viernes, 30 de noviembre de 2012

Espacios pequeños, egos grandes

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Deformado por análisis de realidades que son un poema y de poemas que son realidades, no sé cómo interpretar las declaraciones de Anna Albán, la embajadora de Ecuador en el Reino Unido:

"[...] dijo en una rueda de prensa que Assange sufre de una afección pulmonar crónica, y que el Estado ecuatoriano está corriendo con los gastos. Assange, en la misma entrevista, no quiso confirmar la noticia. La embajadora alertó de que las condiciones de salud del hacker podrían empeorar ya que se encuentra en un espacio reducido donde puede faltarle aire.*

Lo maravilloso del lenguaje es su capacidad de decir muchas cosas con una misma frase. Lo que vincula al lenguaje diplomático con el literario es la cantidad de recursos retóricos que acumula para insinuar lo que no dice y no decir lo que entendemos. En ocasiones, los embajadores son maestros del eufemismo y miden sus palabras con el mismo fervor y cuidado con el que los poetas cuentan sus sílabas.


Según parece, Julian Assange ha tenido unas palabras poco amables —vamos a decirlo así— para con el país que le acoge, que debe pensar que es la Posada del Peine. Quizá tenga la pretensión de que Ecuador ha aparecido en el mapa mundial gracias a su presencia en el reducido espacio de la embajada londinense. La cuestión y ofensa ha venido precisamente de lo opuesto a lo que ha hecho la embajadora ecuatoriana, no ha medido sus palabras y las palabras son muy traicioneras. Assange debería tomar lecciones de la representante diplomática.


Nos cuenta el ABC en otra noticia el origen del problema:

[...] Julian Assange, quien se encuentra refugiado en la embajada ecuatoriana de Londres ha aseverado que «Ecuador es insignificante», cuando la presentadora de la CNN, Erin Burnett, le dijo que por qué no contestaba sus preguntas sobre el Gobierno de Rafael Correa.
«Es muy importante para mí, y su gente ha sido muy generosa conmigo, pero no es un actor mundial importante», prosiguió.
«Sudamérica y los acontecimientos que ocurren en Sudamérica son interesantes y significativos, pero no son el tema ahora. El tema es lo que nos pasa a todos, lo que cuenta este libro», indicó blandiendo una copia de su recién publicada obra "Cypherpunks: La libertad y el futuro de Internet".
Assange evitó así pronunciarse sobre un informe del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) citado por Burnett y según el cual Ecuador es «uno de los países más restrictivos» con la libertad de prensa.**


Cuando Julian Assange se refugió en la embajada de Ecuador escribimos sobre el caso e imaginábamos a sus asesores desplegando el mapa para ver qué países podían ser favorables a aceptar el asilo. Por eliminación de aquellos que estaban ya en contenciosos, los que no se comprometerían y la consideración de los que tenían dirigentes con necesidad de lavado de imagen, quedaba Ecuador como candidato más favorable a las intenciones de Assange y su equipo. Señalamos entonces que era un ironía que el presidente que tenía más conflictos y contenciosos abiertos con la prensa y con la libertad de información, Rafael Correa, el hombre que rompía periódicos en público para deleite de sus seguidores, y que se permitía la humorada hace unos días de llegar a la cumbre de Cádiz preguntando por "Anita Pastor", fuera quien aceptara finalmente acoger al hacker emprendedor. Pero todo tenía su lógica y las piezas acaban encajando y las manzanas cayendo.



El punto flaco de alguien que va por el mundo justificando todo lo que hace por ser el paladín de la libertad de información es no poder defender esa incongruencia en directo, frente a un medio de información —la CNN— que necesita para mantener su caso caliente—frente a la tendencia a enfriarlo de Reino Unido—, y que además está aprovechando su entrevista para promocionar su libro. Y se perdió él solo. Ante la presión de la entrevistadora, Assange escogió el peor de los caminos, ningunear a Ecuador. No podía defender al indefendible Correa, no podía evitar las preguntas sobre los ataques a la libertad de expresión sin resultar un demagogo y habló finalmente. Su libro, él mismo, es lo realmente importante; Ecuador no es nadie. Tiene razón la embajadora cuando dice que Assange se encuentra en un lugar muy pequeño y que le cuesta respirar, que necesitaría espacios más grandes. Suecia, tal vez.


