jueves, 28 de febrero de 2013

Hecho en el futuro

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La revista Investigación y Ciencia de este mes de febrero incluye una entrevista con Brian David Johnson, al que califica como "vidente profesional", contratado por la empresa Intel. El trabajo de Johnson es "imaginarse" el futuro, tratar de ver por dónde se estará en la década de los veinte de este siglo para que la compañía lo prepare. Desde los años sesenta, en los que se inventó el término "futurólogo" para calificar a estos profesionales de la anticipación, prever el futuro se ha hecho imprescindible para el éxito de las grandes compañías y proyectos. Le preguntan a Johnson:

¿Cuál es el error más extendido sobre el futuro?
Mucha gente cree que ya está decidido, y le piden al futurólogo que haga una predicción. Pero el futuro es bastante más complicado. El futuro se mueve sin cesar: no es ese punto fijo hacia el que todos, de algún modo. corremos sin poder evitarlo. El futuro lo hacen día tras día los actos de las personas, y por ello tenemos que participar activamente en él.  La mejor manera de influir en el futuro es hablar de él con la familia, los amigos, el Gobierno.*


La idea de que el futuro lo construimos entre todos debería ser estimulante y, sin embargo, suele ocurrir lo contrario. El futuro suele traernos angustia en función de la incertidumbre que nos produzca. Tiene razón Johnson; hay que hablar con la familia, amigos y gobiernos. Sin embargo, la parte conflictiva del futuro es precisamente el tipo de interacción que se produzca en esos encuentros. Si todas las personas con las que nos encontramos nos dijeran "¡Oh, qué buena idea!" por respuesta a lo que les expusiéramos, el futuro desde luego no se vería problemático. Pero si tu familia es la Corleone, tus amigos no dejan de pedirte dinero —sin devolvértelo—, y el gobierno es dictatorial, tu futuro es complicado. Por el contrario, si la familia te apoya, los amigos te quieren y tu gobierno toma medidas que te benefician siempre, el futuro deja de preocuparte. El futuro, en este caso, se hace solo y es de color de rosa.


Pero Johnson no tiene como función determinar la futura felicidad. Él habla de "influir" en el futuro y esa influencia tiene muchas posibles caras e innumerables efectos. Como sueño disputado, el futuro se complica en función del tamaño de la propia disputa. El hecho mismo de que existan múltiples deseos de futuro lo complica. Por eso hace bien en recomendar el diálogo ya que el futuro se decide en el presente, eliminado o elevando obstáculos. Es el acto de la siembra el que determina la cosecha.

Lo malo es cuando lo que se siembra es dudoso y en un mal momento. Lo ocurrido entre el PSC y el PSOE tiene una gran trascendencia para todos. Es un acto de siembra incierto; no genera seguridad en el futuro sino que lo oscurece con incertidumbre generalizada. Esa incertidumbre, además, tendrá un peso sobre otros muchos actos y situaciones. Ha comenzado una línea temporal de posibilidades de futuro. Cuando decimos de algo que es "imprevisible", solemos querer decir lo contrario, que nuestras expectativas son sombrías. El ABC nos cuenta:

En la mayoría de la familia socialista, al menos en la parlamentaria, ayer prevalecía el abatimiento ante las malas perspectivas de solución a lo que consideran una embestida del PSC que, -como admitía en los pasillos de la Cámara un veterano del PSOE- «se veía venir». «Sabíamos que esto iba a pasar de un momento a otro», añadía el diputado, lamentando la falta de reflejos que ha tenido Ferraz para reconducirlo a tiempo. El pesar por la falta de acción del aparato de Rubalcaba es un clamor.**


No deja de ser curiosa que la forma de describir la situación sea en términos "familiares", aunque sea metafóricamente. De familia que no se habla. La "familia abatida" de que nos habla ABC lleva tiempo desestructurada y con el futuro cayéndoles sobre la cabeza como al que le cae un piano en una mudanza. De repente, todos se convierten en adivinos a posteriori; todo se temían lo que ocurriría, lo "veían venir". Y, sí, claro que se veía venir.

Solo los que piensan que el futuro se "hace en el futuro", es decir, quienes lo niegan o quienes se niegan a reconocer que lo fabrican con sus actos día a día pueden decir que están sorprendidos por lo que les ocurre. El futuro se hace siempre por encargo; es como un telepizza. Puede que tarde más o menos en llegar, pero llega donde es reclamado. Quizá no venga todo tal como lo hemos pedido, pero ese el riesgo de no tener ganas de cocinar esa noche o de no haber sido previsores en las compras y tener la nevera vacía.
La idea de "influir" en el futuro es obvia. Todo lo que hacemos influye en él, como no podía ser de otra manera. La cuestión radica en que comprendamos algo tan sencillo como que lo que hacemos siempre tiene "consecuencias", que es otra forma de llamar al futuro. Los futurólogos nos recomiendan, como Johnson, actuar en el presente para traer un futuro en condiciones. Familia, amigos y gobierno.


