jueves, 31 de marzo de 2011

“Mi hijo no es un espía”


Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Todos lo podemos ver. Cada vez que hay una manifestación, la mitad de las manos en alto llevan una cámara fotográfica, un teléfono móvil, cualquier dispositivo que permita testimoniar lo que está ocurriendo. Por cada imagen que la propaganda oficial produce, hay miles recogidas por los ciudadanos. Mohamed Radwan* es un ingeniero egipcio-americano detenido en Siria por haberse puesto en contacto con un periodista norteamericano. El régimen sirio considera que eso es indicio suficiente de estar espiando para potencias extranjeras. La familia del detenido niega todo y su madre ha declarado que usar un teléfono cámara para grabar las manifestaciones no le convierte a uno en un espía. El gobierno sirio ha hecho aparecer en la televisión oficial a Radwan para que “confiese” que estaba en contacto con periodistas y recogiendo imágenes de las manifestaciones para enviarlas al exterior.
La familia se ha manifestado en las puertas de la embajada siria en El Cairo solicitando su puesta en libertad. “Mire a la gente que nos rodea, nos fotografían con sus móviles, ¿los convierte eso en espías?”, ha dicho su madre a los medios egipcios. Han repartido flores a los curiosos que, dentro de la tendencia actual en Egipto, se han sumado a la protesta en las puertas de la embajada.


Hemos congelado una imagen de una de las manifestaciones en las calles de Siria. Las estrellas marcan las personas que están realizando fotografías en ese momento con sus móviles o cámaras. Es solo un instante y con la poca definición del video casero (la imagen misma procede de un asistente a la manifestación). Si han de encerrar a todos, les van a faltar celdas, aunque eso a los dictadores no les preocupa demasiado. La acusación no es por hacer fotos, suponemos, sino por contactar o ser contactado con los periodistas extranjeros. La cámara te convierte en algo más que un fotógrafo; te convierte en un potencial periodista, un informador de lo que ocurre. Y eso es lo que no gusta. Los periodistas acreditados corren sus riesgos, pero los periodistas aficionados u ocasionales corren el riesgo, como le sucede a Mohamed Radwan, de ser acusados de espías. Y pueden desaparecer. La madre de Radwan lo ha dicho con rotundidad: “mi hijo no es un espía”. Sin la cobertura de un medio, sin la posibilidad de páginas que denuncien, a la familia del ingeniero egipcio solo le queda la manifestación en la puerta de la embajada y repartir flores buscando solidaridad.
El periodismo ciudadano en los conflictos tiene un alto riesgo. La ventaja de estar en el mismo terreno es una desventaja en estas ocasiones. Ya contamos el caso de la muerte en Libia del ciberactivista Mohamed Nabous [ver entrada]. Había creado una televisión para poder informar de lo que ocurría y fue tiroteado mientras cubría una información.
Informar se convierte en una necesidad cuando los periodistas extranjeros se convierten en objetivos de los regímenes dictatoriales. Los ciudadanos cubren ese hueco y eso es un gran riesgo.
Desde aquí nuestra solidaridad y apoyo para Mohamed Radwan.

* “Protesters demand Syria release Egytian detainee Mohamed Radwan” The Daily News 30/03/2011 http://www.thedailynewsegypt.com/egypt/protesters-demand-syria-release-egypt-detainee-mohamed-radwan.html


Libia y el juego del curling


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El conflicto de Libia se parece cada vez más a una partida de curling. El curling es un deporte popular en el norte de Europa y en Canadá y Estados Unidos. Es parecido a una petanca en pista de hielo. Lo que caracteriza al curling por encima de cualquier otra cosa es la frenética actividad que dos miembros del equipo realizan barriendo la superficie del hielo ante la piedra de granito para conseguir que llegue al objetivo, el centro de la diana. Para ganar la partida, además de llegar al centro, la piedra desplaza como en la petanca, a las piedras rivales para hacerse espacio en su avance.