Lo importante es cómo se lo han tomado en Ecuador, claro; cómo les ha sentado ese regalo envenenado —que ya dijimos que no se merecían— que su locuaz presidente le coló sin comerlo ni beberlo. El diario El Comercio ya muestra las reacciones:

Esas expresiones del ‘hacker’ australiano han desatado revuelo dentro y fuera del país, ya que Ecuador le brinda asilo desde hace cinco meses. Gracias a esa protección, Assange no ha sido extraditado a Suecia, donde la Justicia lo requiere para procesarlo por dos supuestos delitos sexuales.
[...] Assange lució una de las camisas bordadas que utiliza el presidente Rafael Correa y quería básicamente hablar de su último libro, ‘Cypherpunks: La libertad y el futuro de Internet’.
[...] Esas palabras no cayeron bien entre analistas y ex diplomáticos, que las consideraron desafortunadas. Sobre todo, porque el Gobierno ecuatoriano creyó en sus argumentos, de que supuestamente Estados Unidos lo quiere juzgar por haber filtrados miles de cables diplomáticos secretos. “La palabra insignificante, quiere decir que no tiene ninguna importancia en el mundo, que no es un jugador que importa. El Gobierno ecuatoriano es el ofendido”, señala Mauricio Gándara, ex embajador en Reino Unido. A su juicio, las declaraciones del fundador de Wikileaks evidencian el pobre concepto que tiene del Ecuador y las gestiones que ha hecho para ayudarlo. Y, por lo tanto, cree que el Régimen debiera retirarle el asilo político y entregarlo a las autoridades británicas.***


El detalle aportado por El Comercio —que puede apreciarse en la foto de la entrevista de la CNN— sobre la camisa que lucía Assange, regalo de Rafael Correa —nos dicen—, resulta casi conmovedor. Casi tanto como el desmentido de que el hacker padezca ninguna enfermedad crónica, ni que su estado revista gravedad. "Assange no está malito", titula con sorna el diario de Quito "Últimas noticias". Me imagino que si hay alguien deseando que su "espacio" recupere la normalidad es la embajadora de Ecuador, que tiene la sede convertida en plató, enfermería o lugar de paso de celebridades que acuden, como Lady Gaga, a apoyar al aburrido, según confesión propia, Assange en su retiro.
Previsiblemente, la prensa atacada por Correa aproveche para devolverle la pelota y convertir a Assange no en un vehículo promocional como él quería — de la "marca Correa", no de la "marca Ecuador", por usar la terminología española— sino en un grano al final de su espalda. Dentro de poco será muy probable ver las mismas manifestaciones que se dieron a su favor en la calles, delante de la residencia presidencial, luciendo grandes carteles con un "¡Assange vete, go home!". Será interesante ver las reacciones de esos miles de ciudadanos ecuatorianos que salieron este verano a las calles a manifestarse en favor de Assange, saber qué se les pasa ahora por la cabeza. ¿Qué pensarán ahora después de que Correa les convenciera de que se habían enfrentado al "imperio" —eso pone en algunos carteles— y que Ecuador "frenaba" a los Estados Unidos, Reino Unido y Suecia juntos en nombre de la "libertad de expresión", la misma que ha utilizado Julian Assange para ofenderles innecesariamente en la entrevista de la CNN. Al final, la culpa la tendrá la periodista por preguntar; será una conspiración para hacerle decir lo que no quería decir y que ha sido descontextualizado*. No es lo que opina la práctica totalidad de la prensa de Ecuador.

Quizá algunos estén esperando a que se publique el libro de Assange en Ecuador para comprobar qué es eso tan importante ante lo que su país es "insignificante". ¿Será un bestseller en Ecuador? ¿Quizá done parte de los beneficios a causas benéficas en el país? ¿Irá algún día a firmar ejemplares a Ecuador?
Al final, después del desmentido sobre su salud y el silencio del Ministerios de Asuntos Exteriores ecuatoriano —que dice estar estudiando las declaraciones de Assange—, nos quedamos con la interpretación metafórica de las declaraciones de la embajadora Ana Albán. Necesita más espacio para ventilar su ego.
Lo dijimos en su momento y lo repetimos ahora: Ecuador es un gran país que no se merece esto.

