viernes, 11 de mayo de 2012

Los políticos viajeros

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En el rosario de despropósitos que se va formando con los casos de políticos cuyo sentido de la política se aleja de lo que dicen los más relajados pensadores del ramo, ha destacado estos días el del concejal del PNL —que no es de la Programación Neurolingüística, como pensé inicialmente, sino del Partido Nacionalista de Lanzarote— Don Pedro de Armas, del ayuntamiento de Arrecife.*
Para quienes no lo sepan, el concejal micronacionalista ha causado escándalo general al desaparecer de su puesto durante cuatro meses, que son los que lleva montado en su barco haciendo regatas por el Caribe o, según apuntan otros, intentando vender el barco. 
Su última asistencia a un pleno fue en diciembre y el ocho de enero salió rumbo a la Martinica. Se defiende, en la distancia, desde Miami, a golpe de teléfono, de las acusaciones y reproches que le hacen calificándolas de “mezquinas”. Al señor de Armas le parecen así las medidas tomadas por el ayuntamiento, como airear sus facturas de móvil, que paga el consistorio, o que se haya prescindido de la secretaria que lleva tiempo cruzada de brazos porque él se encuentra al timón, no de su municipio, sino del barquito con el que surca los mares compitiendo bajo bandera española por los mares piratas del Caribe. Las explicaciones dadas son o muy claras o muy confusas, según se conozca la política local:

“Me parece barriobajero y de gente ruin lo que han hecho. Ella era personal de confianza del alcalde, secretaria de una formación política llamada PNL [en la oposición] y no secretaria de Pedro de Armas”, aseguró el político.**


Que la secretaria de la oposición sea personal de confianza del alcalde y que la "oposición" esté navegando por el caribe,  debe ser una situación con la que cualquiera que esté al frente de un ayuntamiento debe soñar. ¡Ay los sitios pequeños! Dicen en el ayuntamiento que no saben cuándo tiene Don Pedro pensado regresar, que salió para un mes y que los vientos son muy suyos, imprevisibles, que ancho es el Mar de los Sargazos y siniestro el Triángulo de las Bermudas. En 2003 estuvo un año sin aparecer, sin que nos aporten más datos. ¡Islas afortunadas!
Él se defiende, claro, y dice cosas como que un funcionario le comentó que él era de los que menos gastaban en teléfono y, para él, la palabra de un funcionario es sagrada. Argumenta en su defensa algo que me deja perplejo:

De Armas echó mano de su "ignorancia con la tecnología" para justificar el hecho de que su teléfono móvil que, según él, dio a su hijo junto con su iPad el pasado 1 de abril para que los entregara en el Ayuntamiento, facturara un gasto de 1.200 euros hace un mes por uso de la línea con cargo a las arcas municipales. "Mi intención es devolver el gasto ocasionado por mi error", indicó.**

Si le dio el teléfono a su hijo para que lo devolviera, pasados varios meses de navegación, y el teléfono sigue facturando, la única explicación “tecnológica” es que al concejal le ha salido otro nacionalismo en casa.
Don Pedro, concejal y navegante, desconocedor de las tecnologías, es un ejemplo más del descontrol —y de la desvergüenza, señalarán algunos— con los que una parte de la clase política, que habría que empezar a llamar “casta”, afronta el servicio público. No se trata de que se devuelvan 1.200 de factura, de que haya estado cobrando su sueldo desde que desapareció de las aguas costeras para adentrarse en la mar océano, se trata de que un político debe estar allí dónde ha sido elegido por el principio tautológico de que ha sido elegido para estar allí. Quizá debería presentarse a concejal en Miami y crear el PNM o Partido Nacionalista de Miami. Aunque es probable que algunos meses después estuviera por aguas canarias. Ya lo decía Baudelaire: ¡Hombre libre, siempre amarás el mar!
E igual de libre se encuentra otro viajero, el ya ex consejero de Salud de la Junta de Extremadura. Sin necesidad irse hasta Miami, Francisco Javier Fernández Perianes, médico oftalmólogo, tenía una consulta en la ciudad portuguesa fronteriza de Elvas, a un tiro de piedra de su residencia. La ley de incompatibilidades regional impide que un Consejero, cargo importante, desarrolle actividades de este tipo. Quizá pensó el señor Perianes, al que todo el mundo pondera por su dimisión rápida, que el hecho de encontrarse en territorio portugués le permitía hacer el trabajo que la ley le impedía realizar en territorio español.


