miércoles, 22 de agosto de 2012

La carta y el cliente fiel o porqué los chinos hablan alemán

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Leo en China Daily una "carta", escrita en febrero, que nos dirigen entre otros, pues su título, "To the indebted nations of Europe"*, no deja lugar a dudas. Creo que el artículo tienen interés por introducir un punto de vista diferente a los que manejamos, bastante polarizados. Las "naciones endeudadas" somos, desde luego, nosotros. Estamos tan enfrascados en este partido entre naciones con la deuda al cuello o en la confrontación dólar-euro, que se nos olvida muchas veces que nuestra economía se ha modificado en sus condiciones globales, entrando China en el juego de una forma sensible para el resto. China cuenta; y mucho.
El artículo "carta" lo firma el "senior writer" Huang Xiangyang. La elección de la "carta" como género no es casual y tiene como fondo la ruptura del distanciamiento habitual informativo para mostrarse como una comunicación directa: no te cuento lo que ocurre; te digo lo que pienso. Y "lo que pienso", en esta ocasión —como era de esperar en este artefacto retórico—, va más allá de lo que pueda pensar el autor, que se hubiera limitado a mantener una columna. Trata de transmitirnos un forma de ver la crisis que vivimos desde una perspectiva propia, pues también les afecta.


Los chinos tienen una peculiar forma de expresión que oscila entre la extensión poética de los conceptos a través del encadenamiento de las metáforas y la claridad reduccionista más absoluta: pueden llamar, como hizo Mao Zedong, el "Movimiento de las Cien Flores" a un programa de "apertura política", o llamar escuetamente "Diálogo" a un programa de entrevistas, como ocurre en su televisión exterior en español. Esta vez se ha elegido la segunda vía, la de prescindir de simbolismos, eufemismos o cualquier otra técnica retórica que atenúe el mensaje que se quiere transmitir. Y el mensaje es muy sencillo:

Dear Sirs / Madams:
I know you are in trouble and want China to help. I have heard your repeated calls in the media for our leaders to bail you out by buying the debt of European governments. I want to assure you your entreaties have not been in vain.
[...]
We want you to know that we are your friend in your time of need.
[...]
But that does not mean you should take China's help lightly.
Yes, China has the money. Its stockpile of foreign currency, valued at nearly $3.2 trillion, is the world's largest. Yet this has been amassed over three decades of trade and built up from razor-thin profits. We are at the low end of the global value chain and we have to sweat and toil for every penny we earn. China has to export more than 800 million shirts to buy one Airbus A380.*

La prensa china recoge el deseo de ayudar en la crisis de la deuda

Esta es la exposición inicial: sabemos que tienen un problema; tenemos la solución, ayudaremos, pero no saldrá gratis. Es interesante la posición que el autor elige para hablar: no habla directamente como un dirigente chino o como un portavoz del gobierno, sino como un portavoz del "pueblo", de aquellos que han realizado sus sacrificios mediante el trabajo brutal, para que ahora los europeos le reclamen ese dinero para solucionar sus problemas.

La visión USA de la compra de aviones

La idea expuesta de que China tiene que exportar 800 millones de camisetas para comprar un Airbus A380 es retóricamente atractiva y eficaz, pero es como si nosotros midiéramos nuestras relaciones con Alemania contabilizando el número de cervezas que les servimos en bares y terrazas de Mallorca, Canarias o Marbella. Tiene bastante de retórica populista, pues una de las reclamaciones internacionales permanentes a China es, precisamente, el artificialmente valor bajo de su moneda para favorecer sus exportaciones. Lógicamente, le sale más caro importar airbuses o espárragos, pongamos por caso. El objetivo, desde luego, es acabar fabricándolos; por eso, como Alemania, también están cazando talentos de todo el mundo.
Hace una año, el diario El País nos daba noticias de la "crisis" del yuan:

Pekín ha mantenido las riendas del yuan para poder fomentar sus exportaciones. Con el bajo valor de la moneda, sus productos se vuelven más atractivos para el mercado internacional, pues cuestan menos. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió el mes pasado que China fortaleciese su moneda para ayudar a estabilizar la economía mundial, además de para controlar la inflación. Según esta institución, el yuan ha estado hasta un 23% por debajo del que sería su valor real. Actualmente, el Gobierno chino permite que el yuan varíe cada día un máximo del 0,5% en positivo o en negativo.**

La crisis de la economía ha frenado el crecimiento chino porque las economías nacionales se están enfriando. El crecimiento chino está vinculado al mercado exterior, a las compras que ahora decaen. Si pretende sustituirlo por el mercado interior, generará inflación, que es lo que tratan de evitar por todos los medios. China, sí, tiene una mentalidad muy alemana: combatir la inflación, producir, exportar y ahorrar todo lo que se pueda. Lo mismo que se ha recriminado a Alemania —impedir el crecimiento de sus socios, a los que vende pero no compra—, se podría decir de China, con todos los matices y diferencias que se quiera. Las economías potentes tienden a tener estrategias conservadoras similares. Por eso, si Alemania presiona para que no se compre deuda europea por parte de BCE, las miradas se vuelven a China, que es la mayor compradora de bonos del Estado de Estados Unidos, es decir, de la deuda americana. El "ahorro chino" es en dólares americanos y de ahí viene gran parte del problema que vivimos:

[...] I know that any investment has risks, I hope you will try to ensure our money does not evaporate. We have already been snared in a "dollar trap". You are not legally obliged to ensure our investment safety. But surely you don't want to be seen as luring China into a "euro trap". We have suffered huge losses from holding US Treasury bonds because of the unrestrained printing of the greenback. As Nobel Prize-winning economist Paul Krugman has pointed out, the dollar depreciation will result in losses of up to 20-30 percent of China's investment in US bonds. That's the reason we have sought to divert our investment in a basket of currencies other than the US dollar.*


Un sector de la clase política y económica norteamericana piensa que "quien tiene la deuda, tiene el país", es quien verdaderamente manda. Y les preocupa. Si los chinos no aprecian su moneda, los demás juegan con los cambios y tipos de interés para exportar. Pero esa depreciación significa llevarse por delante los ahorros chinos en bonos americanos, que es lo que señalan al citar a Paul Krugman. Los chinos tienen los bonos, pero USA controla su moneda desde la cantidad emitida y su valor al fijar el cambio. Es lo que consiguió Richard Nixon cuando en 1971 actúo sobre el dólar desmarcándolo del oro y convirtiendo su moneda en la divisa de referencia. Se llamó el "Nixon Shock" y quizá no sea casual que coincidiera en el mismo año de la apertura a China. Para muchos, es el comienzo del desastre de la economía norteamericana, la más endeudada del planeta, y parte de la mundial.
El temor del articulista a que China se vea metida en una "trampa euro", como se vio metida en una "trampa dólar", nos muestra la complejidad de la economía mundial, con intereses muchas veces irreconciliables. No todos los pescadores pueden llevarse el mismo pez del cubo. Todos pescamos ya en el mismo sitio al haber achicado el mundo interconectándolo como nunca antes.



Desde el punto de vista elegido por el autor de la carta, el del "pueblo chino", el problema es, a la vez, comprensible e incomprensible:

To be frank, some of us don't understand why the rich are holding out their hands to the poor and asking for money. For common Chinese people, the wealth of your nations is unimaginable. The average monthly income of your citizens - at around $4,000 in countries such as Germany and Belgium - is 12 times that of the average Chinese citizen. The Chinese workers in the factories in coastal cities have to work 12 hours or longer each day with basically no days off, while workers in France enjoy two months of paid vacation, national holidays and regional festivals each year. If we can save 50 percent of our earnings, surely it should be possible for you to save just 1 percent of yours.
The cause of the crisis is simple: You have spent more than you earned. If we are injecting our hard-earned money into Greek, Irish, Portuguese or Italian government bonds, you should show the political resolve to clean up your own backyard. You have to stop bickering and dragging your feet over the urgently needed austerity measures. It is time to roll up your sleeves and get the job done.*