* "Garzón asegura que las palabras de Assange se han sacado de contexto" ABC 30/11/2012 http://www.abc.es/internacional/20121130/abci-garzon-defiende-assange-201211292029.html
** "Ecuador dice que Assange sufre problemas respiratorios" ABC 29/11/2012 http://www.abc.es/internacional/20121129/abci-assange-ecuador-infeccion-pulmonar-201211290936.html
*** "Assange no mide sus palabras y dice ‘insignificante’ a Ecuador" El Comercio (Quito) 30/11/2012 http://www.elcomercio.com/politica/Assange-mide-palabras-insignificante-Ecuador_0_819518213.html







jueves, 29 de noviembre de 2012

Erdogan el Riguroso, Solimán el Magnífico y el harén desenfrenado

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, no le gusta la serie sobre Solimán el Magnífico que se emite en su país. Dice que hay mucho harén y poca batalla o, quizá, que casi todas las batallas se dan en el harén y los lechos. Y eso le parece poco histórico y aleccionador para las nuevas generaciones, que tienen que salir más batalladoras y con menos granos. Nos cuenta el diario ABC que sus palabras críticas sobre la serie "El siglo magnífico" han sido las siguientes:

«Yo maldigo y condeno a los realizadores de esta serie y a los propietarios de esta cadena de televisión. Aquellos que juegan con los valores de la gente deberían recibir una lección».*

Cualquiera comprenderá que esto excede las opiniones habituales de los críticos televisivos. No digo que ninguno hayamos pensado en maldiciones ante la visión de algún engendro con los que las cadenas —¡qué metáfora tan apropiada!— nos castigan habitualmente, pero viniendo de un primer ministro y además turco, da un poco de eso, de aprehensión, por decirlo finamente.

En Turquía, estas cosas acaban pasando factura, porque dentro de nada se puede considerar que es "terrorismo" y acaba alguno "recibiendo la lección" tras las rejas o en el punto de mira de la opinión pública o quién sabe. No es una afirmación gratuita. El mismo diario ABC recogía hace un mes un informe internacional sobre el encarcelamiento de periodistas en Turquía:

Turquía es el país que más periodistas tiene encarcelados, según constata un informe hecho público este lunes por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), una organización internacional con base en Nueva York. Hay 76 reporteros entre rejas, según los datos del CPJ, la cifra más alta a nivel mundial en esta década y, en al menos 61 casos, el Comité dice haber probado que el único fundamento de acusación es su labor periodística.
«El Gobierno turco ha lanzado una amplia ofensiva para silenciar a los periodistas críticos mediante el encarcelamiento, procesos en los tribunales y una intimidación oficial», asegura el informe del CPJ, de 53 páginas, que coloca a Turquía por delante de Irán, China y Eritrea en este ránking sobre la persecución de la prensa.**

Y concluía lo siguiente:

«La tendencia de Turquía de equiparar el periodismo crítico con el terrorismo no se justifica por los problemas de seguridad del país. El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, debería poner fin a sus ataques contra la prensa e implantar reformas legales que garanticen la libertad de expresión», dice el director ejecutivo del CPJ, Joel Simon. El CPJ exige a Turquía que «libere a todos los periodistas encarcelados por su trabajo» y recuerda que tres de cada cuatro están en detención preventiva sin sentencia.**


Y es que por muy moderados que sean, dentro de cada islamista hay siempre un juez, para unas cosas o para otras o para todas directamente. El ABC lo explica como un renacimiento del "neo-otomanismo", que fue de lo que acusó a Erdogan el presidente sirio Bashar al-Assad, de querer ser un nuevo sultán otomano, un nuevo Solimán El Magnífico. Pero Bashar al-Assad no es el más indicado para opinar ni dar lecciones de historia o de televisión; se ha quedado solo en genocida.


La oposición turca denuncia la progresiva radicalización del régimen de Erdogan y sus frecuentes opiniones críticas sobre el arte, entre otras muchas cosas. El Diario Vasco —con fuentes de EFE— contaba, en enero de 2011 las declaraciones del líder de la oposición turca, Kemal Kiliçdaroglu, sobre la deriva autoritaria en el país. Ya entonces, hace casi dos años, se mostraba el celo artístico de Erdogan respecto a la serie y algún otro caso:

En una reciente visita a Kars, capital de una provincia turca fronteriza con Armenia, Erdogan calificó de estéticamente "monstruosa" una escultura de 30 metros de altura en honor a la amistad turco-armenia y pidió al alcalde que la retirara antes de su próxima visita a la ciudad.
El renombrado escultor turco Mehmet Aksoy, autor de la obra, dijo que la actitud del primer ministro era propia de "talibanes".
En el caso de la serie de Suleiman "El magnífico", a Erdogan no le gustó cómo se representaba al poderosos sultán, rodeado de lujos y placeres terrenales, por lo que dijo que se debía de proteger el buen nombre de las "figuras históricas".***


Puede que a Erdogan simplemente no le haga mucha gracia que haya estatuas dedicadas a la amistad "turco-armenia". Él sabrá. Si además de negar el exterminio armenio, también niega la posibilidad de una estatua para la amistad de ambos pueblos, creo que nunca se resolverá la herida. Ya es mucho negar.
No creo que sea tanto un problema de rigor histórico como un problema de "estrechez histórica" y, sobre todo, de falta de sentido del espectáculo combinados. A una mayoría de los turcos, la serie sobre Solimán no les molesta demasiado, porque se emite en hora de máxima audiencia y va ya por su tercera temporada. El pueblo llano siempre sospechó que aunque los libros de historia nos mostraban a los reyes, sultanes o emperadores con la espada en la mano, no siempre estaban así y el harén lo tenían para algo. Pero lo que irrita y hace maldecir al primer ministro Erdogan es el desconocimiento histórico que la serie "El siglo magnífico" provoca en quienes la ven. Le parece poco ejemplar y distorsionada:

«No se conoce a nuestros padres y nuestros antepasados más que por «El siglo magnífico», pero ese no es el Solimán que conocemos. Él se pasó la vida a lomos de un caballo y no en palacios, como nos lo muestra la serie», afirmó.*


Alguna vez bajaría, digo yo, que tampoco hay que exagerar. La trivialización de los momentos de esplendor relativo —lo digo porque supuso la invasión de otros, como Hungría— irrita profundamente a los que lo proponen como modelo. En el fondo, la historia se hizo para deleite de reyes y emperadores a los que les gustaba que les repitieran las gestas más o menos míticas de sus antepasados o la suyas propias. Al pueblo le interesaba más el espectáculo. Y eso hoy es el harén, como prueba el éxito de la serie.
A Erdogan le parece más didáctico un Solimán guerrero, conquistador y recatado, con oficina en el campo de batalla, horas extraordinarias y llevándose trabajo a casa los fines de semana. La serie les ofrece a los turcos intrigas, conspiraciones, seducciones y mucho harén y galanteo y eso no debe entrar en su sentido del espectáculo histórico.


Como aquí se trata de ver quién es el más purista y de cuál es el camino más rápido al paraíso, los iraníes —otros grandes críticos de televisión—  también le enmiendan la plana a la serie turca y consideran que el harén no está descrito como debe ser y han ofrecido documentos históricos fotográficos para enmendarlo mostrando imágenes de los harenes otomanos y de cómo les quieren dar gato por liebre. Y es que el purismo estético reside en las almas puras.
En cambio, nos cuentan también, a los que les encanta la serie es a los griegos****, que se lo pasan bien con las idas y venidas de los harenes en mitad de su crisis. No sabrán si seguirán en el euro, pero que no los desenganche nadie de la serie. Está claro que no se puede satisfacer a todo el mundo. Ni tampoco maldecirlo ni, mucho menos, condenarlo.


* "Erdogan maldice y condena una serie de televisión sobre Solimán el Magnífico" ABC 29/11/2012 http://www.abc.es/internacional/20121129/abci-erdogan-maldice-condena-201211281937.html
** "Turquía récord de periodistas entre rejas" ABC 22/10/2012
*** "El líder opositor turco dice que Erdogan lleva a Turquía al 'fascismo'" Diario Vasco EFE 16/01/2011 http://www.diariovasco.com/agencias/20110116/mas-actualidad/mundo/lider-opositor-turco-dice-erdogan_201101161600.html
**** "Las series de televisión turcas triunfan en Grecia" Hispanatolia 16/09/2012 http://www.hispanatolia.com/seccion/2/id,16538/las-series-de-television-turcas-triunfan-en-grecia





