sábado, 31 de marzo de 2012

Jugar con fuego

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Cada vez está más difícil esto del sentido común. Así le ha debido parecer a la Síndica de Greuges, de Barcelona, institución de defensa de los ciudadanos, cuando ha presentado su informe anual. La institución la encabeza María Asunció Vilà. Estas son las funciones de la Síndica de Greuges, según reza oficialmente:

La Síndica de Greuges de Barcelona es una institución que tiene el cometido de defender los derechos fundamentales y las libertades públicas de los ciudadanos y las ciudadanas y también de las personas que estén en la ciudad aunque no sean residentes.

Los políticos de la corporación, ante los que ha leído su informe anual ayer, le han dicho que muy bien, que mucho rigor, etc., pero que no haga política, que eso es cosa de ellos. Y es que a los políticos no les gusta la competencia, que no es lo mismo que la oposición.

Eso de la defensa del ciudadano está muy bien, pero cuando les recuerdan de quién hay que defenderles —de sus errores o prácticas negativas para el conjunto—, ya se plantean problemas de interpretación y de límites. La Síndica les ha dado, como era preceptivo, su informe sobre el aumento del 17% de quejas de los ciudadanos, pero les ha dado también algunas raciones extra de principios y eso les ha hecho menos gracia.
De todas las cosas que María Asunció Vilà les ha soltado —los efectos de la crisis económica sobre la justicia social, los de la prostitución y sus consecuencias, etc.—, La Vanguardia resalta en titulares «La Síndica teme una Barcelona basada en el lujo y Las Vegas».
Les ha dicho a los políticos municipales:

No es objeto de este informe, pero no puedo evitar pensar en qué modelo de ciudad quieren los barceloneses a la vista de proyectos como Las Vegas en el área de Barcelona o el lujo de los yates en el puerto de la Barceloneta.*

A diferencia de los políticos profesionales, Vilà ha tenido en mente lo que representan esas acciones para la ciudad de todos, la transformación que va a suponer en la vida de los ciudadanos: tipo de visitantes, modelo de negocio, características de los empleos ofrecidos, etc. Ha actuado como debe, de oficio, diciendo lo que cree y anticipándose a lo que puede ocurrir. No solo hay que atender las quejas, sino avisar de los problemas que se pueden producir.

Los centros de juego de Las Vegas Sand: Las Vegas, Pensylvania. Singapur y Macao (ABC)

Parece que hay ciudadanos que estan deseando que se instale en su ciudad una réplica de Las Vegas, un centro dedicado al juego por parte de la empresa Las Vegas Sand. Cuando decimos “juego” estamos hablando de una parte, porque lo que el juego trae añadido lo sabemos todos. Según parece, el modelo les encanta y solo quieren que mejore el nivel de ingresos de los visitantes. Haz lo que quieras si traes dinero. Es como si Madrid presumiera de las visitas de Dominique Strauss-Kahn a sus “fiestas libertinas” de elite que le preparaban aquí, despreciando la prostitución callejera pero valorando la de alto precio. Un despropósito realmente cínico e hipócrita.
La rivalidad entre las ciudades de Madrid y Barcelona sobre esta cuestión es una muestra más de cómo nuestros políticos siguen ignorando cuáles son nuestros males y cuáles las salidas. Es lo que Vilá ha llamado con acierto tener en cuenta el “modelo de ciudad”. No prever los efectos que va a tener sobre un municipio o una zona la concentración de negocios de este tipo es ser muy necio. Desearlos, como algunos parecen querer, es un auténtico suicidio social solo explicable desde la más absoluta irresponsabilidad y la máxima codicia. Estamos tan desesperados que la gente da sus bendiciones a los residuos nucleares o a los casinos, prostíbulos, etc., a lo que haga falta. Pero lo que hace falta es no seguir por este camino y rectificar. Lo demás es más de lo mismo.

La construcción de casinos por parte de empresas norteamericanas en Europa hay que entenderla en clave de los conflictos que el sector del juego está teniendo en Estados Unidos desde la proliferación del juego on line y la lucha entablada entre los dos sectores, el presencial y el virtual o, lo que es lo mismo, el póker que se juega en una mesa y el que se juega en una pantalla.
En abril de 2011 se produjo lo que las comunidades de juego online llamaron el “viernes negro”, el cierre de los casinos virtuales con sede en los Estados Unidos. Los acontecimientos eran resumidos de la siguiente forma por una de las páginas dedicadas al póker:

Resumen de los hechos acontecidos en las últimas 18 horas...
- Desde media tarde de ayer viernes, los jugadores norteamericanos han empezado a tener problemas para acceder a sus cuentas en las salas Poker Stars, FullTilt Poker y Absolute Poker.
- Poco a poco, los jugadores ven como al intentar acceder a los dominios .com de estas tres salas aparece la información de que el FBI ha confiscado dichos dominios bajo orden del Departamento de Justicia de Nueva York.
- El FBI ha comunicado de forma oficial que estas actuaciones se entienden por la violación de la ley federal sobre transferencias de fondos y de las transacciones bancarias hacia las salas de juego (parte fundamental de la UIGEA aprobada en 2006 durante la administración Bush pero que desde verano de 2010 se consideraba válida a todos los efectos). A los acusados se les pide una multa de hasta 250.000$ y penas de cárcel de hasta 5 años.
- Empiezan a aparecer nombres propios y delitos tipificados fuera de la UIGEA. Entre lo más destacado se anuncian delitos como el blanqueo de capitales, soborno y fraude que implicarían a Isai Scheinberg y Paul Tate de PokerStars; Raymond Bitar y Nelson Burtnick de Full Tilt Poker y Scott Tom y Brent Beckley de la sala Absolute Poker.
-Preet Bhara, Procurador de Manhattan, justifica ante los medios las medidas tomadas con las siguientes declaraciones: "las empresas extranjeras que eligieron en su día seguir operando en Estados Unidos a pesar de la UIGEA sabían que no respetar la ley tendría consecuencias". Confirma que se está investigando  a 11 personas entre las que se encuentran los nombres citados anteriormente (Isai Scheinberg y compañía) y a las cuales se les va a acusar de varios delitos.
- De forma paralela, a lo largo de la noche y la madrugada, las salas de póker afectadas han decidido suspender el acceso a sus plataformas de todos los jugadores norteamericanos en lo que a mesas de real money se refiere. Asimismo han bloqueado las transacciones económicas entre jugadores y sala informando a sus jugadores de sus derechos.**


