miércoles, 22 de octubre de 2014

La dirección de siempre

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
No es la primera vez que un régimen usa un problema real para tapar otros que le interesa o intervenir en situaciones aprovechando otras. Es una táctica muy simple y casis siempre eficaz sobre todo si se realiza ante un problema real.
El problema real en este caso es el terrorismo islamista en Oriente medio y el aprovechamiento paralelo es el del gobierno egipcio para silenciar la reducción de los derechos civiles en su territorio. El gobierno ha usado esa estrategia para deshacerse de sus enemigos pero el problema es que ha pasado a ser enemigo todo aquel que manifestaba su disconformidad con los procedimientos. De los apoyos iniciales al cambio de régimen desplazando a los islamistas del poder, van quedando muy pocos y muchos se manifiestan preocupados por los menores márgenes de discrepancia. Hemos manifestado en muchas ocasiones que es complicado construir una democracia si se vulneran sus principios. Fue el mantenimiento durante treinta años de la Ley de Excepción tras la muerte de Sadat lo que hizo corromperse el régimen de Hosni Mubarak contra el que se acabó alzando el pueblo egipcio en la revolución del 25 de enero. Muchos de los que entonces se alzaron reclamando derechos lo siguen haciendo. La diferencia es que ahora se encarcela a los que defienden lo mismo que entonces, mayores libertades.


Ejemplos de esto los hemos traído aquí ante la deriva autoritaria y restrictiva que el régimen egipcio ha ido tomando y que ha llevado al abandono de muchos, al silencio de otros y a la continuación de las protestas por parte de los que creen que se ha vuelto a un régimen como al que se hizo caer. Equiparar, por ejemplo, a los terroristas con los ateos, la censura de libros, el silenciamiento de periodistas, las manipulaciones burdas como las que ha sembrado la polémica entre los medios oficiales sobre el tratamiento informativo de la intervención del presidente egipcio ante la Asamblea de las Naciones Unidas o decenas de casos de todo tipo que hacen que muchos egipcios recelen de lo que ven. Otros, en cambio, siguen con su fascinación hipnótica con el poder cuyos discursos corean y sacralizan, estigmatizando a quienes no los suscriben.
De nuevo como en la época de Sadat y Mubarak, la posición estratégica de Egipto juega contra sus posibilidades de desarrollo al justificarse las situaciones interiores por las exteriores: el terrorismo se pone al servicio de la represión. Como en la época de Mubarak, se mira hacia otro lado, se suavizan las críticas ante el temor de que Egipto no cumpla con los objetivos globales de la zona. Las estrategia del gobierno es decir que ya participa en la "guerra contra el terror" defendiendo sus fronteras del este y del oeste. De nuevo, la seguridad de otros hace volverse inseguro a los que apuestan por las libertades en Egipto, que son cada vez menos por escepticismo o por aburrimiento histórico.


Esos grupos y personas que resisten, que no se suman a las loas presidenciales ni aceptan la inevitabilidad de lo que ocurre, que Egipto no pueda acceder a un sistema de libertades normalizado, se ven muchas veces atrapados en cepos paradójicos que contribuyen a su aislamiento. Su soledad se acrecienta cuando los apoyos que puedan tener les debilitan ante las acusaciones de estar vendidos a "Occidente" o similares.
En el diario Ahram Online podemos leer:

For many activists and human rights workers in Egypt, the issue of human rights and civil ‎liberties has become wracked with dilemmas.‎
‎“We don’t want the West to intervene, because this intervention is often used by the ‎pro-state media to defame the entire movement of civil society. But we are also faced with ‎an aggressive attack on civil liberties and we are not sure how to go about confronting it,” said ‎Hanan Ahmed, a human rights worker.‎
According to Ahmed, “Activists and workers in civil society are being aggressively ‎intimidated, essentially by a set of laws like the protest law, which is being ‎contested as unconstitutional, or the draft NGOs law, whose constitutionality is also to be ‎contested."*