La receta es sencilla. Lo malo es que lo que ocurre hoy siempre comenzó hace tiempo, en un momento en el que pensábamos que las consecuencias de lo que hacíamos no nos llegaría en forma de futuro inesperado. Todo es eco. No hay que temer al futuro; tenemos que temernos a nosotros mismos.

* "Brian David Johnson: Un vidente profesional" (entrevista), Investigación y Ciencia nº 437 febrero 2013, pp. 40-43.
** "El PSC midió el daño a Rubalcaba pero decidió 'por unanimidad' desobedecerle" ABC 28/02/2013 http://www.abc.es/espana/20130228/abci-consulta-psoe-201302271805.html




miércoles, 27 de febrero de 2013

Demasiadas cosas y todas raras

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Hoy todo me parece revuelto. Regreso de dar una charla en un biblio fórum sobre la obra de Heinrich Böll, El honor perdido de Katharina Blum,  y no puedo enfrentarme a lo que los periódicos o las televisiones me muestran sin una sensación de extrañamiento, más allá de lo brechtiano. Los que conocen la obra de Böll saben que trata sobre la manipulación informativa y sus efectos. Me siento como Katharina Blum, por la extrañeza que me produce todo lo que me cuentan y muestran; no sé ya de qué país me hablan, no me reconozco. Como escribió Böll en la obra: «[...] ¡ocurren tantas cosas en primer plano! Pero más aún en segundo plano.»* (103) Sí, todo se acumula; ocurren demasiadas cosas, demasiados "planos", y todos  raros.

Es raro que Luis Bárcenas "demande al PP por despido improcedente", como señalan casi todos los titulares de la prensa. A las disputas ideológicas de toda la vida le suceden ahora las reivindicaciones laborales. Ya no hay expulsiones, sino despidos; no se debaten ideas —solo hay una—, sino el finiquito. El "hombre de la peineta" y las cuentas suizas se ha vuelto reivindicativo y quién sabe si hasta sindicalista. Cosas peores y más raras se han visto.
Hoy pasé por delante de su casa en el barrio de Salamanca y me dio mucha pena ver a los periodistas montando guardia con cámaras y más cámaras con la esperanza de captarle de nuevo otra peineta con dedicatoria y mandarla a sus informativos. Les guste o no, todos acaban como paparazzi,  haciendo guardia delante de un domicilio o de un juzgado por si entran o salen políticos, tesoreros o duques. Los vecinos de la casa, según cuenta la revista del barrio, Zona Retiro, confiesan estar hartos de Luis Bácernas. Eso de tener veinte periodistas de guardia permanente en la puerta, como si fuera la casa de la Pantoja, no les hace gracia. Del "cerco" al "circo" informativo; de la "prensa del corazón" a la del "infarto". Sí, un día nos da algo.

Me encuentro también con que a Carme Chacón la rodean igualmente los miembros de la prensa. La pobre se ha visto en la poco deseable situación de tener que elegir entre sus compañeros locales, que van al desastre autista —más que secesionista— y sus compañeros globales, que la temen por si le mueve silla a Pérez Rubalcaba, quien después del debate de la nación debe estar absolutamente desesperado con ese siete por ciento de reconocimiento que le daban los estudios del CIS. Recogía el diario El País los desastroso resultados del debate:

La mayoría de los ciudadanos, el 39,1%, cree que ningún político logró imponerse en el debate sobre el estado de la nación celebrado los pasados miércoles y jueves, según un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) difundido hoy. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se sitúa en cualquier caso, con un 34, 6% de las preferencias, muy por delante del líder del principal partido de la oposición, el secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba, elegido por el 7,7% de los encuestados. La ventaja del presidente es de 26,9 puntos en términos generales. Según el 16,% de los votantes del PSOE, en cambio, Rajoy y Rubalcaba empataron, mientras alrededor del 50% cree que no ganó nadie.**


Me despista un poco el último dato, porque supongo que "empatar" quiere decir que "no ganó nadie". Raro, ¿lo ven? A Chacón no la cree nadie porque es la persona que más se retira, dicen. Los comentaristas de RTVE, ya en la noche, opinan todos que "ha hecho mal" o "muy mal", que tenía que votar en contra de sus compañeros y decirles que es demasiado "secesionismo" la secesión del PSOE y de España de una tacada, aunque es lo lógico. Este país está resultando tan incongruente que a lo mejor Cataluña se separa de España y el PSC, en cambio, se mantiene unido al PSOE, incluso se fusionan después de toda una vida federalista. A lo mejor iban por ahí los tiros del otro día sobre lo del Partido Socialista Europeo, lo de "más Europa" de Pérez Rubalcaba, y el cambio de nombre del PSOE. Son los movimientos en segundo plano, los bonsáis que no dejan ver el bosque.