Es cada vez más evidente que el levantamiento ciudadano en Libia es sobre todo, eso, ciudadano. Los rebeldes avanzan en la medida en que los otros retroceden. Inhabilitados para recibir armas por la resolución 1.973, van recogiendo lo que encuentran por el camino. Lo que no saben o pueden usar, lo queman; el resto se lo llevan y lo usan si saben cómo. Como en las partidas de curling, los aviones de la Coalición van barriendo obstáculos, alisando el camino, para que la piedra avance hacia su destino, Trípoli. Sin la ayuda de los cepillados previos, difícilmente podrían avanzar. Volveríamos a su arrinconamiento en Bengasi y la salida masiva hacia Egipto huyendo de los abrazos fraternales de las tropas del coronel.
La estrategia actual de Gadafi hace más difícil el apoyo aéreo, el cepillado de la pista. Obligadas a retirarse de campo abierto, donde puede ser bombardeadas con toda precisión —tanque a tanque, cañón a cañón—, las tropas gadafistas se refugian en las ciudades y se entremezclan con la población. Lo mismo que hace Gadafi sin pudor rodeándose de mujeres y niños —¡valiente héroe!— que le jalean, lo hacen sus tropas sin necesidad de afecto. Pero será difícil sacarlos de allí. No tienen prisa y de las ciudades a las que regresan ya habían eliminado la mayor parte de la resistencia anteriormente. En cuanto que la Coalición deja de bombardear, salen, atacan y regresan. Las tropas ciudadanas se montan en sus furgonetas y salen corriendo hasta lugar seguro. Y así podemos estar mucho tiempo.
The New York Times nos ofrece hoy noticia sobre los grupos de la CIA* que se han desplegado por Libia para recabar información de apoyo a los ataques aéreos. En la guerra semántica, los “operativos de la CIA” no son técnicamente “tropas”, que es lo que la resolución 1.973 prohíbe expresamente. En este “conflicto”, todo lo que no está expresamente prohibido está permitido. Deberían recordarse las carcajadas con las que el Subsecretario de Exteriores libio, Khalid Kaim [ver entrada], se dirigió al mundo  en rueda de prensa para decir que les parecía muy bien la resolución 1973: no pisar tierra, no armar, no dividir Libia. Según dijo, ellos iban a Bengasi a “proteger” a los civiles. ¡La semántica!
Ahora, Londres notifica la huida del jefe de Khalid Kaim, el Ministro de Asuntos Exteriores de Gadafi, Musa Kusa. Se da como un hecho que está allí y que está allí porque ha huido. Es importante matizarlo porque Londres ya metió la pata cuando anunció que Gadafi estaba en Venezuela. Por su parte, el Gobierno libio acepta que está allí, la primera parte, pero niega la segunda. Dice que está allí en “visita privada”, que es otra forma semánticamente interesante de definir el paso al enemigo. Siempre se dijo que las guerras hacen evolucionar la tecnología, pero se ha hablado poco de lo que hacen con el lenguaje.

* “Clandestine C.I.A. Operatives Gather Information in Lybia” The New York Times, 31/03/2011 http://www.nytimes.com/2011/03/31/world/africa/31intel.html?_r=1&hp



miércoles, 30 de marzo de 2011

Kill Team. Cuando matar no es suficiente


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La pregunta es siempre la misma: ¿estaban locos antes de la guerra, eran ya unos monstruos? Las imágenes que han publicado las revistas Rolling Stone* y Der Spiegel nos hacen plantearnos de nuevo la cuestión. El sadismo de estos tarados morales se parece demasiado a una incapacidad de distinguir la realidad de la ficción. El hecho de editar con música, como nos relatan las informaciones**, los vídeos de escenas de destrucción nos da una pista de su constitución interna.
Los miembros del denominado “Kill Team” son monstruos criminales, no hay que darle muchas vueltas más, pero nos queda la sospecha de su origen, de las causas de una locura que se repite. Al horror de la guerra se suma el desprecio moral que nos produce ver cómo la violencia se ejerce sin efecto alguno sobre quien la practica y la lleva al extremo. ¿Qué les lleva a ese nivel de bajeza, de indiferencia y exhibición?