Como puede apreciarse, una auténtica debacle para un sector que estaba salvaje, sin regular o sin aceptar la regulación. Si queremos establecer un paralelismo, mucho más estrecho de lo que parece, tenemos el reciente cierre de Megaupload y otros sitios de Internet dedicados a las descargas también como parte de la lucha con otros sectores del entretenimiento. Hay una guerra entre el creciente sector del ocio online (música, cine, software…) y los sectores reales que supone miles de millones de dólares anuales y cuyos afectados no están dispuestos a dejar pasar por más tiempo. El juego no es ajeno a este tipo de situación, muy al contrario, forma parte esencial del entramado legal, ilegal o semilegal que es cada día más poderoso. Por eso se han puesto en marcha regulaciones, incluida España, para tratar de controlar el sector y, sobre todo, recaudar altos impuestos por los estados, que ven grandes fuentes de ingresos.***
Los mismos medios sobre el juego sintetizaban así el origen del “viernes negro”:

Por lo general, parece que los medios generalistas asocian directamente esta operación del Departamento de Justicia a la forma que los fuertes lobbys de empresas con intereses en empresas de juego offline (no solo casinos sino grandes promotores de eventos deportivos, cadenas de televisión y las grandes asociaciones de espectáculos) tienen para presionar en Washington a que se priorice al sector tradicional en esta nueva etapa que se abre y que parece sirve para ver el pronto desenlace del proceso de regulación. Han sido muchas las voces que durante esta jornada no han parado de repetir que la crisis que vive Las Vegas -y por tanto una de las industrias tradicionalmente más importantes del país- debe llegar a su fin y que para ello debería contar con la ayuda de una ley que sitúe en posición de sumisión al sector online.**

Las restricciones en el sector on line abren nuevas oportunidades para los casinos tradicionales. Pero el punto clave, señalado en el párrafo citado anteriormente, es que no es solo el juego, sino una organización más amplia que incluye, como ocurre en Las Vegas, la organización de eventos deportivos, musicales o de lo que haga falta para atraer ese turismo ludópata que quiere entretenimiento paralelo. Las empresas dedicadas al juego en Estados Unidos forman parte de entramados más amplios y no dudaran en establecer procesos simbióticos con todos aquellos que deseen beneficiarse de los efectos de atracción que conlleva este espectáculo.


Si estas empresas se instalan finalmente en Madrid o Barcelona, como la Síndica ha advertido, significará la apuesta por un modelo de ciudad (y de país) que no es que el que muchos ciudadanos quieren. Traigan fábricas y creen puestos de trabajo para ingenieros e investigadores y no para lo que habitualmente necesitan casinos y similares, que de eso ya tenemos bastante.
La ciudad que acoja esa nueva Las Vegas puede que atraiga dinero, lujo, yates…, pero tendrá un espectáculo social bastante deprimente y negativo. Lo que la Síndica —que ha cumplido honestamente con su labor y conciencia— ha advertido es sobre los peligros de jugar con fuego.
El primer intento fue Los Monegros


* "La Síndica teme una Barcelona basada en el lujo y Las Vegas" La Vanguardia EFE 30/03/2012 http://www.lavanguardia.com/vida/20120330/54279207204/sindica-teme-barcelona-basada-lujo-y-las-vegas.html
** "Novedades, reacciones y consecuencias del Viernes Negro del póker en EEUU" 18/04/2011 http://www.poker10.com/legalidad-viernes-negro-n6685
*** "Regulados por ley el juego, las apuestas y los casinos 'online'" El Derecho 14/12/2011 http://www.elderecho.com/actualidad/dossier/Regulados-juego-apuestas-casinos-online_0_229875161.html



viernes, 30 de marzo de 2012

Infierno y paraíso: el demonio de las armas

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Quizá algunos recuerden el escandaloso libro de finales de los sesenta, Suecia. Infierno y paraíso, del italiano Enrico Altavilla, con el que los que no vivíamos allí —y nos pillaba un poco lejos— pudimos enterarnos de muchas cosas que llegaban del norte. Suecia era el paradigma de la libertad en todos los terrenos. Para algunos, Suecia era un escándalo con fronteras. Para otros, el paraíso con el que se podía soñar en color.
Para los que no le tenían mucho apego a eso de leer, se realizó una película documental —de “arte y ensayo”— para comprobar visualmente  que las cosas que se contaban no eran fruto de la mente calenturienta de un latino posconciliar y que realmente los suecos hacían esas cosas. Suecia confirmó, más allá de la liberalidad de las costumbres, su gusto por la libertad apoyando sin trabas las políticas de derechos humanos y dando asilo y acogiendo a muchos miles de personas que llegaban de todos los rincones del mundo.
La noticia que ha sacudido Suecia estos días es el descubrimiento de que el país, uno de los más centrados en la defensa de los derechos humanos, mantiene una relación —tirando a secreta— con Arabia Saudí para la fabricación de armas y misiles. Tras diversos intentos de esconderlo y posteriormente echarse la pelota unos gobiernos suecos a otros, la cuestión ha quedado confirmada. La información ha causado la dimisión del ministro de Defensa. Los ciudadanos suecos han quedado anonadados.

A principios de marzo, la radio pública sueca denunció la intención de la empresa estatal sueca FOI, dedicada a la investigación militar, de colaborar en Arabia Saudita en la construcción de una fábrica de armamentos.
Tras esta revelación, la oposición de izquierda, miembros de la de centro-derecha, liberales conservadores del Partido Moderado y otros organismos criticaron duramente los planes del gobierno.
La sociedad critica la venta de armas suecas a Arabia Saudita, por un valor que en 2011 fue de alrededor de 9,2 millones de coronas (429 millones de dólares), consignó la agencia de noticias DPA.
La oposición cuestionó la estrecha cooperación del país escandinavo con Arabia Saudita, teniendo en cuenta la violación de los derechos humanos del régimen autoritario del país de la península arábiga.*


Las relaciones con Arabia Saudí son complicadas desde muchos puntos de vista, pero convertir a Suecia en socio armamentístico del reino saudí es algo que excede lo que las liberales mentes suecas pueden admitir. El papel represor a conveniencia que Arabia Saudí juega, por ejemplo, en los levantamientos de Bahrein está demasiado presente en la mente de todos. No entramos en la financiación que están realizando de los más conservadores movimientos árabes para llevar la "primavera" a su terreno.

