viernes, 31 de mayo de 2013

Una terapia carismática peligrosa

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Sinceramente, nos estamos ganando el cielo con la santa paciencia que hay que demostrar cada ante lo que se escucha, ve o lee. La historia de los 20.000 euros para pagar el "curso de liderazgo" a Alberto Fabra, con cargo a los presupuestos públicos es un ejemplo más.
En el diario El Mundo recogen la insistente defensa de la "legalidad" de la medida a cargo de la Generalitat, porque el pago no supera cierta cantidad y su capacidad de contratación. Nadie ha dudado sobre eso; son las normas. No es un problema de "legalidad" —también esto es discutible por los fines—, sino más bien de "moralidad" y, sobre todo, de la propia imagen de Alberto Fabra.
El primer mandato a un líder es que no vaya por ahí diciendo que va a asistir a un curso de formación de líderes. Es de cajón. Es como si vas en un barco y te enteras que el capitán está haciendo el curso de patrón de vela por correspondencia. Pues te bajas inmediatamente y que las prácticas las haga con otros. Eso lo sabía hasta Robert DeNiro en la película "Una terapia peligrosa": que no se enteren los colegas del hampa de que voy al psiquiatra porque como me vean inseguro me eliminan del mapa. 
Aunque finalmente no se pague con dinero de la Generalitat valenciana, han puesto en bandeja a la oposición un frente de ataque facilón: "¡Aprenda a liderar, señor Fabra, aprenda a liderar!", "¡Cómo se nota que no fue el curso de liderazgo, Presidente!" o "¡Lidere, lidere!", por ejemplo, cada vez que aparezca en la tribuna de oradores. Lo inteligente políticamente es que Alberto Fabra hubiera ido a darles una charla a un grupo de "futuros líderes" y no al contrario. ¡Qué ingenuidad!


Hay que distinguir dos líneas claramente en este asunto: el curso en sí y quién lo paga. El argumento esgrimido por el vicepresidente José Ciscar, que no se debe sentir bastante liderado, para justificar la asistencia al curso es que esto es "un bien para la sociedad". Pero eso no significa que sea la "sociedad" quien lo deba pagar. El argumento es peligroso si se exceden los límites, que es lo que suele ocurrir. Lo que es "bueno para el político" no tiene porqué ser bueno para la sociedad. Ejemplos tenemos todos los días.
Creo que la misma publicidad y sentido del curso deja más claro a quién beneficia. Según  cuenta el diario:

La Generalitat ha contratado los servicios del 'coach' Javier Marigorta, que anuncia en su página web (bajo el título 'El Secreto del Éxito Eres Tú Mismo') un programa que permite "desbloquear, descubrir y desarrollar las poderosas fuerzas que residen en ti, dejando atrás las limitaciones y llevándote a crear la calidad de vida que realmente deseas y mereces, renovando tu parte física, mental y espiritual".**


No sé. Puede que Fabra desee ser "desbloqueado", etc., y que alcance "la calidad de vida que realmente desea y merece", pero no acabo de verlo claro. Puede, eso sí, que él quede más relajado al descubrir que todo lo que necesitaba lo llevaba dentro, pero no se había dado cuenta. El problema somos los demás. El que Fabra descubra lo que es la "calidad de vida" y después inicie una gira para contarlo a los ciudadanos, gracias a las dotes comunicativas que habrá adquirido en el curso, puede no ser suficiente.

Creo que los males que aquejan a la política española es que los empresarios se dedican a hacer política y los políticos a querer ser empresarios. Toda esta jerga del "coach", del "éxito", del "tú mismo", provienen del mismo sitio. Todo es parte de la santificación de la idea de "empresa" para todo. Aquí los políticos han desarrollado la idea de que las instituciones son empresas y los ciudadanos son clientes. Los cursos de formación, como en las empresas, deben pagarlo ellas porque lo que aprenden sus empleados redunda en beneficio de las ventas. Según esta forma de enfocar la política, los políticos deben ser ejecutivos bien pagados, con incentivos y "visa oro". Algunos ya lo practican.
Todo el bochornoso espectáculo que vemos cada día con el cargo de los gastos, las dietas, los sobresueldos, etc., no es  más que la transformación de la idea del "servicio" en "sector servicios". La política se considera una actividad encuadrable en ese sector y ellos se ven como ejecutivos, como "CEO" (Chief Executive Officer) de sus respectivas empresas-instituciones. Y eso nos convierte a los demás en operarios y clientes, según se trate e interese: un día te sonríen y otro te engañan o te exprimen.
La empresas han desarrollado técnicas de confección de sus propias mitologías (el "storytelling"), con el papel que juegan los diversos actores en el interior de las organizaciones y cómo se deben aunar los esfuerzos en las figuras de los líderes. Nuestros políticos no gobiernan, "lideran" que es más moderno. Son titanes de los que se predica su esfuerzo y sacrificio:

Císcar ha asegurado que el presidente Fabra está en "formación permanente" y que "se exige lo máximo a sí mismo" y ha justificado el curso de liderazgo por su "esfuerzo de formación al servicio de los ciudadanos".**


Gracias a la implantación de este tipo de mentalidad, nos hemos llenado de gurús comunicativos, "coach", de gente a las que "les han robado el queso", de "monjes que vendieron su Ferrari" (a un político probablemente), de gente que dice que "las crisis son oportunidades", que repiten que "el éxito es de todos" pero le sacan más provecho ellos, y un sinfín de tonterías y obviedades con las que algunos se hacen ricos y otros compensan su inseguridad. Todo se resuelve en el "workshop", llamando al "Think Tank" o con un "coach" a tu lado.
El mundo se ha llenado de charlatanes. Es un efecto de los cambios acelerados, del miedo a no adaptarse a las nuevas situaciones, a no entenderlas. Crisis de ansiedad, como en Una terapia peligrosa. Por todas partes surgen voces melosas que nos convencen de que "si quieres, puedes", que en "tu interior" están las recetas que necesitas, que los demás te aceptarán y seguirán si les implicas de forma adecuada. Tú eres un líder nato. Todo te lo contarán en un curso intensivo o, si no puedes asistir, en el libro que lo resume. Algo que te haga sentir como Aristóteles y Alejando, pero que estará más cerca del maestro Yoda y Luke Skywalker.


Algunos se habrán escandalizado más por el gasto de los 20.000 euros del curso en tiempos de la austeridad del embudo. A mí me parece más preocupante lo que refleja, toda esta ideología moderno-empresarial hueca, que un día habla de "neuroeconomía" y otro de "economía zen", que todo lo resume en los cuatro, los cinco o los diez principios básicos del "líder", del éxito y cosas así.

* "La Generalitat no sufragará el curso de liderazgo de 20.000 euros para Alberto Fabra" El Mundo 30/05/2013 http://www.elmundo.es/elmundo/2013/05/30/valencia/1369923746.html

** "Fabra gasta 20.000 euros en un curso personal de liderazgo porque 'beneficia a la sociedad'" El Mundo 30/05/2013 http://www.elmundo.es/elmundo/2013/05/30/valencia/1369914000.html





jueves, 30 de mayo de 2013

¿Pero qué has hecho, Ding Jinhao?

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Lo leí en el diario egipcio Daily News de ayer, una noticia casi escondida junto a la de las protestas de estudiantes en Alejandría: "Chinese graffiti in Egypt causes a stir in China"*. Como las relaciones internacionales son tan complicadas, pensé que habría algún error: ¿por qué iba a causar indignación un graffiti chino en China si se había hecho en Egipto? Pensé que sería un grafiti egipcio ofensivo para los chinos y que se habían equivocado, que habría algún error. Pero, no, el titular era correcto.
La historia se ha recogido por todo el mundo es la siguiente: a un adolescente chino que visitó los templos de Luxor en Egipto, uno de sus grandes y múltiples tesoros, con 3.500 años de antigüedad, se le ocurrió hacer la gamberrada de escribir en las milenarias piedras "Ding Jinhao estuvo aquí". Nada ocurrió hasta que las nuevas tecnologías y las redes sociales se metieron por medio.
Un turista chino fotografió el grafiti y lo hizo circular en Sina Weibo, el equivalente a twitter del que disponen. Como en China todo es grande, pronto circuló por encima del cuarto de millón de reenvíos y se montó una gran alboroto rechazando el acto indignados, aunque algunos también recordaron que la Gran Murralla tiene muchos testimonios de pasos occidentales por allí. La prensa china califica al egocéntrico Ding Jinhao como "vandalic teen". 


Los cibernautas chinos rastrearon rápidamente al gamberro —según nos cuentan en China Daily—, lo localizaron y tomaron medidas con acciones en la red:

Some angry netizens even tracked down Ding, a high school student in Nanjing, Jiangsu province, and hacked the website of his former primary school, altering the site with the message "Ding Jinhao visited here".
The boy's parents on Sunday apologized to the public for their son's behavior, saying that the boy had cried all night after the public outcry.**

Se lo han tomado muy en serio y le van a ir dejando en evidencia por donde haya pasado con el tristemente famoso "Ding Jinhao estuvo aquí". Pero no quedó ahí la cosa. China ha puesto en circulación un conjunto de normas de comportamiento que deben cumplir los turistas cuando salgan al extranjero. El vicepresidente Wang Yang ha aprovechado la nueva Ley de Turismo para exigir comportamientos adecuados a los que salgan al exterior con el caso del vándalo grafitero como ejemplo de lo que no hay que hacer. El titular de la CNN es claro: "Be polite!"