Si Alemania nos pide a todos que actuemos como alemanes, China nos pide que nos volvamos todos un poco chinos. Mientras los alemanes y otros virtuosos europeos nos llaman "piigs" y nos consideran despilfarradores, los chinos vienen a decir lo mismo, que no entienden por qué ellos pueden ahorrar el cincuenta por ciento de sus bajos salarios, trabajando 12 horas diarias y sin saber qué son las vacaciones, y nosotros no somos capaces de ahorrar el uno por ciento. China, cuando no quiere comprar deuda, también recomienda austeridad, aunque sea con la boca chica. Lo mismo que Alemania.
Si muchos nos volvemos "austeros" dejaremos de comprar los productos que contribuyen a que los virtuosos, además de serlo, tengan más dinero almacenado. Crecen sus reservas mientras aumentan nuestras deudas. La emisión de deuda solo se ve negativa —poco virtuosa— cuando se entra en el riesgo de que no pueda ser devuelta. Si los países que se endeudan puedan pagar sus deudas, nadie lo ve un problema. No es la virtud del ahorro austero la que se pondera, sino la devolución de lo adeudado.

Por eso la petición de austeridad china a los que están endeudados contrasta con su fomento del endeudamiento con otros países "emergentes" a los que se les está llevando a endeudarse de otra manera. Pero así es la economía, cuya ley más importante es la del embudo y la de la paja en ojo ajeno y la viga en el propio. Cuando China, habla de los "pobres" debe estar de broma, y habría que pedirle alguna explicación al respecto. Que en China haya pobres no significa que sea, en estos términos, un país "pobre": es la segunda economía mundial. La idea de "pobreza" tienen muchas facetas. Es el país con más multimillonarios también. No se puede pasar de una cosa a la otra y China, que ha avanzado grandemente contra la pobreza, también tiene otras muchas aristas que debe asumir cuando ha cambiado su estatus internacional y su peso en la economía mundial.
Como nada es gratis, ni tan siquiera la buena voluntad, la carta, que ha comenzado mostrando la perplejidad del trabajador chino porque los ricos europeos vayan a la puerta de su humilde morada a pedirles dinero, concluye con una petición menos populista y más oficial:

Perhaps now that China has shown its goodwill toward you with its chivalrous purchasing of European debts, we can expect some demonstration of goodwill from you. I think you should recognize China's market economy status as soon as possible. After all it is of no substantial significance. China is going to get the status anyway in a few years' time according to the World Trade Organization rules. Good relations are all about reciprocity.*


Cuando los chinos quieren ser directos, los son. Pero para hacer eso, China tendrá que plantearse una serie de cuestiones que irían contra su propia forma de pensar y hacer la economía, ese extraño mix de socialismo productivo y capitalismo competitivo, de economía dirigida y proteccionista, que es la base de su éxito.
Entre el "virtuosismo" chino y el alemán, y la ausencia de virtud del dólar, a los demás nos quedan pocas alternativas. Tratar de encontrar un hueco competitivo —algo que a ellos no les apetezca— y apretarnos el cinturón hasta que los que nos imponen la dieta decidan que ya podemos volver a engordar de nuevo con las chucherías o solomillos que nos vendan. Hemos gastado más de lo que teníamos, sí, pero, como clientes fieles, casi siempre compramos en el mismo sitio.
Tendremos que ir escribiendo nuestra propia respuesta. Más que nada, por cortesía.

* "To the indebted nations of Europe" China Daily 23/02/2012 http://www.chinadaily.com.cn/opinion/2012-02/23/content_14672918.htm
** "El yuan alcanza su valor máximo frente al dólar" El País 11/08/2011 http://economia.elpais.com/economia/2011/08/11/actualidad/1313047980_850215.html




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