Es demasiado escándalo, demasiada distancia entre “infierno” y “paraíso”. Las mujeres suecas están muy lejos de los negros envoltorios con que los saudíes envuelven a sus ciudadanas. La igualdad de derechos sueca nada tiene que ver con la prohibición de conducir o la imposibilidad de que una mujer entre en el país sin que un hombre sea “su responsable”. Vender y ayudarles a fabricar armas que serán usadas al servicio de uno de los regímenes más retrógrados y medievales del mundo no es asimilable por los ciudadanos suecos y, me imagino, que por los de otros muchos países.
El hecho de que se haya llevado tan en secreto la operación económica nos muestra que la codicia puede más que los principios; que la economía más que los derechos. Los saudíes no deben merecer más respeto que el que ellos conceden a sus propios súbditos.

La misma falsedad y codicia que nos hizo vender armas al régimen de Gadafi, incluidas las bombas de racimo antes de que fueran prohibidas definitivamente, es la que los suecos, más conscientes de derechos, denuncian.
Hay que elevar la vigilancia sobre este tipo de situaciones. Ha sido la radio pública sueca la que ha destapado el asunto. Otro ejemplo de que los medios públicos deben estar al servicio de los ciudadanos y no ser portavoces partidistas del gobierno de turno, da igual el color. Los medios han actuado a sabiendas de que esa información era necesaria para la correcta constitución de la opinión pública. El gobierno, por el contrario, ha preferido el secretismo a sabiendas de que actuaba en contra de la conciencia general de sus ciudadanos.
Debemos aprender de los medios públicos y de los ciudadanos suecos.

* "Ministro de defensa sueco renuncia". Estocolmo 29/03/2012 http://estocolmo.se/noticias/?id=1540



La colonización del futuro (y sus riesgos)

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En su obra La sociedad del riesgo global, Ulrich Beck señaló:

A medida que se desvanece el mundo bipolar, pasamos de un mundo de enemigos a un mundo de peligros y riesgos. ¿Pero qué quiere decir “riesgo”? Riesgo es el enfoque moderno de la previsión y el control de las consecuencias futuras de la acción humana, las diversas consecuencias no deseadas de la modernización radicalizada. Es un intento (institucionalizado) de colonizar el futuro, un mapa cognitivo. (5)*

Desde que el ser humano dejó de pensar en el futuro como algo prescrito (escrito con anterioridad) y pasó a creer en su propia capacidad para producir ese futuro, los intentos de conocerlo (adivinación) se han transformarlo en la capacidad de decidirlo. Para unos es posible actuar para llegar hasta el futuro pensado. Para otros, en cambio, el futuro sigue siendo arcano, pero un arcano basado en la incertidumbre, que es un parámetro tratable en función de la cantidad de información de que dispongamos. Para los primeros, la acción es esencial, pues modela el futuro; para los segundos, en cambio, lo esencial es la anticipación informativa, ya que nadie realmente puede controlarlo por su complejidad. Para unos se trata de hacer, para otros de saber.

Ulrich Beck


La “sociedad del riesgo”, de Beck, es la que sustituye a la sociedad industrial, la del hacer. La sociedad de la información almacena millones y millones de datos para poder anticiparse a los riesgos, es decir, a los efectos colaterales de las acciones. Porque esta forma moderna de sociedad ha aprendido que toda acción conlleva sus efectos colaterales, sus peligros que han de ser evaluados para poder reducir su impacto o valorar el beneficio. Puede valorarlos más o menos, pero no puede ignorarlos por su globalidad.

Pero no solo la acción tiene consecuencias, efectos y riesgos. La información misma se convierte en acción en la medida en que actúa sobre el futuro definiéndolo. Así, al hacer y al saber, podemos añadir el hacer saber. Es esto precisamente lo que está primando en un mundo económico globalizado en el que las decisiones sobre las acciones se basan en la información disponible. Hasta qué punto las referencias informativas son fiables o han pasado a ser agentes interesados del sistema, es algo que está por determinar. ¿Nos encontramos ante una falsa separación de poderes económicos? ¿Están los que informan lo suficientemente separados de los que invierten y deciden? Me temo que no. No les interesa el futuro, sino nuestras reacciones en el presente.

Niklas Luhmann
La información es un elemento activo en el acondicionamiento del “futuro” percibido. Porque no se trata de ver el futuro real, sino de fabricar una ficción creíble de futuro que oriente las acciones del presente.
Niklas Luhmann, el sociólogo alemán, escribió en uno de los capítulos (“La descripción del futuro”) de su obra  Observaciones de la modernidad:

La modernidad ha inventado el cálculo de probabilidades para poder atenerse a una realidad duplicada, producida de forma ficticia. Con él se puede calcular al presente un futuro que siempre podrá ser de otra manera, y se puede certificar de este modo haber hecho las cosas bien aunque luego salgan de otra forma. Esto presupone que se puede distinguir entre el futuro (o el horizonte de futuro), el presente como reino de lo probable/improbable y los futuros presentes, que siempre serán exactamente como serán, y nunca de otro modo. (131)

Beck señala la necesidad de que esa “ficción”, como la define Luhmann, sea “realista” para anticipar los riesgos y peligros que nuestra rápida civilización va provocando (ecología, nuclear, etc.). Sin embargo, una vez descubierto el papel orientador de esas ficciones, es fácil utilizarlas para manipular el presente. Es el miedo el que pasa a ser el sentimiento que guía la acción ante los riegos. Y el miedo es el recurso más viejo que se ha inventado para el control social.
Lo que Beck llamaba la colonización del futuro, en realidad, es la colonización de nuestras mentes hoy con las imágenes de lo que pueda ser mañana. Es el futuro el que coloniza el presente. 