miércoles, 28 de noviembre de 2012

Historia de amor o alguna vez había que empezar a decir lo siento

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Decían en aquella famosa novela de Erich Segal que arrasó, como la película que salió de ella, "Love Story", que "amar era no tener que decir nunca lo siento" ("Love means never having to say you're sorry"). La frase se hizo célebre ya en 1970 y ha servido a más de uno para cortar las pretensiones de los que llegaban con las disculpas ya preparadas.
No sé si el "amor" consiste en eso ni tampoco si "lo siento" funciona en política. Los militantes del PSOE —corrijo—, algunos militantes del PSOE se han lanzado a decir un "lo siento" universal mediante un vídeo pidiendo disculpas por los estragos que la política de los gobiernos anteriores causaron al solar patrio. Vienen a decir: "Mire usted, a nuestros líderes les da mucha vergüenza salir a pedir perdón y siguen empeñados en decir ¡aquí no ha pasado nada!, pero sabemos que sí ha pasado y lo lamentamos. Hemos incumplido todos estos principios en los que creíamos y lo lamentamos; lamentamos que este orgullo mal entendido haya evitado que resolviéramos los problemas que teníamos encima y haber aceptado imposiciones que no debíamos. Lo sentimos, de verdad". Este viene a ser el resumen del mensaje que se escenifica en tres tiempos: un primero en el que oficialmente se niega todo, como hace el partido con sus líderes; un intermedio en el que se dice que no se puede seguir así; y un acto final de confesión y petición de perdón con propósito de enmienda.


Creo que esa campaña, que considero honesta —salvo que sea una estrategia para las luchas internas—, no está dirigida a los damnificados por la falta de soluciones y errores cometidos, que hemos sido casi todos, sino para dejar en evidencia a todos aquellos que no tienen la gallardía de asumir sus acciones. El otro día un medio escribía que se mantenía todavía a Rodríguez Zapatero con "bajo perfil" para evitar conflictos. "Bajo perfil" quiere decir "bajo tierra".


Parece que los militantes de base —los mas sufridos siempre en cualquier partido, los que entregan su tiempo y sacan muy poco— se han hartado de recibir malas caras del resto de la sociedad por lo que sus dirigentes han realizado durante años. Eso parece, al menos, a primera vista. Pero los militantes que se disculpan hacen algo más: exigen que las cosas cambien por arriba. Allí no salen a dar la cara por nada.
El mismo problema se va a plantear con los militantes del PP —o de Convergencia, etc.— si no consiguen sacarnos con sus medidas de la crisis. El mesianismo político es malo y es lo que suelen aplicar todos. Ya he hablado de España en varias ocasiones como del "país kantiano", el país en el que todo el mundo "hace lo que tiene que hacer". Aquí todos funcionan con el imperativo categórico en la boca. No es el camino más adecuado para la política, que debe asumir el nivel de diálogo suficiente como para salir de la "necesidad" sin acabar en el "azar". Pero lo que parece es lo contrario: que el azar se disfraza de necesidad para justificar la falta de ideas.


Nuestro problema principal consiste en las formas de "filtrado" que los partidos políticos tienen para obtener sus cuadros y mantener su líderes. Nos son lugares de ideas, sino de fidelidades. La mediocridad de nuestra clase política es apabullante y escandalosa. Da pena escuchar a la mayor parte de ellos, empeñados en la simple descalificación y el tópico que la oficina de comunicación les ha suministrado para atacar a los contrarios.
La sorpresa que algunos observadores y periodistas extranjeros se encontraron cuando fueron visitar las asambleas del 15-M era que la gente discutía seriamente sobre economía y sus efectos. Por muy ingenuo que nos pueda parecer —¿por qué?— es lo que se debería hacer en los partidos y que en algún momento se hizo. Todo eso se hacía en las asambleas de los distritos y barrios, en las provinciales y en los congresos nacionales, a los que llegaban las ponencias con las ideas de las bases que se iban reelaborando en las fases de síntesis. Era cuando en los discursos de los partidos importaban los militantes y no como ahora, que son atrezzo para los mítines, agitadores de banderas pero no de ideas, afirmadores con la cabeza de lo que el líder dice, pero con la boca cerrada.


