lunes, 25 de agosto de 2014

El desfile de la vergüenza

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Las imágenes difundidas ayer y hoy de las diferentes celebraciones del día nacional de Ucrania aclaran algo de lo que ocurre. Mientras en Kiev se celebra la unidad del país y se reivindican todas sus partes con un desfile militar, en Donetsk, capital ilusoria de un reino ficticio, en las zonas separatistas prorrusas, el comportamiento deja mucho que desear. Contraviniendo todas las normas internacionales sobre prisioneros, han sacado a pasear por las calles a recibir insultos a los soldados capturados. Era su forma bárbara de celebrar el día nacional del país al que dicen no pertenecer, el desfile de la vergüenza. Si pretendían humillar a los soldados prisioneros, solo han conseguido humillarse ellos mismos.
El acto es una bajeza que retrata a quien lo realiza, colocando en su lugar a los participantes en las vejaciones. Aquí no hay exaltación de nada más que del carácter siniestro que estos milicianos han tenido hasta el momento y siguen manifestando con el apoyo de la parte de la población que les jalea. Tendrán tiempo de arrepentirse cuando las aguas del río vuelvan a su cauce. Este tipo de humillaciones no se olvidan y los que hoy han participado en este infame espectáculo, mañana tendrán pocas explicaciones que dar. Los milicianos y su pueblo han estado a la misma altura, ambos una caricatura siniestra.
The New York Times nos resume el infame desfile:

Leading the procession was an attractive young blond woman carrying an assault rifle, followed by several dozen captured Ukrainian soldiers, filthy, bruised and unkempt, their heads shaved, wearing fetid camouflage uniforms and looking down at their feet.
Onlookers shouted that the men should be shot, and pelted the prisoners with empty beer bottles, eggs and tomatoes as they stumbled down Artyomovsk Street, Donetsk’s main thoroughfare. A loudspeaker played Tchaikovsky’s “Slavonic March,” a familiar Russian patriotic piece. Behind the prisoners were two tanker trucks spraying soapy water, demonstratively cleaning the pavement where the Ukrainian soldiers had passed.*


Quien haya dado la orden o consentido este humillante espectáculo sigue acumulando bellaquerías amparadas solo por esa ilusión imposible de formar parte de Rusia, posibilidad cada vez más distante.

Cada uno de estos actos de infamia, con los forenses intentando todavía recuperar e identificar restos humanos del avión derribado de Malaysia Airlines, se acumulan como historial, no como "historia", por lo que la posibilidad de atribuirles un heroísmo fundacional queda lejos. ¿Esta es la gloria que buscan? No hay héroes sobre los que levantar leyendas, solo brutalidad y así quedarán registrados por la historia, que siempre escribe el que vence.

Tampoco les queda posibilidad de formar parte de la historia rusa, que solo quiere en sus tomos la descripción de las victorias, fotos como las de Crimea, hoy imposibles en el este de Ucrania. Con la foto de los convoyes de alimentos queda retratada para la posteridad, una foto más para consumo interno que para otra cosa. Pero no lava nada, más bien al contrario: se hace responsable cada día que pasa de esta situación que no va a parte alguna más que a crear una división europea y ucraniana, que parece ser su único objetivo. Los actos de Rusia no son más que manifestaciones prepotentes de su superioridad, exhibiciones para calentar a su público.


Pero Putin se equivoca, pues lo que pueda ganar en popularidad dentro lo está perdiendo fuera y Rusia tiene mucho que perder en este enfrentamiento. Lo que ha demostrado es que es peligroso hacer tratos con ella, tenerla de socio o de cliente. Eso lo saben bien muchos países, que pudieron llegar a pensar que la nueva Rusia enterraba a la vieja Unión Soviética, pero esta tampoco enterró los sueños imperialistas del zarismo. Cambió la bandera y los himnos, que hoy regresan entremezclados: Santa Rusia y retratos de Stalin, iconos religiosos y hoces y martillos. El esplendor ruso no es el de la prosperidad, sino el de la fuerza y la dominación. Eso es lo que el caso de Ucrania ha servido para mostrar. Costará años recuperar el nivel de confianza, una vez demostrado. Aunque Rusia cediera, los demás han aprendido que no hay que depender de ella por si hubiera otra ocasión.