* Beck, Ulrich (2002). La sociedad del riesgo global. Siglo XXI de España Editores, Madrid. [1999]

** Luhmann, Niklas (1997). Observaciones de la modernidad. Racionalidad y contingencia en la sociedad moderna. Paidós, Barcelona. [1992]




jueves, 29 de marzo de 2012

Capuchas y caramelos

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La trágica y absurda muerte del joven Trayvon Martin ha dado origen a un movimiento en los Estados Unidos. Como todo movimiento necesita de símbolos para ser identificado. Como el joven mereció sospechas por ir con su capucha puesta, como tantos otros adolescentes, la capucha ha pasado a ser el elemento central de las protestas. A las marchas del millón de capuchas —pronto renombrada como de los dos millones— que ha ido sumando manifestantes por las distintas ciudades norteamericanas, se ha sumado un nuevo elemento simbólico: los caramelos que el joven había salido a comprar. Los manifestantes acuden a las protestas con sus capuchas y las bolsas de caramelos, los Skittles, de la marca Mars.
The New York Times nos cuenta las distintas reacciones y enfoques que tiene el símbolo elegido en la medida en que es un producto comercial*. Para la marca, puede convertirse en una encerrona ya que el aumento de ventas puede verse como una forma de aprovechamiento de las circunstancias. Cuanto más gane con la protesta, más criticada será si no hace nada al respecto. La opción es crear un fondo de ayuda con los beneficios extra que se hayan podido generar con estas ventas. Eso obliga a la compañía a tener que modificar su enfoque del producto al quedar asociado a un elemento imprevisto como es la muerte del joven Trayvon. Pero la vida son los imprevistos y estos caramelos, para bien o para mal, han quedado unidos simbólicamente con unos hechos.


La capucha no plantea ese problema comercial ya que no se identifica con una marca en especial. Por eso ha podido verse repartida por todos los Estados Unidos, en los más diversos escenarios. Hemos podido ver senadores y congresistas encapuchados, reverendos, coros enteros, equipos de baloncesto de la NBA… La sociedad americana sabe cuándo debe permanecer unida para sus causas. Porque la muerte de Trayvon es una de esas muertes que revelan un estado de la sociedad, algo que se ha venido rondando con la aprobación de diversas leyes que consagraban el prejuicio racial como parte de los argumentos por los que uno puede matar a otro.


El caso de Trayvon se ha rondado desde que se dio vía libre a las detenciones por perfil racial. La ley antiinmigración de Arizona, el año pasado, como señaló Hillary Clinton, permite detener a una persona por su acento o su aspecto. Basta que esa persona haga un movimiento sospechoso para que se cierre el círculo mortal. La primera sospecha te permite detenerle y la segunda matarle. La muerte de Trayvon ha causado tanta indignación por la tranquilidad con la que el ciudadano que disparó, George Zimmerman, pudo salir sin ser siquiera detenido al invocar que se sentía amenazado. El joven, como tantos otros, salió a darse un paseo y comprar esos caramelos que ahora adquieren un valor simbólico.

En una sociedad mediática los símbolos se apoderan rápidamente de los mensajes y discursos. Pronto cubren paredes y son llevados en pancartas. La capucha convierte al que la lleva en una reivindicación andante del derecho a salir a la calle sin pensar en los que juzgan tu vestimenta como una amenaza o un delito. Por eso las palabras del periodista Geraldo Rivera causaron indignación aunque pensara en su propio hijo, Cruz, tal como el presidente Obama pensó en que podía haber sido un hijo suyo si hubiera tenido un varón. Ambos pensaron como padres, pero cada uno de forma distinta.
Rivera ha vivido su propio drama personal. Su hijo le envió un mensaje diciendo que se avergonzaba de lo que había dicho. Sus palabras fueron imprudentes, desde luego. La campaña de repulsa a sus palabras ha sido fulminante y de todos los tonos. Ha pedido perdón por ellas:

Rivera dijo el martes que una conversación con su hijo mayor el día previo lo convenció de que estaba equivocado. Reveló que por primera vez su hijo de 32 años, Gabriel Rivera, le dijo que estaba avergonzado de algo que el padre había dicho y que eso no le dejó dormir.
"Él nunca me había hablado así", expresó el presentador de la cadena Fox News. "Fue como, '¡Ay! ¿Qué hice, he hecho para que mi hijo diga eso?'"**


El hijo le hizo un gran favor al padre. Tayvon Martin fue víctima de la paranoia de los prejuicios. Geraldo Rivera de sus propia boca. Afortunadamente ha comprendido que aunque exista gente que se cree con el derecho de juzgar a otros por su vestimenta, es más importante dejarles claro que no tienen ese derecho. Aunque suponga un riesgo. Debería transmitirle eso a su audiencia, que es más importante la libertad que el miedo.

* "For Skittles, Death Brings Both Profit and Risk" The New York Times 28/03/2012 http://www.nytimes.com/2012/03/29/us/skittles-sales-up-after-trayvon-martin-shooting.html?_r=1&ref=us
** "Geraldo Rivera se disculpa por comentario sobre capucha" The Associated Press / Univisión Noticias 28/03/2012 http://feeds.univision.com/feeds/article/2012-03-28/geraldo-rivera-se-disculpa-por





El materialista libertino

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Como era previsible, la figura de Dominique Strauss-Kahn se sigue deteriorando a pasos agigantados. Lo dijimos en su momento, Nafissatu Diallo —la camarera de Nueva York— se merecía un homenaje en Francia, la Legión de Honor, si me apuran, por los servicios indirectos prestados a la República.
El caso no es una mera cuestión “rosa”, un escándalo de las revistas y tiene profundas implicaciones para la política al hacer visible las estructuras del poder, las ramificaciones y los entornos que se le crean. La cuestión no es la vida alocada de Dominique Strauss-Kahn, sino los que conociéndola eran su valedores y, sobre todo, le servían en bandeja lo que quería. ¿Buenos amigos?
El caso del hotel neoyorquino es un acto por libre, como lo fue el asalto a su ahijada, Tristane Banon. Los cargos por proxenetismo son muchos más complejos porque revelan toda una trama empresarial dispuesta a satisfacer los deseos sexuales del director del Fondo Monetario Internacional y, en su momento, previsible futuro presidente de Francia, según todos los sondeos.
Lo terrible es pensar el poder que esa trama de empresarios organizadores de orgías y fiestas libertinas (la palabra “libertina” tiene un aroma muy francés desde siempre y da un toque refinado al asunto) podía llegar a acumular en el caso de que el político en celo hubiera llegado al Eliseo. Da igual que se hubiera sometido a cualquier tipo de terapia para aplacar el furor genital. Quedaría su pasado manejable y unos empresarios muy bien colocados en la carrera por conseguir favores y privilegios para ellos y los suyos.