Carme Chacón se ha quedado "sola", triste y sola, con sus compañeros (por llamarlos algo) del PSC. Ha conseguido que los del PSC la consideren una traidora y los de PSOE una arribista dispuesta a desembarcar para barrer a Pérez Rubalcaba. También es raro. ¡Cómo está la tropa!
No comparto las críticas que le hacen. Creo que Chacón no tenía muchas alternativas y que han tratado de dejarla fuera de juego, inhabilitarla allí y aquí. Creo —y lo digo sin ironía— que se la han jugado. La política interna de los partidos es mucho más a cara de perro que la exterior, que al menos tiene el desahogo de poder gritar. Las puñaladas de los tuyos las recibes con una sonrisa en los labios y diciendo "pa-ta-ti-tas".


La Vanguardia es el medio que mejor ha entendido esta incongruencia permanente y lo ha hecho mostrando con tres titulares en batería: "Navarro insta a Chacón a decidir si puede seguir representando al PSC", "Rubalcaba frena la presión para romper con el PSC" y "El PSOE advierte que sancionará a los diputados díscolos". En el primero de ellos se da cuenta de la puñalada trapera de los colegas, que no se preguntan si ellos han representado alguna vez a la gente que creía votarles para que defendieran la unión de Cataluña con el resto de España. En el segundo se da cuenta de la puñalada de Pérez Rubalcaba a Carme Chacón al no respaldarla en su "soledad sonora" y dejarla más sola que la una, que daba pena verla rodeada de periodistas intentado explicar —con la voz tomada por la rabia— que ella no iba a ser cómplice del abandono de los socialistas a sus votantes catalanes, que les han votado siempre para permanecer en el conjunto y no para hacer "soberanismo", "secesionismo", "referendismo" o, ese eufemismo cursi del "derecho a decidir" que confunde "independentismo" con "interrupción del embarazo", otro eufemismo, pero de gran valor simbólico. Por último, hay que verle la cara a Elena Valenciano confirmando a los periodistas que les van a poner "doscientos euros" de multa, ¡como sanción!, a los llamados "díscolos", nombre insólito y divertido para referirse a los que han votado. ¡Discolos! Me imagino que Artur Mas habrá dicho que no se preocupen, que los pone él.
No nos dejan respirar. ¡Ay, Mediterráneo!, ¿qué tienen tus aguas? Es el Sur indómito.

* Heinrich Böll (2010): El honor perdido de Katharina Blum. Espasa Calpe, Madrid. [1974, 1985]
** "La mayoría cree que no hubo un claro ganador del debate, según el CIS" El País 23/02/2013 http://politica.elpais.com/politica/2013/02/23/actualidad/1361616406_773948.html




El novelista alemán Heinrich Böll, premio Nobel

martes, 26 de febrero de 2013

La familia (y unos más)

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Durante décadas las familias españolas tenían una amplitud que iba desde el solitario hijo o hija "únicos" hasta el tope de "familia numerosa", cifra marcaba año tras año, de forma implacable, la familia Fragoso del Toro, que batía todos los récords. Una familia era, pues, un matrimonio (no valían parejas entonces) que tenía de un hijo hasta el número que hubieran tenido los Fragoso del Toro ese año. 
Recuerdo que cada año llegaba a casa la felicitación navideña de los Fragoso, consistente en una fotografía de toda la familia  y nos poníamos a contarlos porque a nosotros —que éramos tres hermanos y nos quedábamos en las puertas de la "familia numerosa" oficial mínima— nos parecían una enormidad y se podía soñar no ya en riñas de hermanos, sino en gigantescas batallas en las que hubiera infantería, artillería y hasta caballería, que entonces con el palo de una escoba ya tenías bastante. 
Los Fragoso del Toro arrasaban todo los años en esta modalidad y se llevaban de calle los premios de Natalidad, que eran algo que se concedía entonces y que hoy sería considerado extemporáneo porque el progreso, nos decían los que habían leído a Wilhelm Reich, era el placer sin descendencia. Y a eso, claro, muchos sí se apuntaban. 


Chiste de J. Fragoso del Toro, "Chuchi"

Jesús Fragoso del Toro, conocido como "Chuchi", fue celebrado periodista deportivo —Marca y As—, dibujante y escritor, cuñado de Miguel Delibes, y padre de veinte hijos. Con el padre y la madre de porteros podían jugar partidos de fútbol ellos solitos.
Antes, cuando veías a una persona que trabajaba sin parar se decía "¡tiene cinco hijos!" o los que fueran. El llamado "pluriempleo" —¡qué tiempos!— consistía en que la gente tenía que tener tantos trabajos como hijos dividido por dos, que era una fórmula que funcionaba bien para el cálculo. Que tenías cuatro hijos, pues necesitaban dos trabajos; seis, pues tres.  O que te ascendieran en alguno, que con eso salían los decimales. Y así llegaban a fin de mes y, si no llegaban, para eso estaba el Monte de Piedad y los pendientes de tu abuela o similares, que permitían pasar los días finales con menos apuros. Es la España en blanco y negro que no nos gusta recordar. Hoy tenemos color y, aunque se ha reducido drásticamente el tamaño de las familias, las denuncias de nepotismo se suceden. Tenemos "color" y sonrojo.