 
Indudablemente existe una patología, pero no es suficiente explicación porque existe una complicidad grupal, un entorno que lo acoge y silencia hasta que estalla el escándalo. No nos referimos al aspecto institucional, al Ejército, sino al ámbito del grupo, de las unidades humanas en las que se generan estas atrocidades. El Ejército ya ha condenado la semana pasada a 24 años de prisión a uno de ellos. Sin embargo, lo que estos casos nos revelan es la existencia de un “nuevo orden” dentro del “orden”; que dentro la excepcionalidad de la guerra, existe una nueva excepcionalidad, un más allá que lo excede. Existe un fondo, pero también una forma de la violencia.
La imaginación de esos criminales está poblada de fantasías acumuladas que les permiten simultáneamente distanciarse de la realidad en que viven y adentrarse en ella. El horror tiene también sus lenguajes, sus codificaciones para poder vivirse como significación. Este horror nos sorprende cuando comprendemos que no es una consecuencia de la barbarie sino una enfermedad de la civilización. A la patología individual, se suma la social, la maquinaria que produce elementos defectuosos. No hay genética, no hay gen torcido. Es el resultado del odio, del desprecio, de la anulación del otro hasta convertirlo en un simple “bot” de videojuego, una imagen de videoclip, al que se puede descuartizar, vejar, humillar porque no es un ser humano sino una fantasía privada que puedes grabar en una memoria USB o subir a Youtube, ponerle música de Apocalyptica y disfrutarla como un videoclip con los amigos. ¿Es el simulacro de Baudrillard, el crimen perfecto —la muerte de la realidad en beneficio de su imagen?
Escuchamos demasiadas barbaridades, demasiadas expresiones horrendas antes las desgracias que nos muestran las pantallas, transigimos demasiado con la intolerancia, que se crece. La exhibición del dolor ajeno produce en algunos cierta satisfacción, fruto del crecimiento del racismo, de la xenofobia, del odio religioso. No enseñamos bien a despreciar no solo la violencia, como abstracción, sino al violento como concreción del horror. Hemos hecho un negocio de la violencia y de contemplación de la violencia. Convertida en espectáculo, la violencia produce dividendos, sí, pero también efectos sociales, morales indeseados. La realidad virtual “aumentada”, desarrollada para los entrenamientos militares en entornos simulados, nos permite avanzar en el horror por un módico precio y unas simples gafas 3D. Algunos ya no saben donde están, o lo saben y nos les importa.
Los monstruos editaron los vídeos del horror poniéndole música de fondo. El horror se convierte en mercancía, se asemeja a otros productos del mercado y puede ser consumido y disfrutado bajo el camuflaje social. La canción elegida ha sido En vie, del grupo de violonchelistas metalizados Apocalyptica. El mismo tema circula como fondo de un videoclip de la película de Luc Besson, Jean d’Arc (1999). Una Juana enloquecida, mandada por Dios, guía a las tropas francesas cargando contra los ingleses. Su letra es la siguiente:

Réduisons nos peines
Achevons nous pour le plaisir
Distillons nos haines
Et buvons à nos souvenir
Buvons pour ne plus mentir
Achevons nous pour le plaisir

* http://www.rollingstone.com/politics/news/the-kill-team-20110327
* “EEUU pide disculpas por unas foros de crímenes de sus soldados en Afganistán” El País 29/03/2011 http://www.elpais.com/articulo/internacional/EE/UU/pide/disculpas/fotos/crimenes/soldados/Afganistan/elpepuint/20110329elpepuint_9/Tes



martes, 29 de marzo de 2011

Los exámenes vergonzosos


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Egipto se encamina, con múltiples dudas, hacia un periodo electoral tras la aprobación de las reformas constitucionales en el referéndum de hace unos días. La situación egipcia contrasta con las de los demás países envueltos en conflictos de diverso grado. En Egipto, los debates son esencialmente políticos, relativos al diseño de las libertades.
Las relaciones entre un pueblo que quiere un ritmo de cambio rápido, que se ha curtido en las plazas y calles, y un ejército que vigila los límites del cambio, no son sencillas. La prioridad del régimen es acabar con las manifestaciones pues consideran que están perjudicando la recuperación económica. Quieren normalidad a todo trance, que las fotos que salgan de allí sean de tranquilidad para que el turismo regrese. Se intenta aprobar, con gran movimiento de oposición, un decreto que impida las manifestaciones durante el período de excepción acabará con las elecciones en septiembre. Pero las manifestaciones siguen, contra el propio decreto antimanifestaciones y contra las múltiples secuelas de la corrupción que han de ir desmontando. 


Ha habido denuncias de abusos por la forma de disolver las manifestaciones y los militares han abierto investigaciones al respecto. Las denuncias, además de por la disolución de la manifestación, han sido muy claras: los exámenes de virginidad realizados por médicos militares a las manifestantes que estaban acampadas en la Plaza de Tahrir el día 9 de marzo.

The military junta also promised to "take all necessary measures to check the accuracy of allegations by female protesters" who claimed they were subject to virginity tests by military doctors after they were arrested by the army on March 9.*

Las explicaciones del portavoz militar no han servido más que para ver que se enfrentan dos mentalidades, dos formas de ver el mundo, y que eso también se está debatiendo sobre las plazas y calles de Egipto. La mentalidad tradicional y patriarcal ve “delitos” agrupados de forma particular. Los argumentos expuestos no dejan mucha duda:

However, after it got violent the army intervened to separate the protesters, when they found Molotov cocktails, drugs, swords and other weapons inside the protesters’ tents. He claimed that men and women with no official relations were staying together in the same tents.*