De esta cara de la economía no se suele hablar en las escuelas o libros de texto y ensayos. Sin embargo forma parte de la “economía real”. En la medida en que las personas que llegan al poder utilizan apoyos, cubren vergüenzas o satisfacen necesidades ocultas, el sistema político y económico se degrada pues todo eso acaba teniendo un peso cada vez mayor en las decisiones. El político pasa a estar en manos de estos grupos de amigos y también nuestro futuro, ya que no se busca lo mejor para la sociedad, sino lo mejor para los intereses de los allegados.
Cada vez se hace más evidente, a la luz de las declaraciones de las prostitutas implicadas, de los miles de mensajes intercambiados en estos años entre Dominique Strauss-Kahn y sus suministradores de sexo, que no le invitaban a fiestas, sino que las organizaban para él. El aspirante a la presidencia era el centro de ese universo en el que la violencia y la brutalidad no estaban ausentes, por los testimonios recogidos de las mujeres que le suministraban. «De manière clinique, elles décrivent des scènes "bestiales" ou violentes»*, señala el artículo de Le Monde.

Mientras sigue el proceso por proxenetismo en Francia, en Estados Unidos, Strauss-Kahn y sus abogados intentan librarse mediante el argumento de la “inmunidad diplomática”** propia del director del Fondo Monetario Internacional. Esta vez, el insulto es para la propia institución que ve cómo su antiguo responsable lo utiliza de forma ignominiosa. En términos morales, es una aceptación de la culpabilidad ya que implica que no tiene más recursos, en primer lugar, pero también el reconocimiento del uso de su cargo como escudo. Fue el primer argumento que Strauss-Kahn puso encima de la mesa cuando fue esposado y bajado del avión de camino a Francia tras la agresión del hotel a la camarera.
Podríamos pensar que es un argumento a posteriori, pero el hecho de que ya lo usara en su momento nos permite pensar que su condición de poderoso era para él una forma de resolver las barreras para sus apetitos desaforados o, a la inversa, que consideraba que era esa ausencia de barreras lo que define el poder.
La filosofía libertina, característica del siglo XVIII, no es como se suele pensar una cuestión de abuso sexual. El libertinaje es una compleja filosofía que desde la negación de cualquier transcendencia del ser humano, reivindica la falsedad de cualquier principio moral. Adelantándose a Nietzsche y su figura del superhombre, el libertino considera que la moral es una forma represiva que pone limitaciones al hombre. La muerte, el sexo, etc. no son más que elementos presentes en la Naturaleza que causan dolor o placer. El profesor Velarde escribió hace años, a principio de los ochenta, un interesante libro, El libertino y el nacimiento del capitalismo, resultado, si no me falla la memoria, de una serie de conferencias en la Fundación Ortega y Gasset, explicando algunas conexiones significativas en el reclamo de las libertades dieciochescas, a través de la idea de "naturaleza", tanto en la economía como en la conducta. La libertad económica es una libertad de acción, como otras. Hay que quitar cualquier freno para dejar actuar a la naturaleza y eso afecta a todo —pues no existe más que lo natural—, tanto al comercio como al sexo.

En la literatura libertina (Sade, Laclós…) el poder es una forma de satisfacer las necesidades del cuerpo. Ser poderoso significa tener la capacidad de imponerse a otros, resolver de manera directa los deseos sin que los otros sean más que un instrumento de satisfacción que se usa y se tira. Cualquier perversión se justifica en el marco de la naturaleza (la Naturaleza lo ha puesto en mí) y se realiza porque se dispone del poder de ejecución y de ocultación, que evitan el castigo. Por eso se nos muestra un libertinaje jerárquico, en el que el noble poderoso (el conde, el duque, el príncipe…) utiliza su posición para satisfacer el egoísmo individual característico de los seres vivos y que jugará un lugar importante en el pensamiento económico. El egoísmo es la ley de la naturaleza, de Sade a Dawkins, de Justine al gen egoísta, y la economía es su reflejo. Los otros son meros obstáculos o colaboradores en lo que yo quiero conseguir. Y esto se da en el mercado o en la cama. Strauss-Kahn se mueve en ambos espacios.
Por eso no deja de llamarme la atención, que este viejo y poderoso libertino esgrima su poder de hacer daño, de satisfacerse allí donde le da el calentón natural o artificial, allí donde su imaginación le excita transgrediendo cualquier principio, con los argumentos de la inmunidad (para él impunidad) que da el Poder. Señalamos hace mucho que nos había resultado llamativa la observación realizada por conocidos —y reflejada en la prensa— sobre la aparente normalidad de Strauss-Kahn en su primer matrimonio, cuando no era poderoso. Los casos se habían ido produciendo conforme aumentaba su poder. En este contexto, poder significa usar a los demás y que tras de ti exista una corte de encubridores que borran y silencias las huellas de tus desmanes. El poder le trae la inmunidad y esta trae la impunidad. Mientras los jueces no digan lo contrario. El argumento de la inmunidad ha sido rechazado por el propio FMI, pues sería hundir la institución pensar que se pueden asaltar camareras en su nombre.


La tercera fase del poderoso es ocupar el centro de la atención, que esas fiestas se organicen para él. Es allí, con la gente a sus pies, sin ley alguna, donde se siente plenamente vivo, en total sintonía con la naturaleza, como depredador máximo. El libertino es una mezcla de racionalista y sensualista: los placeres del cuerpo son teorizados por la razón. Es una mente fría encerrada en un cuerpo que le sirve para producirse placer haciendo e imaginando hacer, anticipando el goce y resolviéndolo después en un círculo sin fin que va necesitando de variaciones para no caer en el aburrimiento. Los otros son la materia necesaria para evitarle el bostezo.