Ha destapado el diario ABC otro caso de la corrupción más universal que es la "colocación familiar". Ha ocurrido además en el seno de una institución tan sería como la Academia Gallega de la Lengua en la que se ha descubierto que además de hablar todos gallego, lo habían aprendido en el mismo sitio. Nos cuenta el diario:


Pese a que los intentos por que la propia institución o alguno de sus empleados confirmase extremo alguno fueron inútiles, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, uno de los empleados de la Casa-Museo Emilia Pardo Bazán, ubicada en la sede de la propia Academia en la coruñesa calle de Tabernas, responde al nombre de Manuel González Prieto, hijo del Manuel González González, tesorero de la RAG bajo la dirección de Xosé Luis Méndez Ferrín.
Con ellos son tres los hijos de los principales responsables de la Academia que forman o han formado parte de las 33 nóminas declaradas por esta. La hija pequeña del presidente se ocupó, al menos hasta enero de este año, de la página web que aloja boletines, información institucional y diaria y el diccionario elaborado por los académicos. En idéntico periodo lo hizo Alberto Lema, licenciado en filología y pareja de la hija del presidente.
Los hijos de los número dos y tres de la directiva académica están actualmente en nómina, extremo contrastado por este medio en la correspondiente al mes de febrero.*




Ya han comenzado las dimisiones que serán, además, dramáticas porque saldrán familias enteras a la calle dejando la institución desolada y a las familias igual de unidas pero en casa. En ABC, en cambio, no dimitirá nadie por redactar de esa manera.

Esto de meter a los hijos en los trabajos es el verdadero aliciente del poder y algo de "principesco" sí tiene el asunto. En un país con más del cincuenta por ciento de sus jóvenes en paro y con un veinticinco por ciento de paro general, tener a los hijos colocados es algo que permite dormir mejor. Yo, que tengo a dos hijos en edad de estar parados, lo entiendo perfectamente. Pero la verdad es que esto del "nepotismo" se está ampliando. Aquí hay que encontrar trabajo hasta para Iñaki Urdangarín, al que, sin problemas para llegar a final de mes, querían colocar para dar ejemplo de laboriosidad. Dice en el diario El Mundo "Su Alteza Serenísima la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein" (lo ponen tan historiado porque tienen la exclusiva) que

"Fui la primera sorprendida cuando Iñaki no aceptó el trabajo. Yo sólo traté de encontrarle un empleo digno", afirma la princesa, que entre 2004 y 2005 intentó conseguir para Urdangarín la presidencia del capítulo español de la prestigiosa Fundación Laureus, que otorga anualmente los denominados óscar del deporte. "Yo sólo traté de ayudarle a encontrar, tal como me pidió, un empleo compatible con su posición", agrega la princesa.**


"Su Alteza Serenísima la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein" no es familia, pero como si lo fuera. La posición ofrecida debió parecerle al advenedizo duque poco "compatible" o muy "florero", expresión que hay que consolidar para ámbitos más amplios, por lo que decidió —¡en mala hora!— lanzarse a la economía práctica, medio independizarse.

Se empieza por decir "¡qué no haría uno por los hijos!" y continuamos con los yernos, las novias de los primos, los primos de las novias, etc., y al final nos ha salido más familia que a Jesús Fragoso del Toro que era un ejemplo nacional de dedicación y entrega familiar.
Aquella famosa película "La gran familia" y su secuela "La familia y uno más" representaba a familias luchando por llegar a fin de mes, cargadas de hijos, pero contentos. Hemos pasado del "pluriempleo" de mañana y tarde y de llevarse trabajo a casa, a los "miniempleos" que son como Zenón y la tortuga, la mitad de la mitad de la mitad. Por eso sienta mal que "coloquen" así a la familia y que, además de colocarla, lo hagan con sueldos o en puestos que exceden a los méritos y entrando por las puertas traseras. Como bien decía un chiste, no se sabe si es el árbol genealógico o el organigrama. Luego todo son quejas: que si eran los mejores expedientes, que si yo me salí en la evaluación, que si no sabía que estaba ahí, que si nos habíamos separado, etc.


Hoy el más poderoso es el que puede dar empleos. Y algunos abusan de ello. Lo que nos falla de la clase empresarial, lo ocupan políticos y caciques que colocan y recolocan a su gusto. Y eso les da más poder en un país con cinco millones de parados. La mitad de estas cosas se solucionarían con una política de empleo eficaz y que no se tuviera que buscar uno la vida más allá de lo razonable y lo legal. La familia está muy bien para comer todos juntos los domingos y festivos, pero no debería ser la forma de colocación o adjudicación allí donde no debe.
Esperemos que el gallego no se resienta.

