, con el "culto a la personalidad", una cosa que antes entraba en lo de la autocrítica marxista cuando los dirigentes se dedicaban a imponerse a los demás a base de retrato y estatua, de pintura dirigiendo a los pueblos con un dedo señalando al horizonte o cualquier otro lado por donde estuviera el destino. Solís es de izquierda consecuente. El no necesita que le pongan ni en las papeletas ni en los sellos. No necesita que le miren sino que lo juzguen por lo que haga. Como debe ser.
Los costarricenses lo explican así a la BBC:

"Eliminamos las fotografías porque el presidente no quiere que le rindan pleitesía", expresó a BBC Mundo Melvin Jiménez, ministro de la Presidencia de Costa Rica, quien ayudó a Solís a redactar el acuerdo.
Según Jiménez, el mandatario considera que él es un costarricense más y no quiere un culto a su persona. En cuanto a la decisión de que su apellido no aparezca en obras públicas nuevas el ministro manifestó que Solís quiere que los ciudadanos recuerden que quien hace posible la construcción de infraestructura no es el gobierno sino el dinero de los impuestos de todos los contribuyentes. Es por eso que las placas conmemorativas solo llevarán la fecha de construcción.*


¡Estupendo! ¡Más razón que un santo! Los políticos quieren que les deban todo, que piensen que sin ellos nada es posible. Solís aboga por la invisibilidad política en los tiempos en los que se da, por el contrario, el narcisismo de los políticos que buscan darse baños de masas cuando les va bien, rebozados de militancia cuando no les va muy bien, y comparecencia de prensa sin preguntas cuando les va mal.

Muchas veces la prensa misma titula mal, señalando que son los gobiernos los que "dan", como si hubiera que deberles algo de su patrimonio. Tendríamos más sentido de las instituciones y de lo que se hace con nuestros impuestos si no nos hicieran pensar mediante estas trampas retóricas que son ellos los que nos dan. Lo que eso encubre es un cierto sentido arbitrario de la acción política, que hoy da y mañana quita. Por eso, egos fuera, y solo la fecha de la inauguración.
¡Qué duro para algunos! ¡Qué terrible derechazo al ego de muchos! El crecimiento de los populismos se basa en la identificación de los líderes carismáticos con unas masas que besan sus carteles electorales —como la "Sisimanía" en Egipto o la mitomanía del chavismo venezolano—, que viven de suscitar emociones solo con su presencia, con su nombre instalado permanentemente en las bocas de discípulos, herederos y seguidores.
Costa Rica, país pequeño, apuesta por los grandes gestos, que son los que quedan. Dicen en la BBC:
Esta decisión ha sido recibida con beneplácito por una parte de la población. "Especialmente los jóvenes de Costa Rica, que no comulgan con los caciquismos o caudillismos que a veces imperan en América Latina", expresó a BBC Mundo Francisco Barahona, analista político y catedrático de la Universidad de Costa Rica.
Según Barahona, esta decisión de Solís va en concordancia con los postulados de la agrupación política que lo llevó al poder, el Partido Acción Ciudadana (PAC), que predica que la soberanía está en la acción de los movimientos sociales, no en figuras específicas.
Esta no es la primera vez que un presidente de Costa Rica decide eliminar el nombre de su administración de las placas conmemorativas de obras públicas nuevas. Anteriormente ya lo había hecho el presidente Rodrigo Carazo, quien gobernó entre 1978 y 1982.
En esa oportunidad, Carazo mandó a colocar placas en las nuevas obras que decían "Construido por el pueblo de Costa Rica".
Lo que sí es una total novedad es el hecho de que Solís haya eliminado que sus retratos estén presentes en las oficinas públicas.*


Todas estas cosas —ejemplos contracorriente— se nos esconden, mientras que se nos llenan los ojos y oídos con imágenes y palabras que intentan convencernos de que estamos ante líderes únicos, personas excepcionales, a las que debemos dar las gracias todos los días por dignarse trabajar y pensar (para algunos son dos cosas distintas) para nosotros.
¡Pues, sí! Debemos saber que hay personas que dedican su vida a servir a su pueblos mientras estos lo estimen pertinente; que lo hacen en silencio, dejando que los hechos hablen por ellos; y que se sienten honrados por poder hacerlo lo mejor que pueden. Solís, además de no querer más protagonismo del necesario, prometió en su campaña un cincuenta por ciento de mujeres en su gobierno y un treinta por ciento de jóvenes, hacer desaparecer el ministerio de Comunicación. Consiguió el 77 por ciento de los votos.