La militancia —en un sentido pleno— ha sido sustituida por un feroz burocratismo interior y exterior en los partidos. Interior porque manejan el aparato; exterior porque colocan en las múltiples administraciones a los que pueden, de asesores a ordenanzas. Esto ha hecho perder la conexión de los partidos con la sociedad, que es la que deben representar sus bases.
Decía hace unos días un miembro del partido alemán Piraten que el éxito atraía gente poco deseable y que prefería peores resultados pero más autenticidad. Era un simple militante en mitad de uno de sus debates. No le faltaba razón. La forma de evitarlo es el buen funcionamiento de la democracia interna y la fluidez entre bases y cúpulas, que éstas no se convierta en escarpados torreones de marfil en las que se encierran unos mitificados líderes profesionalizados por los que van pasando los años.


Tenemos una tendencia demasiado pronunciada al caudillismo político, a convertir a las figuras políticas en estatuas perennes, que viven en sus pedestales porque hay alguna extraña ley que dice que deben estar ahí arriba, siempre, y que hay que decir que sí a todo lo que hacen. Eso es lo que hace que, en el tiempo, los partidos se vaya convirtiendo en estructuras escleróticas, en ministerios en el peor sentido de la palabra.


El vídeo de los militantes del PSOE es un paso adelante, aunque no sé si habrá otro. Les presumo buena intención, pero el siguiente paso es empezar a cambiar. No "exigir cambios", que es una expresión que deja a los mismos siempre al otro lado de la ventanilla, sino empezar a cambiar personas y formas de hacer para poder mantener idearios dentro de los debates necesarios. Me preocupa que Carmen Chacón lo apoye, porque es como si no fuera también con ella.
La aparición de nuevos partidos es un fenómeno concordante con el descontento. A los grandes no les interesa, pero si logran pasar una fase crítica de consolidación ideológica y aceptación ciudadana, acabarán creciendo. Tienen que ser partidos que surjan de las necesidades ciudadanas y no del narcisismo y desavenencias entre líderes, que no son más que reediciones del formato con distintos logos. A algunos, en todos estos años, solo los hemos visto cambiar de gafas.


La política española está en crisis —no solo España y su economía—. Políticos y partidos necesitan recurrir a algo más que a sus asesores de imagen y a pensar que el principal arte en la política es desgastar al contrario y tapar los errores. Este patio de vecindad que hoy tenemos es el resultado de esa forma chapucera de hacer política, convirtiendo a los ciudadanos en gradas enervadas que piden la muerte de los contrarios en la primera entrada con los tacos por delante. Es demasiado fácil, pero no sirve para solucionar problemas. Y los políticos no están para que se les aplauda y jalee sino para hacer que sus países tengan el mayor grado de bienestar posible y una pronta resolución inteligente de los problemas que se le planteen con el menor desgaste.
Había una hermosa canción de Elton John que se titulaba "Sorry seems to be the hardest word". Puede que en política lo sea más. Me desperté y no estabas, decía la canción. Hacer política es no tener que estar diciendo siempre lo siento.

* "Militantes del PSOE piden perdón" 20 minutos TV 27/11/2012 http://www.20minutos.tv/video/muxDFUV5-militantes-del-psoe-piden-perdon/



martes, 27 de noviembre de 2012

Imágenes en el espacio o qué contarle a un extraterrestre suponiendo que le interese

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Nos habla el diario ABC de la inclusión en el satélite EchoStar XVI de un centenar de fotografías por si pasa alguien por allí, por el espacio, y le sobra tiempo y curiosidad como para detenerse un ratito a echarles un vistazo. Esto de mandar cosas al espacio exterior, a las galaxias del fondo a la derecha o a cualquier otro punto, tiene su complejidad. Es un tema recurrente en la Ciencia-Ficción y plantea interesantes cuestiones sobre cómo informase civilizaciones diferentes unas a otras con, probablemente, muy poco en común.
Los hay optimistas, como el señor Eduard Punset, que señala en otro apartado del periódico, en el que se reproduce un extracto de una entrevista con la publicación semanal XL : "...estoy seguro de que hay otro Eduardo Punset calcado a mí en otro universo, ¡fijo!"*. Pero Punset es Punset, un optimista publicitado. Si en vez de ser divulgador fuera científico, estaría trabajando en un proyecto espacial para enviar a ese otro universo uno de sus libros y que volviera dedicado por su otro yo "calcado". Sería la prueba más evidente de la existencia de vida comercial en el universo. Me lo imagino con su sonrisa y acento inconfundibles introduciendo el libro en la cápsula, mostrando sus primeras páginas en blanco, para enviarlo al otro extremo del espacio-tiempo y haciendo algún chiste sobre si encontrará algún "agujero de gusano" o se encontrará algún atasco.


