viernes, 26 de diciembre de 2014

Las nueces de la ira

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La historia del incidente de las nueces de macadamia y la vicepresidenta de las aerolíneas de Corea del Sur lleva camino de convertirse en una fábula contemporánea. Aquí, al contrario del sentido habitual, las pocas nueces están causando mucho ruido, un ruido intenso e indignado ante el comportamiento brutal de la persona que se considera dueña y señora de los demás.
La historia comenzó hará dos semanas, un vuelo que no terminaba de salir debido al ataque encolerizado de una pasajera. Me imagino que el personal de la torre de control del aeropuerto internacional John F. Kennedy, en Nueva York, no acababa de entender por qué el avión no salía y regresaba de nuevo a la zona de embarque. La explicación se conoció pronto y con consecuencias. El diario El País lo contaba así el día 10, cinco días después del incidente:

La polémica por la expulsión de un tripulante de cabina de un avión de Korean Air por servir mal unos frutos secos se ha cobrado la dimisión de la vicepresidenta de la aerolínea, mientras el trabajador afectado ha pedido la baja, informaron este miércoles medios surcoreanos. El auxiliar, expulsado del avión el pasado viernes minutos antes del despegue por la vicepresidenta en una noticia que ha dado la vuelta al mundo, "está sufriendo un alto nivel de estrés y necesita visitar a un profesional, por ha solicitado un mes de baja médica", indicó el diario surcoreano Money Today (MT).

Cho Hyun-ah, de 40 años e hija del poderoso presidente de la aerolínea Cho Yang-ho, presentó el martes su dimisión por las fuertes críticas recibidas tras revelarse que expulsó del avión al auxiliar al enfadarse porque le sirvieron unos frutos secos sin preguntar y en una bolsa de plástico cerrada en lugar de un plato.
La compañía también reveló que el auxiliar de vuelo era un hombre y no una mujer tal y como apuntaban hasta ahora los medios, y que el expulsado no fue quien le sirvió los frutos secos —concretamente, nueces de macadamia— sino su responsable inmediato que no supo dar una explicación adecuada al error en el servicio.*

De nada le sirvieron a la iracunda Cho Hyun-ah sus explicaciones. Nadie se ha creído que lo suyo fuera una acción didáctica, una especie de Masterchef en el que te echen la bronca por presentar mal el plato. Parece ser que los coreanos están bastante calientes con la cuestión del trato en algunas empresas y las condiciones de sumisión que se les requieren.
Las versiones de lo ocurrido dentro del avión pasaron de la indignada directiva que vela por los pasajeros y cómo deben ser tratados en primera clase a la actuación de una histérica autoritaria que hizo arrodillarse a los empleados para pedir perdón y después expulsar, en juicio sumarísimo, de la nave a quien ella consideró responsable de un crimen contra la Humanidad por servir las nueces en una bolsa cerrada y obligar a que sus delicados dedos tuvieran que abrir la bolsa.


El País vuelve a traernos algunas de las consecuencias, más allá de sus dimisiones en cadena de todos los puestos que como hija de su padre se merecía desde su nacimiento. El titular del diario nos decía ayer que la Fiscalía de Seúl pide la detención de la ex ejecutiva e hijísima de por vida. La acusan de haber puesto en riesgo la seguridad de los pasajeros con el precipitado regreso y me imagino que acumularán todos los cargos técnicos que puedan para que la población de Corea del Sur se pueda recuperar un poco de la humillación de los miembros de las poderosas familias que controlan el mundo de las grandes empresas del país.

El caso ha puesto sobre la mesa el gran poder que ostentan las sagas familiares propietarias de los mayores conglomerados empresariales del país, conocidos como Chaebol, como es el caso de Korean Air pero también de Samsung, Hyundai o LG. Las nuevas generaciones de estas familias, que heredan las empresas fundadas por sus padres o sus abuelos –en el caso de Korean Air, los tres hijos ocupan altos cargos en la empresa-, están en el punto de mira de la opinión pública.
Un estudio reciente señaló que un 92% de los jóvenes surcoreanos consideran que viven en una sociedad injusta. La mayoría de ellos creen que estas familias gozan de grandes privilegios económicos y sociales, y tienen la percepción que están por encima de la ley.**