Cuando visitamos la página oficial del gobierno de Costa Rica, un gran letrero de "en construcción" sobre una sola foto del acto de nombramiento junto a su esposa, un vídeo de YouTube con su discurso de 33 minutos y una brevísima declaración:

Asumiré la Presidencia de la República con esfuerzo, trabajo y dedicación. Espero no defraudar la esperanza de un pueblo que decidió por un cambio basado en la lucha contra la corrupción, el desarrollo económico con equidad social y el diálogo como principal herramienta para la toma de decisiones.
En esa tarea no estaré solo. Me acompañará un equipo de hombres y mujeres, cuyos atestados personales y profesionales los hacen idóneos para estar presentes en mi gabinete. Ellos y ellas son también depositarios de la confianza de los costarricenses y la gran responsabilidad que aceptan los obliga a una completa entrega y compromiso con el país.*


Y no hay más.  Esperemos que dentro cuatro años, cuando se cierre su mandato, se hayan cumplido las expectativas del pueblo que confió en él y las promesas de no defraudar. Deseamos que pueda mantener a lo largo de su mandato tan loables principios y que el pueblo de Costa Rica tenga siempre quien le hable sinceramente y actúe con transparencia. Por lo pronto, está bien que los políticos, al igual que se fijan un objetivo de déficit, se fijen también un objetivo de ego. 




* "Presidente de Costa Rica prohíbe el culto a su nombre e imagen" BBC Mundo 26/06/2014 http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2014/06/140626_ultnot_costa_rica_solis_wbm.shtml






jueves, 26 de junio de 2014

El metaconsuelo

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La gran pregunta que nos hacemos todos, me imagino, no puede ser otra que ¿cuándo va a acabar este goteo constante y sonante del abuso en las financiaciones de partidos, sindicatos, patronales, etc.? A cualquier persona formada ligeramente en la escuela de ética más relajada le tiene que repugnar, que molestar a vista, oído y olfato.
Nuestras primeras páginas de hoy son el ejemplo igualitario de que la desvergüenza, como presumía Don Juan, va de los palacios a las casas más humildes, mejoraditas, eso sí, con reformas subvencionadas. ¡Menos mal que nos queda el metaconsuelo!, que no es otro que el de suponer que es pensar que al menos se sabe, que podría ser peor y no enterarnos. No podemos librarnos de los sinvergüenzas —dicen los metaconsuelistas—, pero, al menos, la Justicia funciona.
El metaconsuelo no tira de la ética, pero sí de las moralejas tradicionales y post causa. ¡El ser humano no cambia!, dicen los reformistas afectados. ¡Menos mal que las instituciones funcionan!, dice los que las ocupan en su beneficio.
Pero todo esto es fatalismo. Lo suyo sería que creyéramos en que la naturaleza humana puede ir a mejor y confiar en que las instituciones funcionen mejor y así evitar que ocurran las cosas; es mejor pararlas antes que sancionar después. Me alegra que funcione la Justicia, ¡mucho!, pero me alegraría mucho más, si no hubiera que llegar a ello, que alguien cortara la bola de nieve antes de que se estrelle contra el muro de los juzgados, que los ladrones no solo fueran presuntos sino que no tuvieran ocasiones de robar. Eso sería buen funcionamiento de las instituciones y no solo de la Justicia, que es el último recurso, el que entra cuando han fallado todos.
La penúltima —no he mirado las noticias de última hora desde hace un rato— viene de los sindicatos, de la UGT y de la redes empresariales que les echaban una mano en esta labor tan difícil y compleja de la facturación. El diario El País nos informa:

La investigación analiza una red de empresas que presentaban facturas falsas sobre servicios no prestados o que reflejaban costes por encima de los reales y que eran usadas supuestamente por el sindicato para justificar el cobro de ayudas de la Junta de Andalucía para labores de formación. El dinero se destinaba, según la Guardia Civil, solo en parte a los cursos y el exceso servía para financiar la organización y otros eventos, como congresos, comidas y jornadas. Los investigadores estiman que el flujo de dinero, que “de manera sistemática año tras año” recibió UGT en un sistema “perfeccionado en el tiempo”, supuso su mayor fuente de financiación durante 12 años.
Este miércoles dos hermanas vinculadas a la empresa madrileña Publicar han admitido que “cambiaron” los conceptos por las “indicaciones” dadas desde el sindicato. Estas dos acusadas han negado haber “inflado” o “falseado” facturas, y han responsabilizado a la central de esta praxis supuestamente ilegal, informa Europa Press.*


Lo más triste es que lo que une en este país a empresarios y sindicatos es el fraude en la formación; que se detiene al dirigente de la patronal por falsificar cursos y a los sindicales por lo mismo. ¡Sí, sí, ya lo sé! Los del sindicato dirán que ellos lo hacen por el bien del sindicato y del proletariado, y que los otros lo hacen por el bien propio. Pero esto es también metaconsuelo y no me sirve.