Las tres repúblicas bálticas han celebrado este fin de semana su liberación de la Unión Soviética realizando otra cadena humana, esta vez no de humillaciones, sino conmemorativa de la que realizaron hace 25 años para emanciparse de la Unión Soviética y este año especialmente para mostrar de solidaridad con Ucrania. Euronews recoge las palabras de Argita Daudze, la embajadora de Letonia en Kiev: “Hoy Ucrania lucha por la libertad y la unidad del país, así que los estados bálticos están con Ucrania. Los ucranianos estuvieron con nosotros en el 89 y todos estos años, así que estamos en una gran cadena.”** Los bálticos han estado hoy junto a Ucrania. Son esos los lazos que crean la solidaridad, más que los de los mercados.

El 23 de agosto de 1989 más de millón y medio de letones, lituanos y estonios formaron una cadena humana de 600 kilómetros que recorrió las tres repúblicas que entonces formaban parte de la Unión Soviética. Pasaba por sus tres capitales, Tallin, Riga y Vilna y pedían la retirada de los soviéticos a los que consideraban fuerzas de ocupación.**


Las celebraciones de las repúblicas bálticas, hoy en la Unión Europea, son festivas y forman parte de su historia; son recordatorios de lo que padecieron y de su fuerza para superarlo. Devuelven ahora a Ucrania el apoyo que Ucrania les dio. Se nos ha olvidado pronto que hasta no hace mucho, Europa estaba dividida hasta la mitad de la Alemania. Y que más allá estaban los países sometidos al deseo de Rusia con sus repúblicas absorbidas militarmente. El sentimiento de que de nuevo haya países que por la vecindad pierdan su soberanía y puedan ser castigados, como lo ha sido Ucrania, por el hecho de querer acercarse a Europa y no desear seguir los planes de Rusia en la rehabilitación de su imperio, ha prendido de nuevo en aquellos que lo padecieron.
De nuevo, la sensibilidad de Europa es variable no solo por los restos de nostálgicos de la Unión Soviética —justificadores de todo siempre, entonces y ahora—, sino por la falta de comprensión hacia lo que ha sido para estos países el periodo desde la II Guerra Mundial hasta la caída del muro de Berlín. Solo han pasado 25 años desde que pudieron recuperar su identidad y soberanía. Un periodo breve que todavía se vive con temor desde lo ocurrido con Ucrania. La mitad de Alemania, a la que llamamos hoy el motor de Europa, era hasta no hace mucho parte del imperio soviético. Era el otro lado del muro. Se olvida con demasiada frecuencia. Cayó el comunismo, pero no cesó el nacionalismo imperialista que estaba debajo, el que padeció media Europa ocupada militarmente.


Lo ocurrido ayer en Donetsk es una infamia más, una violación flagrante de los derechos humanos que muestra la voluntad de pisotearlos por parte de milicianos, bandoleros y populacho deseoso de un espectáculo indecente donde desahogar sus iras y frustraciones. Las mujeres y hombres que insultaban, arrojaban botellas, botes de humo, escupían e intentaban agredir a los soldados que eran exhibidos paseándolos por la ciudad, vigilados por hombres armados, con perros sujetos con correas, recuerda al fascismo más crudo paseando judíos para escarnio público. Los que levantaban cámaras y teléfonos móviles con una sonrisa sádica ante el espectáculo para inmortalizar ese momento de "gloria militar", que lo conserven, porque no les quedarán muchos otros momentos que disfrutar de la misma forma.
Entre la cadena humana solidaria de los países bálticos con Ucrania, celebrando todos su identidad, y la cadena infame de Donetsk hay una gran distancia, sobre todo moral.



* "In Eastern Ukraine, Rebel Mockery Amid Independence Celebration" The New York Times 24/08/2014 http://www.nytimes.com/2014/08/25/world/europe/ukraine.html?hp&action=click&pgtype=Homepage&version=HpSumSmallMedia&module=second-column-region&region=top-news&WT.nav=top-news

** "Ucrania conmemora los 25 años de la cadena báltica contra la ocupación soviética" Euronews 24/08/2014 http://es.euronews.com/2014/08/23/ucrania-conmemora-los-25-anos-de-la-cadena-baltica-contra-la-ocupacion-sovietica/







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