China quiere ser una potencia turística y me imagino que espera ser tratada con el mismo respeto que le pide a sus ciudadanos cuando van fuera. Los turistas que vayan allí deberán saberlo y comportarse, porque los chinos les recordarán lo que ocurrió en Luxor. Algunos medios señalan que la pintada tiene fuentes literarias en la tradición del Viaje al Oeste, una de las cuatro obras clásicas chinas:

[...] the “I was here” graffiti tradition goes back all the way to the Monkey King in the classic fable Journey to the West (西游).

In Journey to the West, the Monkey King (Sun Wukong 孙悟空) is fooled by the Siddhartha Buddha with the challenge that if he can manage to leap out of the Buddha’s palm, the Monkey King can occupy the Celestial throne. The overconfident Monkey King accepts the challenge, jumps into the Buddha’s palm, and them does an almighty somersault, tumbling through the air for thousands of miles. Finally coming to rest at a place where five massive pillars reach out into the sky, the Monkey King promptly scratched the following characters into the middle pillar to prove he was there:

孙到此一游 (“The Monkey King was here”)***


En cualquier caso, sea cual sea el origen de la pintada, el vandalismo o el exceso de cultura, la embajada china en Egipto ha dado disculpas oficiales por el comportamiento del incívico adolescente. No se puede controlar todo, pero sí se puede asumir, de forma ejemplar, el hecho para rechazarlo. En este sentido, la autoridades chinas han hecho lo que debían: no han escurrido el bulto. Y no han sido solo ellas:

According to BBC News China teen’s mother explained that the graffiti was scratched years ago when they were  visiting Egypt and that the teen is now very sorry for his action. “We want to apologise to the Egyptian people and to people who have paid attention to this case across China,” the mother told media on Saturday.
This incident came in the wake of Chinese official Wang Yang’s comment in state-run media about Chinese tourists’ “uncivilised behavior” abroad. Among other behaviours, he specifically mentioned “willfully carving characters on items in scenic zones”. *


En Egipto, en cambio, han puesto en un compromiso a más de uno. El incidente ha servido para sacar los colores y dejar en evidencia a las autoridades, por si no tuvieran bastante. Nadie había notificado el hecho y se han enterado por los chinos y la repercusión de la noticia en todo el mundo. Señalan en Daily News Egypt:

Meanwhile, Egypt’s Supreme Council of Antiquities was not aware of the incident and the Ministry of Antiquities was unavailable for comment. Archaeologist Monica Hanna said no one noticed the incident “because it was kept on a low profile by the ministry on purpose”. Hisham Al-Shattury, secretary general of the Tourist Guides’ Syndicate, said any violation of the sanctity of antiquities should be reported by guides to the Tourism and Antiquities Police.
Hanna said it is the responsibility of the inspector and the custodian to keep the site constantly under surveillance. “The current status of archaeological sites and those of heritage value is really miserable, where years of accumulated corruption and current lack of security is causing the very rapid loss of Egyptian heritage,” she added.*

Las "antigüedades" son el gran patrimonio egipcio, con un ministerio específico y todas las responsabilidades bajo su mando. El hecho de que durante varios años nadie hubiera notificado la realización del grafiti de Luxor deja en mal lugar el sistema de vigilancia y a las personas que se ocupan de ello, desde el guía que lleva a los grupos de turistas a los expertos, conservadores, etc. que durante años han pasado por delante y no han sospechado (o no han querido ver) que las letras chinas que había en el pecho de la figura no era un tatuaje oriental a la moda sino un grafiti en toda regla.


Pero los chinos —que no cesan de indagar sobre el responsable que ofendió a todos con su mal comportamiento— están preguntándose cómo el jovencito  Ding Jinhao, entonces casi un niño, consiguió llegar a la altura en que realizó el grabado. ¿Actuó solo o en compañía?

* "Chinese graffiti in egypt causes a stir in China". Daily News Egypt 28/05/2013 ed. pdf. p.3 http://cdn11.dailynewsegypt.com/beta/wp-content/uploads/2013/05/28.05.2013.pdf
** "Tourists asked to be on best behavior". China Daily 29/05/2013 http://www.chinadaily.com.cn/travel/2013-05/29/content_16542128.htm

*** "“I was here” graffiti all over Yunnan" Danwei 28/05/2013 http://www.danwei.com/i-was-here-graffiti-are-all-over-yunnan/





miércoles, 29 de mayo de 2013

Invitación a un futuro posible

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
No creo que el primer telediario del día le haya dedicado más de treinta segundos a la noticia de la concesión del premio de "inventor europeo del año" al ingeniero español José Luis López Gómez. No creo que la redacción de la noticia tuviera más de dos frases y creo que ninguna de ellas tuviera una coma siquiera. Le han dedicado una cuarta parte del tiempo empleado en explicar lo que pasa con Neymar y la mitad de porqué Carlo Ancelotti no fichará por un equipo español este año. He tardado en encontrarlo igualmente en la prensa, hasta que al final me apareció en un pequeño recuadro cambiante en el diario ABC, que nos habla genéricamente de "un ingeniero español".
La falta de comprensión de la relevancia de este premio en estos momentos me parece penosa. En un momento en el que los ingenieros reclaman el protagonismo para que en España se pueda desarrollar una industria que nos haga salir del agujero (eso sí, de campo de golf), ignorar una noticia como esta o infravalorarla nos muestra que seguimos con una visión distorsionada de la realidad española y, lo que es peor, que carecemos de una visión adecuada de futuro. No solo está en crisis la economía española; lo está nuestra forma de pensarla.


