martes, 28 de agosto de 2012

El idiota iluminado

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Intento sobreponerme a la información que El País nos trae de México. Que haya sectas integristas de todo color y creencia no me extraña; que los iluminados tengan adeptos que los siguen y caen en éxtasis profundos en cuanto que están a tiro de olor corporal, no me sorprende. Lo que me sigue sorprendiendo es cómo algunas explicaciones se abren paso en la mente de la gente hasta llegar al ridículo sin que los afectados lo perciban.
El "idiota iluminado" es una variante del crédulo rayana en la estupidez; es el regreso a la explicación mítica tonta, que ya es rizar el rizo. Y si no, lean por qué este pueblito mexicano, conquistado para la causa del cielo, tiene prohibido el fútbol:

“Lo esférico representa el mundo, y la Virgen del Rosario nos dijo en una aparición que quien patea la pelota de fútbol está pateando el mundo, obra sagrada de Dios. Obra sagrada de Dios” repite mecánicamente. “Por eso preferimos el fútbol americano, porque la pelota es ovaladita y no se parece al mundo. Eso sí se permite aquí, en la Nueva Jerusalén”*


Explicación digna de figurar en alguna narración de Gabriel García Márquez, hacía tiempo no leía algo así. Y es que los idiotas iluminados tienen explicación para aquello que nadie les pide. Que hubieran prohibido los deportes, lo hubiera entendido. Siempre podrían haber dicho que la Virgen del Rosario no quería deportes en la Nueva Jerusalén creada en el municipio de Turicato (Michoacán). Todo el mundo lo hubiera entendido: el culto al cuerpo, la violencia, todas esas cosas, ya saben...
Pero no; había que rizar el rizo. Había que prohibir el balompié y ensalzar el fútbol americano porque el mundo es redondo y es sagrado. Se quejan en el artículo de que los niños no saben quién es Messi o Cristiano Ronaldo. ¡Pobrecitos! ¿Y qué van a hacer? 
La Jornada de Michoacán nos da más informaciones del idiota iluminado, llamado Martin de Tours, para injuria del santo generoso, patrón de los soldados, que solo dio media capa al mendigo desnudo que se le presentó argumentando que la otra mitad era del ejército romano. Quizá por eso le hicieron patrón de los soldados, por el cuidado que tuvo del material militar. Cristo se le presentó también con media capa, en justa correspondencia. 



Este Martín de Tours a la mexicana, quesadilla de santo futuro, la ha emprendido contra la educación, como la emprendió contra el esférico, que todo es empezar, a golpe de revelación. Ha hecho que arrasen la escuela laica de la localidad y ha dicho que todos a rezar. Un verdadero soldado. El pueblo, convertido en secta, cerca a los que se niegan a pasar por el aro revelado y los niños reivindican —¡pobrecitos!— su santo aislamiento. Nos dice el diario mexicano:

Martín de Tours se está saliendo con la suya. El ciclo escolar no pudo iniciar en la Nueva Jerusalén. Después de múltiples rondas de diálogo y negociación, los niños de La Ermita –si quieren tomar clases– tendrán que trasladarse a Puruarán. Hace unas semanas la escuela del lugar fue derruida e incendiada, la teocracia que gobierna en esa comunidad ha insistido en su postura de impedir que los niños asistan a una escuela oficial.
La educación que se imparte en las escuelas públicas es para el jefe de la Nueva Jerusalén “cosa del demonio”, y con ello impide la acción del Estado mexicano. Con violencia impuso su determinación. La única educación que vale es la que se imparte en el plantel que manejan los ministros de culto de La Ermita. En ese plantel sólo se habla de la historia de la Virgen del Rosario, no hay espacio para el conocimiento del idioma español, ni para que los niños aprendan a realizar las operaciones aritméticas, ni para que conozcan la historia de México, mucho menos para que aprendan sobre los fenómenos naturales, la biología y la geografía.**

La escuela arrasada

Curiosa contradicción la de este Martín de Tours mexicano, que tiene medias luces como el otro tenía media capa, que el mundo le parece sagrado en forma de pelota, pero le parece pecado en forma de libro.
Con la mitad de sus lucecitas de bajo consumo funcionando en su cabeza, este iluminado ha hecho lo que mejor se les da a los de su especie: iluminar el mundo con el fuego de las escuelas. Hay mucho Martín de Tours enchilado suelto por el mundo. Porque este Martín —el líder de la Nueva Jerusalén tras la muerte de Papá Nabor, el fundador— no es más que un talibán vulgar y corriente, un "afgano" sin turbante trasplantado allí donde crece la mala hierba de la ignorancia, la peor de todas. La Virgen del Rosario debería hacerle el favor de contarle que el mundo, además de ser sagrado, es un misterio que resolvemos imperfectamente con el milagro de la inteligencia y el asombro. Y que renunciar a ambos es casi tan malo como renunciar a dar pataditas a un balón redondo por una revelación mal entendida. ¡Deje que se diviertan los niños, Martín, que ya los machaca bastante tapándoles el cuerpo y oscureciéndoles la mente! ¡Que en el cielo hay porterías!


Los idiotas iluminados, como Martín y sus acólitos, están ganando terreno en el mundo en todo tipo de versiones y visiones. Queman escuelas en nombre de sus revelaciones particulares, de su mensajería divina, cada vez en más países. No son luz, sino fuego fatuo. El problema de esta especie de idiotas mesiánicos es que necesitan seguidores a los que salvar constantemente de los males del mundo, esa pelotita que rueda por el cosmos a la espera de que alguien, ¡pecador!, chute a puerta.

* "Una secta integrista veta la educación laica en un pueblo mexicano" El País 27/08/2012 http://internacional.elpais.com/internacional/2012/08/27/mexico/1346102704_592416.html
** "Martín de Tours y Gobernación" La Jornada de Michoacán (México) 27/08/2012 http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2012/08/27/martin-de-tours-y-gobernacion/







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