Por eso, el uso de la palabra “material” para referirse a las mujeres que le escogían para su disfrute es bastante aclarativo del tipo de pensamiento que se encuentra entre sus sienes. Una consideración absolutamente instrumental de las personas, simples concentraciones de átomos a su servicio.
Los mensajes son elocuentes, según cuentan en Le Monde y resumen en El País:

“¿Quieres \[puedes\] venir a descubrir un magnífico local golfo en Madrid conmigo (y material) el 4 de julio?”. Strauss-Kahn admitió a los policías que “la palabra material designa a una persona del sexo femenino”, una apelación que reconoce es “inconveniente e inapropiada” pero que a través de los mensajes de texto, “cuando hay varias personas, es más rápido emplear una palabra que una lista de nombres”. En otro mensaje se refiere a las chicas de la forma siguiente: “¿A quién tienes en las maletas?”. En otro evoca un misterioso “regalo”.**

No, no venía a España a hablar de economía, evidentemente. Una vez más, nuestros emprendedores siguen distinguiéndose en el sector del ocio.
El caso Strauss-Kahn nos deparará sorpresas. No ha terminado.Suele ocurrir cuando las mentiras se acumulan, cuando, como escribió a Valmont esa gran libertina de la obra de Laclós, la Marquesa de Merteuil,  "quería engañar siempre por gusto y no por necesidad".


*“Estábamos ahí esencialmente para Dominique Strauss-Kahn” El País 28/03/2012 http://internacional.elpais.com/internacional/2012/03/28/actualidad/1332951073_466291.html
** "El juez pone en duda la 'inmunidad diplomática' que aduce la defensa de DSK". El Mundo 28/03/2012 http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/28/internacional/1332970349.html
*** Affaire du Carlton : ce que révèlent les PV de la garde à vue de Dominique Strauss-Kahn. Le Monde 28/03/2012 http://www.lemonde.fr/societe/article/2012/03/28/affaire-du-carlton-ce-que-revelent-les-proces-verbaux-de-la-garde-a-vue-de-dsk_1676701_3224.html




miércoles, 28 de marzo de 2012

Principios, bonitos discursos y malas acciones

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Ha llegado el momento de hacer balance de los disturbios que asolaron zonas de Gran Bretaña en el pasado verano, ¿los recuerdan? Pillaje, violencia, cargas… Todo ello desatado tras la muerte por un disparo en el pecho de Mark Doggan, de 29 años, a manos de la Policía cuando iba a ser detenido. Las consecuencias desastrosas en muchos barrios de distintas ciudades británicas desató la polémica en la sociedad sobre las causas reales de tanta violencia. Ahora se presentan los resultados de la comisión de expertos que estudiaron la situación.
Hay que decir que no es fácil establecer causas, conexiones entre actos, de este tipo porque las motivaciones pueden ser muchas y distintas. El diario El mundo lo centra en sus titulares en el “fracaso escolar”: «El fracaso escolar fue una de las causas de los disturbios en Reino Unido este verano»*. Sin embargo, uno de los elementos más traumáticos para la sociedad fue descubrir entonces que muchos de los que habían participado en aquellos incidentes no tenían nada de fracasados o marginados escolares o sociales. Somos demasiado simples a lo hora de establecer conexiones porque la mayoría de ellas están predeterminadas por los tópicos. Y la realidad no es demasiado fácil de catalogar con este tipo de ideas repetidas que unas veces funcionan y muchas otras no.


En el artículo se habla del “medio millón de familias olvidadas”, de la ineficacia del gobierno para atender estos casos y de la necesidad de que cada uno tenga su lugar y finalidad en la sociedad. Esto implica una concepción  de la sociedad como un lugar ordenado que se desordena cuando no se mantienen las fuerzas de cohesión. No es tan sencillo, desde luego, porque supone que los mensajes sociales positivos mantienen el “orden”, mientras que su ausencia o los contrarios son los negativos. En su informe, los investigadores han señalado:

Los expertos apuntaron a las dificultades que encuentran los padres para educar a sus hijos, al "materialismo" imperante entre los jóvenes y a la falta de confianza en la policía como otras de las razones que explican los actos de vandalismo sucedidos el pasado verano.
El informe, para el que se entrevistó por teléfono a 1.200 personas que residen en las áreas más afectadas por los disturbios, señala que el deseo de poseer objetos "de marca" fue una de las principales motivaciones de los jóvenes que participaron en los altercados.*

No entenderemos los fenómenos si se sigue practicando la “alienización” de los jóvenes o de sectores de la sociedad. La edad es un criterio muy engañoso de división social y, sin embargo, cada vez recurrimos más a él. Probablemente esto se deba a que se nos han contagiado en demasía los criterios mercantiles de segmentación de mercados. La edad es un criterio básico para muchas divisiones sociales, algo que tiende a considerarlas como líneas estándar, como fronteras, cuando en realidad no funciona así.
Miramos a los jóvenes como si fueran otros (aliens), distintos cuando no son más que el reflejo del mundo que los adultos hacen para “ellos”. Hay un nosotros y un ellos, pero “ellos” son el estadio previo al “nosotros”. ¿Por qué esta distancia esencial cuando solo es temporal?
Cuando los expertos hablan del “materialismo” imperante entre los jóvenes, ¿a qué se refieren? Cuando los padres encuestados hablan del furor por conseguir con los saqueos las marcas conocidas, ¿están expresando ese “materialismo”? ¿Cuál es su origen?
Los que hayan visto la película musical West Side Story, recordarán el número “Gee, Officer Krupke”, en el que los jóvenes se ríen de las explicaciones habituales de los adultos sobre su comportamiento y se burlan del oficial de policía que les reprende y vigila permanentemente. Me imagino que seguirá siendo así.


El “fracaso escolar” no explica los acontecimientos ni las motivaciones que llevaron a ellos. Sirve para que se destine, en el mejor de los casos, dinero a paliar ciertas situaciones. Pero no es la solución porque el problema es mucho más amplio y tiene que ver con la sociedad que construimos y con los lazos que establecemos entre nosotros por encima de los discursos oficiales con los que nos gusta describirnos.
Lo primero es aceptar que esas personas no son otras cuando tienen cinco o seis años más. Pueden que cambien de hábitos, pero quizá no de principios porque son esos mismos principios los que se les están exigiendo después. Puede que educar, en el sentido que le estamos dando socialmente, no sea más que canalizar el deseo. Puede que haya una gran discordancia entre los discursos explícitos del sistema y los implícitos, entre lo que se dice y lo que realmente se hace.

