viernes, 13 de julio de 2012

¡Hola, jefe!

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La detención de una trama de matuteros del tabaco en Cataluña nos depara una vez más la sorpresa de ver cómo está la clase dirigente. Van a tener que empezar a construir  prisiones de cinco estrellas para tanto preso de lujo como está entrando. Y es que hay categorías.
No sé qué cara se les habrá quedado a los agentes que han detenido a Jordi Ausàs, ex Conseller de Gobernación, es decir, el responsable del orden público, el señor al que saludabas llevándote la mano a la gorra, sacando pecho y metiendo tripa cada vez que te lo encontrabas. Según lo ves llegar, te hacen dudar: ya no sabes si viene en visita oficial, a pasar revista, o a pasar unos días en los calabozos, pendiente de ser recibido por el juez.
Nos cuenta La Vanguardia:

El ex conseller, según fuentes cercanas al caso, actuaba presuntamente de almacenista y secundariamente participaba en la distribución del tabaco de contrabando. Al parecer, había puesto al servicio de la organización algún inmueble de su propiedad donde podía guardarse la mercancía hasta su salida al mercado negro. Entre los arrestados, se encuentra un suboficial de la Guardia Civil destinado en La Seu d'Urgell y que como el exconseller de Governació tenía un papel muy determinado dentro del grupo.*

Cada vez se pasa más del despacho al trullo. Durante la transición española, la gente presumía de lo contrario, de haber pasado del trullo al despacho, que se veía casi como un síntoma de elegancia y distinción democráticas haber pasado por el talego franquista aunque fueran solo unas horas. Se quejaban algunos de los luchadores de siempre que había neófitos políticos que se hacían detener por cualquier cosilla con tal de poder poner en el currículum que habían estado detenidos. Si no, no eras nadie.
Pero lo de ahora va en la otra dirección, lo que indica algo que todos sospechábamos desde hace tiempo: que los altos cargos son escuelas de malas costumbres. No sé qué es lo que pasa, pero les ponen coche, escolta y chunda-chunda... y los estropean. Tenemos una sesión continua de Más dura será la caída (1956), película de la que nadie se acuerda, pero cuyo título resulta profético para todos aquellos que gustan las mieles de las alturas para luego probar la consistencia del suelo cuando caen en desgracia o se tiran ellos solos.



Pasar de miembro de Esquerra Republicana y Conseller de Gobernación a matutero de tabaco, almacenista y distribuidor, la verdad, no deja de sorprendernos por más que tengamos que acabar haciendo un Who's Who de las cárceles y juzgados españoles de tanta autoridad que están almacenando; y es que cuando no es un presidente es un conseller, y cuando no es un alcalde es un concejal. Cuando yo vivía en Madrid, mi casa estaba cerca del tanatorio y en el mercado las vecinas comentaban lo contentas que estaban porque por allí, por el barrio, pasaban todos los famosos, expresión eufemística de la mortal realidad humana, ya que, efectivamente, más tarde o más temprano, todos pasamos por el tanatorio. Pues algo así parece que ocurre con los políticos y los juzgados. Por lo menos, algunos.

Y es que nos quitan el poder y nos dejan en camiseta. Y además de tirantes, que es más cutre. Nos salen todos los vicios, los de nacimiento y los adquiridos, que aquí todo se reparte entre la herencia y el medio, que incluye los aprendizajes de las malas, malísimas costumbres políticas. Naces ambicioso, sí, pero luego se te abre el apetito y empiezas a tragar y tragar hasta que ya no puedes parar y acabas en el trullo.
La política se ha ido llenando de personas de moral dudosa, que es otro eufemismo. Los políticos honestos se ponen muy nerviosos cuando se dicen estas cosas, pero la culpa es de ellos que los colocan en esos lugares privilegiados y se les sube el pavo y se creen después que todo el monte es orégano.
Ayer era el "asesor" de alcalde de San Sebastián convertido en depredador de hinchas celebrantes de las victorias de la selección española de fútbol, cúspide  de la cadena alimentaria vasca; hoy es un ex conseller que pasa de defender el orden a saltarse las aduanas y a convertir su casa en almacén de tabaco de contrabando. ¡Pero, hombre, cómo eligen ustedes!



Y no es solo de aquí, claro, que los españoles somos muy dados a considerarnos el ombligo del universo. Que en Alemania se han cargado al presidente no hace mucho, igual que al de Rumanía hace apenas unos días; al ex primer ministro israelí, tres cuartos de lo mismo. A Sarkozy, que no estaba mentalizado, ya le han entrado en casa; a Berlusconi, ni se sabe. Pero, la verdad, esto del contrabando de tabaco es un poco cutre, un poco de posguerra, por más que nos digan que con las subidas del precio se ha convertido en un bien de lujo. Seguro que las cajetillas matuteadas por el ex conseller se convierten en piezas de coleccionista y adquieren un precio muy elevado en eBay. Valor añadido.
Pero a mí lo que me preocupa es otra cosa. ¿Cómo atiendes a tus ex jefes? He consultado a los expertos en protocolo de comisarías, comandancias y cuartelillos y están un poco desorientados, porque es una situación nueva. Sinvergüenzas los ha habido siempre, pero nunca habían llegado tan alto y caído tan rápido y con tanta frecuencia. No estamos preparados para una crisis de protocolo de tal calibre. Recomiendan que si ves que tu jefe o ex jefe te viene de frente, te fijes lo primero en dónde lleva las manos: si las lleva libres, esposadas por delante o a la espalda. Por aproximación, sirve para determinar la gravedad del asunto.
En cualquier caso, haz como si no le conocieras.

* "Detenido el exconseller Jordi Ausàs en una operación de contrabando de tabaco" La Vanguardia 12/07/2012 http://www.lavanguardia.com/politica/20120712/54324862602/detenido-ex-conseller-jordi-ausas-operacion-contrabando-tabaco.html



Otro ex político con dificultades para reincorporarse a la vida civil


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