El dilema está muy claro: si no se les apoya, malo; si se les apoya, pero. La exaltación nacionalista hace ver cualquier apoyo como una contaminación, lo que supone la mayor acusación que se puede hacer en ese clima: "tú ya no eres egipcio". La definición de "ser egipcio", por supuesto, es estar de acuerdo con las directrices y acciones gubernamentales.
El Centro Carter, que ha estado supervisando las elecciones y demás procesos políticos en el país, acaba de abandonar Egipto señalando las grandes deficiencias. Su centro de prensa lo titulaba así: "Carter Center Closes Egypt Office; Calls for Stronger Protections for Democratic Rights and Freedoms"** y este es el comienzo de su explicación de por qué se ha tomado esta decisión:

The Carter Center announced today that it has closed its field office in Egypt after nearly three years and that it will not deploy an observation mission to assess Egypt's parliamentary elections anticipated later this year. This decision reflects The Carter Center's assessment that the political environment is deeply polarized and that political space has narrowed for Egyptian political parties, civil society, and the media. As a result, the upcoming elections are unlikely to advance a genuine democratic transition in Egypt. Both Egyptian civil society and international organizations face an increasingly restrictive environment that hinders their ability to conduct credible election observation.
"The current environment in Egypt is not conducive to genuine democratic elections and civic participation," said former U.S. President Jimmy Carter. "I hope that Egyptian authorities will reverse recent steps that limit the rights of association and assembly and restrict operations of Egyptian civil society groups."
As Egypt moves toward parliamentary elections later this year, The Carter Center urges Egyptian authorities to take steps to ensure full protection for Egyptians' core democratic rights, including the right to participate in political affairs and the fundamental freedoms of association, assembly, and expression. Further, the Center recommends the adoption of a new law regulating civil society, which is consistent with the protections enshrined in Egypt's new constitution and its international obligations to ensure freedom of association. Finally, both Egyptian nonpartisan citizen observer groups and interested international organizations should be enabled to conduct operations without restrictions that limit their access, effectiveness, and credibility.**


Esto ha valido, como era previsible, para que los que hasta el momento había avalado las elecciones y procesos en Egipto sean denigrados como peligrosos agentes extranjeros. Por el contrario, los discursos oficiales siguen hablando de los apoyos internacionales hacia Egipto por su valiente y decidida política contra el terrorismo, con la que además señalan se está protegiendo el sur de Europa de las posibles invasiones migratorias o atentados yihadistas.
De esta forma se consigue debilitar las fuerzas que apuestan por la democracia. La teoría de que los países árabes deben tener regímenes autoritarios para que Occidente esté protegido es una falacia, demostrada su absurdo, porque son esos regímenes autoritarios y corruptos los que acaban produciendo los fenómenos extremistas.

La teoría de que se debe apoyar a estos regímenes autoritarios para salvar a Occidente es un error histórico de incalculables consecuencias. Las primaveras árabes fueron la constatación de ese fracaso. El mensaje que se manda es perverso, pues las relaciones con Occidente se enturbian si se piensa que Occidente no tiene más interés que su propia seguridad y que para ello hunde en el atraso y en las dictaduras a los países árabes. Esa es exactamente la argumentación que han usado los islamistas para evitar la deriva hacia sistemas de libertades más universales que el control de la Sharia que es lo que unos buscan y otros usan sin decir que lo hacen. El caso de Egipto es claro en este sentido: aunque diga asumir valores liberales, sus hechos demuestran lo contrario. Es un régimen que asume el uso de la religión desde el estado (algo que ya hizo Nasser) y que se vuelve conservador para demostrar que no es anti islámico. Los movimientos de censura, de represión, los juicios a ateos y homosexuales, no hablan de "liberalidad", sino de asumir la mente social ultraconservadora desde una perspectiva de estado que no se enfrenta a la mentalidad religiosa conservadora sino que la maneja desde el nacionalismo. Se siguen prohibiendo películas, libros o derechos pero en vez de hacerse en nombre del partido religioso, se hace desde la asunción estatal.
Un ejemplo: una de las noticias de esta semana pasada que no ha tenido repercusión fuera es la decisión de hacer test obligatorios masivos de drogas a los estudiantes universitarios. Se anunciaban 4.000 en una primera hornada. El titular de Ahram Online señalaba: "Four-thousand Cairo University dorm students undergo drug test", explicando a continuación: "A total of 13,000 Cairo University students dorm residents are to take a mandatory drug test"***. Los conflictos se han desplazado a las universidades y esta es la forma que tienen las autoridades egipcias de responder, además de las intervenciones. No conozco ningún caso similar.