La mayoría de los establecimientos que sufrieron actos de vandalismo durante la semana de los disturbios vendían prendas de ropa, zapatillas deportivas, teléfonos móviles y ordenadores.
"No es culpa de ninguna marca en particular, pero los niños y los jóvenes deben estar protegidos del 'marketing' excesivo", considera el informe, que subraya que los comercios locales deberían involucrarse en los problemas sociales de su zona y ayudar a atajar el problema del paro juvenil creando puestos de trabajo para los vecinos.

¿Es solo la educación lo que se interpone entre una persona y sus zapatillas favoritas? ¿Es la educación el freno del deseo y el fracaso escolar (educativo) el que lo demuestra negativamente? La idea del “marketing excesivo” oculta también la falta de principios de una sociedad que presiona a sus miembros desde su infancia. ¿Por qué no pensamos en términos de continuidad y lógica y suponemos que esas personas tratarán de llevar sus deseos como adultos por el mismo camino? Lo que empieza en con el deseo de unas zapatillas no tiene porque curarse con la edad, ¿o sí? ¿Por qué pensamos que los jóvenes son distintos de los adultos?
El profesor de Ciencia Política Hugh Heclo ha escrito:

Las mentiras, pensar en el corto plazo, el autobombo, el menosprecio del deber, la indiferencia hacia los fines más generales: todos estos son síntomas de un síndrome común que actúa socavando la confianza social y los valores institucionales. De nuestra memoria se desvanecen nombres de personas y de organizaciones concretas que son reemplazados al día siguiente por nuevas informaciones sobre escándalos y nuevos ejemplos de necia cortedad de miras. Tal vez no se reduzca todo a una carencia de pensamiento en clave institucional, pero un hilo común une buena parte de los ejemplos de conducta disfuncional que observamos en una tras otra de las esferas de la vida contemporánea. Ese hilo conductor es el de la desatención y la falta de respeto que muestran esas personas por los valores a largo plazo de la iniciativa o empresa de la que forman parte.
Esta forma de enfocar la vida es incluso exaltada como digna de loa y emulación. La cultura popular de hoy en día dedica amplísimas dosis de atención y dinero al poder estelar del éxito personal efímero. El mensaje es «Sé una celebridad o, de lo contrario, confórmate con quedarte marginado como cualquier otro obrero esclavizado». Igualmente, vivimos sometidos al asedio de una cultura de consumo que fomenta el interés por nuestra propia persona individual a corto plazo. Esta persona aparece caracterizada como un ser enclaustrado en una situación de necesidad continua, capaz de afirmarse solo mediante la adquisición de una serie siempre creciente de bienes materiales y simbólicos. Según el comentario de un crítico cultural [Jean Bethke-Elshtain], estamos ante «un yo estremecido y sentimental que se incomoda con mucha rapidez, porque tiene que sentirse bien consigo mismo en todo momento. Ni este yo ni ningún otro elabora buenos argumentos: son ellos mismos los que se validan los unos a los otros».

Ni Heclo ni Bethke-Elshtain está hablando de jóvenes. Lo están haciendo de la sociedad en su conjunto en la que se detecta ese estado centrado en el ego frente a lo institucional. Las instituciones funcionan porque funcionan las personas que las llevan. Se detecta una desconfianza institucional que se basa en el comportamiento de las personas a su frente, de ahí la importancia de la ejemplaridad además de la eficacia. Todos los días vemos las dimisiones por corrupción de ministros y presidentes de diversos países; procesamientos de empresarios o personas al frente de instituciones públicas o privadas. La gravedad de las causas puede diferir, pero el sentimiento es el mismo: el uso personal de la institución y la indiferencia ante los demás. Por eso el desprestigio institucional se paga con el mayor crecimiento de los defectos del conjunto. Las instituciones no cumplen su función ejemplar, sino que la debilitan enseñando que no se puede confiar en ellas. La desconfianza de los jóvenes ante la Policía, señalada en el informe, se deriva de las actuaciones de la propia Policía. Y así se puede seguir institución tras institución.

El materialismo de los jóvenes no es diferente del materialismo de los adultos (los que han sido jóvenes no hace mucho). La “alienización” juvenil es un error perceptivo. Son los discursos oficiales los que se oponen a las descarnadas y descaradas respuestas que se obtienen cuando los expertos preguntan a los jóvenes sobre la motivación de sus acciones. Tendrán tiempo de aprender respuestas mucho más tranquilizadoras para el resto de la comunidad más adelante. Mientras pensemos que es un problema de la juventud y no un problema de la sociedad en su conjunto —de sus principios y fines— no se avanzará. A lo mejor tampoco interesa y todo esto no son más que efectos colaterales del egoísmo como motor social.

* “El fracaso escolar fue una de las causas de los disturbios en Reino Unido este verano”. El Mundo 28/03/2012 http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/28/internacional/1332891428.html

**  Hugh Heclo (2010): Pensar institucionalmente. Paidós, Barcelona, pp. 20-21.



martes, 27 de marzo de 2012

El vagón

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El caso español provoca curiosidad y transciende nuestras fronteras. Esta vez la sorpresa llega por parte de un reportaje de la BBC en el que se describe una reunión festiva en Londres. Allí se encuentran unos cuantos españoles que no se conocen y hablando entre ellos resultan estar todos relacionados con el sector informático. Al no encontrar trabajo en España o, mejor dicho, ante las pobres ofertas de trabajo que se les ofrecían en nuestro país, decidieron emigrar. Y ahora se encuentran convertidos en miembros de una floreciente colonia trabajadora española en Londres. No es el único sitio.