La ingeniería española ha reclamado hace unos días los apoyos económicos e institucionales para poder salir a competir fuera de España, apoyo para lograr contratos para las empresas nacionales que los ingenieros han puesto en marcha para tratar de huir del "exitoso" cóctel hispánico del "ladrillo soleado" que nos ha desequilibrado el crecimiento y nos condena a un modelo de desarrollo como el que ahora padecemos, flojo de remos.

¿No es "marca España" el reconocimiento conseguido por José Luis López Gómez? ¿Por qué no se abren más sectores —los que ahora son silenciados— al reconocimiento? ¿Por qué se  sigue potenciando el mismo modelo? Puedo comprender que no se pueda dejar de hacer paellas en mucho tiempo, pero ¿por qué no ir creando el convencimiento —interior y exterior— de que somos un país potente en muchos otros sectores? ¿Por qué no convencernos de que se puede, que merece la pena invertir en sectores productivos que pueden ser rentables? Tenemos ingenieros buenos, muy buenos; ingenieros repartidos por todo el mundo en empresas que los valoran y les sacan provecho. Tenemos muy buenos científicos, igualmente, que se tienen que ir a lugares en donde existe la investigación en las que destacan.

El problema español es de desequilibrio miope, de incapacidad de valorar su propio potencial que se acaba atrofiando o emigrando por falta de desarrollo. Es responsabilidad política que un país aproveche su potencial. España ha realizado un gran esfuerzo de modernización reciente que se ha visto secuestrado por las inversiones en dos sectores interrelacionados como son la construcción y el turismo.
Se sigue haciendo política pensando en estos dos sectores. Podemos seguir celebrando a toda página los éxitos de nuestros cocineros, a los que hemos convertido en celebridades, pero debemos empezar a dar el reconocimiento debido a los que no están ni entre balones o raquetas, ni entre fogones y botellas. Y debemos hacerlo para que crean en un futuro posible, no en la "marca" sino en el país real. Debemos hacerlo para que el que estudie una ingeniería no piense desde primero de carrera que su destino es un país distinto del suyo, que aquí será ignorado, despreciado e infravalorado. También para que aquellos que demuestren interés por la investigación lo hagan, que se puedan imaginar trabajando para su país, creer en él. Y para eso es necesario que el país crea en ellos.
Ahora que se habla del desempleo juvenil y de ayudas a los "jóvenes emprendedores", ofrezcámosles la posibilidad de crearse un futuro más allá de un bar de copas o un mercadillo medieval. Es la oportunidad.


José Luis López Gómez es un ingeniero jubilado de Talgo. Representa el extremo contrario a la doctrina oficial que se nos cuenta todos los días desde los púlpitos de la inutilidad: se comprometió con Talgo, en la que trabajó desde 1967 hasta que se jubiló en 2004 y desde entonces ha seguido vinculado con la empresa como asesor técnico de la presidencia. No tuvo que irse a ningún sitio a demostrar que era bueno porque su propia empresa lo supo valorar. Su movilidad era mental: no dejó de pensar en mejoras para sus trenes.

El Diario de Burgos, el de su provincia, lo entrevistó hace un mes y les dijo: «Todo se puede mejorar, nunca podemos decir que aquí está el límite»*. Eso es una filosofía de vida que debería extender a la mentalidad de muchos. Es aplicable a trenes y países. José Luis López Gómez tenía en su mente de ingeniero el compromiso de que en sus coches se viajara cada día más cómodamente, con más seguridad. Pensar en las ruedas era también pensar en los viajeros, en su seguridad y comodidad. Un tren es también como un país, pensar en los que van dentro. Y hay que saber, sobre todo, adónde se va. Entre los trenes de alta velocidad y los trenecillos que pasean turistas por nuestra ciudades y playas, el futuro está en los primeros.
Nos cuenta el Diario de Burgos lo que el presidente de la OEP, Benoît Battistelli, dijo de él en su discurso: «Ha hecho los viajes en tren más rápidos, seguros y más eficientes enérgicamente, demuestra que el público valora mucho el progreso técnico que mejora de forma evidente la movilidad».*



Un ingeniero español que trabajó en una empresa española en la vanguardia europea y mundial. A muchos les parecerá casi una quimera, pero es por lo que hay que luchar. Como bien señalaba López Gómez, "nunca podemos decir que aquí está el límite". Me gustaría pensar en este premio, además de como el merecido reconocimiento al trabajo de una persona, como una invitación a un futuro posible.


