domingo, 24 de junio de 2012

Los desmarcados

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Por fin el nacionalismo ha encontrado la justificación para desmarcarse de la “marca España”. Las insólitas declaraciones del presidente Mas sobre la necesidad de que el resto del mundo no piense que Cataluña forma parte de ese desastre que es España nos enfrenta de nuevo al despropósito en forma de embudo que los nacionalismos han ido desarrollando. Mas anuncia que “el país más potente del sur de Europa” irá por libre, que dedicará un presupuesto de viajes mayor a explicar por todo el mundo porqué los mapas no dicen la verdad, a demostrar con cifras lo que las palabras expresan en cada mitin o discurso.
El “no somos España” es el equivalente al “nos somos Angola” de Mariano Rajoy. En realidad, no somos nadie. Los políticos ya no saben qué hacer. El aburrimiento extremo que nos causan las explicaciones de por qué lo hacen tan bien pero va todo tan mal se extenderá a casi todos los países de la Tierra, que no se verán privados de ese placer intelectual.
El presidente catalán responde así a algo tan representativo como una carta de un lector´, un indignado a su manera, publicada en la prensa:

Mas hizo referencia a una carta firmada por un empresario que publicó ayer La Vanguardia. Víctor Arnau ponía de manifiesto la desconfianza que sus clientes le expresaban por pertenecer a España, "un país al borde al quiebra", y emplazaba al president a recuperar la imagen de país serio que a su juicio había conseguido Catalunya en las últimas décadas. El president cogió el guante del lector y respondió: "Exactamente lo que me pide este lector de La Vanguardia es lo que he venido a hacer primero a Boston y luego a Nueva York. Somos el país más potente del sur de Europa y hemos de hacerlo saber al mundo, para que no nos confundan. Es urgente desmarcarse... Ya se ha visto que el éxito económico español tenía los pies de barro".*


Más claro, el agua. El señor Víctor Arnau García es un empresario del sector de las artes gráficas que publicó en La Vanguardia una carta abierta dirigida al presidente Mas en los siguiente términos:

No ens hem identificat mai amb la cultura del pelotazo ni amb l'especulació ni amb els diners fàcils sense esforç.
Ara ens enfrontem a un enemic molt perillós. Aquesta setmana he rebut trucades dels principals clients de la casa. Des de diferents països d'Europa, tots ells m'han expressat por a tenir el proveïdor en un país que en els propers dies farà fallida. Estan pensant a fabricar en un altre país més segur! Així és com ens perceben a Europa. Això és el que pensen els nostres clients estrangers. Com lluito contra aquesta visió que tenen de nosaltres a fora? És aquí on demano ajuda. No volem subvencions, ni diners, ni crèdits. M'agradaria imatge, seriositat, respecte. Que no engeguem a rodar en uns dies la feina ben feta durant 20 anys.**



Nadie duda de la buena intención del empresario y su deseo de enfrentarse a ese “enemigo más poderoso” que todos esos males con los que se les ha metido injustamente en el mismo saco con lo que hay al sur de la frontera. Él, efectivamente, no pide dinero, ni subvenciones, ni nada por el estilo. Solo pide que se le desmarque del parasitismo, de la mala imagen,  de ese lastre llamado España compuesto por un número indefinido de vagos y maleantes. Sin ellos, todo será más fácil y los clientes europeos volverán a pasar por caja y confiar ciegamente en la seriedad que, como “realidad diferenciada”, se habrá recuperado. ¡Señor President, haga algo!, clamaba el empresario ante las incertidumbres de los mercados y mercadillos.
El señor Arnau es muy libre de pensar como quiera y de sentirse más listo, trabajador y honrado que nadie. Puede serlo con tranquilidad o, al menos, sentirse así. Lo que sí es criticable es su ingenuidad por pensar que sus políticos son la panacea o no tienen responsabilidad en lo que ocurre en el conjunto. Señor Arnau: sus políticos también son responsables del estado general calamitoso. Ni más ni menos, para no entrar en discusiones. ¿Cree usted que sus clientes se sentirán más tranquilos cuando el señor Mas vaya, de país en país, explicando a todos que no hay que confundir y saque un powerpoint con un mapa para explicar lo que ocurre en este rincón extremo de Europa, avanzadilla del Norte, galaxia muy lejana, pueblo irredento de la Galia, Far West fronterizo? Pues probablemente no y lo que entenderán es que a los problemas ya existentes tenemos otro más que nos hace más inseguros para la inversión: nuestra tendencia a no ponernos de acuerdo en nada. Los orígenes románticos del nacionalismo no dan para tanto.
La Vanguardia nos adelanta:

La gira europea para explicar el déficit fiscal catalán tiene, de momento, tres destinos previstos: Lisboa, la segunda semana de julio, y después del verano Bruselas y París, y continuará con otros viajes relámpago a capitales de la Unión Europea en función de la agenda doméstica. Pero la ofensiva diplomática del Govern va más allá de Europa. Según ha podido saber La Vanguardia, están fijados ya en la agenda del president los siguientes destinos: Moscú en noviembre; China y Singapur en diciembre, e Israel a continuación, sin fecha definida pero probablemente en el primer semestre del año. La Secretaria de Exteriors trabaja también para continuar la tarea en los países de economía emergente como Brasil e India.

Lo de “la gira europea para explicar el déficit fiscal catalán” es un bonito eufemismo político. Permitirá explicar de una vez por todas —a ver si lo entiende el mundo de una vez—, de dónde provienen todos los males que aquejan al señor Arnau y demás honestas personas. Mas, que ha comparado Cataluña con un atleta corriendo con una mochila llena de piedras (que somos usted y yo, claro, no él) en su viaje didáctico a Boston***, no considera que todas estas cosas sean negativas para España.

Con todo, el president rechaza que su posición pueda interpretarse como antiespañola, sino al contrario. "A España lo que le interesa es que Catalunya tire del carro y Catalunya ayudará a España si esta le permite desarrollar su potencial".*

Señor President, Señor Arnau: A España no le interesa que Cataluña tire del carro. Le interesa que Cataluña, Extremadura, Andalucía, ambas Castillas, Euskadi, Galicia, etc., etc. (que no se sienta nadie ofendido por el etcétera) tiren de sí mismas para salir todos adelante, porque no hay otra forma. Aquí el problema no es ya quién tira del carro, sino si nos quedemos sin carro, robado anoche mientras dormíamos.
Hacer ver que los males de Cataluña solo provienen de los males de España o hacer ver que solo España saldrá adelante si Cataluña tira de ella (porque los demás son incapaces, claro) no es nacionalismo: es una tontería auto reconfortante y autista, una fantasía que pueden trasladar a todos los powerpoints que quieran y traducir a todos los idiomas de la Tierra para hacer una gira que saldrá carísima (ahora que se critican los viajes del señor Ribó, defensor del pueblo catalán, por todo el mundo), pero que se pagará con gusto porque es por una buena causa. Todo esto se lo aplaudirán a rabiar los que les guste escucharlo, porque que nos adulen los oídos es la segunda cosa que más nos gusta después de que nos adulen el bolsillo.
¿Arreglarán algo? Pues, probablemente, no. ¿Se sentirán más satisfechos? Pues algunos probablemente sí. Los problemas de Cataluña son una parte entrañable de nuestros problemas y viceversa. Y lo que es verdaderamente urgente es demarcarse de todo lo demás.

* "Mas: "Es urgente desmarcarse de España"" La Vanguardia 24/06/2012 http://www.lavanguardia.com/politica/20120624/54316192248/mas-urgente-desmarcarse-espana.html
** El lector expone (Cartas) "La nostra imatge a l'estranger" La Vanguardia 23/06/2012 http://www.lavanguardia.com/participacion/cartas/20120623/54316111071/por-proveidor-pais-en-fallida.html
*** "Artur Mas explica sus agravios con España en Boston" ABC 21/06/2012 http://www.abc.es/20120621/local-cataluna/abci-artur-explica-agravios-espana-201206211003.html


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