De nuevo, lo más repugnante de este asunto es que tanto patronales como sindicatos se han llenado la boca de pedir dinero para la formación como solución al desempleo, que ese dinero que se ha gastado o se ha guardado a buen recaudo, estaba destinado a mejorar la situación de los que están peor, que desde luego no son los que se han beneficiado con estos procedimientos fraudulentos. En realidad, la formación y lo que supone les importa un bledo; es la excusa para pedir más dinero y practicar el pellizco de una parte o de todo. No hay excusas.

Pero el mayor pesimismo procede de la falta de reacción ante todo esto. ¿De dónde sale la regeneración necesaria para hacer que esto funcione? Nos gustaría ver que los dirigentes —algunos— se indignan de la misma manera que lo hago yo mismo. Para mi desgracia, frente a los que solo se indignan con los de enfrente, a mí me indigna lo de todos, que creo que es lo honesto y lo que sienten muchos otros ciudadanos que agradecerían gestos claros, condenas, propósito de enmienda. Pero no ocurre; se ponen todos muy serios y lanzan discursos llenos de metaconsuelos.
Se queda uno extasiado leyendo:

Mientras tanto, el Gobierno andaluz ha dado instrucciones a su gabinete jurídico para que analice los posibles perjuicios para la Administración e inicie las acciones oportunas en defensa de los intereses públicos, una vez que los procedimientos judiciales lo permitan, con el fin de personarse en la causa que se sigue en el juzgado de instrucción 9 de Sevilla.*

Me encantan los párrafos que contienen los términos "instrucciones", "posibles", "oportunas", "una vez que" y "lo permitan". Me parece que nos permiten descansar tranquilos ante la seguridad de que el estado de derecho funciona y que no se van a pisar, por parte de nadie, sus garantías de todo tipo, procesales, bancarias o de la lavadora. Esa celeridad es poner la maquinaria en marcha una vez que la maquinaria —que tanto ha fallado— se pueda poner en marcha me parece encomiable. ¡Qué bonito es mandar revisar los precintos de los extintores después que se ha quemado la casa! Y si habían caducado, ¡sanción! Si no tienes buenos cirujanos, al menos haz buenas autopsias.

Como ejemplo del buen funcionamiento institucional, me resisto a pasar por alto el perfecto funcionamiento del Parlamento Andaluz. El Diario nos cuenta lo que ocurrió ayer mismo:

Tres personas del colectivo activista 'Flo 6x8' han sido desalojadas de la tribuna de invitados del Pleno del Parlamento andaluz después de interrumpir con cantes "contra el capital y la troika" el debate del recién estrenado 'escaño 110'.
La primera en actuar en esta 'performance', que ha sido grabada por miembros del colectivo para después recogerlo en un documental como el ya conocido 'Cuerpo contra el capital', ha sido una joven que, de pie en la tribuna, ha comenzado a cantar ante la sorpresa del resto de invitados y de la portavoz del Grupo Socialista, Mar Moreno, que intervenía en ese momento en el pleno para defender la postura del PSOE-A respecto a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) de UPyD para reformar la ley electoral de Andalucía.
En ese momento, el presidente de la Cámara, Manuel Gracia, ha dado orden para su desalojo y ha recordado a todos los presentes que el reglamento del Parlamento impide hacer manifestaciones sobre las opiniones expresadas en la tribuna.
Minutos después, ha sido un hombre mayor el que se ha puesto de pie para entonar otro cante flamenco y reivindicar así "más voz para los ciudadanos", tal y como ha explicado ya fuera de la Cámara andaluza a los periodistas.
La última en actuar ha sido la artista Alicia Acuña, quien ha cantado un fandango que decía "por fin hacerlo bien y que no haya nadie más que nadie. Plantad cara al capital y una nueva ley de leyes, por un derecho cabal". Según ha explicado, con esta acción se intenta hacer reflexionar a los políticos sobre el 'escaño 110'.

Menos mal que las instituciones funcionan. A este paso nos van a faltar letristas para tanta performance.


* "El juez deja en libertad con cargos a los empresarios que facturaban a UGT" El País 25/06/2014 http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/06/25/andalucia/1403688439_291237.html

* "Desalojadas tres personas del Pleno del Parlamento andaluz por cantar flamenco "contra el capital y la troika"" El Diario 25/06/2014 http://www.eldiario.es/andalucia/Desalojadas-Pleno-Parlamento-reclamar-ciudadanos_0_274723388.html