* "El ingeniero de Talgo José Luis López Gómez, mejor inventor europeo 2013" Diario de Burgos 29/05/2013 http://www.diariodeburgos.es/noticia/Z41F7B993-0101-D55E-8A3BDF678E32B342/20130529/ingeniero/talgo/jose/luis/lopez/gomez/mejor/inventor/europeo/2013




martes, 28 de mayo de 2013

Muerte de un ciclista

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En mi pueblo la bici es una institución. Familias enteras salen a pasear montados en sus bicis. Los padres flanquean a los niños pequeños protegiendo la formación que avanza pedaleando. Casi siempre los veo con sus cascos protectores cuando salen a hacer el recorrido urbano, nuestro camino de asfalto rojizo que da la vuelta al pueblo cruzando calles, parques y zonas peatonales. Nuestro pueblo está hecho para las bicis; nuestro pueblo es nuevo y moderno; la mayor parte de las ciudades no.
Me ha llamado la atención, desde que lo leí por primera vez hace unos días, el empecinamiento reticente de ciertos ayuntamientos contra el uso del casco obligatorio en las ciudades. Mientras leía las últimas manifestaciones de Madrid y Barcelona contra el uso obligatorio, los periódicos digitales nos daban la noticia de que anoche, en Madrid, a las diez y media de la noche, moría un ciclista arrollado por un coche de la Policía en la salida de un paso subterráneo. El diario El Mundo nos lo describía así:

El accidente se produjo por causas que están siendo investigadas cuando el ciclista, que no llevaba elementos reflectantes ni luces ni casco, se cruzó en la vía. El coche patrulla de la Policía Nacional, que en ese momento no estaba activado para ningún servicio, no pudo esquivarlo y lo arrolló.
El hombre sufrió politraumatismos y entró en parada cardiorrespiratoria debido al fuerte impacto. En un primer momento, un agente de la Policía Nacional que acudió al lugar en labores de refuerzo, que además es voluntario de Protección-Civil, inició en un primer momento las labores de reanimación.*


En plena campaña contra el uso del casco, el accidente deja sin argumentos —al menos momentáneamente— a los que insisten en que su uso en ciudad no debe ser obligatorio. Esta insistencia me llamó la atención porque entra en contradicción con todos los casos anteriores de seguridad vial y nos muestra la irracionalidad (u oscura racionalidad) de ciertos argumentos llevados al extremo.

La bicicleta es algo más que un vehículo. Para unos es una especie de forma de vida alternativa, para otros un negocio. Unos se manifiestan contra el sistema pedaleando; otros la convierten en parte del sistema mismo transformándola en floreciente negocio urbano a través de distintas fórmulas turísticas (recorridos guiados, alquileres, etc.).
El debate sobre seguridad vial estos días en el Congreso, con motivo del nuevo Reglamente General de Circulación, ha sido el desencadenante de un sorprendente rifirrafe político y social con la bici como centro. El Heraldo nos resumía así las posiciones políticas hace ya veinte días:

En cuanto al casco obligatorio en la ciudad, según determina el borrador del nuevo Reglamento General de Circulación, que presentará la directora general de Tráfico previsiblemente el próximo día 24 en la Cámara Baja, el PP ha rechazado dos proposiciones no de ley, una del PSOE y otra de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) que pedían que esta protección no fuera obligatoria en las vías urbanas.
El portavoz del PSOE en el Congreso en materia de Seguridad Vial, Carles Corcuera, se ha opuesto a esta medida por considerarla "desproporcionada". A su juicio, los beneficios de la obligatoriedad son "mínimos" y sólo se justificarían si se hiciera una recomendación, cuando los perjuicios para el interés general son mayores porque se desincentiva su uso.
Desde el punto de vista de la seguridad, el socialista ha insistido en que el diseño de los cascos está hecho para evitar pequeñas lesiones pero no aquellas procedentes de choques con coche o atropellos con vehículos a motor. "Supondría un golpe a la industria del cicloturismo", ha sentenciado.
Precisamente, el PSOE, la asociación de usuarios de bicicleta 'ConBici', y la de Ciclistas Profesionales, con el exciclista Pedro Delgado, han pedido a la Dirección General de Tráfico (DGT) que no acometa en la reforma del nuevo Reglamento General de Circulación (RGC) la obligatoriedad del uso del casco en la bicicleta por las ciudades.
Todos han participado este martes en unas jornadas convocadas por el Grupo Socialista en la Cámara Baja y la secretaria de Política Municipal del PSOE sobre la obligatoriedad o no del uso del casco de la bicicleta en las ciudades.
Según ConBici, más de 20 ayuntamientos, entre ellos Barcelona, Murcia, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Vitoria o Zaragoza, se han opuesto a la medida.**