* "La Academia Galega también da empleo a los hijos de su secretario y su tesorero" ABC 25/02/2013 http://www.abc.es/comunidad-galicia/20130220/abcp-academia-galega-tambien-empleo-20130220.html
** "'Traté de encontrar a Iñaki un empleo compatible con su posición'" El Mundo 25/02/2013 http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/23/espana/1361645057.html






lunes, 25 de febrero de 2013

El reclamo interpretativo

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Leo con asombro (voy con la boca abierta permanentemente) en el diario El Mundo que el pueblo de Bélmez ha montado algo extraño —no podía ser de otra manera— que llaman "centro de interpretación de visitantes", financiado con fondos FEDER, para sacarle rendimiento al fenómeno de la aparición de las famosas caras, uno de los fraudes mayores de la historia de España. Este fue uno de esos fraudes cutres, de los que no había forma de librarse, pero que les servía para sacarse una perrillas de las de entonces permitiendo entrar a la prensa en la cocina donde se manifestaban aquellas caritas. Era la España del subdesarrollo que saltaba a las páginas sensacionalistas. Hasta el obispo intervino entonces para acabar con toda aquella tontería que crecía y crecía, aprovechándose de la credulidad y la incultura. 
Pero ahora la cuestión ha cambiado. Ya no son las autoridades las que ponen el grito en el cielo ante tamaña ignorancia. Ahora es "motivo turístico", un bien cultural que los políticos protegen, amparan y financian con el dinero público. Recoge el diario El Mundo las declaraciones de las autoridades responsables en el acto inaugural del "centro":

"No podemos separar la historia de este municipio de este suceso, que ha atraído a esta tierra a una gran cantidad de interesados y curiosos que, además, siguen llegando cuarenta años después", decía durante la inauguración del edificio Francisco Reyes, presidente de la administración provincial, que ha puesto el 25 por ciento de los 850.000 euros que ha costado el proyecto.*

Este determinismo histórico, casi fatalismo, nos pierde. El argumento dado por el responsable de la diputación es de una pobreza escandalosa viniendo de un político que mira poco a otro futuro posible y se rinde ante el peso de algo que, con cierto rubor, podemos llamar "historia". No es el "peso de la historia"; es la falta de imaginación y el seguir dando vueltas enganchados a la noria. Tiene que haber opciones para un pueblo que seguro que sabe hacer, puede hacer algo más que recibir visitantes y contarles cómo aparecían "caras" en el suelo y paredes de una casa.
Animados por el fenómeno del Ecce homo —que al menos no pretende ser paranormal—, Bélmez ha decidido que la historia es la historia y las perras, las perras; que lo que dio pesetas entonces, dé euros ahora. Han invertido esos fondos europeos, más el dinero que han logrado de las administraciones, y han montado ese extraño "centro de interpretación". Parece que están dispuestos a ser el Roswell andaluz. Harán camisetas, chapas y llaveros.
Una y otra vez se repite el mismo modelo. No hace mucho, dábamos la noticia del pueblo de Soria que se había hecho construir un dinosaurio de tamaño natural para atraer gente. Como el dinosaurio se vía a kilómetros de distancia, desde las carreteras alejadas, alguien les llegaría a pasar la tarde cuando haga bueno. Al menos les quedaba el consuelo de que iban por la vía científico recreativa, por dar a conocer los fósiles de la zona, y no por la del timo paranormal institucionalizado. Los de Bélmez son "fósiles" de otro tipo.


El truco está en llamarlo "centro de interpretación". Así no tienes que comprometerte tú con lo que hay allí, sino con lo que otros "han interpretado", digo yo. De esa manera asciendes un peldaño explicativo y te limitas a recoger los materiales periodísticos, bibliográficos, reportajes televisivos, etc. que las manchas de la casa han suscitado, que no es poco. Allí, los visitantes recibirán charlas explicativa sobre cómo en aquel pueblo se manifestaba lo que no se manifestaba en otros; allí se les dirá que la comunidad científica ha estado dividida entre dos señores que certificaban la autenticidad de las caras al no haber explicación y el resto de la humanidad, para los que está completamente explicado. Allí se les dirá que "algunos" creen que aquellas caras son manifestaciones de los que fallecieron entre aquellas modestas paredes; otros, en cambio, no creen que pueda ser así. Hay mucha polémica y la polémica es buena, les dirán. Hemos montado esto para que ustedes, ahora, estén bien informados.