La intervención militar se justifica por la existencia de drogas y armas, pero la intervención exclusiva sobre las mujeres, el examen médico, se realiza porque hombres y mujeres, “sin relaciones oficiales”, están juntos en una tienda. Los exámenes se hacen para comprobar que “todo sigue correcto”. Es la expedición de un certificado no solicitado, un tranquilizante social y familiar.
No hace muchos días, algunas mujeres de la Hermandad Musulmana confesaban la satisfacción que les había supuesto poder participar por primera vez en manifestaciones. Siempre habían estado apartadas y, por primera vez, se había manifestado. Explicaban que pensaban seguir haciéndolo. Otras muchas mujeres contaban cómo se les había dicho que no fueran a las manifestaciones porque podrían sufrir abusos. Fueron y, salvo algún incidente, no hubo más transcendencia.
Los exámenes de virginidad practicados a las manifestantes por el hecho de haber compartido tiendas durante las protestas es una práctica denigrante que atenta contra todos los derechos de la persona y, especialmente, contra los derechos de la mujer a participar en la política, y esto afecta tanto a una acampada de protesta como a poder ser presidente de la república egipcia. Hoy en Egipto se debaten ambas cosas, la posibilidad constitucional de que una mujer dirija el país y su derecho a estar en una tienda protestando. Los hay que ven impedimentos en una, en otra o en ambas.
Pero las mujeres egipcias van a seguir activas, por ellas mismas y, especialmente, porque Egipto no se puede permitir trazar un futuro factible sin ellas.

* “Army says Mubarak under house arrest, to investigate torture reports” The Daily News Egypt 28/03/2011 http://www.thedailynewsegypt.com/egypt/army-says-mubarak-under-house-arrest-to-investigate-torture-reports.html


Sobre cómo pensar en la sucesión perjudica a la economía


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Complicado y complejo, así es el mundo. Desde que se descubrió aquello de que todo está ligado, el “efecto mariposa” y cosas por el estilo, nadie se atreve a hacer nada por temor a que el mínimo gesto tenga consecuencias desastrosas. Antes también se decía “imprevisibles”, pero ahora eso ya se da por descontado. Por muy medido que tengas todo, hay que andarse con tiento. Los más osados, por el contrario, intentan actuar sobre el conjunto con pequeñas acciones para tratar de canalizar las fuerzas de la naturaleza que se desatan con cada acción.
Por eso nuestros empresarios más importantes le han dicho al presidente del gobierno que no haga que los demás especulen sobre su futuro porque eso es negativo para la economía española. Esto podemos tomarlo en serio, muy en serio o en broma, según cada cual. El presidente se lo ha tomado en serio porque le sirve para rebatir la opinión extendida de que él pudiera ser un freno para la economía, tal como la oposición lleva mucho tiempo sentenciando.
Si los empresarios entendían que debatir sobre la sucesión era negativo, lo que han conseguido es que ahora todos estén debatiendo sobre lo oportuno o no de debatir sobre la sucesión del presidente Rodríguez Zapatero.
Los titulares de la prensa no dejan lugar a dudas: el protagonismo es para “el debate” frente a cualquier otro tema. El diario El País titula “La élite económica pide a zapatero que aplace el debate sucesorio”*, Cinco Días exactamente igual, y Expansión lo titula “Los empresarios, encabezados por Botín, piden a Zapatero que agote la legislatura”**. Para mayor despropósito, nos cuentan que el debate sobre la necesidad de eludir el debate comenzó a raíz de los comentarios sobre la caída de José Sócrates en Portugal.
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, se indigna y sale con su propio titular: “Hereu exige el fin del debate sucesorio para centrarse en los ciudadanos” (La Vanguardia 28/03/2011). En la otra diagonal geográfica, el presidente de la comunidad extremeña no quiere ser menos: “Fernández Vara no volverá a hablar sobre la posible sucesión de Zapatero” (La Vanguardia 28/03/2011). Hoy mismo, el diario El País dedica otro artículo a las discusiones en el seno del PSC sobre la sucesión de Rodríguez Zapatero: “El PSC de Chacón pide a Zapatero que cierre la sucesión y agote su mandato”***. En él ya no se habla de otra cosa. Todos hablan de la necesidad de guardar silencio. Los empresarios, que querían cerrar una situación de incertidumbre, han conseguido lo contrario.
¿Cabe mayor despropósito? Jamás se ha visto un “pacto de silencio” más aireado. Desde que se pidió silencio todos se sienten obligados a pedir silencio, en un sentido u otro, convirtiendo el foro político en un gallinero. Pero existe una gran diferencia entre el “silencio” y el “pedir silencio”. Para esto último es necesario hablar.

* El País 26/03/2011 http://www.elpais.com/articulo/espana/elite/economica/pide/Zapatero/aplace/debate/sucesorio/elpepuesp/20110326elpepunac_1/Tes
** http://www.expansion.com/2011/03/26/economia/1301133309.html?a=f0fdc7c20cfc673487165e06489276d1&t=1301376292
 *** http://www.elpais.com/articulo/espana/PSC/Chacon/pide/Zapatero/cierre/sucesion/agote/mandato/elpepiesp/20110329elpepinac_3/Tes