La bicicleta se convierte en asunto político. Esta politización hace que afloren los intereses dobles confluyentes de la izquierda a la que le gusta pedalear con los intereses económicos de los negocios del pedaleo. Llama la atención el argumento de que el uso del casco va a hacer decrecer el uso de la bicicleta o que va a suponer "un golpe a la industria del cicloturismo". Si estos argumentos se hubieran esgrimido en otros casos de seguridad en la circulación, se habría producido declaraciones denunciando los intereses tras las medidas. Sin embargo, los intereses de la izquierda alternativa del pedal y los económico capitalistas tras la bici, ya sea de la industria o de los ayuntamientos y empresas que han montado servicios de alquiler en las ciudades —como ocurre en mi pueblo— coinciden en este caso. Cada uno a lo suyo. El argumento general es que a los ciclistas no les gusta ponerse caso. Ni a los conductores el cinturón de seguridad, pero no es cuestión de gustos.


Frente a mi casa, siete u ocho modernas bicis esperan que los visitantes del pueblo alquilen alguna para hacer los recorridos urbanos propuestos. Es una forma de ingresos que busca recuperar las inversiones realizadas y atraer visitantes de la próxima ciudad de Madrid para que se acerquen a pasar los festivos en mi pueblo. La inversión en un gran circuito urbano ha sido millonaria para disfrute de vecinos y visitantes. Obligar a usar el casco significa que hay que multar a los que no lo hagan y eso es una forma disuasoria que entraría en contradicción con el fomento del uso de la bici, convertida en emblema de la vida sana, sin humos, etc. Si no te atropellan, claro.

El uso de la bici es sano; eso es indudable. Pero es más sano hacerlo en las zonas preparadas, parques, circuitos, etc. a la vista de los accidentes en ciudades especialmente peligrosas por su trazados, velocidades medias, etc. Y eso es mucho más caro.
No recuerdo un solo caso en el que la oposición al uso de un mecanismo de seguridad suscitara tan variopintas muestras de rechazo. Madrid, por ejemplo, es una ciudad muy peligrosa para las bicicletas. Puede que el casco sirva de poco en muchos golpes, pero eso no ha sido nunca un obstáculo para la aceptación de otros mecanismos de seguridad en distintos vehículos si contribuía a limitar los daños posibles. Fomentar el uso de la bici en las ciudades sin invertir en las infraestructuras es crear el caldo de cultivo para más accidentes.
La politización de la bici es un ejemplo más de la irracionalidad de nuestra política al mostrarnos la variedad de los argumentos que camuflan los intereses reales. El diario El País explicaba ayer mismo:

El pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado por unanimidad una declaración institucional en contra del uso obligatorio del casco para ciclistas en vías urbanas, tal y como propone la Dirección General de Tráfico (DGT) en su borrador de modificación del Reglamento General de Circulación. Así, el Partido Popular, el Partido Socialista, Izquierda Unida y Unión Progreso y Democracia “instan al Gobierno (PP) a reconsiderar esta propuesta, teniendo en cuenta las opiniones de usuarios y asociaciones a favor de implantar medidas de seguridad activas para mejorar la prevención de los accidentes”.
En la declaración institucional se afirma que “el uso del casco no es exigible en los países con un elevado uso de la bicicleta como medio de transporte”, y se apunta que su imposición “afectará negativamente tanto al uso del servicio público de alquiler”, que en este momento no existe en Madrid, “como al de la bicicleta particular”. “Todo ello podría conllevar una reducción de usuarios, y por tanto una disminución de seguridad de los ciclistas”, se añade, que afectaría “a los negocios y puestos de trabajo directamente relacionados con el sector”.***

Debo confesar que las razones de muchos argumentos se me escapan. No entiendo que el que haya más usuarios implique más seguridad, pues lo lógico es lo contrario. Además si disminuye el número de vehículos motorizados, aumentará la velocidad de circulación. Hay países muchos más educados al volante que el nuestro; no es solo el número. No entiendo que se anteponga el "alquiler" (mi universidad, por ejemplo, tiene servicio de alquiler de bicicletas en el campus) a la seguridad o que se antepongan los "negocios" cuando esos argumentos no se han aceptado nunca respecto a la seguridad de las personas. Me imagino que fabricar cascos también será una industria y que tendrá también sus puestos de trabajo.
Se puede llevar casco o no. Pero lo irritante son los argumentos que unos y otros utilizan.No sé si la muerte de anoche hará reflexionar a alguien o si la política seguirá siendo, una vez más, el arte de ignorar la realidad.