El caso de Fernández Perianes, por más que no abandonara su puesto político dimientdo, tiene un matiz incluso peor frente al descaro caribeño de Pedro de Armas. Si ha montado esa consulta con la única finalidad de seguir desarrollando su trabajo lejos de las miradas de los fiscalizadores de incompatibilidades, está claro que existía un afán de ocultación que revela la conciencia clara de la incorrección de lo que estaba haciendo. Mi perplejidad, como en el caso anterior, se vuelve a manifestar cuando leo:

A preguntas de los periodistas, el consejero ha asegurado que «no sabía» que su consulta se anunciaba en un periódico local de Elvas, respecto de lo que ha rehusado ofrecer más detalles porque «no merece la pena». Únicamente ha apuntado que «todo médico, es médico las 24 horas del día».***

Los anuncios no se ponen solos. Si el señor Fernández Perianes es un “adicto a la consulta oftalmológica”, como otros son cleptómanos, debería renunciar a la política, a menos que sea adicto a varias cosas a la vez, que en el corazón de la gente generosa hay espacio para muchas devociones, aunque el día tenga solo 24 horas, como se lamenta con razón el ya ex consejero de Salud.

La apelación al “juramento hipocrático” que el señor Fernández Perianes hace, como en el caso de la apelación a la “ignorancia tecnológica”, me resulta también insólita:

Fernández Perianes ha aseverado que ha presentado su dimisión «con la conciencia bien tranquila» por sus actuaciones al frente de la Consejería de Salud y Política, con «el mayor de los orgullos y con fidelidad siempre al juramento hipocrático».***

Nadie le ha obligado a renunciar al juramento hipocrático, en el que se dice “pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza”—. Nadie le ha obligado a ser Consejero de Salud, que yo sepa. Y eso le liga a otro juramento, el de su cargo público, y a respetar las leyes específicas que lo rigen, entre ellas la que determina la incompatibilidad de su otra actividad, la profesional. O lo uno o lo otro. Nadie duda de sus cualidades como político y oftalmólogo, pero no puede ejercer ambas a la vez. Es la ley. El resto es poesía.
Es bueno que se den a conocer estos casos —hay otros más sobre la mesa— para que se vaya poniendo coto a tanta indiferencia por parte de unos y abuso por parte de otros. La política debe ser una vocación de servicio al ciudadano. Si uno se dedica a ella, no puede alegar su pasión por las regatas o por pasar consulta clandestina tras la frontera para burlar controles. En los dos casos, los afectados se muestran sorprendidos y airados por las respuestas mediáticas y ciudadanas de sus acciones. No ven nada reprochable; lo ven normal.
Se nos queda cara de tontos. O son muy simples o creen que los simples son los demás.

* "Un concejal lleva cinco meses sin pisar el Ayuntamiento por estar navegando por el Caribe". Antena 3 09/05/2012 http://www.antena3.com/noticias/espana/concejal-canario-lleva-cinco-meses-pisar-lugar-trabajo-irse-viaje-caribe_2012050900200.html
** “De Armas califica de ´mezquino´ el cese de la secretaria del PNL” La Provincia http://www.laprovincia.es/lanzarote/2012/05/10/armas-califica-mezquino-cese-secretaria-pnl/456499.html
*** "Dimite el consejero de Salud por pasar consulta privada en Portugal" ABC 9/05/2012 http://www.abc.es/20120509/espana/abci-dimite-perianes-consulta-201205091143.html




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