Aunque no hay cifras oficiales, la fuga de ingenieros informáticos al extranjero es cada vez más notoria en España. En Estados Unidos por ejemplo, según Javier Pagés, presidente de la Federación de Asociaciones de Ingenieros Informáticos en España, la green card se la suministran con facilidad.
Allí les esperan sueldos de entre US$70.000 y US$80.000 anuales.
En Alemania, la canciller Angela Merkel realizó una invitación abierta a todo aquel "IT", (tal y como se conoce en inglés a los especialistas en informática) interesado en hacer las maletas.
Y no es que en España no encuentren trabajo, al contrario, apenas un 2% está desempleado, pero, de acuerdo con Pagés, "tienen bajos salarios, bajo reconocimiento y nula progresión de carrera".*

La afirmación final de Javier Pagés es lo más sangrante de todo porque revela algo que en lo hemos insistido una y otra vez. El “mal español” es la degradación de nuestras empresas convertidas en rutinarias y pequeñas entidades incapaces de ofrecer puestos de trabajos en condiciones. La formación es muy superior a la oferta de trabajo. No solo al “trabajo”, sino a la ·oferta”, es decir, a lo que el mercado español ofrece a sus trabajadores. Este es el efecto combinado de haber ido rebajando siempre la parte laboral. El ejemplo más claro es la maltratada figura de los “becarios”, auténtica mano de obra casi gratuita en la que la mayoría de las empresas no piensan como formación sino como ahorro. Un ahorro que se ha producido en los "mejores" momentos económicos. Esto es lo terrible. Tenemos un mercado laboral absolutamente degrado por tres décadas (desde los años ochenta) de considerar que había que alentar a las empresas a la contratación de jóvenes. Los resultados son los que tenemos ahora: un enorme paro juvenil dentro de un enorme paro general. Han fallado gobiernos y empresas, aunque ambos miren a los trabajadores. No es ahí donde está el problema, desde luego.
De la misma manera que el tratamiento fiscal (y España fue advertida repetidas veces de esto) dado a las compras de viviendas contribuyó a la burbuja inmobiliaria, los estímulos para sacar a los jóvenes de las cifras del paro —las únicas que la ciudadanía entiende— justificaban ignominiosas formas de contratación juvenil, que hacía que el sueldo de los jóvenes "formados" compitiera con el de los jóvenes "en formación". La beca hacía bajar los sueldos y los sueldos bajos hacían bajar las becas. Al final de este proceso, tenemos sueldos de miseria y no se ha creado empleo.


La explicación de Javier Pagés sobre esa tendencia permanente a rebajar los sueldos en las empresas surge de una pregunta:

"¿Qué se está haciendo ante la fuga de informáticos?", dice retóricamente Pagés, "importarlos de latinoamérica a precios latinoamericanos. Así el español compite con informáticos de Venezuela, Colombia, Perú y Argentina".
No obstante, los latinoamericanos también se lo están pensando. "Están empezando a retornar porque la situación está siendo mejor en sus países".*

Es el mismo papel que están desempeñando ahora los informáticos españoles en Alemania o Inglaterra, con diferencias importantes. Allí son bien pagados porque son sectores en expansión, con presente y visión de futuro. En estos países se están preparando para producir e innovar en la próxima revolución informática, nos dice, que generará quince millones de trabajadores —en Europa, de aquí a 2020—, de los cuales 800.000 estarán directamente vinculados con el sector informático: la computación en la nube. Javier Pagés explica a la BBC:

El problema, dice, es que España no sólo ofrece malas condiciones laborales a su capital humano sino que se dedica más a los servicios prestados a empresas de tecnología extranjeras, en lugar de desarrollar software propio.
En consecuencia, el país europeo invierte millones al año en formar a ingenieros informáticos de calidad en las universidades públicas. Pero muchos de esos profesionales se marchan y se prevé sólo volverán al país de vacaciones.
"No es que vengan las empresas extranjeras y se lleven el oro, es que se lo damos refinado", finalizó.*

Es un ejemplo más, otro, del despropósito español, del despilfarro humano. Nuestro sistema laboral está “distorsionado”. De la misma manera que los economistas hablan de las alteraciones que suponen para el mercado el proteccionismo, los sectores subvencionados, etc., con el empleo en nuestro país ha ocurrido algo así. Hemos estado creando unos sectores que no estaban acordes con la oferta de empleo. Pero la calidad del empleo es un resultado del desarrollo de una sociedad y debe ir a la par. La teoría económica señala que, ante situaciones así, lo que se produce es la emigración, algo que evidentemente está ocurriendo. Mandamos al exterior a las personas que formamos porque no estamos dispuestos a pagarles lo que merecen por formación.
Es el equivalente de un vagón del Metro: “antes de entrar, dejen salir”. En el vagón nacional, salen unos para que entren otros. La riqueza se traduce en mejor formación, pero esa formación se desperdicia porque nuestras empresas son incapaces de absorberla y dedicarla a producir entre nuestras fronteras. El modelo "ladrillo más turismo" produce mucho y necesita poco.
Pero la teoría económica es fría y no contempla que junto a estos ajustes de mercado está la voluntad de crear empresas capaces de innovar y ofrecer mejores puestos de trabajo para que mejore la calidad del país en su conjunto. Por eso una parte importante de la queja de Pagés es que los pocos informáticos que consiguen buenos puestos lo hacen en las empresas extranjeras que hay en España, empresas capaces de producir algo en este terreno. Hemos renunciado a hacerlo. Es el conservadurismo empresarial facilón lo que ha degradado el sistema, su falta de horizontes para poder crear lo que otros sí crean y emplean nuestras personas para hacerlo. Lo que ha fallado y sigue fallando ha sido la falta de miras y la codicia inmobiliaria y turística combinadas. Pobreza emprendedora, nula innovación.


Estos sectores apenas son capaces de absorber casi nada de las personas con alta formación, No los necesitan, sencillamente. Y eso es un elemento importante en la apatía juvenil, que ve que las alternativas son el subempleo o la emigración. Por eso rezuman cinismo e hipocresía, las campañas mediáticas dirigidas a alentar que los jóvenes se tengan que ir de su país, frente a las que debían realizarse de exigir a las empresas que se pongan a la altura de la sociedad en la que se asientan. Pero eso no aparece en la teoría económica.
Es la falta total y absoluta de sentido nacional, que queda reservado en exclusiva para nuestras orgullosas selecciones deportivas. Ahí sí que no hay becarios y los sueldos son competitivos. Es el vagón de primera clase. El resto de los vagones van cada vez más vacíos y se van degradando por el abandono, por la dejadez de los responsables. Muchos se bajan y otros pocos suben en estos tristes vagones. Solo el último, el del paro, está lleno a rebosar.

* “Españoles a los que les sobran ofertas de trabajo”. BBC / Tecnología  26/3/2020 http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/03/120326_tecnologia_informaticos_espanoles_aa.shtml