En 2010, cuando surgió la noticia de que se iba a construir el "Centro de interpretación de la caras de Bélmez", en su blog sobre "fenómenos extraños" de El Mundo, Javier Cavanilles titulaba su artículo sin tapujos "Bélmez, la trola del millón de euros". Escribía: « Y para añadir insulto a la herida, lo construirán en los terrenos de la antigua escuela. Vaya una metáfora.»** Cavanilles iba más allá y veía manos interesadas. No se mordió la lengua, desde luego. Respecto al proyecto y sus consecuencias, señaló entonces:

[...] no es un centro de interpretación, es un imán para ignorantes a los que sacar los cuartos y que vamos a pagar entre todos. Además, ni siquiera ayudará al pueblo. Se forrarán los de los bares, el kiosko y la panadería, y poco más. Porque en Bélmez no hay nada que ver ni nada que hacer, y ellos han decidido dilapidar el dinero en una trampa para incautos. El dinero se irá en construir un edificio que, por el precio, parece de Calatrava. Luego vendrán los costes (luz, agua, mantenimiento, el encargado…) pero ¿los beneficios? Nunca los habrá. Les saldría más rentable comprar acciones del Santander que desperdiciar el dinero en ese homenaje al sinsentido.**

El tiempo solo tiene que decirnos una parte. La del fraude no tiene que confirmarlo, solo si es rentable, que es de lo que se trata. La moralidad de los asuntos es algo que para muchos queda al margen. Se trata de cómo hacer dinero, no de con qué ni cómo. Bélmez no tiene reparo en pasar a la historia como ese "imán de ignorantes", tal como lo calificó Cavanilles con acierto. Y allí tenemos a nuestros progresistas políticos, consiguiendo financiación, poniendo dinero, en la construcción de ese "centro". ¿Qué más da?


Sin embargo, son estos gestos los que nos definen. Igual que el Ecce Homo superó a todas las campañas institucionales de la "marca España", las caras de Bélmez son un recordatorio indeseado de la España oscura y oscurecida por las acciones de aprovechados y sin escrúpulos. El subterfugio del "centro de interpretación" nos permite comprender hasta qué punto se retuercen las palabras para ocultar la desidia, la falta de imaginación o los intereses en un pueblo que vuelve año tras año a buscar su sustento en un fraude infame, demostrado hasta la saciedad por los científicos que han tenido el sentido del humor o el hartazgo de dedicar horas de su vida a tamaña estupidez.
De nuevo los políticos se muestran faltos de aspiraciones, alejados de ideas de renovación, de mejora. Con buenos trajes y camisas, con sus flamantes corbatas modernas, estos progresistas van a inaugurar ese centro retrógrado y oscurantista bien iluminado con sus luces y proyectores digitales. Cuando se les pregunta sobre el fraude al que han puesto escenario escurren el bulto:

La Diputación –y el Ayuntamiento, con su alcalde socialista, Pedro Justicia, a la cabeza– prefiere, no obstante, obviar esta cuestión [el fraude], vendiendo el centro como un elemento turístico más dentro de la oferta del Parque Natural de Sierra Mágina. "Es un reclamo más dentro de un destino que se está perfilando a lo largo de los últimos años como uno de los más valorados por quienes visitan la provincia de Jaén", apuntaba [Francisco] Reyes [el presidente de la Diputación de Jaén].


Lo peor de todo esto es que al construir el Centro se condenan a tener que promocionarlo, a publicitarlo para que acudan los visitantes y mantenerlo activo; su futuro es su pasado, un pasado oscurantista. En poco tiempo, es probable que se repita algún fenómeno paranormal, alguna psicofonía que les impida dormir, alguna luz extraña al anochecer, que las ranas se comporten de forma anómala y nazca un ternero con cinco patas. Tendrán que intervenir "expertos" y periodistas para dar cuenta de tales fenómenos, y acudirán más turistas en un ciclo sin fin. Ya no se puede parar.

* "Bélmez gasta fondos europeos para construir un centro de interpretación de sus caras" El Mundo http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/24/andalucia/1361731127.html
** Blog  Desde el más allá (más o menos): "Bélmez, la trola del millón de euros" El Mundo 13/06/2010 http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/desde_el_mas_alla/2010/06/13/belmez-la-trola-del-millon-de-euros.html



domingo, 24 de febrero de 2013

Vota Italia

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Veo una y otra vez en la cadena Euronews la escena de Berlusconi en el mitin*. Le escucho decir con firmeza inaudita, con absoluta seriedad: «Siguen diciendo 'Berlusconi vete a casa', y lo cierto es que me ponen en un aprieto, porque no sé a cuál debo irme, tengo 20…» Tras una pausa dramática, esboza solo una ligera sonrisa con la comisura de los labios. Ha vuelto en plena forma para demostrar que sigue siendo el más guapo, el más rico, el más envidiado y un poco más joven. El público responde enfervorizado. ¡Bravo, Silvio! Euronews titula "Berlusconi: el incombustible Cavaliere". Error: Berlusconi es el combustible.
Mientras nuestros políticos esconden sus dineros a buen recaudo, los reciben en sobres funerarios para poder presumir de clase media y solidaridad con los que menos tienen, Silvio Berlusconi les restriega a los que le dicen que se vaya a su casa, que con tantas le ponen en un aprieto... ¿Se imagina alguien algo así en cualquiera de nuestros mítines, congresos, conferencias o saraos políticos? No, sinceramente.