Cuando enviamos cosas al espacio con intención comunicativa y de hacer amistades siempre me causa preocupación lo que mandamos. Se supone que deben ser tarjetas de presentación para que los teóricos habitantes de cualquier rincón galáctico se hagan una idea de cómo somos y se despierte su curiosidad y ganas de viajar hasta nosotros. A España, a ser posible. El diario ABC nos habla de un nuevo envío al espacio:

El proyecto, denominado The Last Pictures (Las Últimas Fotografías) supone algo así como enseñar nuestro álbum de fotos a un visitante que se nos acerca por primera vez. Esto es lo que somos, para bien y para mal. Durante cuatro años, un equipo formado por artistas, geólogos, matemáticos, filósofos, etc. seleccionó las fotografías que creían más representativas hasta quedarse con cien. En la colección se encuentran el retrato de las herramientas que se utilizaron para la construcción de la bomba atómica, una tormenta de arena, un tornado, el retroceso de los glaciares, las pinturas rupestres de Lascaux y el lanzamiento de una cápsula Soyuz. También puede contemplarse un barco encallado, el viento entre las ramas de los árboles o la famosa tormenta de polvo de azotó Texas en la década de 1930. Entre las imágenes que nos reflejan como un espejo, un grupo de huérfanos refugiados en su primera visita al mar o unos inmigrantes tratando de cruzar la frontera de México con EE.UU. Algunas escenas son grandiosas, otras cotidianas.**



Debo confesar que la relación de las fotos me ha dejado realmente sorprendido porque no logro encontrar el sentido de la mayor parte de ellas. Quiero decir su sentido informativo, claro. Intento ponerme en la mente de un extraterrestre —es un experiencia interesante— y tratar de pensar cómo reaccionaría ante las imágenes. Para algunas no hace falta ser extraterrestre, como la del "viento entre las ramas de los árboles", que como no sea una ventolera que las doble, ya me dirán cómo se percibe.
Pero son las dos últimas citadas las que se llevan la palma. Debo confesar que esas imágenes —"las de los huérfanos refugiados en su primera visita al mar" y la de los inmigrantes tratando de cruzar la frontera de México con Estados Unidos— me descolocan totalmente. Me echan abajo todos los principios sobre los que se puede intentar establecer una comunicación eficaz con un ser de otro planeta, de otra civilización que lo más probable es que no tenga nada que ver con la nuestra. ¿Cómo se sabe que son "huérfanos" los niños de la foto? ¿Cómo que son "refugiados"? ¿Cómo se sabe que es su "primer visita" al mar? Me quedo perplejo realmente. Y sin ser extraterrestre. Aquí no se busca vida inteligente, sino inteligentísima y cultísima. Y me extraña mucho que a unos científicos —como señala la información de ABC— se les haya ocurrido enviar estas cien —¿por qué cien?— fotos al espacio.


Y hago lo que se debe hacer en estos casos, ir a la fuente del proyecto The Last Pictures. Lo que me encuentro es algo muy distinto; me encuentro con una agencia de comunicación, Creativetime. Sí. Y lo que allí me dicen varía sustancialmente. Lo primero que ponen claramente es que no se trata de un proyecto científico, sino la selección de fotos realizada por un artista llamado Trevor Paglen:

[the Pictures]
This fall, Creative Time will launch The Last Pictures, an archival disc created by artist Trevor Paglen, into outer space, where it will orbit the earth for billions of years affixed to the exterior of the communications satellite EchoStar XVI.  To create the artifact, Paglen micro-etched one hundred photographs selected to represent modern human history onto a silicon disc encased in a gold-plated shell, designed at the Massachusetts Institute of Technology (MIT) and Carleton College.***


La selección se ha hecho por el artista con sus criterios personales, como forma de expresar algo. Creativetime es una agencia que se dedica a realizar este tipo de proyectos. Tampoco se ha hecho para ser comprendida por extraterrestres. Se ha introducido en ese disco diseñado por el MIT y el Carleton College y se ha metido en el EchoStar, sí, pero eso es solo una parte. En realidad, lo que ha hecho el artista Trevor Paglen es crear un libro de fotografías, esas cien, que representen en síntesis —particular y creativa, que para eso es un artista— su representación de la "modern human history". Por decirlo llanamente: sus destinatarios son humanos. En el apartado dedicado al libro, que será publicado en colaboración con la editorial de la Universidad de California, ya que Paglen está becado en el MIT, Creativetime se explica:

[The Book]
The selection of 100 images, which are the centerpiece of the book, was influenced by four years of interviews with leading scientists, philosophers, anthropologists, and artists about the contradictions that characterize contemporary civilizations. Consequently, The Last Pictures engages some of the most profound questions of the human experience, provoking discourse about communication, deep time, and the economic, environmental, and social uncertainties that define our historical moment.****


La afirmación del ABC —"Durante cuatro años, un equipo formado por artistas, geólogos, matemáticos, filósofos, etc. seleccionó las fotografías que creían más representativas hasta quedarse con cien."— resulta ser algo más que incorrecta. El artista Trevor Paglen es quien ha realizado la selección "influido", nos dicen en Creativetime, por cuatro años de entrevistas sobre las "contradicciones" que caracterizan a las "civilizaciones contemporáneas". Eso es lo que pone, creo que claramente.

No es un proyecto científico; es la obra de un artista que ofrece a los habitantes de su mismo planeta la posibilidad de enfrentarse a sus propias contradicciones y debatirlas. Nada tienen que ver los científicos señalados por ABC, más que el hecho de haber conversado —sobre lo que fuera— con el artista Trevor Paglen y ayudarle a asentar sus reflexiones filosóficas y estéticas sobre este tiempo que le ha tocado vivir.
Y eso se ha concretado en un acto estético final: el envío al espacio de una copia de esas fotos, donde girarán en el vacío durante cientos de miles de años. En una entrevista, Paglen explica el sentido de su proyecto:

TP: Yes. The Last Pictures is a paradoxical project. Its theme is paradox and the materials it uses are paradoxical. It is a montage of images whose materiality is such that it will probably last until the sun expands and engulfs Earth in fire and plasma five billion years from now. At the same time, those images are essentially meaningless, not only in the future, but in the present. Very few of the images in the montage “speak themselves” or reveal the things that they gesture toward. The book contains explanatory captions and texts about the images that tell the viewer what they’re looking at; the disc in orbit does not. The Last Pictures is a grandiose gesture that is partly about the suicidal nature of grandiose gestures, but it doesn’t stand outside its own form—it’s not a notional project or a textual critique of another project, it really is a montage of images in orbit for billions of years, and it really will still be there when humans are long gone and the future dinosaurs begin to look up at the night sky.*****

Imágenes "sin sentido", hoy y en el futuro, paradójicas. El envío al espacio es un acto estético, no científico. Es, como explica Paglen, un gesto grandioso sobre la "naturaleza suicida de los gestos grandiosos". No está destinado a explicar nada a los extraterrestres sino a mostrar la naturaleza paradójica de nuestra existencia. La paradoja del gesto es crear un mensaje sobre nosotros mismos en un material que nos sobrevivirá por cientos de miles de años.
Es sorprendente que, siendo un proyecto artístico, la noticia de ABC no mencione una sola vez el nombre del autor, Trevor Paglen. Que un artista mande algo al espacio parece no ser noticia; que intentemos comunicarnos con extraterrestres, sí, aunque puedan ser calcados a Punset. El titular de ABC se muestra en toda su errónea vaciedad: "¡Hola! Somos la humanidad y éste es nuestro mensaje". Sí, hemos comprendido el mensaje. Parece que, en estos tiempos de estándares, nos cuesta entender la Ciencia y también, según parece, comprender a los artistas.

* "En un universo lejano hay otro Punset calcado a mí" AB 26/11/2012 http://www.abc.es/ciencia/20121126/abci-universo-lejano-otro-punset-201211261114.html
** "¡Hola! Somos la humanidad y éste es nuestro mensaje" ABC 22/11/2012 http://www.abc.es/ciencia/20121120/abci-hola-somos-humanidad-este-201211201658.html
*** "The Pictures" The Last Pictures Creativetime http://creativetime.org/projects/the-last-pictures/the-pictures/
**** "The Book" The Last Pictures Creativetime http://creativetime.org/projects/the-last-pictures/the-book/
***** Nato Thompson: "The Last Pictures: Interview with Trevor Paglen". e-flux 2012 http://www.e-flux.com/journal/the-last-pictures-interview-with-trevor-paglen/





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