Cairo University President Gaber Nassar assured students that the tests are "for their own benefit."
Tests, which have been ongoing for a week now, have been given to 4,354 students, 1,957 males and 2,397 females.
A total of thirteen-thousand students are set to take the drug tests.
Meanwhile, preemptive measures have been taken in a number of public universities nationwide to avoid a repeat of the student demonstrations that were a regular occurrence last year.
Other security measures adopted by universities included hiring private security firm, Falcon man university gates and – as is the case at Al-Azhar University – closing some dormitory buildings to reduce numbers living on campus.***


Por supuesto, señalar lo poco que hacen estas cosas por la credibilidad democrática del sistema convierte a quienes tiene la osadía de hacerlo en "enemigos del pueblo". Los argumentos son siempre los mismos cuando se denuncian: estos se hace bajo supervisión judicial, lo que creen que lo convierte en justo. Nada más lejos, pues lo que hacen, como en el caso de las sentencia masivas a muerte o los juicios retrasados una y otra vez, o la falta de responsables de las muertes de manifestantes en cualquiera de los ciclos de la convulsa y cambiante vida política egipcia, es arrastrar el sistema judicial tras de sí. Que los jueces actúen no significa que lo hagan bien o que sean justos.


El abandono del Centro Carter que había seguido desde dentro todo el proceso egipcio desde la revolución es una mala noticia, como lo son las explicaciones que han dado. Se les puede cubrir de insultos, como se ha hecho, pero eso no resuelve nada. Solo aísla a Egipto más de la vida internacional y le deja viviendo una fantasía política e histórica, algo con lo que cuentan aquellos que la quieren controlar desde los miedos y los orgullos mal entendidos.
El final del artículo de Ahram Online se cierra con los discursos oficiales de los diplomáticos:

“It is in the interest of Egypt to eliminate terrorists on its borders, especially in Libya and ‎also in Gaza. It is interesting for us in southern Europe to see the south of the ‎Mediterranean being stabilised, because if not we will face a nightmare of illegal ‎immigration,” said one [western diplomat] who spoke to Ahram Online by phone.‎
It is with these realities in mind that this week US Secretary of State John Kerry is reported, ‎by both the Egyptian and American sides, to have had good talks with President El-Sisi on ‎the fringes of an international conference Egypt hosted, and that was inaugurated by ‎the president, on the reconstruction of Gaza after the 51-day Israeli war this summer.‎
Both Egyptian and American sources say that Kerry was reassuring of the support of the US ‎administration to help deliver several suspended US ‎military aid items (the Americans are talking about delayed Apache helicopters essential ‎to counter-terrorism efforts in Sinai and “on the ‎border with Libya,” while Egyptian sources are talking about F16s).‎
‎“Things are moving in the right direction. And it is not just about the Apaches ‎and the F16s, but about overall international recognition we secured this week ‎with the conference on Gaza,” said an Egyptian diplomat. ‎
Western diplomats agree that if their capitals had to choose between direct ‎security interests challenged by groups like the Islamic State and the pursuit of democracy in the Arab world, which does ‎not seem a priority for many in Arab societies now (“especially in Egypt,” one outgoing ambassador said), the obvious choice is the first.*

No creo que las "cosas" se estén moviendo en la dirección "correcta", sino en la de siempre, la que justifica la restricción de las libertades. Parece que existiera un techo de cristal más allá del cual se encuentra una democracia visible pero intocable.


* "Egypt's regional role tones down Western criticism on civil liberties" Ahram Online 21/10/2014 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/113433/Egypt/Politics-/Egypts-regional-role-tones-down-Western-criticism-.aspx 
** "Carter Center Closes Egypt Office; Calls for Stronger Protections for Democratic Rights and Freedoms" Carter Center 15/10/2014 http://www.cartercenter.org/news/pr/egypt-101514.html

*** "Four-thousand Cairo University dorm students undergo drug test" Ahram 18/10/2014 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/113372/Egypt/Politics-/Fourthousand-Cairo-University-dorm-students-underg.aspx




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