* "Muere un ciclista tras ser atropellado por un coche patrulla de la Policía Nacional" El Mundo 28/05/2013 http://www.elmundo.es/elmundo/2013/05/28/madrid/1369694581.html
** "El Congreso respalda el uso obligatorio del casco en bici" Heraldo 07/05/2013 http://www.heraldo.es/noticias/nacional/2013/05/07/rechazada_propuesta_hacer_obligatorio_casco_bici_ciudad_233290_305.html
*** "Madrid se opone al uso obligatorio del casco para ciclistas en vías urbanas" El País 27/05/2013 http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/05/27/madrid/1369659752_974114.html






lunes, 27 de mayo de 2013

España, Alemania y el crédito fantasma

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Se veía venir. Nos llamó la atención hace tiempo que uno de los altos representantes de la banca española dijera tranquilamente —es esencial que la banca diga las cosas tranquilamente— que el hecho de que los bancos hubieran mejorado su situación no significaba que fueran a dar dinero. Y ¡vaya si lo han cumplido!
En enero, Rehn ya había señalado —con estas mismas palabras— que "el cuello de botella en España era el crédito caro y escaso" [ver entrada]. En diciembre, Ángel Ron, presidente del Banco Popular, hacía un "ejercicio de sinceridad", como él lo calificaba y señalaba: " Para que vuelva el crédito no sólo se tiene que dar el hecho de que la banca esté saneada, sino también que la economía esté mejor. Si los planes de empresas y los gastos familiares no se soportan con un escenario que vaya a mejor, la prudencia llevará a extremar las condiciones de la financiación." [ver entrada] Se están pasando de prudencia.
Nada hay más prudente que un banquero prudente; por el mismo motivo, nada hay más imprudente que un banquero imprudente. Cuando los bancos no representan la mesura, sino la especulación, malo para todos. Y la "mesura" no significa encerrarse en un castillo, sino cumplir su función de financiación dentro del sistema.
Todo gira hoy sobre la falta de crédito. Se hacen los ajustes, se mejoran situaciones con gran sacrificio, se exporta más... Y la banca sigue en su torre de marfil y con cara de póker. El diario económico Cinco días cerraba su editorial, titulado "Empresas y familias, dispuestas para el crédito", con este análisis:

Dando por buenos los cálculos del umbral de la estabilidad en el apalancamiento privado en el entorno de 1,4 billones de euros o un 125% del PIB, el camino a recorrer es ya más corto, y la economía estaría cerca de su saneamiento total en materia de deuda. Estaría preparada para volver a tomar crédito y crecer. Pero para ello no es solo necesario que los agentes privados culminan su desapalancamiento: la banca tiene que recuperar la buena costumbre de dar crédito, una vez que está convenientemente capitalizada, bien por medios propios bien por esfuerzo de los contribuyentes. Es una necesidad vital para los hogares y las pequeñas empresas. Con el ahorro difícilmente se puede financiar la inversión.*


Llamar "buena costumbre" al crédito no deja de ser una ironía, que la banca se merece. Efectivamente, sin inversiones difícilmente se puede recuperar las empresas. El terrible filtro de la supervivencia en la crisis debe haber mostrado cuáles son las que pueden crecer y merecen el crédito. Pero la banca parece que tiene otros planes, difícilmente comprensibles para los demás. Tanta atención crediticia al sector inmobiliario —en construcción y adquisición— parece haberles arruinado el gusto evaluador en la concesión a empresas de otro tipo.
Así lo entienden los ingenieros españoles, insertados en el corazón productivo de las pymes, que carecen de los avales necesarios para poder optar a los concursos internacionales. Los avales van, una vez más, a las inmobiliarias:

Pero encontrar hueco en los consorcios no es la única reivindicación de la ingeniería. Muchas de ellas, según explica Pedro Canalejo, vicepresidente de Tecniberia, “están chocando con la falta de avales para optar a contratos internacionales”. Desde la patronal se demanda apoyo al ICO, Cesce, Icex y, por extensión, a Cofides. También se ve como una solución un mayor protagonismo de las sociedades de garantía recíproca. “El ICO está emitiendo avales para proyectos a partir de diez millones, una solución válida para las constructoras pero que no cubre las necesidades de las ingenierías”, explica Canalejo.**


Hace unos días recogíamos aquí cómo un empresario había tenido que dejar un contrato que había ganado en un concurso internacional porque no logró la financiación necesaria; lo tuvo que ceder a una empresa alemana para no ser penalizado. Todos los indicadores señalan que se dan las condiciones para que se pueda producir la vuelta del crédito a las empresas, que se ha acelerado el brutal reajuste y muchas empresas están en condiciones angustiosas de recibir los créditos que les permitan aumentar su producción, crear empleo y activar el consumo interno. Pero la banca no mueve ficha.
La noticia que aparece hoy en toda la prensa es la posibilidad de que Alemania pueda financiar con ese dinero que obtienen más barato al ICO para que lo que no hace la banca española lo hagan ellos, hacer llegar el dinero a las pequeñas empresas. Señala El País:

Según la nueva edición del semanario Der Spiegel, fechado el lunes 27, la canciller Angela Merkel y el ministro de Hacienda Wolfgang Schäuble -ambos democristianos (CDU)- quieren que el Banco de Fomento (KfW), una entidad pública alemana, conceda préstamos millonarios a las instituciones equivalentes de España, Portugal o Grecia. La condición sería que se haga llegar el dinero a las pequeñas y medianas empresas ahogadas por la falta de liquidez.
Estos créditos serían más baratos que los de los mercados financieros privados. Según Der Spiegel, la potencia exportadora centroeuropea está preocupada por el declive de su imagen entre sus socios del sur, que también son grandes clientes de productos alemanes. Así se quieren liberar de la “idea en auge de que {Alemania} es la despiadada campeona de la austeridad”. El sur de Europa podría así beneficiarse de los bajos intereses que paga Alemania por endeudarse. Esto préstamos necesitarían la aprobación de los diputados de la Cámara baja (Bundestag).***


De salir adelante esta medida, la banca española sería "puenteada" institucionalmente por la alemana en un insólito ejercicio financiero. El dinero llegaría más barato al ICO y más barato a las empresas. Para Alemania es una operación redonda porque puede intervenir a través del crédito manteniendo sus políticas generales de "austeridad". Tiene también un componente de "imagen", indudablemente, pero esto no debe ser un obstáculo porque mejorar la imagen de Alemania en la Unión sería un gasto en publicidad bastante mayor que la posible inversión en empresas. Y Alemania controla así su propio crédito y no tiene que estar peleándose para controlar al Banco Central Europeo, que siempre es una maniobra más ruidosa y peligrosa. La inversión en PYMES, frenada, se reactivaría poniendo en marcha la creación de empleo; sería una forma de acelerar la recuperación. Mediante este tipo de ayudas, además, Alemania se asegura que la política económica europea vaya por la senda correcta. No necesita "enmendar" su discurso oficial, pero estimula el crecimiento ante la debilidad mostrada para recuperarse. Alemania también necesita que el "Sur" se reactive, pues la larga duración de esta crisis no beneficia a nadie.



Alemania parece haber elegido el momento adecuado, de menor riesgo, para esta operación. Bajo el expresivo título "El desapalancamiento privado mete la directa", se señale en Cinco días:

Un vistazo a la estructura y tamaño del endeudamiento privado ofrecido por el Banco de España revela que la meta no puede estar muy lejos, pues desde los máximos de deuda tomada por empresas y familias (en 2008) hasta ahora la reducción del saldo vivo es muy severa. Nada menos que 25,4 puntos de PIB ha descendido, desde un 171,9% del PIB en 2008 hasta el 146,5% del PIB actual.
Los cálculos académicos siempre consideraron que el nivel de deuda privada al que la economía debería descender para poder retomar el crecimiento debería estar cercano a 1,4 billones de euros. De ser así, y de mantenerse el ritmo de desendeudamiento, aún faltaría el efecto del resto de este año: ahora el crédito privado vivo es de 1,55 billones de euros.***

Según todos los análisis, es el crédito lo que está faltando para que la crisis pase a la fase de recuperación que permita crear empleo en empresas viables. La mayor parte de la sociedad española ha realizado sus sacrificios para que se pueda volver al crecimiento. Que la banca alemana apueste por lo que no lo hace la española no deja de ser un despropósito y una aclaración interesante. Además de haber fomentado las burbujas inmobiliarias y desmanes financieros, no está claro cuál es su aspiración de futuro. Parece que la banca española tiene su propia estrategia de desarrollo y está condicionando a través del crédito la que pudiera tener el resto. Vamos a ver cómo reacciona ante esta "intromisión" alemana.
Es el momento de la PYMES, de la tecnológicas, de las ingenierías, de la nueva agricultura, de aprovechar la formación de los jóvenes profesionales para crear un modelo distinto al tándem ladrillo-turismo, tan querido por unos y otros. Hay que orientar esto de otra manera. A ver si es posible.

* "Empresas y familias, dispuestas para el crédito" Cinco días 25
7/05/2013 http://cincodias.com/cincodias/2013/05/24/mercados/1369421648_236227.html
** "Las ingenierías buscan más apoyo de la banca pública para ir al exterior"
*** "Alemania estudia prestar dinero a las pymes de España y Portugal" El País 27/05/2013 http://economia.elpais.com/economia/2013/05/26/actualidad/1369594448_730847.html
**** "El desapalancamiento privado mete la directa" Cinco Días 27/05/2013 http://cincodias.com/cincodias/2013/05/24/economia/1369409509_356200.html