Pero es que Berlusconi vendió siempre lo que los demás no quieren vender, pero sí comprar: éxito. Si le acusaran de plagio de una tesis, como en Alemania, se compraría una Universidad para él solo y se haría nombrar Doctor Honoris Causa, con Rubi del brazo, sin complejos, tranquilamente.
Hay países en los que todo es posible y otros en los que es todo imposible. Mañana hay elecciones en Italia y en Italia todo es posible. Hasta es posible que salga de nuevo Silvio Berlusconi con el apoyo de los que toque, los de siempre u otros, ya se verá. Berlusconi regresa como esos malos de película que los matas una y otra vez y siguen saliendo de debajo del tren que los arroyó, del puente por el que cayeron o de las cenizas del incendio en el que ardieron. No valen estacas; solo la decapitación. Y la cabeza se la corta él.

Sus palabras elogiosas sobre Mussolini —que le recuerdan cada día— son una forma peculiar de hacer campaña que le consigue votos, por extraño que parezca. Berlusconi es el sistema anti-sistema de un solo hombre; obliga a los demás a ser diametralmente diferentes, aburridos, sobrios, o a ser infinitamente extravagantes, algo difícil de alcanzar con naturalidad. Berlusconi es el centro; no el político, sino el de atención, el gran tesoro, su capital. Por eso aprovechó su "descanso" gubernamental para echarse novia.


En Europa, claro, están temblando todos, inversores y políticos de cualquier signo. Tiemblan porque sería como la réplica de un terremoto cuando estás confiado y piensas que ya ha pasado lo peor. La resurrección de Berlusconi sería un problema casi de nivel diplomático porque nunca un presidente de un gobierno democrático ha sido despedido con tanta alegría, sin disimulo. Nadie pudo ocultar su satisfacción. Y él lo utiliza porque así le han dado pie a la revancha y mucha gente ya se frota las manos por lo que pueden ser esos reencuentros políticos europeos, con un Berlusconi con sonrisa de oreja a oreja y una teatralidad subida, dando grandes achuchones y besos a sus enemigos. ¡Ya estoy aquí!


Cuando pienso en Silvio Berlusconi y en la tesitura italiana delante de las urnas, me vienen a la memoria los primeros versos de una vieja canción de Mina, una de sus glorias nacionales, Il pazzo (El tonto):


Sei un pazzo
l'ha detto il dottore
che non posso pensare più a te
e che devo cambiare ossessione
e salvare il salvabile, me.

Italia, en efecto, debe "cambiar de obsesión" y salvar lo salvable, a ella misma. No es que Berlusconi sea buen o mal gobernante. Por encima de eso, supone una forma política degradante para quienes le votan, para el propio sistema, por todo aquello a lo que apela, con lo que juega y representa teatralmente, obscenamente, en un más exagerado cada día.


La anécdota de las "veinte casas" es reveladora de una forma de ser, de hacer política, por si existiera alguna duda. Berlusconi pone su éxito personal como garantía del éxito nacional. Desgraciadamente, con su éxito van también muchas otras cosas más, su forma de entender la vida. El éxito personal, el dinero, no son garantías de sabiduría política, pero cuando se exhiben sí son síntomas de mal gusto.
Italia debería cantarle que, por prescripción del médico, "non posso pensare più a te". Pero Italia siempre ha amado a sus cómicos.

* "Berlusconi: el incombustible Cavaliere" Euronews 20/02/2013 http://es.euronews.com/2013/02/20/berlusconi-el-incombustible-cavaliere





sábado, 23 de febrero de 2013

La portada y la nada (o al fondo hay sitio)

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En la política hay muchas formas de entrar y unas pocas de salir. Entras por padres, hermanos, hijos, cuñados, yernos, primos, primos segundos, ex maridos, suegros, amigos, socios del club, uno que conociste en la mili, el que va contigo al fisio..., unos pocos por error y alguno por vocación. El problema final de la vocación, como bien dice el ministro Wert —que es sociólogo— es que genera desfases en el mercado de trabajo; a lo mejor hay mucha gente que quiere ser político pero no hay puestos para todos. Algunos, sí, van por vocación, pero lo dejan —como las carreras— a la mitad porque les desilusiona, porque es muy dura o porque les han salido una prácticas en una empresa. Todas estas son formas de entrar habituales. La mayor parte entra y ya no sale.
En cuanto a las salidas, el repertorio se reduce mucho: a tu casa, a un consejo de administración, a la cárcel o a un reality. Hay fórmulas intermedias: los que deberían estar en la cárcel pero están en su casa o en un reality. La mayoría se va a su casa al salir; los listillos que se lo han currado acaban en un consejo de administración; los más tontos, en los juzgados o en la cárcel si son ya tontísimos. Ahora está poniéndose de moda lo de los realities, que veremos cuánto da de sí.

