miércoles, 15 de febrero de 2012

Un riesgo irresponsable

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Así ha calificado el presidente italiano la presentación de Roma como candidata a ciudad olímpica. “El Gobierno no considera responsable, en las actuales condiciones, que Italia asuma este compromiso financiero. Lo hemos considerado un riesgo irresponsable”*, ha dicho Mario Monti. Nosotros, por el contrario, nos alegramos de su retirada, al aumentar así las posibilidades de Madrid como ciudad olímpica.
El diario El País vincula ambas ciudades en el titular de su noticia, “Roma despeja el destino de Madrid 2020”, y viene a afirmar que la retirada de la candidatura tiene que ver más con otros aspectos de las carencias romanas que por la crisis económica. Es una forma extraña de hacer ver que, a pesar de las crisis, se puede uno lanzar a compromisos inciertos de este calibre. La explicación de que las últimas nevadas han colapsado Roma y que eso ha hecho ver que la ciudad no funciona, es realmente ingeniosa, sobre todo para unos juegos que se celebran en verano. Monti no pudo eludir las referencias a la situación española:

La noticia no es mala para el resto de ciudades que aún mantienen el pulso: Doha (Catar), Tokio, Bakú (Azerbaiyán), Estambul y Madrid, que espera que a la tercera sea la vencida. Si bien, a Monti le han preguntado por qué cree que el gobierno de España -que no está precisamente en una situación más boyante que Italia- sí apoya la candidatura de Madrid. El profesor no se ha pillado los dedos. Ha venido a decir que siente una "gran consideración" por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, al que recibirá en Roma el próximo día 23, pero que él ya tiene bastante con el problema italiano.**


Estoy con Monti. Hace bien en desentenderse de la manera española de afrontar las crisis metiéndose entre los leones. Seguimos apostando por el mismo modelo que nos ha llevado al desastre, el modelo “eventista”, que se nos vende como “progreso ocupacional”. Pan olímpico para hoy, hambre para mañana. Monti piensa que los ocho mil millones de euros que se necesitarían para convertir a Roma en sede olímpica sería mejor emplearlos en otra cosa.
En la secuencia final de la película de Dino Risi, En nombre del pueblo italiano (1971), una Italia sumida en la corrupción, en la ineficacia más absoluta, llena de especuladores, jueces comprados, contaminación ambiental, carreteras que se agrietan, edificios que se caen… estalla en un grito unánime y grandioso: ¡han ganado a Inglaterra! La mísera y corrupta realidad desaparece como por arte de magia y solo existe ese balón en el fondo de las mallas, esos goles que permiten, durante la euforia de las celebraciones, sentirse superior al resto del mundo. ¡Toma, toma, toma!

Los hinchas vuelcan el coche de una turista inglesa tras el partido (En nombre del pueblo italiano, D. Risi)

Mientras no asumamos que nuestra crisis no solo obedece a la crisis internacional sino a nuestras propias condiciones de desarrollo, seguiremos cometiendo los mismos errores y no saldremos de una situación que es una condena cíclica. Esto lo llamamos en su momento la “economía del primer cerdito”, la casita que se lleva el viento a las primeras de cambio. El enriquecimiento a costa de las olimpiadas llegará a unos pocos; las deudas nos tocará pagarlas a todos, como en Barcelona y en Sevilla

En las secciones deportivas de los periódicos, unas olimpiadas se ven como la posibilidad de grandes titulares y aumentos de tirada. ¡Qué gran noticia y negocio tener una olimpiada en casa! Pero en las secciones que se ocupan de la realidad dura y no de las fantasías deportivas, de los récords del paro y no de los pichichis, del valor económico y no de las botas de oro, la situación en muy distinta. En esas secciones encontramos que

España es uno de los cuatro países que incumplen más indicadores: seis de los diez. Por ello está en el punto de mira de Bruselas de manera destacada. El promedio del déficit por cuenta corriente de los últimos tres años es del 6,5%. También es preocupante la posición neta de la inversión internacional, que es del 89,5% del PIB, y la pérdida de la cuota de mercado en las exportaciones, con una caída del 11,6%, en la media de los últimos cinco años. Sin embargo, las desviaciones más preocupantes son el fuerte endeudamiento del sector privado, que alcanza el 227%, y la tasa de desempleo promedio de los últimos tres años, que es del 16,5%, y con tendencia a crecer a lo largo de todo este año.***

La radiografía europea nos sitúa en unos puestos incompatibles con la euforia olímpica. Aquí los titulares son ya otros, muy lejos del medallero: “España, entre los cuatro países de la UE con más desequilibrios económicos”. Estos son los datos, claros y rotundos, que nos son recordados por la Comisión.


El uso del deporte como cortina de humo social y económica no es ya sostenible en ninguno de los dos sentidos de la palabra. La indignación del alcalde de Roma por la decisión de retirar la candidatura es la inversa del empeño y alegría de nuestros alcaldes, espoleados siempre por la parte del gremio empresarial que ve unas oportunidades rápidas de reactivar su economía. Olimpiada o Las Vegas —de España gana a gana la banca— son las alternativas que nuestros gobernantes locales ven con más perspectivas de futuro. Triste. La construcción de lo poco útil o inútil por la justificación de que va a crear puestos de trabajo y no puede ser una excusa porque esos puestos desaparecen y los edificios quedan, sin recursos con los que habitarlos, malvendidos. Si se invierte, que se haga en algo que tenga proyección, sentido de futuro. Nos han obsesionado con que Madrid gana su propia medalla y creo que no es cierto.

El endeudamiento madrileño a cuenta de unos futuros juegos olímpicos que se resisten es desbordante. Los beneficios que muchos han obtenido ya por solo intentarlo y promoverlo, también son importantes. Muchos años vendiendo sueños y proyectos. No se trata de hacer lo que se necesita, sino de crear necesidades que justifiquen inversiones que acaban convirtiéndose en cargas insostenibles que justifican más juegos y eventos para amortizarlos.
Nuestro paro asombra a Europa, que no entiende que en un país —que crecía a más del 4%, por encima de la media europea— todo se haya esfumado no en una burbuja sino en una ventosidad fruto de las malas digestiones económicas.

En relación con el desempleo español, el vicepresidente y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, precisó que en este caso “necesitamos más análisis de la evolución estructural del altísimo paro y de la difícil situación después de la prolongada burbuja inmobiliaria y el boom crediticio”. El comisario reconoció, no obstante, que España está llevando a cabo con determinación reformas estructurales con el fin de mejorar el mercado laboral y la competitividad.***

No sé si estamos en el buen camino, pero creo que todos conocemos ya cuál es el mal camino. Menos olimpiadas y menos casinos, menos “eventos” y más crecimiento sólido, más investigación, más exportaciones; menos intermediarios y asesores y más visión de futuro para que no se tengan que ir los que más valen y no haya que mendigar a los que más tienen.

* "Roma se despide de los Juegos Olímpicos". Euronews 15/02/2012 http://es.euronews.net/2012/02/15/roma-se-despide-de-los-juegos-olimpicos/


** "Roma despeja el camino a Madrid 2020". El País 14/02/2012 http://www.elpais.com/articulo/deportes/Roma/despeja/camino/Madrid/2020/elpepudep/20120214elpepudep_9/Tes

*** "España, entre los cuatro países de la UE con más desequilibrios económicos". El País 15/02/2012
http://economia.elpais.com/economia/2012/02/14/actualidad/1329253071_840257.html


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