lunes, 31 de marzo de 2014

El jefe psicópata

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
BBC Mundo nos lanza una pregunta retórica desde un titular provocativo: "Cómo trabajar cuando su jefe es un psicópata". A través de la consulta a una serie de investigadores, psicólogos especializados en este campo, trata de explicar el comportamiento de los jefes tiránicos y dar algunos consejos a los que tienen la mala suerte de estar bajo la bota feudal de estos elementos.
Tenía la sospecha de que la elección de personas para ciertos puestos, llamados de "responsabilidad", se regía por criterios muy distintos a los que los libros sobre liderazgo suelen presentarnos. Puede que esa sea la imagen que a uno le gustaría tener, pero desde luego no es la que se ve en la mirada de terror de sus subordinados.
La proliferación de comportamientos psicopáticos en el trabajo tiene que ver, me imagino, con un complejo conjunto de factores, pero —por pura lógica— el más destacado debe ser la escasez del empleo y su precariedad, es decir, la inseguridad del trabajador. Saber que el otro no puede contestarte es una forma perversa de autoridad en la que muchos se recrean. Cuenta el déspota con el miedo de los que tienen poco margen de defensa y aguantarán lo que les echen. 


La BBC los llama "tiranos corporativos". El "estilo de dirección", por llamarlo de alguna manera, que caracteriza a estos esforzados directivos —nos dicen que se dan especialmente en el sector financiero y bancario— forma parte de un conjunto de rasgos psíquicos que no se aprende solo en los libros y cursillos. Es un repertorio de habilidades y rasgos psíquicos específicos. Son una mezcla enfermiza de Maquiavelo y Narciso:

La investigación está empezando a identificar rasgos que ya no se consideran simplemente desagradables y perjudiciales, sino que tienen carácter psicopático, según sugieren los expertos.
La lista clínica de rasgos psicopáticos comunes -que incluyen la falta de remordimiento, la amabilidad que puede aparecer y desaparecer sin previo aviso, el egocentrismo, la mentira, la capacidad de manipulación, la impulsividad y la pobreza emocional- predominan entre las personas que se sienten atraídas por puestos de poder.*


Hace mucho tiempo que empecé a anotar mentalmente los rasgos de sus jefes que me contaban amigos y conocidos. Me llamaba la atención cierto patrón en el comportamiento. En muchos de ellos se daban los rasgos psicopáticos que señalan los investigadores. En empresas grandes, se manifiesta con cierta frecuencia. La duda que me surgió entonces es si se trataba de una casualidad, de una extraña coincidencia, o de la tendencia a escoger un tipo de jefe con pocos escrúpulos morales, cero en ética, manipulador, y que veía a sus subordinados como personas que podrían crearle problemas con "los de arriba" si no cumplía con sus objetivos. Sus subordinados, por decirlo así, son el obstáculo en su promoción dentro de las empresas. Desde esa mentalidad, la vigilancia, el acoso, las fobias, etc. llegan pronto.


Hoy no tengo ninguna duda de que ese perfil psicopático es elegido para ponerlos al frente de grupos con el convencimiento de que van tener mano dura en el cumplimiento de los objetivos y normas que se les señalen. Son personas que se sienten atraídas por el poder, como se apunta en el reportaje. Buscan las posiciones que conllevan poder real y lo ejercen con creces. La BBC recoge que puede haber un 1% de la población con esos rasgos psicopáticos que llevan al abuso.


En estos tiempos relativistas, lo bueno o lo malo —parece— depende de donde estén colocados. El reportaje de la BBC señala, siguiendo la opinión de los expertos, el papel que esta gente tiene cuando se le coloca en el sitio adecuado:

Existe, sin embargo, algún aspecto de la crueldad en la oficina que puede tener algunos beneficios.
Aunque estos líderes causan miseria y destrucción, "aquellos que pueden frenar sus tendencias a ignorar las reglas de la sociedad cuentan con una gran ventaja -señala [Oliver] James-. Si uno no se preocupa por los demás, como sí hace la mayoría de las personas, es más libre y puede pensar de manera innovadora".

Los denominados "psicópatas altamente funcionales", que no suelen representar una amenaza física para sus compañeros, pueden ser muy eficaces en algunos entornos corporativos, ya que no sienten ningún remordimiento por despedir al personal ni por atribuirse los méritos que corresponden a otros, al mismo tiempo que son capaces de achacar sus propios fracasos a errores inventados y ajenos.
"La codicia es conveniente en una economía globalizada, donde se necesitan personas en las altas esferas que sean despiadadamente crueles", dice James, sobre todo cuando se trata de tomar decisiones de negocios cruciales como los recortes de personal.
Pero esa misma crueldad, si no se controla, conlleva un alto riesgo: podría causar "que la empresa sufra una debacle".*

La teoría parece sencilla: el 99% de las personas necesita de un 1% de psicópatas sin ningún tipo de escrúpulos o empatía que las azucen. Como se nos dice, "pueden ser muy eficaces en ciertos entornos corporativos". Necesitamos personas sin remordimientos para que puedan despedir a otros. Me imagino que en la Alemania nazi se plantearon cuestiones así con la Gestapo. 
Oliver James, en su obra Office Politics: How to Thrive in a World of Lying, Backstabbing and Dirty Tricks, ha calculado la cifra para Reino Unido: "[...] there are 600,000 psychopaths in Britain. Only 15,000 of them are in prison, which means you could well be sitting next to one. Perhaps you are one."** Esperemos que no sea así.
La ideología tecnocrática necesita de desalmados, es decir, de personas sin alma. Da igual que usted crea o no en el alma; es una cuestión semántica, no teológica. Un desalmado es un desalmado y usted lo nota enseguida. Lo peor de todo ello es la legión de aspirantes a desalmados que buscan suceder a aquellos que los maltratan yestafan. Unos son vocacionales y otros víctimas del "síndrome de Estocolmo", pero todos deseos de cambiar de bando.  
Dice Oliver James: "Los psicópatas saquean corporaciones enteras. Juegan con nuestro dinero y luego acuden al Estado para que los rescaten". Sí, pero mientras sean beneficiosos para alguien —o nadie les frene— estarán ahí. 


* "Cómo trabajar cuando su jefe es un psicópata" BBC Mundo 30/03/2014 http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/03/140327_economia_empresa_jefe_psicopata_vp.shtml
** "The psychopathology of office politics" Spiked 28/03/2013 http://www.spiked-online.com/newsite/article/13490#.UzkPO_l_sdg





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