Que los jóvenes coreanos sean casi unánimes sobre la sociedad en que viven es muy significativo. No sé cómo estaremos por aquí, pero más vale no preguntar. El mundo de las grandes empresas está empezando (lleva mucho tiempo) a parecerse al de los campos de trabajo. Desgraciadamente todo lo tapan unos buenos resultados y unos malos lo justifican todo.
El trato dado por la Vicepresidenta a sus empleados ha sido vergonzoso hasta para su propio padre: «Su padre, Cho Yang-ho, también tuvo que disculparse públicamente y afirmó que la actitud fue “insensata”. “No he logrado educar adecuadamente a mi hija”, señaló.»** Pues no, realmente. O ella le entendió mal, que es también probable. Su celo, desde luego, les ha parecido a todos desproporcionado. Ahora el problema del padre es qué hacer con ella. ¿Habrá tratado a Hyun-ah como ella trató a sus subordinados?


El Daily Mail británico daba la noticia el día 24 y nos mostraba dos imágenes de la llegada el día 17 a la fiscalía para ser interrogada. El práctico corte de pelo de Cho Hyun-ah le servía para taparse el rostro con solo inclinar un poco la cabeza. Solo se le ve un ojo, pero el ojo que se le ve da un poco de miedo. No sé yo qué pasa cuando te mira con los dos y no tiene a nadie a su alrededor que la frene. Desde luego ese ojo suyo no apunta a la contrición ni al propósito de enmienda, sino más bien a un "os vais a enterar".


Por su parte The Guardian califica el caso como "nutgate", que dado los varios sentidos que tiene "nut" en inglés, le da un matiz psicológico al caso, no desprovisto de ironía. A ella la llaman "nut queen" y hablan del incidente como "nut rage". Recogen algunos testimonios de los pasajeros y de la actitud brutal de la hija del jefe:

Cho has denied she forced the pair to kneel. “I’ve never heard such thing. I don’t know anything about it,” she said when reporters asked her to confirm claims by Park in an interview with Seoul’s KBS television.
But another passenger in first class confirmed most of Park’s account and said she saw the two attendants on their knees. “I felt so sorry for the flight attendants, who looked totally terrified of her,” the passenger told KBS after meeting Seoul prosecutors on Saturday to give testimony over the incident.
“Cho’s voice was so loud that even people in the economy class turned to look,” the passenger said, describing the atmosphere during the 14-hour flight as “very menacing and distressing”.***


Asustaditos debían estar los pasajeros por esa voz atronadora, un poco de Godzilla surcoreana, un poco Hulk, que recorrió todo el avión, desde los asientos más humildes hasta aquellos en que no se puede servir las nueces en bolsa. El País se empeña en los dos titulares referidos en hablar de "discusión por unas nueces", pero no sé si el término "discutir" describe correctamente la situación en la que una persona grita, insulta, amenaza, zarandea (lo negaba, pero los testigos lo confirmaron) y expulsa a unos subordinados a quienes se humilla y se les hace poner de rodillas primero para echarlos después. Creo que mi idea de "discutir" es más igualitaria, requiere de dos.


¿Quién podría imaginar que ese paquetito con unas cuantas nueces podría causar la caída de la poderosa vicepresidenta? Probablemente no sea su primer estallido de ira y despotismo empresarial, pero sí el primero que ha hecho volver un avión. Y eso es lo que la perdió, estar confiada en que estaba en uno de sus aviones y que allí ella era la reina. Me imagino que dados los tiempos mediáticos en que estamos, las nueces pasarán a tener un tono reivindicativo y habrá pronto envíos anónimos de paquetitos de nueces de macadamia a los jefes abusivos. Marvel podría sacarle partido para uno de sus "vengadores". "Nut Queen" también es un buen nombre para una supervillana. Todo es ponerse.
El País cierra su última información señalando que, aunque le pongan multas y las pague porque tienen dinero por un tubo, los surcoreanos están contentos de verla pasar por los juzgados. Son cosas que aquí entendemos perfectamente.



** "Dimite la vicepresidenta de Korean Air tras discutir por unas nueces" El País 10/12/2014 http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/10/actualidad/1418214277_360041.html
** "La Fiscalía de Seúl pide el arresto de la directiva que discutió por unas nueces" El País 24/12/2014 http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/24/actualidad/1419422197_077351.html
*** "Police to arrest daughter of Korean Air chief who demanded passenger jet turn around and return to the airport after steward served her macadamia nuts in a bag instead of on a plate" Daily Mail 24/12/2014 http://www.dailymail.co.uk/news/article-2885945/Arrest-warrant-sought-South-Korea-nut-rage-heiress.html




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