Lo digo por la ex concejala de Los Yébenes, la que saltó a la fama no por su verbo político ni por sus acciones en favor de sus vecinos, sino por el envío al móvil de un futbolista local de un vídeo erótico de fabricación casera con ella de protagonista, una campaña personalizada. En estos tiempo virales, lo personal se convierte en general y, como la gripe, pronto lo tuvo todo el mundo o todo el mundo al que le interesó tenerlo. Olvido Hormigos, la concejala, ha decidido dar el salto a la televisión de formato algo mayor pero con la misma vocación de ser admirada. Ella pensaba dimitir, pero las reacciones a su favor al inicio del asunto hicieron que esperara un poco: “Hay cosas mucho peores en política y al fin y al cabo, lo que yo he hecho no es ningún delito. ¿En qué he perjudicado yo a nadie? Soy una víctima”*, dijo al diario El País, que lo recuerda ahora al dar noticia de su salto a Telecinco, la cadena que desde Jesús Gil no tenía estrellas de la política local. Y tiene razón, hay cosas muchísimo peores. No cuestionamos su derecho a usar el móvil como quiera, solo nos llama la atención el giro en su carrera.


Aunque en el comunicado de dimisión alega “motivos personales”, Hormigos ha explicado a sus compañeros del Consistorio que a partir de ahora se va a dedicar a la televisión.

En concreto, la desde ahora exconcejal ha fichado por el reality de Telecinco Mira quién salta, presentado por Jesús Vázquez, en el que un grupo de concursantes famosos aprenderán a realizar saltos de trampolín para competir posteriormente en espectaculares pruebas.
Olvido Hormigos competirá con otros famosos como el torero Víctor Janeiro, hermano de Jesulín de Ubrique; la colaboradora de Sálvame Lydia Lozano y varios exconcursantes de Gran Hermano, entre otros.*



Debo reconocer que la perspectiva de poder ver a cualquier de los citados —y a algunos otros que podrían estar allí tras su paso por la política— lanzándose desde trampolines cada vez más altos hasta quedar paralizados de terror, agarrados a la barandilla gritando, me seduce y me produce cierto alivio imaginativo compensatorio de las ganas de saltar al vacío que ellos me causan cada día cuando escucho o leo sus actos y ocurrencias.

¿Hay algo más "personal", como dice Hormigos, que querer salir en la tele?  ¿No es eso, al fin y al cabo, lo que quieren muchos? La cuestión de los políticos y los medios se centra en quién busca a quién; si eres tú el que los busca a ellos o son ellos los que te buscan a ti. En una primera fase, tú les buscas, vas detrás para que se fijen en ti. En la segunda, son ellos los que hacen cola para que les digas algo. Los de la Cuatro titularon con ingenio "Olvido no olvida", sin entender que el hecho de que estuviera allí implicaba que no quería ser ya olvidada, sino lo contrario, como prueba ahora su lanzamiento desde el trampolín mediático.

El diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví, especialista en llamar la atención, ha declarado en el diario El Mundo: «Los partidos pequeños tenemos que ser ingeniosos. O eres ocurrente o no traspasas la barrera de la invisibilidad, no superas el terrible sistema de bipartidismo que tenemos».** Pero en términos mediáticos, no hay más que bipartidismo: los que salen y los que no salen, los visibles y los invisibles. No hay que confundir la "transparencia" que todos reclaman con la "invisibilidad" que ninguno desea.
El señor Baldoví considera que su función es llamar la atención, es decir, que lo vean, que es como el que cuando va al estadio de fútbol se lleva un cartel que pone "¡Mamá, estoy aquí!". Cuando regresa a su pueblo, pues todos le han visto y tan contentos él y ellos. El señor Baldoví es otro de los "renovadores" de la política española, aunque está en ella desde 1987 (en el Bloc), es concejal de Sueca desde 1999, y alcalde desde 2007. Intenta ser visible como sea. Todas estas cosas que hace ahora —sacar sobres, enseñar un jersey de Wally, llegar en bici— para captar la atención le aseguran en el futuro, si decide abandonar la política —¡Dios no lo quiera!— dar un salto a cualquier reality que se lo rifará como concursante apetecible o tertuliano despellejando a los demás. Para Baldoví, el que se fijen en él es decisivo y tira de ingenio. El peligro que se corre es evidente: ruido sin nueces.


Joan Baldoví y Olvido Hormigos, cada uno a su manera, se han planteado la vida como una cuestión de "visibilidad", casi hamletianamente, con un "ser o no ser" visibles, la portada o la nada. Baldoví lo busca, lo necesita para vencer a los gigantes visibles; Hormigos se lo encontró, y, ya que estamos, ¿por qué no? Lo cierto es que no todos deberían estar en la política, pero todos sí pueden estar en un reality, el que sea, ancha es Castilla y al fondo hay sitio. 
Cuando la gente se mete en política deberían hablarles, como quiere el ministro, de las salidas profesionales. Ya están avisados.

* "Olvido Hormigos deja la política y salta a un ‘reality’ televisivo" El País 15/02/2013 http://politica.elpais.com/politica/2013/02/15/actualidad/1360937456_987924.html
** "Joan Baldoví: 'O eres ingenioso o no traspasas la invisibilidad'" El Mundo http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/22/valencia/1361552067.html